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Los Yacimientos de Atapuerca y el Homo antecesor
Karol Yolanda Valenzuela Ballardo
midori_1124@hotmail.com

 
 
 
  1. Introducción

  2. Atapuerca: El Origen Europeo

  3. ¿Y quién eres tú, Homo antecessor?

  4. Conclusión

  5. Bibliografía

Introducción

Por muchos años la mayoría de investigadores concibieron el poblamiento europeo como un hecho muy posterior en comparación a otros sitios del planeta, pero  fue el descubrimiento de ciertos fósiles en la Sierra de Atapuerca, España, lo que nos hizo dar un giro de 360 grados y reformular todos los planteamientos de nuevo. La Sierra de Atapuerca, se convirtió en un importante conjunto de yacimientos arqueológicos clave para el entendimiento de  la evolución humana en esta parte del globo, con el impresionante descubrimiento, en el yacimiento de La Gran Dolina,  de restos fósiles humanos de aproximadamente más de 780.000 años de antigüedad, identificados como pertenecientes a una nueva especie, Homo antecessor, que constituyen el hallazgo de los restos fósiles humanos más antiguos conocidos de Europa.

Veremos además, los escenarios en donde comenzó todo, ya que  podríamos considerar a Atapuerca como  una cápsula del tiempo, a la cual iremos explorando  poco a poco para dilucidar como sucedió todo este proceso evolutivo europeo, y no verlo como un hecho aislado de nosotros, solamente por tratarse de un lugar distinto, sino como algo que nos involucra por completo  porque pertenece a nuestro pasado, a ese pasado que a veces tanto nos ha costado comprender, pero que con el paso del tiempo hemos llegado a comprende un poco más.

Al analizar los diferentes yacimientos establecidos en la Sierra de Atapuerca, dentro del cual se hallan: Trinchera-Galería, Sima del Elefante, Sima de los Huesos y la Gran Dolina, podremos ver el contexto geográfico en que se desarrollaron los antiguos homínidos, principalmente el Homo antecessor, y entender bajo qué circunstancias se desarrollaron; además considero que es muy importante que se continúe con este estudio para poder llegar a comprender mas sobre nuestro complejo pasado y desenmarañar el misterio detrás de la evolución del hombre. Creo que con esto tendremos  una mejor visión acerca de esta gran aventura que emprendió el hombre hace millones de años y lo convirtió en el ser vivo que es ahora.

 

Atapuerca: El Origen Europeo

 

“Lucy tenia literalmente nuestro futuro en sus piernas”

Juan Luis Arsuaga, La especie elegida.

1. Ubicación Geográfica de Atapuerca:

L

os yacimientos de la Sierra de Atapuerca constituyen uno de los complejos arqueológicos más importantes  de la historia de nuestra evolución. Ubicada  solo a 15 kilómetros al este de la ciudad de Burgos, en la meseta Norte de España, es una pequeña elevación que se encuentra limitada al este por la Sierra de la Demanda, al sur por el río Arlanzón y al norte por el río Vena. Su cima alcanza 1.079 metros, desde allí se da paso al corredor de la Bureba, que forma un paso natural desde la Cuenca del Ebro al este hacia el interior de la Península Ibérica, este es un sector conocido como el "Estrecho de Burgos-Corredor de la Bureba", esta posición geográfica le da a la Sierra de Atapuerca una ubicación estratégica, permitiendo así, la presencia tanto de humanos como de animales durante más de un millón de años.

Además, geológicamente, la Sierra de Atapuerca (estructura anticlinal) se halla constituida por caliza, arena y arenisca del periodo cretácico superior y jurasico. Igualmente, se encuentra rodeado por una variedad de ecosistemas, con un clima templado, que como mencionamos antes favorece al establecimiento de los seres vivos, dando como resultado una gran diversidad biológica en la zona. Vemos también, que se sitúa un conjunto de cavidades que se formaron debido al descenso de las aguas subterráneas, que poco a poco fueron disolviendo la caliza; dando paso a que se produzca al interior salas y galerías. Estas cavidades subterráneas se abrieron al exterior en varios lugares, formando cuevas cársticas, las cuales fueron ocupadas después por nuestros ancestros además de animales, pero este proceso geológico no termina aquí, ya que “gracias” a que hubo una gran acumulación de sedimentos en estas cuevas, estas colapsaron, permitiendo la conservación y un futuro hallazgo de estos restos fósiles, testimonio de nuestro pasado, que nos posibilitaron el cuestionarnos una vez mas de donde provenimos.

Figura 1: Situación Geográfica de la Sierra de Atapuerca

 

2.     El Hallazgo de los Yacimientos:

 

Como en la mayoría de los casos de grandes descubrimientos, el azar o podríamos llamarlo suerte, jugó nuevamente un rol crucial para el hallazgo de los yacimientos de Atapuerca. Todo empezó con la construcción, a finales del siglo XIX, del trazado para una línea de ferrocarril que iba ser empleada para el transporte de minerales, como el hierro y el carbón, desde la Sierra de la Demanda hasta Burgos, obra realizada por la compañía inglesa “The Sierra Company Limited”. Esta construcción demandó realizar el corte de una enorme trinchera de más de un kilómetro de longitud y hasta 20 metros de profundidad en la caliza de la Sierra  de Atapuerca atravesándola por su lado suroeste. Esta trinchera, a su vez, dejo al descubierto una serie de numerosas cuevas abarrotadas hasta el techo con sedimentos pleistocénicos. En realidad el corte de la trinchera no estaba en los planes originales, todavía no se sabe porque motivo se realizo tal parte de la obra, pero lo más probable es que haya sido ejecutado para la explotación de caliza de la Sierra, la cual fue empleada como material de construcción desde la Edad Media. Desde que la construcción de la trinchera del ferrocarril pusiera al descubierto estas cuevas tuvieron que pasar alrededor de setenta y ocho años para que fueran excavados científicamente.

 

Figura 2: Vista aérea de la trinchera del ferrocarril minero

 

Figura 3: Cuevas cársticas con los yacimientos

 

Entonces, vemos que dentro de estas cuevas colmatadas de sedimentos, se encuentra un abundante y bien conservado registro fósil, importante vestigio arqueológico y paleontológico, por todo el significado que implica para el entendimiento de la evolución humana. La cronología que abarcan estos yacimientos de la Trinchera es muy extensa y corresponde principalmente a rellenos depositados durante la época geológica del Pleistoceno Inferior y Medio, con una antigüedad entre 1.200.000 y 200.000 años.  Es debido a este amplio rango de tiempo que podemos encontrar muy bien documentada la evolución tecnológica de las herramientas líticas, que se presenta en estas cuevas, desde su forma más primitiva (Modo 1 u Olduvayense) hasta la aparición de los seres humanos modernos (Modo 4).

