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Río (2011)
Río Amor a picotazos - Cine variopinto 
Río se desborda
William Venegas
http://lahuelladelojo.blogspot.com/ 

Crítico de cine La Nación
San José, Costa Rica
wvenegas@nacion.com
 

Con el sétimo arte, vivimos una emulación pura vida. Es la que se da entre distintos estudios con el cine animado y el arte de la tridimensionalidad (anteojitos  incluidos). La verdad, en el único lugar que le veo sabiduría a la tercera dimensión (3D) es en el cine animado por computadora.
Hoy, con animación festiva y colorida, tenemos una nueva película en 3D que comporta una moraleja ecológica, lo que define el carácter de fábula de la cinta. Se trata de Río (2011), filme dirigido por Carlos Saldaha, con guion de Don Rhymer. Esta cinta viene firmada por Blue Sky Studios, el mismo que ha tenido su punto alto con la buena saga fílmica de La era de hielo.

La historia comienza cuando un pichón de guacamayo es víctima del tráfico de aves que ciertos depredadores humanos cometen neciamente. Nuestro personaje se llama Blue (“Azul” en inglés, lo advierte en un momento dado el mismo personaje; aunque algunas crónicas lo llaman solamente Blu). El asunto es que el hermoso animal, de plumas tan azules como el mundo de los pitufos, va a parar a Minnesota.

Allí es extraviado por los mercaderes y recogido por una niña, quien lo cuidará durante quince años. Al cabo de ese tiempo aparece un estudioso, quien, al fijarse en el animal, descubre que es el último de una especie agonizante. Por eso, Blue es llevado de nuevo a Brasil, para emparentarlo en jocoso rito erótico con una guacamaya hermosa llamada Perla.

Perla es una joven guacamaya muy rebelde y solo piensa con volar hacia la libertad, por lo que no está para esos amartelamientos a los que, de pronto, se ve obligado nuestro héroe azulado. En un momento, la pareja resulta aprisionada por los mercaderes de aves. Cuando Blue y Perla huyen, lo hacen encadenados uno del otro, con el problema de que el ave azul y supuesto héroe de la reproducción de su especie… ¡no sabe volar de tanto cautiverio!

Este es el comienzo real de la aventura en el Brasil de favelas y carnavales. Los artistas hacedores de la película se han solazado con el filme al llenarlo de arrebato, no solo de frenesí amoroso con el relato, sino también de ímpetu formal capaz de seducirlo a uno desde la pantalla, sobre todo con la presencia de las más distintas especies de aves y de otros particulares animalitos, todos empeñados en la lucha por recomponer su situación frente a los explotadores crueles de la Naturaleza.

El filme agarra un vistoso tono variopinto, aunque lamento bastante que –en términos narrativos– no haya un mayor aprovechamiento de los personajes secundarios, porque algunos merecían mayor presencia en pantalla y, júrenlo, el filme sería mucho más agradable. Los personajes humanos están bien delineados y bastante limitados, lo que resulta una buena jugada para esta narración tan zoológica.

El filme combina bien los momentos de ansiedad con los escarceos habidos entre Blue y Perla, alterna mejor la aventura con la alegría, la bondad con la maldad y el temor con la ternura. Al final, no lo dudo, los niños han de sentirse muy bien ante la manera cómo el guion plantea el triunfo del bien y señala la importancia de respetar el orden natural con las especies animales.

Lo fabulador del relato se mezcla con tomas bien imaginadas de aves multicolores en un carnaval igualmente multicolor. Alguien dijo que esta película es algo así como una elegante borrachera psicotrópica de colores. Es que la elaboración técnica del filme no es solo glamurosa, sino también de acabado logro técnico. Puedo decirles que, en la relación de contenido con forma, esta película asume un propósito emocional muy bien cumplido.

Las tomas aéreas están singularmente expresadas en los vuelos de las aves en la película Río, donde los fondos resaltan, como el caso del Cristo de Corcovado.

El fondo, tan importante en el cine animado (desde las películas dibujadas), en Río es de lo mejor. Sucede en todo momento, sea cuando la aventura está en tierra o cuando planea libremente con los vuelos de las aves (hay cierto sentido lírico en más de una ocasión con estas secuencias). Los fondos son de textura viva para personajes vivos. Es memorable cuando la huella del ojo es llevada por el Cristo de Corcovado o por las propias favelas.

Río es película familiar que no dudo en recomendarles. Es cine para disfrutar y en la función donde la vi, los niños estaban en su mejor ánimo. No creo que sea la mejor cinta animada en  3D, pero no quiero ponerme pedante esta vez (¡en otra!): aquí queda mi encargo a favor de este largometraje vivaz.

Río

Estados Unidos, 2011

Género: Animado

Dirección: Carlos Saldaha

Duración: 96 minutos

Cines: CCM Cinemas, Cinemark, Cinépolis, Citi Cinemas, Plaza Paraíso, Nova Cinemas, Variedades

Calificación: TRES estrellas de cinco posibles

por William Venegas 
cocuyos@racsa.co.cr 
Gentileza de La huella del ojo 
http://lahuelladelojo.blogspot.com/   

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