La vanidosa

 
"La inglesa" era una cliente que no bebía nada mas que cerveza. Su gasto diario era importante porque bebía mucho y abonaba al contado. Algunos decían que no era inglesa pero por lo menos ella dominaba perfectamente esa lengua, y de ahí su apodo. 
Era de baja estatura y bastante gruesa; su cara no muy agraciada, pero tenía aceptación entre los marinos que hablaban inglés. Cuando mi padre compró el almacén "Los Dos Frentes", en la proa de las calles Camacuá y Yerbal, yo no había nacido, y ya "La Inglesa" era meretriz del Bajo. Además puedo asegurar que el hombre que tenga por lo menos mi edad, y haya dado algunas vueltas por aquel barrio, no la puede olvidar de ninguna manera. 
Esta mujer que nunca pudo dominar nuestra lengua castellana, contaba mi padre y nuestro socio que a principios de siglo, tenía en su poder una gran cantidad de libras esterlinas (oro) porque no sabía contar el dinero uruguayo. Creo que esto era una exageración de dicha meretriz, y sólo lo hacía por manía o lo que hoy llamamos hobby. Pero lo que puedo asegurar es que sus cervezas eran pagas la mayoría de las veces con libras, cuyo valor en aquel tiempo, era cuatro pesos con setenta, con relación al peso uruguayo. Algunas de esas libras quedaron muchos años como adorno en la caja de hierro del negocio, y el año 1924 dimos vuelta una cajita de madera que contenía dichas monedas, y con mi socio contamos setenta, las cuales serían casi todas de "La Inglesa". Yo las cambié haciendo una "ganancia importante"; en un cambio me dieron cinco pesos por cada una. 
En el año 1931 todavía el almacén "Los Dos Frentes" se mantenía en pie, pero se lo habíamos cedido a un pariente que lo explotaba con muy pocas ganancias, pues ya el Bajo estaba en plena decadencia. ¡Increíble! Un día voy a visitar a mi pariente y al entrar a mi ex-negocio, estaba "La Inglesa" comprando una botella de cerveza pero . . . con monedas de níquel. Su cara maquillada era una mascara, y "trabajaba" en el prostíbulo pegado al boliche donde ella años atrás abonaba sus cervezas con libras esterlinas. 
No sé si digo bien, pero como tantas otras mujeres era una "vanidosa" del meretricio, porque aun tenía su "marido" joven que la castigaba cuando no aportaba el dinero exigido. Haciendo cálculos podría tener sesenta años, de los cuales cuarenta los pasó adentro de un burdel.

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