Además también se hallaron, restos de animales prehistóricos, como el caso del Ursus dolinensis, el antepasado de los osos de las cavernas. Como vemos, en estos yacimientos no solo ha quedado el registro de animales, también existe la evidencia clave de presencia humana muy antigua en esta parte del continente europeo representado por el Homo antecessor, al cual se le sitúa alrededor del millón de años, correspondiéndole el título del más antiguo poblador europeo.

Figura 4: Trinchera del Ferrocarril

3.     Los Yacimientos de Atapuerca:

E

l  complejo de yacimientos cársticos de la Sierra de Atapuerca está formado por una veintena de estos, pero los que han sido mayormente estudiados han sido cuatro: Trinchera-Galería, Gran Dolina, Sima de los Huesos y Sima del Elefante. Como se dijo anteriormente estos establecimientos fueron estudiados mucho después de haber sido descubiertos, así pues, podríamos decir que los estudios actuales comenzaron cuando en 1976 el ingeniero de minas Trinidad de Torres Pérez-Hidalgo que por entonces realizaba su Tesis doctoral en osos fósiles, le confía al paleontólogo Emilio Aguirre, varios restos humanos, como piezas craneales y dentarias, obtenidas en su exploración a la Sima de los Huesos. Es a partir de aquí, que bajo la dirección de Emilio Aguirre en 1978, se inicia el proyecto de investigación de Atapuerca, comenzando de este modo una gran aventura hacia nuestros orígenes.

3.1    El Yacimiento Trinchera-Galería:

Este yacimiento de la trinchera del ferrocarril, fue el primero en ser excavado de forma sistemática entre los años 1979 y 1995, la cual forma parte del Complejo las Tres Simas: Trinchera Norte  (apertura exterior vertical situada al sur, con forma de chimenea), Galería (galería horizontal) y  Covacha de los Zarpazos (pequeña cueva al norte por donde pudo haber sido el acceso); estas tres zonas que se hallan interconectadas entre sí, constituyen lo que es en sí todo el yacimiento.

Esta cavidad consta de 6 niveles, en las cuales se han hallado abundante material lítico, resto óseos de animales y dos  restos humanos: una mandíbula y un fragmento de parietal perteneciente al Homo heidelbergensis. Ahora bien, tenemos por ejemplo que en el nivel TG III (Trinchera Galería III), se encuentra la mayor evidencia de ocupación humana puesto que se encuentra la presencia de instrumentos líticos del modo 2 o Achelense, además de hallarse restos de fauna como de caballos, ciervos, bisonte y otros más, en donde se ha observado marcas de cortes hechas por las herramientas líticas, la presencia de carnívoros como osos, leones, zorros, linces y otros también es evidente.  La cronología del sitio de Galería ha sido datada a través de diferentes métodos como la resonancia del espín electrónico o las series de uranio, las cuales dieron como resultado una antigüedad de entre 200.000 y 400.000 años, pertenecientes por lo tanto al periodo del pleistoceno medio.

Figura 5: Trinchera-Galería: Trampa natural

Por otra parte, existe un hecho curioso con respecto a este complejo cárstico, en los demás niveles del yacimiento se ha encontrado gran cantidad de restos de fauna, principalmente de carnívoros, pero no se ha encontrado  fósiles de carnívoros jóvenes por lo que estas cuevas no han podido ser usadas como madrigueras, es por eso que algunos investigadores explican esto aduciendo que Galería actúa como una trampa natural, en donde a través del conducto vertical, el cual  he mencionado antes como integrante de esta cueva, asoma al exterior como un agujero por el que caen los carnívoros , atraídos por el olor de otros animales muertos también allí  que, al romperse alguna pata se encuentran atrapados y mueren, quedando sus restos en este sitio donde además, posteriormente  los humanos iban esporádicamente a estos lugares para aprovechar el alimento que ahí tenían, porque sabían de las caídas accidentales, con esto se puede justificar la presencia del vasto material lítico en el sector TG II y TG III pues era utilizado para descarnar o descuartizar el cuerpo del animal, del cual se obtenía el tuétano.

Figura 6: Columna estratigráfica de Galería

3.2    El Yacimiento Sima del Elefante:

Considerado el más antiguo de todos los yacimientos, la Sima del Elefante (denominada también como TE) se localiza en el extremo sur de la trinchera del ferrocarril de la Sierra de Atapuerca. Es el último de los grandes yacimientos en el que se han iniciado las intervenciones arqueológicas, el curioso nombre que recibe es debido a que el primer hallazgo importante que se encontró en esta galería cárstica en el 2001 después de varias excavaciones, fue la de un esqueleto de elefante, pero posteriormente se dieron con la sorpresa de que había sido una equivocación y que en realidad correspondía  a los restos de un rinoceronte. Sin embargo, tiempo después, se llego a descubrir un astrágalo que sí pertenecía a un elefante, confirmándose de ese modo la presencia de estos animales en el yacimiento.

Figura 7: Excavaciones en Sima del Elefante

 

Excavado a partir de 1996, el yacimiento está constituido por sedimentos pleistocénicos, que tienen unas proporciones de al menos unos 25 m de profundidad y 15 m de ancho. Esta cavidad se encuentra divida en 21 unidades lito-estratigráficas las cuales van desde TE8 hasta TE21; en las cuales se han hallado una gran cantidad de material lítico (del modo 2 o Achelense y modo 3) y restos faunísticos entre ellos restos de carnívoros como hienas, linces, osos, lobos, herbívoros como ciervos y demás.

