Amigos protectores de Letras-Uruguay

El retrato de Dorian Gray (2009)

Es sobre la lujuria 
¿Drama o terror?
¿Felicidad o placer?
William Venegas
http://lahuelladelojo.blogspot.com/ 

Crítico de cine La Nación
San José, Costa Rica
wvenegas@nacion.com
 

No entiendo cómo una película basada en la exitosa y renombrada novela homónima del escritor Oscar Wilde, se queda sin esta mención en la publicidad aparecida en la prensa. Sucede con el estreno en Costa Rica del filme británico El retrato de Dorian Gray (2009), dirigido por Oliver Parker.

La película logra despertar su interés por el enlace con dicha novela. Es la historia de Dorian Gray, joven y guapo aristócrata, quien regresa a Londres para recibir su mansión como herencia, luego de una infancia infeliz por culpa de su difunto padre, quien lo culpaba de la muerte de la madre (al dar a luz a Dorian).

Llevado de la mano del impúdico Henry Wottom, Dorian se convierte en cliente asiduo de los antros londinenses más prostibularios. La amoralidad de Henry deviene en estilo de vida asumido por el joven Dorian. Es algo a lo que este muchacho –luego– no quiere renunciar, por lo que establecerá un pacto diabólico capaz de garantizarle la eterna juventud.

Así, Dorian se mantendrá siempre galán, de 20 años, mientras su envejecimiento se mostrará tan solo en un logrado retrato que le ha hecho su amigo, el pintor Basil Hallward. De aquí el título.

Con esta película, el problema principal es que ni el guionista Toby Finlay ni el realizador Oliver Parker lograron definir un género compacto o sólido para el filme, o sea, no hay un estilo definido. Así, la película camina a dos aguas entre el drama (lo dramático propiamente dicho) y una efectista puesta en imágenes desde el género del terror.

Es una extraña mezcolanza. La cinta no logra ser ni chicha ni limonada; excepto cuando el drama domina –de manera más fecunda– sobre los signos propios del cine de terror. Como drama, el director no pierde la esencia del argumento y –con su visualización de una realidad victoriana y gazmoña– logra los momentos conspicuos de la película.

Es también cuando el filme se acerca mejor a los ejes temáticos descritos por el escritor Oscar Wilde, esto es, a asuntos como la diferencia entre la felicidad y el placer, al gusto por la lujuria o por el arte, a la obsesión por la belleza y la juventud (símbolos de la plenitud erótica).

Durante las secuencias ajustadas al drama, vemos la enorme calidad histriónica del gran actor que es Colin Firth (como Henry Wottom). Firth es capaz de opacar a cualquiera en escena. Incluso, opaca al propio actor principal, Ben Barnes, quien se queda a medias con su retrato de Dorian Gray, por representarlo de manera esquemáticamente cínica, desvergonzada, irresponsable y lasciva. Cuando se decide a afrontarlo desde las contradicciones internas del personaje, ya es tarde para el actor Barnes. Su trabajo se ve sin matices.

De todo el elenco, a la gran calidad actoral de Colin Firth solo es capaz de responderle Ben Chaplin, como el artista que pinta el retrato maldito de Dorian Gray. Hay que señalar el buen papel de la música de Charlie Mole, muy atenta a las emociones que ocurren con la trama. La fotografía de Roger Pratt es poco expresiva, excepto cuando asume el estilo gótico del horror.

Al final queda la gran duda: ¿por qué lo que pudo ser un buen drama, con la tragedia interior de sus personajes principales y con su crítica sobre la hipocresía humana, fue convertido a partes iguales en cine de terror con monstruos incluidos, regueros de sangre y orgías sexuales?

El actor Ben Barnes se queda a medias con su caracterización como el personaje de Dorian Gray.

La pulcritud escénica, por esa ruta, deviene en desatino formal ante lo conceptual de la propia película: contenido y forma se corresponden solo en algunos tramos. Cuando los responsables de este filme decidieron apartarse de la esencia “oscarwildiana”, cualquier cosa podía suceder. Y así fue, en efecto. Por eso, esta película no está llamada a esa eternidad tan deseada por Dorian Gray.

EL RETRATO DE DORIAN GRAY
(DORIAN GRAY)

Inglaterra, 2009

Género: Drama / Terror

Dirección: Oliver Parker

Elenco: Ben Barnes (Dorian Gray), Colin Firth (Henry Wotton), Ben Chaplin (Basil Hallward)

Duración: 112 minutos
Calificación: DOS estrellas de cinco posibles

por William Venegas 
cocuyos@racsa.co.cr 
Gentileza de La huella del ojo 
http://lahuelladelojo.blogspot.com/   

Ir a índice de América

Ir a índice de Venegas, William

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio