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Drogadicción
Dr. Eliseo Valverde Monge
eliseovalmon@hotmail.com

 
 
 

Nuestro país se derrumbó cuando no se hizo el esfuerzo por salvarlo en aquellos años de la marihuana, droga que sólo se conocía en las cárceles como el alcohol en las cantinas. Estas sustancias ahora están “liberadas” en las calles y cambiaron el modo de vida en de nuestros jóvenes. En la población de drogadictos es fácil observar caras enfermas, atribuladas y tontas; son hombres y mujeres alejados del estudio y del trabajo, sin superación ni vida responsable.

Con la fumigación de drogas desatada en el país, estamos viendo cientos de mediocres en una sociedad donde ser un vago no extraña. Qué tristeza cuando los drogadictos, en sus lapsos de recuperación, se creen genios sabelotodo y no se puede discutir con ellos por sus neurosis y las reacciones explosivas a veces peligrosas. Estas personas no están a gusto en ninguna parte, ni en sus trabajos ni con sus familiares, pues nadie es bueno. Activos en las drogas, son un problema para la familia que no sabe en que búnker o cartón se encuentran en la calle y, cuando las dejan, igualmente, son un problema por su inadaptabilidad familiar y social. Y mucho cuidado, todos son manipuladores.

El problema es caer ahí, en ese barreal, donde pasado el tiempo, después ya no podrán quitarse el fango que les robó el cerebro. Es entonces cuando la neurobiología ratifica que el consumo prolongado de drogas causa daños cerebrales duraderos que podrían llegar a ser permanentes.

Una de las conclusiones más relevantes es que todas las sustancias aditivas, desde el tabaco a la heroína, pasando por la cocaína, el alcohol, la marihuana y las anfetaminas, activan los mismos círculos cerebrales.

La dependencia a las distintas drogas, aunque se manifiestan con comportamientos diferentes, tiene mecanismos biológicos comunes que nos explican muy bien qué sucede en el cerebro. El uso continuado de drogas causa cambios adaptativos en ese órgano que explican la tolerancia, la dependencia física, el consumo compulsivo, la necesidad irresistible de la droga y otras características de las adiciones.

Se ha comprobado que el consumo prolongado produce alteraciones en el cerebro que aumentan la vulnerabilidad a la recaída y facilitan la búsqueda irresistible de droga incluso meses o años después de la “desintoxicación”. Los condicionantes ambientales son asimismo un factor clave en la aparición y el mantenimiento de la drogadicción.

El narcotráfico es ilegal y se tiene que combatir con fuerza y educación. Aquellos tiempos de hombres sanos y diferentes, se nos escapó. Cuando los primeros drogadictos salieron a las calles en Costa Rica, nuestras autoridades consideraron que era un vacilón, un juego de jóvenes queriendo sobresalir utilizando un comportamiento distinto que, a todas luces, resultó inútil y traicionero. La mayoría se sumió en la ruina.

Sencillamente, faltó educación en el hogar, escuelas y colegios. Para los padres de familia resultó un insulto alertarlos que tenían hijos que andaban en drogas y la irresponsabilidad abrió más las puertas cuando estos amorosos progenitores dieron el permiso a la participación de las barras libres de licor y los permisos para dormir fuera de la casa, ir de “camping o a la playa” con el novio y, finalmente, el acuerdo para verlos viviendo juntos procreando hijos sin respaldo moral ni de nada.

Qué lamentable realidad la que estamos viviendo en estos tiempos.

 

Dr. Eliseo Valverde Monge
La Prensa Libre (Costa Rica) - Martes 06 de Marzo de 2012

 

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