La cronología a través de las series de uranio nos arrojan  un fechado para los niveles inferiores (TE8-TE14), el cual abarca más de  1 millón de años ubicándoseles alrededor del final del pleistoceno inferior.  Debido a su larga historia temporal, los niveles inferiores de la Sima del Elefante representan un importante referente para la comprensión de la primera colonización humana de Europa. Veremos  además que los niveles intermedios comprenden las unidades TE15 a TE19; el tramo basal de esta segunda fase de relleno (TE15 a TE17) hasta la fecha no ha deparado contenido fósil. El tramo superior (TE18 y TE19), cuya cronología parece corresponder a la parte final del Pleistoceno Medio, es rica en restos de grandes mamíferos e industria lítica sobre sílex y cuarcita. La unidad TE19 se caracteriza por una sucesión de coladas detríticas (TE19A a TE19G), con matriz muy dura y carbonatada, rica en huesos de grandes mamíferos y ausencia de micromamíferos. El nivel TE19G contiene abundantes restos de carbón pendiente de verificar su posible carácter antrópico. Finalmente, la tercera y última fase de relleno (TE20 y TE21) corresponde al Pleistoceno superior y se define por la colmatación final de la cavidad y formación de un horizonte edáfico.

Ahora bien, en el nivel TE9 se ha encontrado un pequeño conjunto de instrumentos de sílex cretácico y de huesos con marcas de corte y fracturas de consumo; pero los principales descubrimientos se han realizado entre 2007 y 2008 después de varias excavaciones, de una mandíbula y una falange de más de 1.200.000 años de antigüedad; estos restos fósiles aparecen relacionadas con útiles de sílex de modo 1 u Olduvayense (herramientas de más de 1.200.000 años), así que estos restos podrían tratarse del ser humano más antiguo de Europa. Estos homínidos nunca se adentraron en la cueva, sino que realizarían sus actividades en las proximidades de la entrada y pequeñas corrientes de agua introducirían los restos arqueológicos al interior. Para los investigadores Juan Luis Arsuaga, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell estos restos serian las del intrigante Homo antecessor, solo que un pariente más antiguo, con esto se denota una relación entre el yacimiento de la Sima del Elefante con la Gran Dolina.

3.3    La Gran Dolina: Cuna del Homo antecessor:

El yacimiento de Gran Dolina o llamado también Trinchera Dolina (TD), está situado en la Trinchera del Ferrocarril de la Sierra de Atapuerca. TD es la cavidad cárstica que presenta una de la más completa documentación acerca del poblamiento europeo en el pleistoceno. La excavación en esta zona alcanza una extensión de unos 100 m  con una profundidad de 18 metros y  un total de 11 niveles estratigráficos, bien diferenciados,  abarcando un periodo desde hace un millón de años en su base (TD1) hasta hace unos 200.000 años en su nivel superior (TD11). Podremos observar que varios de estos niveles contienen micro y macrofósiles de mamíferos (TD3-4-5-6-7-8-9-10-11), polen (TD4-5-6-7-8-10), industria lítica (TD4-5-6-10-11) y fósiles de seres humanos (TD6).

En 1993, el equipo de Atapuerca realizo un sondeo de unos 6 metros cuadrados en la Gran Dolina. Uno de los objetivos de este sondeo era conocer el potencial arqueológico y paleontológico de Trinchera Dolina para planificar futuras excavaciones. En 1994, el sondeo llegó hasta TD6 el cual proporcionó unos 80 restos fósiles de homínidos.[1] La datación ha dado como resultado que estos restos fósiles se hallan  entre los 800.000 años, teniendo así el titulo de la evidencia más antigua de la presencia de seres humanos en Europa. Todo este trabajo investigativo estuvo bajo la dirección de Juan Luis Arsuaga Ferreras, José María Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell Aguirre.

Como se menciono antes este impresionante yacimiento consta de unos once niveles que reflejan una secuencia paleontológica y arqueológica continua, que corresponde al último millón de años, a continuación veremos algunos de las características de estos niveles.

Empezamos con el nivel TD1 en el cual se encuentra la presencia de limos fino, los que se redepositaron en condiciones endokársticas.

En nivel TD2 se localizan trozos de estalactitas desperdigadas por el suelo en grandes bloques debido a derrumbes provocados tal vez  por frío y la humedad (que fueron datados a través del polen de la vegetación) que decaía progresivamente; además pudieron también influir en los derrumbes de TD2 movimientos sísmicos debidos a la reactivación tectónica. Al final de la deposición de TD2 la cueva estaba prácticamente cerrada.  Con ello se formó una costra caliza de cristales paralelos en “empalizada”, en  lo alto del lecho TD2 y en la superficie de los cantos y bloques que quedan así cementados.

En TD3 los limos no contienen polen, hay restos de roedores y otros pequeños vertebrados; la temperatura había aumentado y también la humedad. La cueva se abrió al exterior y al final de ese período, cayeron al fondo algunos grandes animales.

 

La capa TD4 está formada por brechas de derrumbe, con bloques desiguales, angulosos de caída libre, que indican la acción de fuertes heladas. Los huecos se rellenan con arcillas grises. Entre dos tandas de bloques amontonados, y sobre la segunda de ellas, hay lechos irregulares de cantos. Indican un tiempo menos frío y más húmedo. Estos depósitos contienen restos de fauna abundantes.

La primera parte de la capa TD5 consta de microconglomerados que alternan con lechos de bloques derrumbados debido al frío intenso. Hay arcilla rojiza en lechos y adherida a los cantos de grava. La parte alta se cementa con carbonato. El calor y la aridez crecientes se han alternado con intervalos de heladas invernales. Vemos pues, que en TD5, se ha dado temporadas que va de templado a uno frío y nuevamente otro cálido.

 

 

 Figura 8: Excavación en la Gran Dolina

 

El estrato TD6 alcanza más de dos metros y medio de arenas arcillosas, depósitos de escorrentía estacional y láminas de agua, interrumpidas por más de tres lechos de bloques derrumbados por acción intensa del hielo. El último frío parece menos riguroso, y en toda la segunda mitad el clima es más tibio, con mayor índice de humedad, aunque fluctuante, y hay fases de reasentamiento .El contenido de polen indica un cambio en la cubierta vegetal, con un 60% de polen arbóreo que incluía robles, pino, abedul, algarrobo, acebuche e lentisco. Además en la excavación de 1994 se han hallado fósiles humanos e industria.

El nivel TD7 tiene más de 2 metros de depósitos de tipo fluvial, presenta además una abertura al oeste que actuaba como una especie de alcantarilla. Las lluvias eran estacionales y torrenciales. La evaporación se acentuó en crisis de sequía, y las gravas y limos se acabaron cementando con precipitados de carbonatos. Una muestra de polen revela un bosque mediterráneo abierto, propio de clima templado, con vid y olivo y hayas en la altura próxima. Como vemos el ambiente era muy cambiante en esos tiempos.

