Teniente Coronel Lucio Victorio Mansilla en Río Cuarto 
Entre París y las Tolderías
Eduardo M. Tyrrell

Lucio Victorio Mansilla nació en Buenos Aires el 23 de diciembre de 1831. Hijo de Lucio Norberto Mansilla, General Argentino el héroe de las guerras de la Independencia del Brasil y de la vuelta de Obligado, y de Agustina Ortiz de Rosas, hermana del General, Político y Gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rozas, su vida pública estará siempre signada por él.

“El sobrino del tirano” ignora en aquellos años de la infancia, todo sobre el sistema político de su tío. Una tarde regresando de Palermo con su hermana menor, Eduarda, se encuentra con una bandada de cuervos que les impide el paso, enseguida descubren unos cuerpos tirados - borrachos durmiendo, piensan-, pero el cochero les explica con naturalidad que son “algunos salvajes” degollados. “ Pobrecitos” exclama Eduarda pero él calla: “tenía miedo”, dirá más tarde, al relatar el episodio.

Lucio V. Mansilla en el balcón de su casa en la ciudad de Bs. As.          Año 1903.

Jefe de Frontera Sur en Río Cuarto (Prov. de Córdoba)

En Córdoba, pese al rebrote Federal, el liberal Félix de la Peña fue designado Gobernador el 16 de mayo de 1868. El 12 de octubre de 1868 Domingo Faustino Sarmiento comenzó su período como Presidente. Unificación , expansión económica y modernización caracterizaron a este período de importante desarrollo. Cuando el Teniente Coronel Lucio V. Mansilla llegó a Río Cuarto como jefe de frontera Sur de Córdoba y con la misión de llevarla hasta el Río Quinto, encontró a una Villa que consideró empobrecida. Sin embargo su llegada con fuerzas militares alentó esperanza entre la población de que finalmente la línea de frontera interior se asegurara y se terminara con el flagelo de los malones. El Teniente Coronel Antonio Baigorria, sobrino de Manuel Baigorria fue uno de sus principales colaboradores. Por aquel entonces Fray Donatti también se propuso llevar su misión a los Indios Ranqueles, para lo cual recibió ayuda económica de la Nación. Aún enfermo Lucio V. Mansilla concretó su proyecto de adelantar la frontera hasta el Río Quinto , organizando fuertes y fortines que controlaran las aguadas y los pasos que necesitaban los Indios para llegar hasta las poblaciones sobre el Río Cuarto. Sumó a esto la colonización de varios de estos enclaves militares donde se construyeron pueblos y promisorios asentamientos. El adelantamiento de la frontera hizo necesaria la provisión de caballos, armas y uniformes.

El Coronel Lucio Mansilla solicitó además al gobierno destinar familias de inmigrantes europeos a las guarniciones del Río Quinto, acorde con el objetivo primordial de lograr la colonización agraria de esta región. Bajo la sugerencia del Gobierno Nacional, el Coronel Lucio V. Mansilla contando con el intermedio del Franciscano Fray Donatti, llegó a un principio de acuerdo con los Indios que, sin ser un tratado de paz brindó el tiempo suficiente como para asentar la nueva línea de frontera. Buscando el tratado de paz definitivo, la situación quedó tranquila por un tiempo. Así, una comisión de 15 Indios Ranqueles llegó hasta el nuevo fuerte Sarmiento (Villa Sarmiento) y al preguntársele qué andaban haciendo, estos respondieron “Estamos paseando, ya que nos llevamos tan bien (con los cristianos)... y para ver cómo adelantan los trabajos que ustedes están realizando en tierras que nos pertenecen”. Este estado de cosas volvió a postergar la expedición que el Teniente Coronel Lucio V. Mansilla deseaba concretar desde hacía tiempo. 

Foto de la época, Lucio V. Mansilla en Río Cuarto junto a sus oficiales, el quinto de izquierda hacia la derecha con capa y la espada.

A principios de 1870 se acordaron los términos de un tratado de paz con los Ranqueles y Mansilla se dispuso a realizar su famosa incursión El tratado se cumplía por parte de los Indios solamente porque el Gobierno, que había prometido dinero, hacienda, comida, herramientas y regalos, necesitaba aún la aprobación del Congreso. Durante su viaje a las tolderías de los Caciques Baigorrita y Mariano Rosas, el Teniente Coronel Lucio V. Mansilla debió responder por las innumerables deslealtades de los cristianos con los Indios, de las sucesivas ocupaciones y el incumplimiento de sus tratados. Si embargo Mansilla logró superar estas sospechas y logró sostener al menos en parte el tratado que finalmente el Congreso no firmó ni cumplió.

“Nunca he visto, jamás en mis correrías... nada más solidario que estos montes de el cuero... Aquello entenebrecía el alma... a la orilla de ellos vivía el Indio Blanco, temido como ninguno en las fronteras de Córdoba y de San Luis. Las invasiones se sucedían semanalmente, día por medio y hasta diariamente. El héroe de ésas hazañas era, por lo común, el Indio Blanco”.

Cuenta Lucio V. Mansilla, los ponchos tenían otro valor adicional el Cacique Mariano Rosas, sacándose el poncho que tenía puesto, le dijo, regalándoselo: “ Tome hermano,

Úselo en mi nombre, es hecho por mi mujer principal”. El Coronel Mansilla aceptó y a su vez le obsequió su capa de lluvia que era de tela engomada. Entonces el lonco agregó:

“si alguna vez no hay paces, mis indios no lo van a matar viendo el poncho”, y queda claro que el poncho tejido por la mujer principal tenía un valor que sobrepasaba lo material o artístico era algo así como un símbolo, como el sello de un anillo entre los cristianos, creaba vínculos, era el valor mágico. 

Monumento homenaje en la ciudad de Río Cuarto

Coronel Lucio Victorino Mansilla (Una excursión a los Indios Ranqueles)

Revista: Historia Ilustrada de Río Cuarto. ( J.F.A Ilustraciones, Junio 1999.

Fascículo “Todo es Historia” (Vidas que hicieron Historia) Director: Félix Luna. Abril de 2000. Fasc. Nro7

Libro: (Huellas de Ranqueles) – (Se Vienen los Pampas) (Susana Dillon – Escritora – Historiadora)

Eduardo Tyrrell : Trabajo de Recopilación de Datos y Fotos, julio 2008.

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