La lucha contra el dengue
Dr. Eliseo Valverde Monge

Tenemos años insistiendo acerca de que el dengue es una enfermedad infecciosa que todos, antes que nos contagie, tenemos la responsabilidad de combatir, pues una vez que el mosquito Aedes Aegypti nos la trasmite, sin tratamiento médico oportuno, podría conducirnos a la muerte; sin embargo, no hacemos caso y continuamos ignorando los criaderos de mosquitos que tenemos hasta en nuestras propias casas.

Esta enfermedad expandida en casi todo el mundo y para la que no existe una medicación específica por ahora, tiene varias maneras para prevenirse, siendo las más importantes el manejo correcto de la basura, evitar el estancamiento de las aguas, mantener limpia la vivienda y usar protectores contra los mosquitos.

Las campañas de prevención contra la enfermedad no pueden bajar la guardia, mucho menos en las zonas de riesgo. Eso es lo que pretendemos hacer la mayoría de los médicos en este país.

El dengue es una enfermedad que tiene siglos de haber aparecido. Se identificó en 1779. Desde entonces se conocen formas epidémicas y algunas pandemias mundiales que como consecuencia de dengue hemorrágico ha ocasionado tantas muertes, obligando a los científicos de todo el mundo a investigar sin descanso acerca de pruebas y tratamientos contra la infección que trae el mosquito del dengue hemorrágico.

En nuestro país hemos tenido varios brotes expandidos a lo largo y ancho del territorio, convirtiendo al dengue en una enfermedad común y muy peligrosa.

A esta enfermedad en Costa Rica le conocemos como rompehuesos. La verdadera causa de esta dolencia es el virus que transporta en las glándulas salivares el mosquito que previamente a picado a una persona. Este mosquito proviene del grupo de enfermedades infectocontagiosas virósicas que necesitan de un vector para transmitir la enfermedad. Él pica, preferentemente, en horas tempranas de la mañana, pero puede hacerlo también en la tarde y en la noche.

Cuando el mosquito pica a una persona que ya está infectada del virus del dengue o, peor aún, dengue hemorrágico, se infecta y, en una semana aproximadamente, va a propagar el virus a la persona sana. Es importante conocer que el dengue no se infecta de persona a persona.

Dentro de las características del dengue, tenemos que es pequeño, de color oscuro con rayas blancas en el dorso y en sus patas. Las alas son oscuras y sigue a las personas en sus desplazamientos. Habita en áreas interiores y exteriores de lugares frescos y oscuros. Al picar, generalmente lo hace en la parte de los tobillos; se encuentra en aguas poco profundas, estancadas por lo general y con la luz, se esconden al fondo del agua.

Los síntomas que presentan las personas infectadas son fiebre alta, dolor de cabeza, articulaciones, músculos y ojos. En pocos días hay pérdida de apetito y aumenta la presión cardiaca, hasta que la respiración se acelera y aparecen manchas en la piel. Los enfermos se quejan de insomnio, la cara se enrojece, puede haber vómitos y dolor abdominal antes de presentar el estado de shock cuando es dengue hemorrágico; estos enfermos tienen el pulso débil y acelerado.

Para prevenir el dengue, se debe utilizar ropa de tela gruesa, camisa y pantalones largos. Las partes de piel expuestas hay que cubrirlas con un repelente de mosquitos.

En las viviendas y alrededores, eliminar lugares o recipientes donde el dengue pueda depositar huevos y así desarrollar mosquitos inmaduros. En los floreros, se debe cambiar el agua cada tres días y en las macetas, hacer una perforación debajo para que el agua pueda drenar. No se debe botar basura en la calle, porque con la lluvia el agua se estanca y se producen mosquitos.

En nuestro país, el Ministerio de Salud mantiene una educación sanitaria muy efectiva que abarca a todas las personas. Sin embargo, existe el dengue por una serie de deficiencias que cometemos: ignorar la enfermedad y no hacer caso a las recomendaciones, entre ellas, no recoger la basura por pereza o peor aún, buscar lotes desocupados para convertirlos en botaderos.

Lo cierto del caso, es que en nuestras manos está combatir la enfermedad hasta llegar a erradicarla por completo. Hagámoslo.

Dr. Eliseo Valverde Monge
Prensa Libre (Costa Rica), 17 de Febrero 2009

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