Las caídas de bloques del techo y paredes de la cueva en el nivel TD8 indican frío intenso, y la humedad va creciendo hacia el final y se hace constante. La entrada se ocluye con los derrumbes. Con la fase cálida que sigue y la humedad oscilante, una costra caliza recubre el cono de derrumbe final de TD8 y cementa sus bloques.

En el nivel TD9, sigue también un régimen templado y de humedad variable, un depósito de limos por láminas de aguas filtradas, bajo los cuales cede el margen final de la costra, y así se acumulan en la parte hundida.

En la parte inferior del sector TD10 es evidente la presencia de un frio intenso y humedad debido a constantes derrumbes. En los demás estratos del sector se revela un clima continental, con humedad estacional, heladas en invierno y veranos calurosos. Se hallan utensilios líticos y restos de talla, más o menos dispersos o concentrados, evidenciando  una intensa actividad humana. El límite superior de TD10 que sirve de base a TD11 está muy inclinado y desdibujado por la erosión, y por deslizamientos de materiales altos de TD10: es época de alto índice de humedad, que comienza a decaer. En el nivel TD11 existe hasta 4 metros de capas finas de grava angulosa, con bloques caídos a intervalos, indican uno o más períodos de clima muy riguroso. La parte más expuesta al exterior acusa alteraciones edáficas por fluctuaciones más modernas del clima.

3.4    Sima de los Huesos:

Este yacimiento, no muy lejos de la trinchera del ferrocarril, se encuentra aproximadamente a medio kilómetro de la entrada del complejo Mayor Cueva del Silo, consta de un conducto vertical de unos 14 metros de profundidad, que se prolonga unos pocos metros más en una rampa y una pequeña cámara final o pozo.

En este gran depósito de sedimentos se hallan la mayor acumulación de fósiles humanos de la historia, con una cronología de unos 500.000 años, se cuenta con la presencia de al menos 32 individuos pertenecientes a la especie Homo heidelbergensis; se han hallado un total de más de dos mil fósiles entre restos humanos y animales, en el cual solo se ha hallado vestigios de animales carnívoros mas no de herbívoros, además de la inexistencia de utensilios líticos en el sitio.

El primer hallazgo de un fósil humano se realizo en 1976 por Trinidad Torres, que por ese entonces estaba haciendo su tesis doctoral sobre osos prehistóricos, fue entonces cuando Emiliano Aguirre asumió el reto de formar un equipo de investigación para poner en marcha el ambicioso proyecto de excavación en esta parte de la Sierra de Atapuerca. En 1983 se comienza a realizar labores de limpieza en la Sima, en 1992 se hallaron tres cráneos muy completos, siendo el mejor conservado el Cráneo 5 (llamado también Miguelón). También se encuentra una gran cantidad de restos faunísticos entre ellos tenemos al Ursus deningeri, antepasado del oso de las cavernas y algunos leones, linces y lobos. Lo particular de este sitio además de la gran acumulación de fósiles, es que se hallaron cadáveres completos y no huesos aislados tanto en el caso de los animales como en el de los humanos. Los restos humanos hallados fueron identificados utilizando como criterio la dentición (la parte esquelética más representada), pudiéndose de este modo afirmar que 3 de ellos eran niños, 16 eran adolescentes y los 13 restantes eran mayores de 20 años. En el año 2006 además de más de 160 restos humanos hallados se descubrió el decimoquinto cráneo. En la campaña de excavaciones de 2007 ofreció un nuevo cráneo de 500.000 años de antigüedad. El cráneo 16 cuenta con dos piezas del oído, un parietal y un frontal de una chica joven.

¿Y cómo llegaron ahí?:
 

Lo más curioso de todo esto es explicar cómo se encontraron allí  estos treinta y tantos cadáveres, ya que debido a la ausencia tanto de fósiles de herbívoros como de material líticos, esta demás decir que este yacimiento no fue utilizado como un ambiente donde estos homínidos realizaran sus actividades diarias. Lo que sí se sabe es que estos cadáveres llegaron enteros a la Sima, pero la pregunta es cómo llegaron ahí. Es a partir de aquí que se entretejen varias hipótesis con respecto a este tema, una de ellas es que la causa pudo ser que la Sima de los Huesos actuara como una trampa natural que ocasionara la caída accidental de todos estos homínidos, pero esto es poco probable debido a que ni siquiera ellos habitaban en estas cuevas, esta hipótesis es más adecuada para explicar la cantidad de restos de Ursus deningeri que allí se encuentran, ya que ellos al hibernar en este lugar tendrían más probabilidades de caerse además de que también explicaría la presencia de otros carnívoros ya que estos atraídos por el olor de la carroña procedente de otro animal accidentado, serian más propensos a sufrir el mismo destino.

 

Figura 9: Retrato de la familia de Homo heidelbergensis

de la Sima de los Huesos

 

Tampoco se le puede atribuir la presencia de estos cadáveres humanos a la acción de carnívoros por lo mismo que no hay rastro alguno de algún herbívoro; lo cual nos lleva hasta otra hipótesis: una catástrofe natural, que cogió por sorpresa a estos pobres hombres acumulándolos muertos ya en esta parte de la cueva. Pero esta también seria descartada ya que para que este acontecimiento desafortunado sucediera tendrían que vivir ahí estos humanos. Pero la hipótesis por la que apuesta el equipo de Atapuerca es que la respuesta a este problema se encuentra en la misma acción humana. Se trataría nada menos que de una acumulación intencional de cadáveres, demostrado esto que tendríamos ante nosotros la más antigua evidencia de práctica funeraria, podría ser que este lugar fuese especial para ellos y por eso elegido para depositar los cadáveres de su gente. Hasta ahora es la hipótesis que tiene una mayor aceptación pero esto no significa que sea la correcta, pero tal vez si la más probable.

¿Y quién eres tú, Homo antecessor?

 

“Solo a partir de Darwin se ha comprendido que no somos

la Especie Elegida, sino como dice Robert Foley, una

Especie  Única  entre otras muchas especies únicas”.

Juan Luis Arsuaga, La Especie Elegida

 

4. EUREKA!: EL HALLAZGO:

E

l equipo de Atapuerca, que a partir de 1991 quedo bajo la dirección de Juan Luis Arsuaga, José Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell, después de largas campañas de excavaciones realizaron un impresionante hallazgo en el yacimiento de La Gran Dolina,  que constaba de alrededor de 80 restos fósiles humanos muy fragmentados de diferentes partes esqueléticas y de un mínimo de seis individuos de más de 780.000 años de antigüedad, identificados como pertenecientes a una nueva especie, el Homo antecessor, que constituyen el hallazgo de los fósiles humanos más antiguos conocidos de Europa. Además de unos doscientos útiles líticos Modo 1 y de restos de micro y macro vertebrados de una antigüedad bien contrastada y muy fragmentados.

