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Trastornos del sueño en las carreteras 
Escrito por Dr. Eliseo Valverde Monge

Las carreteras nacionales, no tan bien diseñadas, presentan gran cantidad de trampas en sus trayectos. Unas son más peligrosas que otras, como la carretera 32 a Limón, con clima y tiempo cambiante cuando menos se espera. Por otro lado, una infraestructura deficiente y  mal diseñada. Así son todas en este país, carreteras exclusivas para el verano. La carretera a Caldera, inaugurada con todas las pompas habidas, no ha resultado ser más que un dolor de cabeza para este pueblo que estaba esperanzado con una carretera de primer mundo. 

En estas carreteras las personas se están matando todos los días. En la mayoría de los casos, el problema son los trastornos del sueño, porque también, para agravar más las deficiencias, los chóferes no descansan las horas suficientes, y cansados, salen a trabajar. En algunos casos, es por abusos, unos con licor que lo consumen hasta altas horas de la noche en los mismos bares de la carretera y con una hora o menos de descanso, se van a conducir. Otros son adictos a drogas y unos pocos, están en tratamientos médicos con sedantes. 

Entre estas personas, hay quienes sufren apnea del sueño, muy pocos en realidad diagnosticadas. Lo cierto del caso, es que el 20 o más por ciento de los accidentes de tráfico, están relacionados con la somnolencia.

Existen combinaciones que conllevan a los accidentes. Una de ellas es la conducción, la somnolencia y el calor, y en tales circunstancias, no se les ocurre estacionarse para tomar un descanso al lado de la carretera. Los accidentes de tráfico relacionados con la somnolencia suelen tener hasta cuatro veces más gravedad que los accidentes causados por la ingesta de alcohol excesivo, el consumo de drogas o los trastornos mentales.

Recientemente, un hombre estuvo en una fiesta con su familia consumiendo alcohol. Como se había hecho tarde de la noche, los familiares le recomendaron reposar en la casa pero, tercamente y borracho, no aceptó. Menos de cinco minutos después de haber salido de la fiesta pero con ella adentro, tuvo un accidente fatal. Murieron tres personas, dos adultos y un niño. Por supuesto, él murió.

Conducir es una tarea compleja que exige atención y un perfecto estado de alerta, cuando tenemos un grado elevado de somnolencia debido a la falta de descanso y sueño, vemos alteradas nuestras capacidades psicofísicas de un modo similar o más grave que bajo los efectos del alcohol. Los accidentes que sufren las personas que se duermen al volante son muy graves porque las capacidades son aún más disminuidas que si estuvieran borrachos. Las personas que se duermen al volante no llegan ni siquiera a reaccionar, no se produce ni la acción refleja de aplicar los frenos. Por eso, todos estos accidentes son choques frontales o salidas de la carretera a velocidades exageradas, en especial, aquellos que viajan solos. La mayoría de los accidentes se producen en carreteras solas, cansadas, en las madrugadas o en las tardes después de haber comido, pues se alcanzan los mayores “picos” de sueño.

La apnea del sueño es una enfermedad de alta prevalencia en nuestro medio. Son pausas respiratorias a consecuencia de la obstrucción  parcial (hipopnea) o completa (apnea) de las vías aéreas superiores durante el sueño. La APNEA es una enfermedad grave relacionada con un alta porcentaje de los accidentes de tránsito.

Gracias a los medios de comunicación, yo puedo difundir estos problemas y llamar la atención de conductores y autoridades, en especial, la Policía de Tránsito.

Dr. Eliseo Valverde Monge
La Prensa Libre (Costa Rica) - 22 de octubre de 2010

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