Noche nupcial de las maderas

poema de Orfila Bardesio

 

No se pide perdón a la Noche

por tantos años de distancia:

se llora en una casa solitaria

olvidada en el mundo.
Se dice para nadie: “soy pobre”.
y para comprobarlo, con el índice
de la mano derecha se señala
un trigal en su fiesta, una violeta húmeda,
y con el índice de la mano izquierda,

poleas de máquinas que giran.
Se llora basta lavar huellas de inviernos

y encontrar inocencias de selva,

rumores de un tesoro perdido.
Se llora basta tocar la danza que ardería

si no se hubiera abandonado a la hierba

en su castillo, si no se hubieran preferido

sillas a robles.
Con paciencia de sepulturero se entierran objetos

que prohíben hilos a las estrellas y a las hormigas

Se sube a un tren de sangre de tigre

para encontrarse el pecho.
Se buscan, bajo las hojas, respiraciones olvidadas.
Se busca, en los surcos, el descalzo.
Se pregunta a las cabras, por el tiempo.
Se separan de columnas de loto, de columnas de lirios,

brazos y piernas lentamente.
Se elige una alegría del agua para reír

hasta el amarillo, hasta el oro. en el día.
Se exige a las industrias, la muerte.
--de cisnes, de sauces, por geometrías grises, oculta.

Se averigua en qué olvido

se derraman cementerios.
-Se traen en los tobillos germinando.—


Para que el sonido de pesadas campanas

atraiga gacelas al bosque.
Para que lleguen labios. Para que lleguen oídos.
Caminos, a las rodillas.
Para que el viento mueva una sombra en los cabellos.
Alguna vez un latido se parezca

al murmullo del musgo.
Para que llegue del desierto la piel lejana,

como hojas secas, a posarse en mariposas

avergonzadas con ceniza.
La voz pierda palabras y el rostro desembarque en la visión.

Oh Noche musical. Noche en que vencen olas.
y los violines del Otoño encantan a la Hiedra,
Noche en que naves surcan aguas inmensas desconocidas. .

Noche rauda. Noche amable. Noche de redas ágiles!
Pradera en que sonríen prisioneros.
navegan piedras, golondrinas unen reinos remotos

y, como en el fondo del mar,
¡al fin lodo lo vivo se acaricia!
Noche de alas extensas.
para poder empobrecer en elocuencia de encinas,

se va de puerta en puerta

pidiendo abejas, ¡luz del cuerpo

convertido en estatua familiar!
Pero, ¡ay!, ¡no vuela el aire que devuelva

los perfumes quebrados!
Lejos..., a los brillos del llanto, se presiente

una invisible palma victoriosa,

cuyo futuro, en el presente,

durante velos.— espera.

 

poema de Orfila Bardesio
De "Uno - Libro tercero
" 1971

Imprenta Letras S. A.
Montevideo - Uruguay 
Gentileza de Biblioteca digital de autores uruguayos de Seminario Fundamentos Lingüísticos de la Comunicación

Facultad de Información y Comunicación (Universidad de la República)

 

Ver, además:

 

             Orfila Bardesio en Letras Uruguay

 

Editor de Letras Uruguay: Carlos Echinope Arce   

Email: echinope@gmail.com

Twitter: https://twitter.com/echinope

facebook: https://www.facebook.com/carlos.echinopearce

instagram: https://www.instagram.com/cechinope/

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/carlos-echinope-arce-1a628a35/ 

Métodos para apoyar la labor cultural de Letras-Uruguay

 

 

 

 

Ir a página inicio

 

Ir a índice de poesía

 

Ir a índice de Orfila Bardesio

 

Ir a índice de autores