Colabore para que Letras - Uruguay continúe siendo independiente

Rustem y el elefante furioso
Por Hyalmar Blixen

Ya era joven fuerte y apuesto, cuando una noche dormía Rustem tranquilamente en una cámara del amplio palacio de su padre. La Luna entraba dulcemente en ella y blanqueaba todos los objetos de la habitación, que parecían brillar como si estuvieran encantados.

De pronto resonaron gritos de espanto y voces que exclamaban:

-¡Se ha escapado el gran elefante blanco! ¡Ha roto las cadenas dobles que lo tenían sujeto a los muros de piedra! ¡Persigue a la gente para aplastarla con sus poderosas patas y amenaza causar grandes destrozos!.

Los gritos de miedo de los ciudadanos se sucedían y también el ruido que hacía el elefante al barritar furiosamente, por lo que todos buscaban ponerse a salvo. Rustem se despertó ante los clamores y comprendió que se trataba del gran elefante blanco de su padre, de carácter duro y cruel, que no había podido ser domado nunca. Se arrojó del lecho y al comprender la angustia de la gente, empuñó la maza de batalla que había usado antes su abuelo Sam y después su padre, Zel, y con ella salió a detener al elefante furioso.

-Este trompeteaba y aplastaba todo lo que encontraba delante de si.

Los guardias que custodiaban al gran paquidermo se acercaron a Rustem y le suplicaron.

-¡No seas imprudente! No te pongas al lado del elefante, porque te aplastará. Mira que levanta la trompa y barrita espantosamente. Si te mata seremos duramente castigados por haberte permitido realizar tal locura.

Pero Rustem empujó a unos y a otros hasta que los guardias, espantados, lo dejaron solo. Cuando se vio libre de importunos, el joven héroe llegó hasta la puerta, pero los servidores del palacio la habían trancado; sin embargo, eso no lo detuvo en su ímpetu, así es que la quebró con unos golpes de maza, que rompieron las cadenas y las tablas de cedro. El poeta que cantó luego las hazañas de Rustem dice que el héroe:

"atravesó la puerta como si fuera viento,
fiero su corazón, sobre el hombro la maza,
y fue hacia el elefante terrible, que barreaba
igual que un bravo mar lleno de olas sombrías."

Y también cuenta ese poeta que el elefante parecía "como un monte que rugía sobre el suelo" y "como un caldero de aguas que borbotaban".

Cuando el paquidermo vio a Rustem enderezó la trompa y luego la levantó, sus pequeños ojillos brillantes de odio, y avanzó para aplastarlo con sus patas, pero el joven héroe le dio en la frente un mazazo tan formidable, que el furioso animal se desplomó sin fuerzas.

Todos los que habían visto de lejos la escena, victorearon al vencedor, pero Rustem, como si no hubiera pasado nada, tornó a su cámara, se acostó y continuó su interrumpido sueño.

 

Hyalmar Blixen

Las aventuras de Rustem
Leyenda Persa
Adaptación libre de un episodio del "Libro de los Reyes" de Ferdausí.

Ir a página inicio

Ir a índice de Rincón infantil

Ir a índice de Blixen, Hyalmar

Ir a mapa del sitio