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A sus 57 años, el director sudafricano
Gavin Hood ha decido arriesgarse al máximo y dejar piel y sangre en su
más reciente y notable filme: “Secretos de Estado” (2019). Gavin
Hood había ganado un Oscar a la Mejor Película Extranjera por su
película “Tsotsi” (2005).
Esta vez no ha estado dentro del radar del Oscar, pero “Secretos de
Estado” fue estimulante en el prestigioso Festival de Cine de
Sundance, lugar donde se estrenó. Esta película viene a desenmascarar
una de las tantas mentiras que Estados Unidos e Inglaterra dijeron para
alentar su invasión e injusta guerra contra Irak.
Para narrar los hechos y para revelar el ambiente ideológico de manera
sincrónica, el filme parte de la historia de Katherine Gunn
(extraordinaria actuación de Keira Knightley), traductora de un
organismo de inteligencia británico, quien, por su cuenta y riesgo,
decide hacer público un documento secreto de guerra.
El director Gavin Hood maneja su película entre los estilos propios del
cine de suspenso y los del docudrama, mientras nos enteramos de cómo los
servicios de inteligencia británicos y estadounidenses ejercen presión a
países del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para atacar a
Saddam Hussein en Irak.
Las mentiras contra Irak sobre sus armas se van descubriendo conforme se
investiga el documento que hizo circular Katherine Gunn, lo que no evita
la guerra, pero la coloca a ella como acusada por alta traición. Este es
el meollo del argumento, mientras la valiente mujer es defendida por
abogados del movimiento pacifista.
Esa no es la parte total del relato, porque se muestra una serie de
laberintos que son relatos alternos para exhibir la sociedad política de
entonces, por un lado, y la valentía de quienes se enfrentan a la
guerra, por otro. “Secretos de Estado” tiene un impulso
metafórico para ir más allá de lo específico. |
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Keira
Knightley se luce con su gran actuación en cine sobre el valor
de la verdad. |
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