Los seudónimos de las damas

 
Como mi memoria no me respondía para acordarme de los seudónimos de las damas del Bajo, recurrí a algunos veteranos pero descubrí que tenían menos memoria que yo. Haciendo un esfuerzo aquí van algunos. 
"La papa" era una francesa flaca y morocha cuyo amante era uno de los hermanos apodados "Los E ... " Tenía en una de sus mejillas un lunar de pelos que inexplicablemente, jamás se cortaba. Cuando abría la puerta del lenocinio invitaba a los hombres a entrar diciendo: "Vení por la papa, vení". 
"La perrera" era rubia, delgada y de voz ronca. Decían que su apodo le venía de una vez que le había dado por tener una manada de perros. 
"La payaso pintado" se hacía unos maquillajes como para actuar en un circo. El nombrete estaba muy bien puesto. 
No sé por qué a una criolla gorda y morocha, le habían puesto "la francesa negra". 
Otra de las mujeres, tal vez la mas alta del Bajo, era pelirroja y huesuda: su apodo era "la caballo de madera". 
Poco agraciada, delgada, mal arreglada y con cara de dormida. Le decían "la cajón de muerto". 
"La loca Rufina" no tenía nada de loca. Era bonita y se había puesto en un diente sano un capullo de oro porque lo creía elegante. 
En los últimos días del Bajo quedaron dos mujeres escandalosas, baratas y bebedoras: les decían "la pamento" y "la choricera"
Había otros apodos muy cómicos y bien colocados, pero el decoro me impide decirlos, porque habría que dar, además, la explicación de cada uno de ellos y serían unos relatos indecentes.

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