El mito chino y China en marcha

Yanti también es el iniciador de la agricultura en la nación china

Camilo Sun

Cuarta parte

Pasé mi infancia y mi juventud en mi campo natal; por eso entiendo el intenso sentimiento que sintieron mis padres y mis abuelos hacia la tierra. Ni se imaginan lo difícil que es poder adquirir una parcela de tierra entre las montañas. Tenían que luchar contra las piedras; pegándose, sudando, utilizando todas sus fuerzas; y todo esto los ató, es como si estuvieran unidos a ella por un cordón umbilical eterno que no puede cortarse ni desprenderse de ninguna manera ni en ningún momento; ni siendo ricos, ni siendo pobres.

En mi campo, en el monte del este, se construyó un templo al Espíritu de Tierra; muy pequeño, rodeado de muros con la altura de un hombre, tiene dos paredes muy largas. El templo se parece a una madre que está estirando sus brazos como recibiendo a todos los hijos que regresan de sitios lejanos.

Y así es. Todos creen que Nuwa los creó de tierra y a ella volvemos sin lugar a dudas. Por eso, cuando un hombre muere, lo primero de todo es encomendarlo al Espíritu de tierra.

¡Así son mis abuelos! ¡Y así son nuestros campesinos chinos! Acatan un compromiso de amor hacia su tierra. Yo lo tengo en mi corazón; no importa si estoy lejos; no se me quita ni por la distancia física ni por el largo tiempo de lejanía. Es más, mi deseo de regresar se me hace grande cuando estoy cansado por el andar entre las voces bulliciosas de la ciudad, y hasta me siento mareado a causa de las lámparas de neón; esos letreros luminosos que me enloquecen.

Entonces pienso ¿por qué no me zambullo en esta añoranza, y con mi pensamiento regreso a aquél, mi campo pequeño entre las montañas? Y así me siento en una ladera, porque así me agrada más, para ver el paisaje justo en el momento del atardecer. Ah, ¡qué linda esta pintura!; los rayos purpúreos del sol poniente se destacan por su brillantez en las cumbres de las montañas, como una llama resplandeciente coloreada con tantos matices. No se escapan de mí aquellos macizos verde-oscuros, ribeteados de color oro por uno de sus lados a causa del sol poniente. Es ahí, cuando embebido por el paisaje, se extiende frente a mis ojos el cuadro más efusivo:

Un buey impulsa su cuerpo y recorre la tierra cargando un arado. Su propietario está detrás de él, llevándolo. Sus siluetas están cortando por un lado del cielo en las nieblas del atardecer... Y escucho el "Múuu..."

Tan desolada y lejana siento la voz de aquel buey. De pronto, veo que entre los arroyos de las montañas se esparcen los humos del fuego de la cocina.

En este momento me doy cuenta que he escuchado la voz que llega desde el tiempo antiguo:

"Múuu..."

"Quizás esta fue la voz que Yanti lanzó en el tiempo de su nacimiento. La escucharon todos los hombres que circundaban la vieja casa entre la hierba.

-¡Oh!, ¡¿qué es eso?! -gritaban todos a la vez.

-¡El niño nacido es un monstruo! -exclamó uno-. ¡Tiene cabeza de buey y cuerpo de hombre!

-¿Es un cosa buena o mala? -se preguntaban unos a otros, mirándose consternados sin saber qué hacer.

La humanidad, iniciada por Nuwa, se incrementó día tras día cada vez más en el tiempo, así como también los frutos silvestres, las capas que cuentan los años de los árboles y las raíces de las hierbas, etc. Pero en ese entonces los hombres estaban sedientos y sufriendo hambre, porque de todas las cosas que podían ser comidas ya no estaba quedando nada. Se encontraban en un período de sequedad. Mas, creían en que un niño nuevo nacería, y les llevaría una linda esperanza. Y... así fue.

Algunos ya habían perdido las esperanzas de que se cumpliera su deseo; pero el milagro había surgido exactamente en ese momento. Acababa de nacer aquel monstruo. Había abierto sus ojos claros, vidriosos y brillantes como dos fuegos. Crecía rápidamente; tanto que llegó a ser un joven alto y corpulento. Y se puso en medio de ellos.

-¡Fuera sed! -ordenó tras ver los labios secos de los hombres con sus ojos afinados-. El agua beberán a gusto, porque hay 9 pozos fuera de la casa -les decía-; uno está en el centro y los otros están repartidos equitativamente a dos lados. Estos pozos están unidos.

Cuando encontraron los pozos, se tendieron a los costados, bebieron y luego rieron a sus anchas. Después cantaron y bailaron girando al lado del joven llamado Yanti, el que tiene fuerza de Espíritu, tanto que, levantando sus brazos y su cabeza de buey, le daba órdenes al mismísimo sol.

-¡Ah!, ¡hace mucho calor! -dijeron los hombres quejándose.

-¡Sol! ¡Mírame! -exclamó Yanti. Y lo indujo diciéndole así-: ¿Quién soy? ¿Por qué no te ocultas ahora?

Y el sol se ocultó entre las nubes de prisa cual niño obediente.

