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Especial la literatura infantil en Iberoamérica

Literatura para niños, niñas y jóvenes en Uruguay 
De la Colonia al siglo XXI  
por Sylvia Puentes de Oyenard
[1]

R A Í C E S  F O L C L Ó R I C A S

 

De acuerdo con un criterio de documentación oral o escrita se podría afirmar que en el territorio de la Banda Oriental no poseíamos material de origen autóctono. Las primeras manifestaciones son un fenómeno de transculturación (clásica, española, francesa) que, de una forma directa o indirecta, proponen la temática de una posible literatura infantil. La dominación española tuvo, por diferentes razones, un enfoque distinto en cada una de las regiones conquistadas.

 

Así, en la Banda Oriental, el s. XIX se inicia con una escasa tradición cultural. El primer librero se instaló a comienzos de esa centuria y la primera biblioteca pública de San Felipe y Santiago, hoy Montevideo, se estableció en 1816. Los centros de enseñanza y difusión cultural se fundan con retraso. (La primera escuela de enseñanza elemental surge en 1745, la Casa de Comedias se crea en 1793 y la imprenta, aparecida en 1810, fue un regalo de Carlota de Borbón para que sirviera de instrumento de difusión de ideas contrarrevolucionarias).

 

Del primitivo grupo humano de aquella ciudad, constituido por inmigrantes, algunos indígenas, gauchos y esclavos negros, se fue formando una cultura de aluvión. Los indígenas de las tribus chaná, charrúa o de la tupí-guaraní, no influyeron en forma que se pueda documentar en nuestra cultura, aunque los primeros practicaban danzas guerreras y poseían instrumentos musicales. Los esclavos negros introdujeron, en un conocido sincretismo religioso hispanoamericano, sus rituales autóctonos a las celebraciones cristianas y crearon sus propias fiestas con “tangos” y “candombes” que celebraban extramuros los días de asueto. El gaucho desempeñó diversos oficios y, convertido en payador, fue nuestro juglar. Supo auscultar el corazón del pueblo. El cancionero europeo antiguo también hizo su aporte a través del folclore infantil, tradición compartida con otros pueblos americanos.

 

De acuerdo con Lauro Ayestarán, ese repertorio estaría integrado por canciones del ciclo trovadoresco del Viejo Continente. La porción central está formada por treinta y dos romances hispanos, otros encuentran su origen en melodías más actuales.

 

Uruguay tiene una larga historia de tradición cultural y protección a la infancia, a pesar de sus jóvenes años de vida independiente. El panorama de la Literatura Infantil en Uruguay tiene gran impulso y gente joven que se incorpora. Hay conciencia de que la obra para los pequeños lectores debe ser, antes que nada, literatura.

 

En cuanto al repertorio de cuentos y leyendas, si bien hay algunos de autores nacionales, las de mayor conocimiento corresponden al legado cultural de otros pueblos. En la zona norte del país hay relación estrecha con el folclore brasileño (“el lobisón”, “el negrito del pastoreo”, el folclore mágico); al oeste hay eclecticismo de cultura negra y sociedad cristiana y, si bien predomina la última, en la zona rural persiste la leyenda de “la luz mala” y el resto conserva leyendas zoo y fitomórficas, pero no autóctonas. No poseemos personajes infantiles que protagonicen historias que hayan logrado difusión de alcance masivo, aunque es bastante conocida la figura de “el niño del arroyo de oro”, Dionisio Díaz, quien salvó a su hermana a costa de su vida (pero el hecho sucedió a comienzos del s. XX en circunstancias oscuras, violentas, que sólo han hecho reverenciar la figura del niño por su valentía).

 

P U B L I C A C I O N E S  PA R A  L A  I N FA N C I A

 

Aparecen ABC, semanario exclusivamente para niños (1907) del que sólo se conocen cuatro números; Botija (1915-16), revista quincenal y, posteriormente, aunque se mantienen los sectores para el público infantil, hay un eclipse del periodismo uruguayo dedicado a la infancia. Tal vez no sea ajena al hecho la inmensa difusión de la revista argentina Billiken (1919) de circulación continental, con precios competitivos. Esa revista, creada por el uruguayo Constancio Vigil, residente en Buenos Aires, fue durante años un complemento de la tarea escolar y una alternativa de recreación para cientos de miles de niños latinoamericanos.

