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Río Cuarto antes de los Conquistadores Españoles
-sus Habitantes Indios Pampas y Comechingones-

Los Pueblos Nativos
Eduardo M Tyrrell
Trabajo Compilación de Datos y Fotos

No se puede asegurar con certeza qué hubiera sido de la humanidad en esta zona si no se hubiese sido alcanzada por el largo brazo de la conquista de los españoles. Por lo pronto se sabe que en el sur de la provincia de Córdoba y sus alrededores habitaban distintos grupos indígenas como los Comechingones, que avanzaban su influencia desde la sierras hacia el sur, los Pampas, alrededor del Río Quinto, y los Aucas de estirpe Mapuche, arrimados desde la región andina. Todos estos grupos tuvieron su participación, en distintas etapas, en la historia de Río Cuarto. 

Los Comechingones que habrían habitado las llanuras al sur de las sierras se denominaron Camiares y llegaron hasta el Río Quinto.

Mapa del Territorio Argentino; Pampa, Córdoba, Bs. As., San Luis, La Pampa, Santa Fe

Estos Aborígenes cultivaban la tierra, practicaban la alfarería y el tejido usaban algunos objetos de metales. Quedan como manifestaciones de su existencia estatuillas, cerámicas y pinturas rupestres. Ninguno de estos pueblos conoció el caballo y su uso para la guerra y el transporte hasta la llegada de los españoles. 

Dibujos rupestres de guanacos, avestruces, venados y figuras humanas de cazadores armados con arcos y flechas fueron encontrados en el cerro Inti huasi, en la región del Río Cuarto. Quizás sea éste el documento más valioso que refleja la existencia de los Comechingones, aunque también en la zona de Alpa Corral se encuentran jeroglíficos y otras manifestaciones del arte rupestre de este pueblo indígena. 

A lo largo y hacia el sur del Río Quinto moraban los Indios Pampas, pueblo aborigen nómada de actividad principalmente cazadora, pero también hábil en cestería, tallado de piedras y preparado de pieles. 

Pintura sobre el Presbiterio, en el Santuario del Señor de la Buena Muerte en la Localidad de Reducción Prov. De Córdoba, Próximo a la ciudad de Río Cuarto. "El Señor defendiendo el Pueblo y protegiendo a sus devotos".

Pictografías Cerro Inti Huasi, Próximo a las Sierras de Achiras Prov. de Córdoba y la Ciudad de Río Cuarto 

Los Indios Pampas cazaban principalmente con boleadoras, pero también con arcos y flechas, venados, ñandúes y otros animales autóctonos y con sus pieles más ramas construían precarias viviendas o reparos donde se protegían de las inclemencias del tiempo. De la misma manera que entre los Comechingones se descubrieron resabios de la cultura Inca, los Pampas se comenzaron a relacionar con los aborígenes Mapuches de la zona andina muchos años después de que se iniciara la presencia española en la zona. 

Pampas y Aucás intercambiaban ganado y armas y con el tiempo los aborígenes de estirpe Mapuche fueron desplazando a los Pampas, a principio del siglo XVIII, convirtiéndose luego en el grupo predominante en esta zona.

Revista: Historia Ilustrada de Río Cuarto. J.A.F Publicaciones - Junio 1999. 

Libro para investigar: Susana Dillon

Rastros de Comechingones I -- (2004)

Desarrollo de algunos temas


Nuestros Aborígenes

En las Sierras los Comechingones y en llanuras los Pampas.

A distinta gente, distinta costumbres, distinta conformación física, distintas creencias.

Entre estas etnias existían dadas las necesidades, frecuentes contactos, ya sea por el trueque de productos, ya sea por encuentros bélicos. Así ocurrió en toda América.

Los Comechingones tenían una particularidad: poseían barbas a diferencias de otros nativos del continente que eran lampiños. Su piel era morena clara, altos y bien conformados. De carácter pacífico , habían evolucionado lentamente hasta formar una sociedad agraria.

Se nucleaban en pequeños poblados donde practicaban sus incipientes industrias: la cerámica, los tejidos y el curtido de cueros.

Se resguardaban del frío con cueros de los animales cazados que sobaban hasta suavizarlos. Las hebras de lana de alpacas, llamas y vicuñas les permitían confeccionar tejidos en rústicos telares dando forma a camisetas, mantas y una breve falda. Rústicas suelas atadas con tientos eran su calzado. Los más andaban descalzos. Vinchas con dibujos geométricos y pendientes de metal, collares, pectorales y cintos de diversos materiales constituían sus adornos.