Y cuando el clima cambió e hizo mucho frío otra vez, Yanti intervino:

-¡Sol! ¡Sale!

A causa de su gran voz, el sol se puso brillante de nuevo, pero no calentó tanto como antes, sino que se presentó claro, como espejo, y muy cálido.

Pero aún los hombres estaban hambrientos; no habían sido saciados y conversaron entre ellos:

-¿Qué debemos hacer?

-No lo sé.

-¿Tendremos alguna manera de encontrar comida?

-Bueno, tal vez si...

Yanti los escuchó, pensó un momento, y al fin gritó al cielo:

-¡Oigan todos los espíritus del cielo! ¡No hay nada de comida en el mundo! ¡Todos los hombres están sufriendo de hambre! ¡Bajen las comidas de inmediato!

Entonces muchísimos cereales bajaron y flotaron en el aire como copos de nieve. Qué placer; todos estaban contentísimos gracias a la alimentación venida del cielo. Y cada uno empacó alimentos en sus propios sacos de tela."

Pero... eso no es todo lo que sucedió. No he contado aún el resto acerca de Yanti.

¿Adónde quiero ir con todo esto?

Bien; medio año después, los hombres volvieron a estar hambrientos; ahí fe cuando vieron de nuevo a Yanti.

Otra vez no tenían nada de cereales. Y... ¿qué hizo Yanti? Se los llevaba a su mismo patio. Ah... muchas cosas raras llenaban esos patios. Frente a las preguntas, Yanti les aclaró:

- Estos son instrumentos agrícolas hechos por mí. Ustedes los fabricarán según estas formas mías y mi guía. Ya no se preocuparán más por no tener cereales. Bueno, observen, es así...

Al cabo de un mes, todos los hombres empezaron a surcar la tierra del campo, con los instrumentos hechos por ellos y con la guía de Yanti.

La figura de Yanti

En este preciso instante, un gran pájaro rojo volaba llevando plantas de cereales, y en su pico sostenía 9 clases de espigas. Circunvaló varias veces sobre la cabeza de Yanti, dejó caer todo en sus manos y se marchó. Yanti les repartió las semillas a los hombres, y les enseñó cómo cultivar la tierra. A partir de ese momento existe la agricultura en el mundo."

Por eso Yanti tiene además otro nombre: Xinnushi. Su significado es que Yanti también es un Espíritu de Agricultura.

Hay muchos otros cuentos sobre él, debido al gran numero de documentos históricos encontrados, que tratan sobre las contribuciones que Yanti ha hecho a la historia cultural de la Nación China, en 8 aspectos: la agricultura, fundador digno de la medicina tradicional China, feria del negocio, el hilado y tejido, el instrumento musical, el arco y la flecha, el barro cocido, y la construcción de casas.

Cabe destacar en cuanto a su contribución en la medicina, que Yanti, como Emperador antiguo del sur de China, anduvo por miles y miles de montañas y ríos; saboreó personalmente cientos de hierbas, buscando cuáles eran las medicinales para sanar a los enfermos del pueblo. Un día probó una hierba maligna que se caracteriza en destrozar los intestinos. Él sufrió esta enfermedad. Y Yanti murió. La hierba lleva el nombre de Danchang, por su causa.

Desde la época en que Yanti vivió hasta hoy, 5.000 años más, él ha dejado sus huellas por las calles de Huanghe, y por el sur y norte de Changjiang.

Ahora, en el Baoji en la Provincia de Xianxi; en el Gaoping de Shanxi, en el Chaling de Hunan y de Hubei, están organizando de distintas formas los ejercicios recordados. Pero todos tenemos el propósito común de darle el mayor esplendor a la cultura de Yanti. Somos los hijos del Emperador; Yan y Huang.

Finalmente, entendemos que la esencia de la cultura de Yanti es:

"tomar la agricultura como raíz","tener al hombre como tallo".

Como hijos suyos no tendríamos ninguno motivo para practicar estos grandes ideales de la humanidad, porque el campo nuevo ya es la tarea principal del desarrollo económico nacional. Pero... ¿Cómo se protege el paisaje natural del campo en el paso a la urbanización? ¿Y cómo podríamos conservar la armonía entre el pueblo nuevo o ciudad, y la naturaleza del campo? Nuestros chinos mayores también son hijos de campesinos.

"El campo es nuestra tierra natal del Espíritu", "donde mi alma puede convertirse en una mariposa libre".

La Montaña Yangtou en Gaoping de Shanxi El Palacio de Yanti en Suizhou de Hubei El Templo de Yanti en Gaoping de Shanxi

La Tumba Imperial de Yanti en Baoji de Xianxi La Tumba Imperial de Yanti en Baoji de Xianxi

El otoño en la Montaña Shennojia

La Tumba Imperial en Gaoping de Shanxi

La figura de Yanti en la Montana Shennujia de Hubei; también llamada Xinnujia,  igual que el otro nombre de Yanti

El Palacio de Yanti en Yanling en la Provinca de Hunan La Tumba Imperial de Yanti en Yanling en la Provincia de Hunan

Camilo Sun

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