 

Después de un largo silencio en el que comenzó la era de las historietas, surge un aporte del Consejo Nacional de Enseñanza Primaria,

 

El grillo , (1949 a 1964), cincuenta y siete números con tirajes superiores a 50.000 ejemplares, que circularon gratuitamente en todas las escuelas uruguayas. Una colorida carátula, generalmente ilustrada por niños, introducía al mundo que dirigía Carlos A. Garibaldi y, en armoniosa proporción, ofrecía historia, geografía, poemas, cuentos populares y de autor (Álvaro Figueredo dio a conocer allí bellísimas páginas en “Estampas de mi tierra” con el subtítulo “El diario de Goyito”).

 

Los ilustradores nacionales también encontraron un lugar para expresarse y hubo nombres de real valía: Edgardo Ribeiro, Anhelo Hernández, Mario Spallanzani, Jorge Carrozino, Óscar García Reyno, Elsa Carafí, principalmente.

 

A partir de ese momento hay algunas publicaciones que surgen de los diarios: El día de los niños , El escolar , Munditocolor , El periódico de clase , que ya no circulan, aunque El escolar comenzó una nueva época distribuyéndose gratuitamente los miércoles con la edición del matutino El País con un suplemento para preescolares.

 

Las revistas para niños y niñas han sido Pa t o c a d e (1976-1979), C o l o r í n c o l o r a d o (1980-1983), Pat a t í n y Pa t a t á n (1978 - 1983), Pensando en la niñez (un único número dirigido al adulto), entre otras de menor tiraje y asiduidad: Marta y Elsa (desde 1989, sin regularidad) y El Sapo Ruperto (1996-97). En la actualidad se difunden Charoná (desde 1969) y Moñita azul (desde 1984). La revista ecológica El tomate verde es dirigida por Ignacio Martínez y tiene una vasta cobertura en temas de interés socioculturales.

 

En cuanto a publicaciones de literatura para niños, aunque ha habido algunos esfuerzos que no superaron la continuidad de las ediciones, el Boletín informativo de AULI, creado en 1984, bajo la dirección de la Dra. Sylvia Puentes de Oyenard, ha dado a conocer cuarenta y dos publicaciones. Allí aparecen, además de una separata con temas monográficos, obras de creación, ensayo e investigación sobre el tema con especial énfasis en la realidad latinoamericana y nacional. Esta publicación ha sido decretada de Interés Ministerial por los Ministerios de Educación y Cultura y Relaciones Exteriores de Uruguay.

 

Dentro de los aportes del periodismo escrito a la literatura para la infancia debemos destacar: a) 20 títulos de autores universales que difundió de forma gratuita La República en convenio con el Instituto Nacional del Libro (finales de los 80). b) “Los cuentos del gallito”, extraordinario y meritorio aporte del diario El País que durante casi tres años difundió la obra de autores nacionales, muchas veces inéditos, y con especial cuidado en el material de ilustraciones (1990-93). c) Las notas del suplemento dominical de “El Día”, que ya no aparecen y las actuales, pero sin periodicidad de “El Observador”, que en el 2007 distribuyó, por un plus económico, libros infantiles de una conocida editorial transnacional.

 

En el área de reseñas bibliográficas, además de las del Boletín AULI, están desde 1998, las del Semanario Hebreo , a cargo de la Experta en Literatura Infantil, Mtra. Dinorah Polakof.

 

Radiodifusión: El único programa es de carácter semanal: “Había una vez...”, en CX 38, ex SODRE, hoy Radio Uruguay, que dirige la Experta en Literatura Infantil Prof. Dinorah López Soler.

 

En cuanto a libros en braille, está la Fundación Braille del Uruguay, que es un importante centro difusor para toda América Latina. En tirajes limitados Daiana Arbiza edita libros en braille que prepara artesanalmente.

P I O N E R O S  D E  L A  L I T E R AT U R A I N F A N T I L  U R U G U AYA

 

Dámaso Antonio Larrañaga (1771-1848), nuestro primer fabulista dictó, ya ciego, sus Fábulas americanas en 1826 las que recién vieron la luz editorial en forma completa en 1919. Su valor está en la recreación de la flora y fauna autóctonas por quien fue presbístero, escritor, científico, filántropo, ciudadano preocupado por el destino de su patria y primer bibliotecario de nuestro país.