Para ser más específicos este descubrimiento ocurrió el 8 de Julio de 1994, en el nivel TD6 (Trinchera Dolina 6) del “estrato Aurora”, llamado así porque la arqueóloga Aurora Martín Nájera, miembro del proyecto de Dolina, fue la que hallo el primer fósil humano en el yacimiento, se trataba de un canino humano, posteriormente ese mismo día aparecieron dos dientes mas.

En realidad estos hallazgos respaldarían la hipótesis de que el primer poblamiento europeo era más antiguo de lo que se tenía pensado, ya que  antes de que se desarrollara estos acontecimientos, se creía que en Europa no habría sucedido una ocupación hasta hace medio millón de años, puesto que hasta ese momento solo se había encontrado la tibia de Boxgrove en Inglaterra y la mandíbula de Mauer en Alemania, las cuales eran consideradas como los restos fósiles más antiguos de Europa con una datación de 500.000-600.000 años. Pero como ahora sabemos, los fósiles de TD6 cambiaron para siempre esas ideas y demostraron que el poblamiento europeo sucedió hace más de medio millón de años atrás. Para esto se tenía que tener la certeza de ello, aunque en un principio todavía no se sabía la antigüedad exacta de nivel TD6, utilizaron la bioestratigrafía para poder datarlo correctamente; es así que se basaron en los restos faunísticos encontrados en TD6, en particular en la presencia  de un roedor fósil denominado Mimomys savini; hace 500.000 años esta especie de roedor dio paso a una forma primitiva  de la actual rata de agua, llamada Arvícola cantiana.

Además, a través de estudios geológicos y paleo magnéticos, llegaron a localizar el cambio en el campo magnético de la tierra o inversión de los polos (Matuyma-Brunhes), que indica el final del Pleistoceno Inferior y da inicio al Intermedio, hace 780.000 años, en niveles posteriores al sector TD6; por lo tanto vemos que los restos hallados en este nivel poseen una antigüedad mayor a 780.000 años, comprobándose de este modo y después de varias pruebas y dataciones, que el inicio del poblamiento europeo se dio antes del medio millón de años y de la existencia de una nueva especie de homínidos.

Pero en realidad fue hasta 1997 que después de varias hipótesis y estudios comparativos  llegaron a la conclusión de que estos restos humanos realmente pertenecían a una nueva especie nunca antes vista, con lo cual fue nombrado, por el equipo de Atapuerca, como Homo antecessor (antecessor significa pionero o explorador).

5.     El Árbol Filogenético del Homo Antecessor:

El tema de la posición filogenética de esta nueva especie de homínido en el árbol evolutivo del hombre, ha sido un punto constantemente debatido por la comunidad científica desde que el equipo de Atapuerca lo dio a conocer al mundo. Como mencione anteriormente, se creía que la primera ocupación europea fue hace medio millón de años con la presencia del homo heidelbergensis hasta la aparición del Homo antecessor, que  hizo tambalear todas las teorías nuevamente con respecto a nuestro origen evolutivo, es allí que se plantearon nuevas hipótesis.

Antes que nada deseo hacer un paréntesis para mencionar acerca de un nuevo descubrimiento además de estos antiguos homínidos europeos; más recientemente se ha denominado Homo georgicus a una nueva especie que se documenta en Dmnasi (República de Georgia) al sur del Cáucaso con una cronología de 1,8 millones de años y con una capacidad craneal que oscila entre los 600 cc. y 700 cc., inferior a la de Homo ergaster. Por esto mismo es posible que se encontrara en una situación intermedia entre Homo ergaster y Homo habilis con quien comparte la inclinación del frente y un torus supraorbitral marcado, aun cuando el Homo ergaster tiene una mandíbula más grande y robusta que la de Homo georgicus[2]; esta nueva especie  ha sido aceptado por el equipo de Atapuerca a pesar de que  hasta el momento todavía es difícil determinar a ciencia cierta si este  fue o no el homínido más antiguo de Europa.

Ahora bien, retomando; el equipo de Atapuerca descartó la idea de que los restos fósiles de TD6 fueran en realidad Homo erectus  puesto que carecen de su especialización, así como también, descartan que sean una población tardía de Homo ergaster  puesto que la capacidad craneana del Homo antecesor se encuentra entre los 1000 y 1200 cc., muy superior a la de Homo ergaster, además de que la cara del  Homo antecesor, tiene una mezcla de rasgos arcaicos y modernos, a diferencia de sus predecesores que tenían una cara plana.

Entonces, aceptar que  Homo antecesor es una nueva especie supone aceptar que llegaría a la Península Ibérica por vía terrestre, es decir, desde Asia atravesando toda Europa, puesto que se descarta la vía marítima ya que las corrientes del Estrecho de Gibraltar no serían favorables en aquellos momentos, además del hecho de que no se le asocia conocimientos de navegación, pero los únicos fósiles más o menos contemporáneos encontrados en el resto de Europa y Asia se asocian a Homo erectus. Es por esto, que el equipo de Atapuerca proponía que Homo ergaster  daría lugar al  Homo antecesor en África expandiéndose desde allí hacia el norte. Pero si las poblaciones europeas de Homo antecesor  vinieron de Asia, y esta a su vez de África, ¿Dónde  están sus fósiles fuera de Europa? La respuesta es que aún no se han hallado, entre otras cosas porque no hay buenos fósiles africanos, y los fósiles asiáticos que podrán ser contemporáneos son los del Homo erectus del extremo Oriente

Algunos científicos como Bermúdez de Castro postulan: “que fue el Homo  antecessor el antepasado común del Homo heidelbergensis, que más tarde llevaría a los neandertales y a los seres humanos anatómicamente modernos”. Como vemos el panorama es el siguiente: el Homo ergaster sería el primer Homo en abandonar el continente africano dando paso al Homo erectus documentado en Asia y al Homo antecesor, la especie más antigua de Europa, aun cuando por el momento tan sólo está documentada al yacimiento de Atapuerca. El equipo de Atapuerca propone al Homo antecesor como el antepasado común del Homo heidelbergensis y del Homo rhodesiensis, que derivarían en Homo neanderthalensis y Homo sapiens, respectivamente.

