Nunca es tarde cuando la dicha llega. El Magaly, convertido ahora en sala para cine de repertorio, nos trae una buena película titulada Mi nombre es John Lennon (2009), filme inglés dirigido por Sam Taylor-Wood.
Sobre Los Beatles hay bastante en el sétimo arte, así que –esta vez– el guionista Matt Greenhalgh y el director Sam Taylor-Wood han optado por darnos un acercamiento a la figura de John Lennon, ícono de la música, pero sin mencionar directamente a dicha banda.
Puede haber un guiño por aquí o por allá; sin embargo, la idea es acercarnos a la niñez, adolescencia y casi juventud de Lennon desde su controversial crecimiento, entre una tía dominante y una madre espontánea, juzgada por los demás como una mujer irresponsable.
Aquí mismo debo señalar las extraordinarias actuaciones de Kristin Scott Thomas, como la tía Mimi, y de Anne Marie Duff como la madre biológica de John. Ellas son sustancia y energía de los acontecimientos narrados en la película al retratar la azarosa vida del cantante antes de su fama.
