Poemas con variantes

poema de Carlos Cousillas
Del libro "Enigmas y laberintos"

               I
Corre la noche y así estás

sin que nadie llegue ni partas

sin que nadie oiga ni tú hables

como si nada pudiera suceder.
Hoy
que eres parte de esa tristeza universal

que te elige
hoy, un día cualquiera de tu vida

estás triste.
Te lo dices como un hecho

como si fuera una cosa

una botella, una piedra

un signo escrito en la pared.
Me lo digo como si no me sucediera

la tristeza.
Que esto fuera sólo
un modo de sentir el simultáneo
que por dentro me hace el diálogo.

              II
Creo en el desconocido simultáneo
que en este instante
nombra
cree
espera
devana el hilo secreto
con que teje la trama de sus días.
Solidario ignorado
con quien comparto sin saberlo.

             III
Estoy en un día encrucijada

paso la mano por el espejo borrando

mi rostro sucesivo.
Cae la estrella y no lo sé.
Me encuentro en riesgo de orgullos petulantes

que me hagan creer soy el único

que se cae al fondo de los días.
Me decido, hay que entrar en el café

un café con una mesa circular
-mejor que sea de mármol-
un café con espejo, con ventana,
con un horno ardiendo fuego
mucho humo que juegue
a ser nube a ras de suelo
para reencontrarme con la realidad
de este pocillo de café
sentirme el cuerpo mientras miro
descubriendo cómo la gente lleva sus historias
y se me llenan con pedazos de tiempo
los bolsillos.

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