Figura 10: Esquema Evolutivo propuesto por el Equipo de Atapuerca

 

Hasta aquí todo bien, pero no todo encaja a la perfección, puesto que surgen ciertas dudas de si realmente existe una relación directa entre el Homo antecessor y el Homo sapiens. E. Aguirre criticó el estudio de J. Arsuaga del esqueleto facial por no dar suficiente importancia a varios rasgos apomórficos, comunes a los fósiles de la muestra de ATD6 (ATD6-38, ATD6-56, ATD6-69) y los fósiles chinos del pleistoceno medio. Según Aguirre, estas características también se observan en los humanos modernos, pero no en los neandertales o los pre-neandertales[3].

Un descubrimiento en el 2003 en el estrato Aurora aumentó ciertas dudas sobre la relación filogenética del Homo antecessor. ATD6-96 es la mitad izquierda de una mandíbula atribuida provisionalmente a una mujer, la extrema gracilidad de ATD6-96, además de la reinterpretación de las características del tercio medio facial de ATD6-69, realizado por E. Carbonell y sus colegas, asocian el taxón presente en el estrato Aurora con especímenes del Homo  erectus de China, tales como Nanjing I, de la Cueva de Hulu (Tangshan Hill, centro-este de china). Esta propuesta complica la reconstrucción filogenética de los homínidos del pleistoceno. Como Carbonell dijo: ''la evidencia actual no apoya la hipótesis de una relación filogenética entre los homínidos de TD6 y del linaje europeo que lleva a los neandertales”.

Como vemos la posición filogenética del Homo antecessor aun nos plantea muchas preguntas sin resolver, y nos crea un mayor problema al querer atribuirle como el antepasado directo del Homo sapiens, siendo a su vez tan cercano al Homo erectus asiático.

Figura 11: Esquema Evolutivo de los primeros homínidos

 

6. El Desarrollo Anatómico del Homo antecessor:

Lo más curioso, por así decirlo, de este homínido pionero, es tal vez la combinación de rasgos arcaicos y modernos que posee, lo cual en cierta forma determinó el estatus de nueva especie diferenciándolo de otras más antiguas, además de considerar estas mismas características físicas como un antecedente que posteriormente serian las presentadas por el Homo sapiens de una forma más desarrollada.

     6.1  Morfología facial:

  Rasgos craneales:

  Poseen una capacidad craneana de aproximadamente 1000 cc

  Presencia de apófisis estiloides.

  El borde superior de la escama del temporal es convexo (arqueado).

Torus supraorbitario, presente en el denominado “chico de la Gran Dolina”, está bien desarrollado, sugiriendo que de adulto hubiera sido muy robusto.

Presenta la forma del arco supraorbitral en doble arco, además de la proyección hacia adelante de la región nasal que se halla más adelantada al resto y los huesos de las mejillas (maxilar y malar) están excavados por debajo de los pómulos que forman así una saliente marcada, mostrando de este modo un patrón moderno facial.

  la superficie infraorbitaria está dispuestas frontal o coronalmente e inclinados hacia atrás quedando de esta forma lo que se denomina como  fosa canina verdadera (superficies deprimidas en el maxilar), con una horizontal y alta borde inferior arraigado

  Rasgos mandibulares:

Un fragmento mandibular de un adolescente de la Gran dolina muestra una menor robustez.

El surco Extramolar es estrecho.

El espesor del cuerpo mandibular es claramente menor que la de Homo ergaster y el Homo  habilis, y las muestras de Baringo, Java y OH 22.

La ausencia de prominencia alveolar en el nivel M1.

El surco milohioideo se extiende hacia adelante casi horizontal y en el cuerpo mandibular hasta el nivel de la M2/M3.

Diseño de la cara interna del corpus definido por una fosa subalveolar superficial pero bien desarrollada y una distinta línea oblicua interna, similar a la de los fósiles de Pleistoceno medio europeos.[4]

  Rasgos dentales:

Los dientes postcaninos son más pequeños que los de Homo habilis, y dentro del rango de Homo ergaster, Homo erectus, y Homo heidelbergensis.

Incisivos superiores son en forma de pala.

Canino inferior es mesiodistalmente corta.

Las caras vestibulares de los premolares inferiores muestran las crestas marginales mesial y distal además de los surcos, que conectan con el cíngulo.

Forma de la corona de la P3 mandibular es fuertemente asimétrica.

P3 mandibular presenta un singular talónido.

Mandibular M3 se reduce notablemente con respecto a M1.

Mandibular M1 y M2,  presentan una patrón en Y de los surcos vestibulares y linguales que separa las cinco cúspides principales.

Las raíces de los molares mandibulares y maxilares están bien separadas y divergentes, estos dientes presentan una moderada taurodontismo.

  El sistema de la raíz de todos los dientes es corto en relación a las dimensiones de la corona.

Con estos rasgos morfológicos podríamos hacernos una idea de cómo era en realidad este particular homínido:

Figura 12: Reconstrucción facial del posible rostro del Homo antecessor

6.2     Patrón del desarrollo dental y sus proporciones corporales:

Nuestro “hombre explorador”, tenia como mencionamos antes, una capacidad encefalica menor a la del hombre actual (1000 cc), fisicamente era alto media entre 1. 60 m y 1.70 m, un resultado que se confirma con la medida de la longitud del metatarso; de conxtetura robusta pesaba unos 90 kilos  Ahora bien como sabemos la expasion cerebral modifico la estrcutura del neurocraneo, y una reduccion del aparato masticador, que afecto cara, mandíbula y los dientes; el esqueleto facial no se desarrolla completamente y mantiene un aspecto infantil[5]. En otras palabras  esta evolución del neurocraneo posibilito que los adultos de Homo sapiens retengan  el aspecto juvenil de la cara de nuestra antepasados.

Por otro lado, el patrón dental está muy ligado con el desarrollo de las etapas biológicas del ser humano. A mediados de los ochenta Timothy Bromage y Christopher Dean, publicaron un artículo que produjo un cambio radical en la forma en la que se concebía el desarrollo de las etapas de la vida: explicaban que tanto los australopitecos y los más antiguos representantes del género Homo compartían similitudes con respecto al crecimiento y la duración del desarrollo con los grandes simios antropomorfos[6].

