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Periodismo, una profesión algunas veces riesgosa
Escrito por Dr. Eliseo Valverde Monge
eliseovalmon@hotmail.com

El periodismo es una carrera profesional bellísima, que algunas veces puede resultar riesgosa. Sabemos que existen países donde los comunicadores con ejercicio libre, están expuestos a grandes peligros, pues los ataques sistemáticos hacia ellos, son cada vez más frecuentes. Hace unos días los medios de comunicación, desde primera hora de la mañana, dieron la triste noticia de que el periodista hondureño, Alfredo Villatoro, había sido asesinado por sus captores, quienes lo habían secuestrado. ¡Qué tortura para él y su familia, estar indefensos y sin poder hacer nada en una nación donde la violencia, es muy alta! En este caso, como en otros que pasan en América Latina, la impunidad impera a pesar de las recompensas que se ofrecen y que por cierto, casi nunca devuelven la vida.

También hay periodistas que están desaparecidos, otra cobardía de los grupos extremistas que justifican sus actos de esta forma. Hace poco supe de uno que tuvieron encadenado en una inhóspita montaña de un país suramericano. ¿Cuál había sido su delito? Ninguno, solo informar. Hasta el momento, según entiendo, para estos letrados no existen medidas de protección ni mecanismos eficaces, que garanticen su seguridad, mientras ejercen su profesión, por lo que sufren amenazas, insultos, hostigamiento y muchas otras cosas, que pueden terminar en asesinato. Recuerdo que hace unos años sucedió aquí, en nuestro país, con el señor Parmenio Medina, periodista crítico, a quien una o dos veces le atacaron su domicilio; lógicamente, le estaban anunciando lo que iba a suceder con su vida. Da tristeza saber el daño tan grande que la violencia, asociada con la delincuencia, le está haciendo a nuestra sociedad, generalizada en la mayoría de las naciones donde, son cada vez más los corruptos que se niegan a ser descubiertos. Lo que sí es cierto, es que una nación sin periodistas, sin comunicadores valientes, sin libertad de prensa, no es una nación con democracia. Los corruptos en una nación que por miedo, carece de voz para denunciar, se hacen grandes, poderosos narcotraficantes y ladrones. Los ciudadanos, ante las injusticias, necesitan ser defendidos. Algunos periodistas que informan sobre estas injusticias son agredidos. Hay camarógrafos de prensa que por estar cumpliendo con su deber, pierden sus equipos y aunque parezca mentira, en muchos casos son obstaculizados por las mismas autoridades. Se dice que el asesinato del comunicador Alfredo Villatoro conmocionó a todo el pueblo de Honduras. Yo pienso que no solo a ese país, sino a toda América Latina. Honduras es una nación de personas cultas, amables y extraordinarias, que como Villatoro, necesitan de su trabajo para llevar el sustento diario a la familia. Actualmente, en Tegucigalpa hay tres hijos huérfanos porque unos asesinos le quitaron la vida a su padre, un periodista de 47 años, cuyo único delito fue mantener informada a una nación. Lamentablemente, por ahora solo se puede decir: “nos sentimos apenados, estamos muy conmovidos”.

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