Aptitud constante

Morir todas las veces que nos sea posible...
Hasta agotar tus tonos, claridad desenvuelta! 
Y madurar como la fruta, hacia una muerte, 
Entre esmaltes lejanos, sobre viejos matices.

Acérquense mis días...! Sus riberas serenas
Pulirán bordes duros y guerreros perfiles
Como endulza el guijarro de las playas inmensas
El eterno cantor de las conchas marinas!

Y porque voy perdiendo todo el rudo contorno,
Oh muerte, y ya comprendo a mi estrella finísima
El color de mi sangre es tapiz de los ojos;
Costumbre de esperarte, esta profunda herida.

Y no salto del lecho con la misma viveza 
Del que salta del barco a la orilla, de pronto; 
Y no saco a través de la vaga pereza, 
Los cuernos delicados, caracol de la noche...

Morir todas las veces que nos sea posible...
Hasta agotar tus tonos, claridad desenvuelta!
Hasta hacer de la muerte, una aptitud constante
Y llevarla lo mismo que el hábito tranquilo.

Vicente Basso Maglio
La poesía de los años veinte
Capítulo Oriental "21"

Gentileza de "Librería Cristina"
Material nuevo y usado 
Millán 3968 (Pegado al Inst. Anglo)

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