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El inventor de juegos (2014)
Crítico de cine La Nación |
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En una ocasión le preguntaron al actor Kirk Douglas sobre si el cine de su tiempo era mejor, y respondió: “Entonces la tecnología no era lo más importante, sino la historia y los personajes”; a la vez, dijo que hoy el cine es un galimatías digital en determinados géneros (ciencia-ficción, por ejemplo).
Douglas señaló así lo primario del cine: es narración y representación. Hoy Hollywood apuesta más al artificio que a la esencia en mucho de su cine, se sabe. Lo grave es que eso comience a ser copiado por cinematografías con menos recursos.
Tal es el asunto de la película argentina El inventor de juegos (2014), dirigida por Juan Pablo Buscarini. En este caso, se renuncia a narrar bien una historia para darle lugar a los efectos visuales, pero estos tampoco son buenos.
Esa es la debilidad de este filme. Lo peor con El inventor de juegos es que, entre más recurre a la truculencia digital, peor se pone, o sea, que entre más aspirinas le dan, más le sube la calentura.
El filme cuenta la historia de un niño a quien no le atrae prácticamente nada. Por eso, sus padres se esfuerzan para motivarlo con algo. Un día, participa en un concurso para inventar juegos de mesa e Iván, así se llama el niño, va ganando etapa por etapa, hasta el final.
Eso lo hace descubrir una facultad que le viene por lazos familiares, desde su abuelo, genio creador lúdico. Iván es parte de la dinastía Dragó, de la ciudad de Zyl, cuna de los juegos de mesa. |
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Cuando sus padres desaparecen, el niño busca al abuelo y ambos tienen que luchar contra Morodian, creador de juegos oscuros salidos de sus pesadillas. ¿Qué ha sucedido antes? ¿Por qué ese enfrentamiento?
Basada en una trilogía literaria escrita por Pablo de Santis, la trama del filme daba para algo entretenido y valioso desde el género fantástico, sobre todo con el misterio que congrega los distintos acontecimientos; pero no, la vivencia del relato se le escapa a la propia película.
Por falta de fluidez, El inventor de juegos se convierte en menjunje: filme pastoso, por momentos más enredado de la cuenta, cuyo ritmo se aletarga de manera innecesaria y pierde fuerza al malgastar lo específico de su tema y desgastar su estructura lógica (se desordena mucho).
Por dicha no es mala la actuación del niño David Mazous (como Iván
Dragó), pero es deprimente la de su antagonista Joseph Fiennes, como
Morodian. La ambientación queda debiendo, al igual que la banda sonora y
la fotografía, esta muy oscura (peor con lentes 3D).
El crítico argentino Leonardo M. D'Espósito, quien sí leyó el libro, señala: “El filme es ilustración del libro y se nota en los diálogos o en ciertas situaciones de un registro raro, que no acierta ni a la caricatura ni al realismo”.
En fin, El inventor de juegos parece un rompecabezas mal armado, por su ausencia de naturalidad, de frescura y de espontaneidad (en el relato), amén de su poca elocuencia visual entre tanto efecto tecnológico. Lástima.
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El Inventor de Juegos:
Tráiler Oficial
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EL INVENTOR DE JUEGOS
Título original:
El inventor de juegos
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por
William Venegas
cocuyos@racsa.co.cr
Gentileza de La huella del ojo
http://lahuelladelojo.blogspot.com/
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