Toldos - Viviendas confortables

India Comechigón.

¿Que comían?

Cultivaban el maíz , el quínoa, el zapallo, los ajíes. Obtenían los frutos del algarrobo y del chañar, miel y frutas silvestres. Se las ingeniaban para sobrevivir aprovechando toda suerte de vegetales comestibles que crecían en los fértiles valles.

Ciervos, piches, hurones, vizcachas, liebres, iguanas y aves. Peces de los ríos y lagunas constituían su alimento, por lo tanto eran hábiles cazadores y pescadores.

¿Donde Vivían?

La casa Comechingona era singular: escarbaban la tierra y luego techaban el gran hueco con ramas, paja y barro. Tal vez por ello fueron llamados gente de las cuevas. Los aleros y las cuevas serranas eran lugares de reunión y de culto más que lugar habitable. (La casa de los Comechingones construida excavando la tierra para mejor protegerse del clima, era amplia y abrigada. Trabajadores e industriosos, formaron ayllus o chacras colectivas.)

Industrias

Construyeron sus armas con piedras y huesos, los mangos se fabricaban con madera de los árboles cercanos. Los escudos y parapetos se construían con cueros.

Los cuchillos de pedernal, las chuzas con hueso afilados o espinas de pescados.
La alfarería estaba en sus comienzos. Les servía para almacenar alimentos y sobre todo para contener lo líquidos: desde agua hasta la codiciada chicha para las ceremonias y las fiestas.

También allí guardaban la golosina de la miel silvestre.

Las semillas del algarrobo eran molidas y con ellas obtenían una harina para fabricar un rústico pan que cocinaban al rescoldo del fuego. O sea, al calor de las cenizas.

Rastros de Comechingones

“Un Pueblo es como un Hombre, cuando éste desaparece nada queda de él, a menos que haya tenido la preocupación de dejar sus huella en las piedras del camino”

Elie Faure.

En memoria de todas las culturas aborígenes sacrificadas a la codicia de los invasores blancos en más de 500 años.

En especial a nuestros ancestros nativos, los Comechingones.

“Apartar al Indio de la historia es desdeñar nuestra tradición y renegar de nuestro nombre de americanos y esto es lo que hemos hecho desde los tiempos de Colón, primero en nombre de Dios Nuestro Señor, después en nombre del Rey y por último en nombre de la Patria.” 

Adán Quiroga

“Hay que defender la Cultura Argentina, pervertida por la industria cultural manejada por los mismos monopolios que subvierten nuestra economía y los mayordomos locales que censuran, persiguen y silencian a los que se comprometen y se juegan por la identidad nacional.” 

Primeras palabras Sobre Comechingones 

Este libro ha sido pensado y ejecutado para servir de apoyo a las primeras nociones sobre nuestros orígenes, como una manera de aunar en un solo texto los datos que se encuentran dispersos en tratados de arqueología.

Ese caudal de conocimientos ha sido adaptado a los planes de estudio de los que se inicien en la materia. Confiamos en que sera útil a maestros, a profesores y como una posibilidad, de que gente tan antigua se asome desde su origen para hacernos comprender mejor nuestra identidad.
Nuestra región, que comprende las últimas elevaciones de la cadena de las Sierras Grandes, que con el correr del tiempo se designaron con el nombre de sus antiguos pobladores. Albergó a esta raza que por su desaparición permanece en el más cerrado de los enigmas.

Si embargo, han dejado sus huellas: morteros fijos y portátiles, conanas, bolas arrojadizas, armas, utensilios, pictografías, petroglifos y sobre todo toponímicos que designan accidentes geográficos y poblados.

Según Rex González y José Pérez, dos arqueólogos que los estudiaron detenidamente, aseguran que vivieron por esta región desde hace mas de 6000 años antes de Cristo, extinguiéndose como pueblo a poco de la llegada de los españoles que los sometieron a la esclavitud, además de desterrarlos a otras regiones para el trabajo de las minas.

La mala comida y el peor trato hicieron que esta etnia mansa e industriosa desapareciera en poco tiempo.

Recorriendo el interior de las sierras de San Luis y Córdoba es posible encontrar paisanos que han heredado los rasgos de esta raza, muy mestizados, pero conservan aún un aire a sus antepasados.