 

Petrona Rosende de la Sierra (1787-1863) es la primera poeta uruguaya que da a conocer su obra en la antología que recogió Luciano Lira en 1835 ( El parnaso oriental ), donde figura con diecinueve composiciones de discretos méritos, pero algunas de las cuales podrían considerarse adecuadas para la infancia.

 

En 1887 el Poeta de la patria, Dr. Juan Zorrilla de San Martín (1855-1931), publica una obra que haría el deleite de numerosas generaciones de adolescentes: Tabaré .

 

En 1888 Isidoro de María (1815-1906) da a conocer Cantos escolares y recitaciones para la juventud educanda de la República Oriental del Uruguay que recopila poemas de diversos autores donde es tan obvio el objetivo didascálico que ensombrece los escasos valores estéticos.

 

Enriqueta Comte y Riqué (1866-1949), barcelonesa de nacimiento, pero educada en Uruguay desde sus primeros años es, sin proponérselo (fue nuestra tesis de Uruguay y su poesía infantil , 1979) la iniciadora de un movimiento literario que considera al niño en el marco de sus intereses y motivaciones. Su obra se conoce, recién, en 1949 ( Canciones y juegos en mi escuela ), pero ella supo formar con su docencia a varias generaciones de uruguayos que comenzaron a conocer sus inquietudes cuando funda en 1892 el primer Jardín de Infantes. Su obra tiene el valor de haber desbrozado un camino.

 

María del Carmen Izcua de Muñoz (1885- 1992), sería la primera uruguaya en publicar un poemario específicamente dedicado a la infancia. Inicia y concluye su ciclo édito con el género fabulístico: Fábulas (1916) y Arca de Noé (1941).

Dámaso Antonio Larrañaga.

Horacio Quiroga (1878-1937) es el primer autor nacional que encara la narrativa infantil consciente de las apetencias del público receptor. Cuentos de la selva (1918), dedicado a sus hijos, contiene páginas de antología, prosa amena, valores éticos y estéticos. Quiroga apunta a la luz primera del hombre con maestría y continúa publicando, por ej. en Billiken , con el seudónimo Dum-Dum lo que títuló Relatos de un cazador (1924). En ese lapso también aparecieron obras de su autoría en Caras y caretas .

 

José Pedro Bellán (1889-199930) editó Primavera , la segunda entrega uruguaya con cuentos para niños que, aunque fue lectura escolar durante décadas y se sigue reeditando, no tiene en la actualidad la misma aceptación que los cuentos quiroguianos.

 

Francisco Espínola (1901-1973) es el autor de la primera novela para niños en Uruguay: Saltoncito (1930). Dedicada a la memoria de su madre y de Andersen es un clásico del género en nuestro medio. Narra la maravillosa aventura de un sapo en busca de su padre.

 

En teatro infantil Lorenzo D’Auria publicó Para las fiestas escolares (1926) y Surcos al corazón (1928), obras que contienen páginas de diversos autores entre las que figuran dos de Juana de Ibarbourou que más tarde fueron incluidas en sus obras completas. En 1927 José Pedro Bellán publica Blancanieve , sobre la que apuntamos un dato anecdótico: en su estreno la dirección musical estuvo a cargo del luego famoso escritor uruguayo Felisberto Hernández. Para radioteatro sólo tenemos conocimiento de Puck , recopilada en las Obras completas , de Juana de Ibarbourou.

 

Horacio Quiroga

B R E V Í S I M O  PA N O R A M A  D E  A U T O R E S

 

A partir del s. XX podríamos hablar de una literatura infantil en nuestro medio, aunque no desconocemos el aporte de algunos autores que escribieron más que “para” el niño, en ocasión de él. Sin reiterar los nombres mencionados enumeraremos someramente a quienes se han destacado por su entrega en diversos géneros.

– Narrativa: Serafín J. García (cofundador y primer Presidente de Honor de AULI, único autor nacional que ha figurado en la Lista de Honor del Premio Andersen), Juana de Ibarbourou, Montiel Ballesteros, Julio da Rosa (celebrado autor de otro clásico de nuestra literatura infantil – Buscabichos – que fuera Presidente de Honor de AULI), Cecilia Mérola, Elena Pesce, Juan J. Morosoli, Aldo Faedo, Elsa Lira Gaiero, Mauricio Rosencof, Eduardo Galeano, José M. Obaldía, Ignacio Martínez, Roy Berocay, Aída Marcuse, Sylvia Puentes de Oyenard y Ricardo Alcántara.