Es decir, nuestros más antiguos antepasados, llegaban a la etapa de la adultez y maduración sexual  un poco mas allá de los 10 años y no como nosotros normalmente nos desarrollamos alrededor de los 18 años.  Estos resultados pudieron ser conocidos basándose en el análisis de las líneas de crecimiento del esmalte de los dientes; el esmalte se deposita por capas cuando se forman las coronas de los dientes, los límites entre las capas se marcan como unas estrías llamadas de Retzius. Cada una de estas líneas corresponde al final de un ciclo de deposición de esmalte que dura una semana.

El patrón de desarrollo dental tiene un fuerte componente genético y está poco influido por circunstancias del ambiente. El Homo antecessor representa la especie de homínido más antigua en la que se ha podido describir un patrón de desarrollo dental totalmente moderno; gracias a estudios realizados a tres homínidos que todavía estaban por así decirlo “inmaduros” (en plena etapa de desarrollo, entre el que destaca el denominado chico de la Gran Dolina[7] u homínido 3). La aparición y la formación de la corona y raíz son similares a la nuestra, a excepción del surgimiento del tercer molar que presenta una significativa aceleración en su desarrollo. Esto nos sugiere que en el Homo antecessor habrían aparecido las dos etapas nuevas que caracterizan el desarrollo de nuestra especie: la niñez y la adolescencia con un patrón  de desarrollo similar ya no a los grandes antropomorfos sino mas bien a la del Homo sapiens, aunque posiblemente algo más corta de duración. Aunque de todos modos, la duración total del desarrollo de esta especie se habría prolongado como en 'Homo sapiens', tal vez aproximándose ya a los 18 años.

6.2     Patrón del desarrollo dental y sus proporciones corporales:

Nuestro “hombre explorador”, tenia como mencionamos antes, una capacidad encefálica menor a la del hombre actual (1000 cc), físicamente era alto media entre 1. 60 m y 1.70 m, un resultado que se confirma con la medida de la longitud del metatarso; de contextura robusta pesaba unos 90 kilos  Ahora bien como sabemos la expansión cerebral modifico la estructura del neurocraneo, y una reducción del aparato masticador, que afecto cara, mandíbula y los dientes; el esqueleto facial no se desarrolla completamente y mantiene un aspecto infantil[5]. En otras palabras  esta evolución del neurocraneo posibilito que los adultos de Homo sapiens retengan  el aspecto juvenil de la cara de nuestra antepasados.

Por otro lado, el patrón dental está muy ligado con el desarrollo de las etapas biológicas del ser humano. A mediados de los ochenta Timothy Bromage y Christopher Dean, publicaron un artículo que produjo un cambio radical en la forma en la que se concebía el desarrollo de las etapas de la vida: explicaban que tanto los australopitecos y los más antiguos representantes del género Homo compartían similitudes con respecto al crecimiento y la duración del desarrollo con los grandes simios antropomorfos[6].

Es decir, nuestros más antiguos antepasados, llegaban a la etapa de la adultez y maduración sexual  un poco mas allá de los 10 años y no como nosotros normalmente nos desarrollamos alrededor de los 18 años.  Estos resultados pudieron ser conocidos basándose en el análisis de las líneas de crecimiento del esmalte de los dientes; el esmalte se deposita por capas cuando se forman las coronas de los dientes, los límites entre las capas se marcan como unas estrías llamadas de Retzius. Cada una de estas líneas corresponde al final de un ciclo de deposición de esmalte que dura una semana.

El patrón de desarrollo dental tiene un fuerte componente genético y está poco influido por circunstancias del ambiente. El Homo antecessor representa la especie de homínido más antigua en la que se ha podido describir un patrón de desarrollo dental totalmente moderno; gracias a estudios realizados a tres homínidos que todavía estaban por así decirlo “inmaduros” (en plena etapa de desarrollo, entre el que destaca el denominado chico de la Gran Dolina[7] u homínido 3). La aparición y la formación de la corona y raíz son similares a la nuestra, a excepción del surgimiento del tercer molar que presenta una significativa aceleración en su desarrollo. Esto nos sugiere que en el Homo antecessor habrían aparecido las dos etapas nuevas que caracterizan el desarrollo de nuestra especie: la niñez y la adolescencia con un patrón  de desarrollo similar ya no a los grandes antropomorfos sino mas bien a la del Homo sapiens, aunque posiblemente algo más corta de duración. Aunque de todos modos, la duración total del desarrollo de esta especie se habría prolongado como en 'Homo sapiens', tal vez aproximándose ya a los 18 años.

Figura 12: El Chico de la Gran Dolina

7.     Una particular forma de comportamiento: Canibalismo:

El descubrimiento del estrato Aurora en el nivel TD6, no solo trajo consigo una abundante cantidad de material lítico y restos de fauna, sino también la presencia de fragmentos de esqueletos humanos de seis individuos. Estos restos humanos estaban mezclados con las herramientas además de las esquirlas de piedra y los vestigios de animales, bastante fragmentados y distribuidos al azar por toda la extensión de la excavación de TD6.

Tal vez no habría nada de extraño aquí, a no ser de que  simplemente ellos no deberían haber ni estar ni muerto aquí, ya que, al igual que en Sima de los Huesos, los humanos no habitaban las cuevas, eran visitantes esporádicos de estas, ya sea para tener un refugio temporal, fabricación de alguna herramienta lítica que posteriormente abandonaban o abandonar alguna presa que ya habían consumido; pero luego de realizadas estas posibles actividades se retiraban.

Por lo general es más común hallar en estas cavidades cársticas huesos de animales carnívoros o herbívoros, ya que eran estos los que Vivian día a día allí, hacían de estas cuevas su refugio permanente; aunque claro la presencia de herbívoros claramente era porque eran “el alimento” de algún oso, león o lobo que tanto frecuentaba estas zonas.