Dice Miguel Ángel Gutiérrez en su “ Achiras Histórica” que han relevado una importante parte de la vida de nuestros aborígenes: “Entre el indio de la pampa, menudo, desgarbado, de andar bamboleante y el indio del N.O. macizo pero mediano, los Comechingones sobresalieron por el porte bizarro de su estampa, de buena estatura, piel más clara que la de sus semejantes inmediatos, rostro enmarcado por espesa barba... fueron a no dudarlo los mejor conformados”

Vamos pues, a desandar la vida y la cultura de estos caminantes del horizonte, de talón de hierro y largo aliento, nuestros ignorados ancestros.

De la bruma de las antiguas edades aparecerá esta gente que prefirió la muerte a la esclavitud, que nos dejo no sólo la impronta de su arte rupestre, sino la posibilidad de alegrarse cantando en las noches de luna, danzando frente al fuego y bebiendo la chicha estimulante.

Convengamos que, estudiando lo presente, algo hemos heredado

Comechingón quiere decir en su lengua “muera o matar"

Se descubrió en Chile, la crónica de Jerónimo de Bibar, escrita en 1558 y que extractada dice lo siguiente sobre el porqué los españoles llamaron Comechingones a los aborígenes encontrados en nuestra región “ La causa por que los llaman los españoles Comechingones es porque cuando vienen a pelear, traen por apellido Comechingon”.

Fuente: “Ambientes Naturales del Sur de la Provincia de Córdoba” Kraus- Bian y Nuñez - Fundación de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Mapa etnográfico de los antiguos pobladores de Córdoba, con ubicación de las naciones principales y sus parcialidades, Según Antonio Serrano en "Los Comechingones".

Pictografías Cerro Inti Huasi, Próximo a las Sierras de Achiras Prov. de Córdoba y la Ciudad de Río Cuarto 

Los Comechingones

Mucho se discutido sobre lo que significa este vocablo en la lengua que hablaba esta etnia .(*)

El hecho de haber desaparecido de la faz de la tierra este grupo humano, nos impide hacer apreciaciones sobre su manera de expresarse, pero estimamos que pudieron ser los españoles los principales responsables de su aniquilamiento y luego los Ranqueles sojuzgaron a los pocos y dispersos que quedaron, así que solo sobreviven fragmentadas noticias de la lengua que hablaron. Según la primitiva versión Come: cueva Chingón: habitante; esa puede ser una válida apreciación. Los españoles dijeron : comilones de tierra y tal aseveración está abonada en que estos indios comían una especie de torta hecha al rescoldo o frita en la que mezclaban a la grasa animal una arcilla muy fina y clara a la molienda de algunas semillas.

La gente de estos lugares llamó “casas de piedra” a los aleros y cuevas que naturalmente tienen las sierras. Sirvieron como refugio temporario, como reparo entre la cacería y la recolección, o cuando se sintieron perseguidos en tiempos de la colonia. Es sabido que muchos escapaban a la esclavitud de la encomienda. Algunas de estas formaciones hasta estaban rodeadas de pircas, también fueron refugio de negros e indios alzados.

La verdadera casa Comenchingón estaba cavada en la tierra, a metro y medio hondo, algunas aún más. El techo se sostenía con ramas a las que cubrían con paja que apenas sobresalía, confundiéndose con el paisaje. Una sola abertura grande daba acceso a la pieza donde se podía guarecer hasta una familia. Era de forma rectangular, con el hueco de la puerta cubierto con ramas a modo de defensa de los animales.

En cuanto a los individuos, eran gente de buena talla, con las características de la raza andina. Se deformaban el cráneo artificialmente como un recurso estético.

Hiperbraquicéfalos (*) y bien dotados para la marcha puesto que recorrían diariamente grandes extensiones en busca de caza y semillas, frutos silvestres y raíces, huevos y pequeños animales.

Los españoles al verlos por primera vez así los describieron “ Gente toda más vestida con la lana de los cueros labrados, Las camisetas que traen vestidas son hechas de lana y tejido primorosamente con chaquira a manera de malla menuda de muchas labores, en las aberturas y bota mangas” (Las Chaquiras son piezas de metal o conchas de caracoles siguiendo el orden de guardas).

El vestido de las mujeres era un delantal de cuero o también falda. Las hacían con flecos y chaquiras en guardas. Las estatuillas encontradas tienen dibujadas esta vestimenta. Usaban collares de tiras de cueros adornadas de colgantes y piedras.

A sus prendas las teñían de colorado, estampándoles guardas geométricas. La vestimenta invernal consistía en cueros con la piel para adentro, como así los gorros. Una vincha en la cabeza era prenda común, con un colgante hacia la cara.

