Una avenida
Ana Amorós

Quiero volver a mis vivencias aquellas que me hicieron dichosa ¿cuál elegir?

Se me torna difícil por momentos.

Pero voy a un otoño de hojas amarillas bajo mis pies, la calle amplia, donde de un lado y otro se saludan las mansiones, casas enormes con risas de niños y besos adolescentes.

Desde niña he caminado por esa misma avenida, conozco sus baldosas rotas, sus lugares vacíos, sus colores y sus gritos de grandeza. 19 de Abril hoy te he elegido, cierro los ojos y puedo caminar sin temor aun por la tardecita, si bien el otro día me peché en una esquina con el cuerpo de un anciano dormido, casi entumecido ¡pobre hombre!

Pero a pesar de estas cosas, no puedo, ni sería justo negar tu brillo, tu belleza en primavera, el perfume de 

tus jardines majestuosos y multicolores.

Siempre fuiste mi preferida, aún cuando no podía, cuando no se me permitía...

Tus casas pueden ser motivo de tantas fantasías para algunos, de encono y rencor para otros.

Todo es legítimo y yo para no escapar a la realidad y al igual que algún personaje de cuento leído, me siento por momentos incoherente.

Ana Amorós

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