 

– En lírica: Juan Burghi, Julio Casal, Alvaro Figueredo, Ana Amalia Clulow, Otilia Fontanals, Graciela Genta, Julio Fernández, Silva Valdés, Gastón Figueira, Emerson Klappenbach, Mary Massey, Celestina Andrade, Eloísa Pérez de Pastorini, Jovita de Almeida, Elsa Lira Gaiero, Aída Marcuse, Humberto Zarrilli, Ildefonso Pereda Valdés, Marita de Tutté, Ruben Carámbula y Sylvia Puentes de Oyenard (los cuatro últimos autores han trabajado también la negritud en la poesía infantil).

 

– En teatro hay diversos autores que dieron impulso al género, aunque no todos tienen publicadas las obras que se representaron:

 

Angel Curotto, Juan Ilaria, Máximo Dante Motta, Marita de Tutté, A. Soferman, Walter Rey, Mauricio Rosencof. En teatro escolar Humberto Zarrilli fue un pionero. En teatro de títeres debemos mencionar a Héctor Balsas, Montiel Ballesteros, Alice Soler Petit, Elsa Lira Gaiero y Marisa Bay.

 

– Entre los ilustradores, algunos ya mencionados al hablar de las publicaciones periódicas, es necesario recordar la obra de Cristina Cristar, José Gómez Rifas, Ana María Dolder, Jonio Montiel, Horacio Guerriero, Hermenegildo Sabat, Sergio López, Guillermo Clulow, Susana Bava, Susana Olaondo, Gezzio, Alberto Lorenzo, Glauco Casanova, Daniel Sanjurjo y Rivera.

 

En el exterior están Ricardo Alcántara, que reside en Barcelona, el autor más laureado internacionalmente y de mayor producción, aunque no llega por editoriales nacionales.

 

Carmen Posadas ha editado en España varios títulos para niños/as. Armando Quintero, residente en Venezuela, obtuvo en el último año el Primer Premio del Ministerio de Educación y Cultura por su obra Un lugar en el bosque , editada por Kalandraka.

Juana de Ibarbourou

U N A  V E N TA N A  A L  S I G L O  X X I

 

Actualmente la narrativa tiene un amplio predominio y, dentro de ella, los textos que responden a una tendencia realista, de problemas actuales y aventuras que se dan en lugares geográficos del entorno ( El país de las cercanías, de Roy Berocay, los cuatro tomos de la saga de Los andaluins , de Gabriel Aznárez, donde la acción no da tregua al suspenso); con una connotación histórica ( Viaje fantástico a Montevideo colonial , de Álvaro Pandiani; Latire , El arcón viajero , El pequeño Karaí Guaz y El Éxodo , de Isabel Amorín, y La cola de los ingleses , de Elena Pesce) o de prestigio latinoamericano ( Milpa y Tizoc , de Ignacio Martínez y Los cazaventuras , de Helen Velando). El fútbol tiene su lugar y pretexta la narrativa de Roy Berocay ( Pateando lunas , con una niña goleadora), Federico Ivanier ( Lo que aprendí acerca de novias y fútbol ) y Daniel Baldi, jugador a nivel internacional ( La Botella F.C. , ¡La 10 a la cancha! ). Gabriela Armand Ugon trabaja el suspenso y la diversión ( Martín y la leyenda del barco fantasma ), a nivel internacional ganó el Premio Norma Fundalectura ( El secreto de la casa gris , 2003).

 

Autores populares son los citados y Magdalena Helguera, Malí Guzmán, Fernando González, Sergio López (que se destaca también en la ilustración). Lo más nuevo está en la obra de Lía Schenk, de Editorial Fin de Siglo, que aborda un realismo social en Valentina de más , y cuentos fantásticos, en Historias de Pueblo Chico , donde apela al humor y al elemento lúdico.

 

Ignacio Martínez tiene una nutrida bibliografía, enfocando la ecología, la convivencia, la solidaridad y, en su última novela, la adolescencia y sus conflictos: Memorias de Lucía .

 

Roy Berocay es el autor más popular, inició su éxito con Las andanzas del sapo Ruperto , destacándose también en música como compositor e integrante de una banda de rock. Elena Pesce es brillante escritora, la de más puro estilo entre los nombrados.

