El feriado bancario

 

La noticia fue difundida a las once y treinta por todos los medios de comunicación a los habitantes de la República Oriental de Uruguay. El día treinta de julio del año dos mil dos se dio lectura al decreto que establecía un feriado bancario sin precisar cuánto tiempo duraría y sin hacer ningún comentario de lo que estaba sucediendo.

José Pedro Rodríguez, vivió toda la vida en el mismo barrio, desde que nació hasta ahora que ya tenía setenta y dos, en la calle Valparaíso al setecientos treinta y cuatro. Siempre tenía la costumbre (que la había heredado de su padre) de escuchar el informativo y no prestó tanta atención a lo que decían, hasta que su señora esposa le preguntó si eso era el "corralito" que tanto se hablaba en la Argentina. Le habían dicho que venía para el Uruguay. Don Pedro, apresuradamente reaccionó mostrando una expresión de suma tranquilidad mientras explicaba que no era lo mismo y que para ellos que el Banco esté con las puertas abiertas o cerradas era lo mismo, lo que importaba era dónde iban a cobrar la jubilación y para eso faltaban unos días.

El susto más grande se lo llevó Blanca García de González, tenía su dinero en un plazo fijo que lo renovaba cada tres meses y cobraba los intereses. El mes pasado preguntó al empleado del Banco si lo de ella estaba bien seguro y le dijeron que sí. No sabía quién lo tenía y empezó a imaginarse que no lo vería más y se tomó dos tranquilizantes juntos, pero ni así le hicieron efecto.

José Luis Ovalle, avisado por sus amigos, políticos influyentes, tuvo tiempo de retirar todo su dinero depositado; se diría que lo esperaron y ese día, aunque trataba de disimular, se le veía contento.

Feliz, y de veras, estaba Luis Ponce de León, de apellido ilustre que le recomendaron que no pagara nunca el préstamo que solicitó hace tantos años, ya ni se acordaba y ahora con todo este lío, menos tenía que preocuparse.

A las veinte horas, el Ministro de Economía habló a la población por cadena de radio y televisión. En su discurso explicó la urgencia con que se debía votar una ley que permitiera solucionar la crisis del sistema financiero. – "Apelo a la buena disposición del Poder Legislativo que tiene la misión de decidir el destino de la crisis económica que está viviendo el país. En estos momentos necesitamos legisladores comprometidos con el momento histórico que se vive. Legisladores de todos los partidos políticos deben ser conscientes que la ley del fortalecimiento del sistema financiero se debe redactar y votar en cuarenta y ocho horas."- (Declaró con firmeza)

 

A las veintiuna, del mismo día, la cadena de la CNN, en español mostraba al Uruguay como un país fundido, con la crisis económica más grave de su historia.

 

Francisco tiene seis años, sé que los tiene porque le pregunté su edad cuando me lo encontré, al día siguiente. Tenía puesto su guardapolvo bien blanco y la cinta de seda azul que alguna vez fue una moña - prendida del primer ojal-. Regresaba de la escuela, y sin apurarse cruzó la calle rumbo a su casa.

 

(A propósito de la quiebra del sistema financiero en el Uruguay)


Graciela Blanco

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