Es entonces que surge nuevamente la interrogante, porque estuvieron allí estos seis individuos. La respuesta un tanto interesante es que existe una gran posibilidad de haberse realizado en este yacimiento un gran banquete caníbal. Esta hipótesis se sustenta en la presencia de un constante patrón de fracturas en los restos, también se observan numerosas marcas de corte producidas con el filo cortante de diferentes útiles líticos cuando se cortan tendones o la carne adherida a los huesos o marcas de raspado producidas con utensilios líticos cuando se elimina el periostio o restos de músculos de los huesos.  Además de estrías de cortes producidas por el filo de una herramienta de piedra. Las marcas de filos de piedra sobre los huesos son claras: al menos en dos falanges y en un cráneo hay señales de descarnación. Los diferentes tipos de cortes aplicados a estos individuos son una muestra de que fueron descuartizados utilizando las mismas técnicas que empleaban en los animales, que consiste en el desmembramiento y la extracción del tuétano de los huesos, que por cierto tiene un alto contenido de proteínas. No se sabe si este acto tendría alguna implicancia ritual o no, pero debido a como se llevaba a cabo esta actividad alimenticia, no habría todavía una diferencia entre el cadáver de un humano con la de un herbívoro, este tipo de canibalismo se denomina gastronómico, en la que los seres humanos podían formar parte de la dieta en circunstancias determinadas.

Figura 13: Homo antecessor

Conclusión

Después de que el equipo de Atapuerca presentara “en sociedad” a este nuevo antepasado nuestro, muchas cosas cambiaron en la concepción que tenia la comunidad científica con respecto a la evolución del hombre y el poblamiento europeo. Ha quedado firmemente demostrado que la ocupación en esta parte del globo supera el medio millón de años. Es  claro que este “hombre pionero” forma parte de nuestra familia, de eso no cabe la menor duda, y que su mayor importancia radica en que nos ha ayudado a comprender mas, no solamente del poblamiento de un sector del planeta, como Europa, sino como mencione anteriormente,  de nuestra historia evolutiva.

Hemos visto que para ser catalogado como miembro tal del árbol filogenético de los homínidos, ha tenido que cumplir con  ciertas características físicas que lo vincule a las demás especies además que para adquirir el titulo propiamente dicho de especie tiene que tener caracteres particulares; y que además el Homo antecessor lo posee ya que consta de  una impresionante mezcla de rasgos tanto arcaicos como modernos, pero que de todas maneras no es suficiente para despejar todas las dudas que se han tejido alrededor de este Homo. Después del análisis de los rasgos físicos y del desarrollo biológico que presenta este homínido es sorprendente observar la semejanza que presenta con el Homo sapiens, siendo este ser de una edad posterior, pero de cierta forma aventurarnos a decir con certeza que el Homo antecessor está relacionado con el hombre moderno en un linaje directo, creo yo es bastante arriesgado puesto que también con los últimos descubrimientos se le encuentra relacionado con el Homo erectus asiático; pienso que este es un tema que se debe continuar debatiendo, y esperar a que nuevos hallazgos que se realicen y salgan a la luz en Atapuerca puedan  corroborar lo que se dice al respecto de este tema.

No estoy de acuerdo del todo con lo planteado por el equipo de Atapuerca, ya que todavía se está a la espera de hallar rastro del Homo antecessor en África, porque como vimos anteriormente se supone que de  él vendrían el Homo heidelbergensis y el Homo rodhesiensis, que posteriormente de ellos dos descenderían el Homo neanderthalensis y el Homo sapiens respectivamente. Como es sabido siempre en la comunidad científica siempre, habrá algo nuevo que descubrir y que debatir. Pero de una u otra forma este “hombre explorador” ha sido de mucha ayuda para ampliar más los horizontes del conocimiento de nuestro pasado, al menos hasta que algo haga tambalear todo nuevamente.

 

Bibliografía

· J. Cervera, J.L. Arsuaga, J.M. Bermúdez de Castro y E. Carbonell. (1998) “Atapuerca, un millón de años de historia” Plot Ediciones y Editorial Complutense, Madrid.

· J. M. Bermúdez de Castro, J.L. Arsuaga & E. Carbonell (1995) “Evolución humana en Europa y los yacimientos de la Sierra de Atapuerca” (Eds). Vol 1 y 2. Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, Valladolid.

· Patronato de Turismo de la Provincia de Burgos. “Yacimientos de la Sierra de Atapuerca” 

· José María Bermúdez de Castro (2004)  “Hijos de un Tiempo Perdido: La Búsqueda de Nuestros Orígenes” Editorial Critica Segunda Edición.

· Fernando Díez Martín (2009)  “Breve Historia Del Homo Sapiens” Ediciones Nowtilus S.L.

· Juan Luis Arsuaga e Ignacio Martínez. (1998)  “La especie elegida. La larga marcha de la evolución humana”. Editorial: Temas de Hoy, Madrid.

· Camilo J. Cela-Conde y Francisco J. Ayala (2007) “Human Evolution Trails from the Past”   Editorial: Oxford University Press, Reino Unido.

· Asier Gómez-Olivencia; José Miguel Carretero; Carlos Lorenzo; Juan Luis Arsuaga; José Maria Bermudez de Castro y  Eudald Carbonell (2010) “The costal skeleton of Homo antecessor: preliminary results”        En: Journal of Human Evolution 59 (2010) 620-640.

· A. Rosas, R. Huguet; A. Pérez-González; E. Carbonell; J. M. Bermúdez de Castro; J. Vallverdú; J. van der Made; E. Allué; N. García; R. Martínez-Pérez; J. Rodríguez; R. Sala; P. Saladie; A. Benito; C. Martínez-Maza;  M. Bastir;  A. Sánchez y  J. M. Parés. (2006) “The Sima del Elefante cave site at Atapuerca”  (Spain) En: Estudios Geológicos, 62 (1) enero-diciembre (2006)  327-348.

· José María Bermúdez de Castro (2008) “Claves de la evolución humana en el Pleistoceno” En: Investigación y Ciencia enero (2008) 80-88.

Autor:

Karol Yolanda Valenzuela Ballardo

midori_1124@hotmail.com


Notas:

[1]  En los capítulos posteriores  hablaré un poco más sobre el hallazgo en TD6.

[2] José María Bermúdez de Castro “Hijos de un tiempo perdido: La búsqueda de nuestros orígenes” (2004) pp. 154 – 155

[3]  Camilo Cela-Conde y Francisco Ayala “Human Evolution  Trails from the past” (2007) pp. 247

[4]  Camilo Cela-Conde y Francisco Ayala “Human Evolution  Trails from the past” (2007) pp.248

[5] Juan Luis Arzuaga y Ignacio Martínez “La especie elegida” (1998) pp. 238

[6]  José María Bermúdez de Castro “Claves de la Evolución humana en el Pleistoceno” (2008) pp. 80

[7]  Individuo joven que murió a los 11 años según el estándar del desarrollo dental de las poblaciones actuales.

Karol Yolanda Valenzuela Ballardo
midori_1124@hotmail.com

 

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