 

Con respecto a AULI (Asociación Uruguaya de Literatura Infantil), su objetivo es rescatar valores y dar a conocer otros, así entre sus numerosos títulos, muchos de varios autores, destacan nombres como los de Serafín J. García, Hyalmar Blixen, Julio C. da Rosa, Adela Marziali, Juana de Ibarbourou, Emerson Klappenbach, Julio Fernández y Roberto Bertolino, o noveles como el de Federico Correa (14 años), que publicó El ojo de seda , en el 2007, ternado al Premio Revelación por la Cámara del Libro. Hay un enorme esfuerzo por hacer florecer la poesía, basta mirar que entre todos los autores que anteceden el género lírico está ausente. AULI ha tenido un énfasis sostenido en el género.

EDITORIALES  URUGUAYAS  DEDICADAS  A  OBRAS  INFANTILES

 

Hasta 1984, año de la fundación de AULI, Uruguay no contaba con editoriales especializadas en la temática infantil, si bien los sellos de Barreiro y Ramos, Mosca Hnos., Banda Oriental, Monteverde, Acali y Arca habían publicado, entre otros, libros destinados a este sector. A partir de su fundación AULI ha dado a conocer más de cien publicaciones en diversas colecciones: “Palomitas de papel”, “Había una vez...”, “Mercachifles en la luna”, “El libro, el niño y su mundo” (donde se editaron en cinco tomos las ponencias del I Congreso Latinoamericano de Literatura Infantil, Uruguay, 1994), “Biografías”, “Apoyo al docente”, “Palabrapuente”, “Protagonistas”, Boletines Informativos (42 números).

 

En los últimos años las editoriales Amauta, Tae, Proyección, Credisol, Fin de Siglo y Santillana han publicado libros para niños con novedosas formas de distribución, pero en el relevamiento de 1989 (Boletín AULI, núm. 16) el 24% de la producción bibliográfica nacional destinada a los niños pertenecía a AULI.

 

Desde 1948 existe en Uruguay una Oficina de Ciencia y Tecnología para América Latina y el Caribe que ha incentivado las relaciones culturales, entre las que destacamos la edición de libros infantiles en sistema braille que se distribuyen en forma gratuita a todos los países hispanoparlantes y en algunos de habla inglesa y portuguesa. Ese material llega a distintas instituciones hispanoamericanas, meritorio esfuerzo que se difunde desde la Fundación Braille de Uruguay (Fundación Braille del Uruguay. Germán Barbato 1466 (11200). Montevideo, Uruguay).

Página web de la Fundación Braille del Uruguay http://www.fbu.edu.uy/  

N A R R A C I Ó N  O R A L

 

AULI ha bregado desde su fundación por el prestigio de la palabra y la comunicación a través del cuento así creó en 1985 el primer club de narradores de Uruguay que lleva el nombre “Dora Pastoriza” y coordina la Experta en Literatura Infantil Isabel Del Prete de Brondo. En este lapso de actividad ha realizado cursos, jornadas, capacitación, asesoramiento, ciclo de dos meses en TVEducativa de Enseñanza Primaria, talleres, visitas a escuelas, internados de menores, casas de geriatría, hospitales, etc.

B I B L I O T E C A S  I N F A N T I L E S

 

En Montevideo funcionan:

 

– Dependientes de la Biblioteca Pedagógica Central, las Bibliotecas Infantiles Nos.1 y 2. (En 1913 el Ministerio de Instrucción Pública autorizó la creación de una Biblioteca para niños y niñas, como un sector más de la Biblioteca Pedagógica Central). En 1997 se instaló y puso en funcionamiento la Biblioteca Infantil Central de Educación Primaria que, coordinada por la Insp. Susana Moore, atiende escolares de todo el país y trabaja distintas formas de animación a la lectura.

 

– La sala de Lectura Infantil del Instituto Nacional del Libro.

 

– Bibliotecas infantiles municipales hay dos: “María Stagnero de Munar” (fundada en 1935) y “José H. Figueira”(1984). En muchas bibliotecas para adultos la Intendencia Municipal ha dispuesto rincones infantiles, así como servicio de cajas de préstamo para distintas zonas y un Bibliobús que va semanalmente por los barrios con fechas preestablecidas y préstamos domiciliarios.

 

– La biblioteca “Nuestros hijos”, ubicada en Montevideo en la zona de Carrasco desde 1973 es un homenaje de las madres de los jóvenes que no regresaron del accidente de los Andes y desde 1977 tiene un sector infantil.

