Vagabundo
Vilma Vargas Robles

Y yo me había ido.
Las voces del mundo tenían el sonido de un muro.
Como una boca seca una campana chasquea.
No hay puertas. Miro el cielo con impaciencia.

En el borde de un bosque el viento se oye,
toca la memoria como un violín.
Las hojas caen. Se tienden contra el cielo.

Vilma Vargas Robles
El fuego y la siesta

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