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Cars 2 (2011)

¡Qué autos más guau!
Filme de espías
¡Qué mala la peli!
William Venegas
http://lahuelladelojo.blogspot.com/ 

Crítico de cine La Nación
San José, Costa Rica
wvenegas@nacion.com
 

Me cuesta entender esto de que haya películas con el éxito de taquilla asegurado sin siquiera llegar al país. Apenas se ha estrenado Cars 2 (2011) y ya más bien se habla de la próxima secuela de Transformers. Hay un fuerte mercadeo por todo lado para agitar boleterías de las salas de cine: la industria en su exacta expresión.

En medio del ajetreo publicitario, como la voz que predica en el desierto y también con palabras sin escucha, he aquí que aparecen los molestos críticos de cine para decir: ¿a dónde vais, insensatos? ¿No ven que es cine vulgarmente comercial? Mas el público igual asiste por mayorías: “¡entretiene y es suficiente!”, le responden los espectadores a cada crítico.

Entonces la oleada sigue, con cine al que no le preocupa más que la calidad formal, tal el caso de Cars 2. Es cine tuerto: una mirada la tiene en la pantalla y otra la tiene en la taquilla. No siempre sucede igual, hay excepciones, de acuerdo, pero este cine llamado “blockbuster” no pasa de ser simple y eficaz distracción, cine de verano en los Estados Unidos. Este es el mercado que –al fin y al cabo– interesa a los grandes estudios de Hollywood.

El problema es cuando estas películas caen en una especie de autoconsumo, se comen a sí mismas y no les interesa ni la historia que ellas mismas narran. De nuevo es el caso de Cars 2, ahora, porque igual sucede con la mayoría de las secuelas que colean a partir del éxito de una primera entrega. Parecen películas agotadas en sí mismas: caducan en su propio tránsito. Sí, otra vez, es el caso de Cars 2.

Pues bien, si ustedes son capaces de creer –conmigo– que el cine tiene alma (al menos el buen cine), hemos de afirmar –entonces– que a Car 2 lo que le falta es alma. Por eso, su trama se diluye con la constante aparición de nuevos personajes (no todos necesarios) y con una historia que pretende ser compleja, pero que solo llega a ser complicada (más para la niñería).

Rayo McQueen le cede el protagonismo a la vieja grúa llamada Tom Mate en la fallida secuela de la saga de Cars.

Se trata de película animada que nuevamente se engancha de la tercera dimensión para vender más caro su boleto, lo que me sigue pareciendo un negocio injustificado al cual la defensoría de cualquier consumidor podría meterle el diente. En Cars 2, lo mejor son los fondos de la animación, todo lo demás es prescindible: desde su trama insulsa, enredada y tonta (historia de espías donde los únicos que no tienen automóviles son los autos) hasta su expresión animada (lo visual).

Los autos aquí hacen de todo, guau, qué “tuanis”, pero la sensación real es que Cars 2 no tiene encanto, ¡terrible, increíble que sea así! Es fábula sin moraleja importante, porque ni siquiera es sutil como película: solo domina el alboroto y su inútil simpatía formal va en detrimento de la fluidez del relato.

Con personajes mal diseñados (al contrario de la primera Cars), es filme sin atmósfera alguna, chicle ya masticado, que acumula hechos sin desarrollar bien ninguno. Las salas se llenan. La publicidad funciona. ¿Y los críticos? ¡Qué importa! ¿Quién les hace caso? 

CARS 2

Estados Unidos, 2011

Género: Animado

Dirección: John Lasseter

Codirección: Brad Lewis

Duración: 113 minutos
Calificación: UNA estrella de cinco posibles 

por William Venegas 
cocuyos@racsa.co.cr 
Gentileza de La huella del ojo 
http://lahuelladelojo.blogspot.com/   

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