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“El suicidado” de Nicolai Erdman, en el teatro Solís
Socialismo y mariposas: pequeñas causas, grandes efectos
por Jorge Arias

El  título “El suicidado” debió (debe) ser “El suicida”,  puesto que el  verbo “suicidar” es siempre reflexivo: quizás la inusual palabra “suicidado” provenga de que asistimos a una traducción del  francés, donde “Le  suicidé” es correcto. Es una  historia, en son de comedia, de una sociedad en transición al socialismo. Nada cambia, porque el hombre no puede  cambiar tan rápido como los  regímenes  políticos, pero la aventura del seudo suicida Simón Simonovich (Leandro Nuñez) que desata un torbellino de acciones (lo que ahora  se llama  “el efecto mariposa”) sólo con procurar un trozo  de salame, parece vinculada a una fecha pasada de la historia y nunca al mundo hoy. En parte porque por momentos es demasiado fantástica,  como el “Diario de un loco” de Gogol, en  parte porque es demasiado real o anecdótica: uno espera que en  cualquier momento  aparezcan un mujik, un samovar, mujeres con  capelinas, un comisario de la  U.R.S.S. La anécdota  es  divertida, las  críticas  al socialismo son  justas, la  escritura es pulida;  pero en el fondo  de nuestra  recepción “El  suicidado” no nos  concierne.  Divierte  con la multiplicidad de lances, equívocos,  momentos  próximos a un jocoso vaudeville; pero esperamos en  vano una  resolución, un mensaje  sin palabras, un  acorde final. Desprendida de todo sentido  histórico,  la  pieza nos  alcanza a destiempo. Pudo,  debió  y  quizás mereció  tener su momento, su punto de  inserción en la vida social; pero no lo tuvo. Es una  obra ingeniosa y feliz, por momentos  inventiva  e inteligente; pero no ofrece  ninguna pátina de perennidad.

Aparte de esto, todo está bien. Imilce Viñas ha dirigido un  verdadero  ejército  de competentes actores,  y es  reconfortante  ver una comedia  donde  hay gente por todos lados. Imilce ha  trabajado con claridad y  expresividad, con  una  escenografía  (Osvaldo Reyno) sobria y adecuada a los  múltiples espacios  de la  pieza y con una banda sonora (Alfredo Leirós) siempre acorde con la  acción.

EL  SUICIDADO,  de Nicolai Erdman,  adaptación de Michel Vinaver   traducida por  Laura Pouso, por la Comedia Nacional. Con Leandro Núñez, Jimena Pérez, Isabel  Legarra, Cristina Machado, Oscar  Serra, Pepe Vázquez, Elisa Contreras, Diego Arbelo, Miguel Pinto, Juan Worobiov, Jorge Bolani, Claudia Rossi, Pablo Varrailhon, Daniel Spinno Lara, Filomena  Gentile,  Fabricio Galbiati, Andrea  Davidovics y Alejandra Wolff. Escenografía de Osvaldo Reyno, vestuario  de  Felipe Maqueira, luces de Martín Blanchet, música de Alfredo Leirós, versión y dirección de Imilce Viñas. Estreno del 4 de  julio,  teatro Solís.

Jorge Arias
Jorge Arias es crítico de teatro en exclusividad para el diario "La República", que ha autorizado esta publicación.

ariasjalf@yahoo.com 

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