Página web de la Editorial Santillana http://www.santillana.com.uy  

P R E M I O S  E N  L I T E R AT U R A  I N F A N T I L

 

El Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay fue pionero en establecer oficialmente un premio en esta especialidad (1984) para obras éditas e inéditas. Desde 1987 la Cámara del Libro, discierne el premio “Bartolomé Hidalgo” que incluye el rubro de “obras para niños”. A fines de la década de los 80 la Intendencia Municipal de Montevideo también abrió el género de literatura para niños en sus premios anuales. Amauta (1990) y AULI (1995) convocaron a Concurso de Cuentos, pero no se mantienen en la actualidad.

 

C Á T E D R A  D E  L I T E R A T U R A PA R A  N I Ñ O S  Y  J Ó V E N E S “ J U A N A  D E  I B A R B O U R O U ”

 

Se creó a fines de 1990 en el ámbito de la Biblioteca Nacional y está coordinada por AULI y la Dra. Sylvia Puentes de Oyenard.

 

Desde 1991 se dictan cursos de Literatura Infantil Iberoamericana y Universal (dos años divididos en cuatro módulos que abarcan conceptos generales de la Literatura Infantil, clásicos del género, Literatura Infantil en América y España y Literatura Infantil en Uruguay). El curso fue decretado de “Interés ministerial” por el Ministerio de Educación y Cultura en 1993 y por el mismo se obtiene el título de Experto en Literatura Infantil.

Página web de la biblioteca “Nuestros Hijos” http://www.bibliotecanuestroshijos.com.uy  

C O N S I D E R A C I Ó N  F I N A L

 

Uruguay tiene una larga historia de tradición cultural y protección a la infancia, a pesar de sus jóvenes años de vida independiente.  Maciel, Larrañaga y Artigas fueron hombres con visión de futuro que nos permitieron lograr esta infraestructura que nos

alienta a mantener uno de los índices más altos de alfabetización en América Latina (96 %). Desde hace más de una centuria nuestra escuela Primaria es laica, gratuita y obligatoria, porque se ha entendido con el gestor de la idea, José Pedro Varela, que “ el hombre es hijo de la educación ” y “ esta no significa saber leer y escribir ” es, “ en su más alto sentido, un procedimiento que se extiende del principio al fin de la existencia ”.

 

El panorama de la Literatura Infantil en Uruguay tiene gran impulso y gente joven que se incorpora. Hay conciencia de que la obra para los pequeños lectores debe ser, antes que nada, literatura, aunque no siempre es fácil despegar a los docentes del criterio utilitario.

 

Creo que la acción realizada por AULI desde 1984 es importante, pues ha formado a más de una generación trabajando desde distintas áreas: cursillos, presentaciones de libros, conferencias, el Boletín AULI, que en realidad es una revista de más de 60 páginas y tiene 42 números editados; la creación del primer Club de Narradores de Uruguay, la Cátedra “Juana de Ibarbourou” con cursos para formar Expertos en Literatura Infantil y Juvenil y, desde 2002 la creación de la Academia Latinoamericana de Literatura Infantil y Juvenil, que presido y tiene capítulo Uruguay desde el 2006.

 

Con los docentes formados en la Cátedra hoy hay otras personas que trabajan en el área y así este año se concretaron dos jornadas importantes, una en torno al debate de la Literatura Infantil (organizada por Promocultura en ALADI) y otra sobre la formación en Literatura Infantil promovida por “Había una vez...” También en el marco del Plan Nacional de Lectura, organizado por el Ministerio de Educación y Cultura, se han promovido en todo el territorio acciones de difusión a cargo de docentes formados en AULI.

 

Estas webs pueden resultarle muy útiles:

www.comunicacionypedagogia.com  

www.prensajuvenil.org  

www.educared.net/primerasnoticias/  

 

[1] Sylvia Puentes de Oyenard es médica y escritora con más de 60 títulos publicados. Se dedica a la Literatura Infantil y la escrita por mujeres. Conferencista en congresos y actos de América y Europa. Preside la Academia Latinoamericana y la Academia Uruguaya de Literatura Infantil y Juvenil (AULI). Ha recibido numerosas distinciones. Redactora Responsable del Boletín de AULI (42 números).

por Sylvia Puentes de Oyenard
En Revista de LITERATURA. Dossier especial de Literatura Infantil en Iberoamérica. Barcelona, nº 239, 2008. Coordinador Jaime García Padrino. PP. 57-64

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