Las notas de la depresión ...
IV

Sebastián Batista

Tengo la sensación
de estar viajando en una autopista
a doscientos kilómetros por hora
y sin poder detenerme,
ver que toda la vida
pasa a mi costado
y yo aquí, de este lado del cristal,
sin poder acariciarla.

Sufro la pena
de la falta de interés en mi mismo.
Tenemos que lograr cierto equilibrio
para seguir caminando
por el filo de la cuchilla.

Algunas personas
están llenas de aspiraciones
pero al enfrentarse
al frío glaciar del mundo real,
quedan literalmente congeladas,
congeladas en lo más profundo
de su ser.
Y se autocondenan a vivir
la más vacía de las vidas.
Una vida llena de ambiciones
que al no concretarse
se transforman
en frustraciones.
En ese momento
es en el que comienzan las depresiones,
que con el correr del tiempo,
y no necesariamente
debe ser mucho tiempo,
se van haciendo más profundas,
frecuentes e insoportables.

Buscar una salida no es fácil,
no es sencillo tratar de salir adelante
cuando el vacío en tu interior es absoluto.
Entonces llega el momento
en el que todo te deja de importar,
ese es el “estado de vacío”,
cuando llegues ahí cuidado
ya que sólo los más fuertes
consiguen volver a la vida
luego de haber estado
en este espantoso lugar.

La mayoría de los perdedores
sólo nos quedamos de este lado del cristal.
Viendo cómo la vida,
nos pasa por un costado,
a una velocidad de doscientos kilómetros por hora.

Sebastián Batista 
De "En pedazos"

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