No hemos tenido referencia al uso de calzado.

El tocado de los guerreros era tejido de lana al que añadían varillas de metal (plumas de cobre). Lo demás eran vinchas con adornos metálicos. Los pectorales o patenas tenían piedras caracoles y turquesas. 

Para la guerra se pintaban el rostro, la mitad de rojo, la otra mitad de negro. También usaban tatuajes simétricos en la cara.

(*) etnia : Grupo humano ligado por lazos raciales o culturales.
(*) Hiperbraquicéfalos: Cráneos muy anchos.

Chocancharagua o Conchancharava fue una provincia, que estaba comprendida en las tierras que hoy ocupa Río Cuarto.

Pinturas en la zona de Río Cuarto

Aquellos primitivos pobladores tallaron petroglifos (desgastando las piedras con objetos duros, agua y arena) dejando signos bastantes comprensibles de sus preocupaciones miedos y deseos.

Algunos centros investigados en la zona aledaña a la Ciudad de Río Cuarto, “ Cerro Inti Huasi” “ Casa Pintada” “ San Bartolomé”, “Alpa Corral” y “Cerro Suco”.

Como también en todo el territorio de la Provincia de Córdoba y algunos se encuentran en terrenos privados siendo de difícil acceso y estudio, están en estados de abandono y algunos de depredación. El laboreo de minas hace que muchos se hayan dinamitado.

Una Lengua Complicada

Sabemos por los patronímicos (palabras que designan pueblos y accidentes geográficos) que los Comechingones tuvieron un idioma que se mezcló con el de sus vecinos sanavirones, diaguitas, huarpes y más tarde el quechua. También se registran palabras en henias, venidas del norte, camiare llegada del sur ( de la ahora Provincia de Córdoba). A la llegada de los españoles ya había un verdadero mosaico de dialectos, muy difícil de sostener en el tiempo y sobre todo luego de la invasión hispana. Así explica Canals Frau en “ Aborígenes de la Argentina”.

Deducimos que el idioma se fue fragmentando y mestizando en la medida que los vecinos aportaban nuevos vocablos o desfiguraban otros con distinta pronunciación, tal es el caso de Chocancharaba o Cochancharaba, no sabemos cual es la verdadera ( Cacique Chocán).

Los españoles cuando los someten los obligan a hablar el quechua para mejor ordenar su tarea burocrática y aún con mayor razón la tarea evangelizadora.

Es difícil traducir toponímicos con el agravante de que no han quedado descendientes de los primitivos habitantes que conserven la lengua original.

He aquí algunas palabras con traducción aproximada.

· Ticán : Padre
· Saca : Jaguel
· Butus : Casa
· Cassan: Fortificación
· San : Agua
· Chaquín : Cerro Grande
· Toco Toco : Muchos Hoyos
· Chona : Rocoso
· Tanti Cucho ; Mala Semilla
· Ancua : Maíz Tostado
· Lenín : Pescado
· Chuño: Papa Disecada
· Charava: Cacique
· Quisquisacate: Pueblo de Pencales
· Sacate: Pueblo
· Bilis Bilis: Algarrobales
· Quisqui : Penca
· Mizmiz Sacate: Pueblo de Quebrachales
· Mampa: Acequia
· Uncu : camisa
· Cosquin : Buena Vista
· Cala : Sierra
· Uñapa: Anciana
· Muchi.: Molle
· Para : Agua
· Ta: Cubierto
· Na: Grande
· Cabana : Mirador
· Acan : Guerrero
· Tumín : Tunal
· Naco: Atado de Varillas
· Su : Dulce
· Pirca : Pared de Piedra
· Algunos patronímicos conocidos : Ongamira, Cavi Cavi, Quilino, Cosquín, Tulumba, Ischilín, Quisquisacate, Calamuchita, Yacunta, Soco Soco, Achala, Cachipuri, Cochacharava, Suquía, Xanaes.

Conclusión: el idioma hablado por los Comechingones es una lengua muerta como sáncristoo, el egipcio, el babilónico, el camiare, el henia.

En cambio, son lenguas vivas las que se hablan corrientemente, crecen y se extienden. Se cultivan en la literatura, el teatro, el periodismo, la radio, las canciones. Están vivas las lenguas Quechuas, Aymaras, Guaraní.

El Inglés que se nos viene reeplazando palabras que son castellanas, el francés y el italiano hablado y cantado por los inmigrantes. A esto se le llama penetración de lenguas extranjeras.

El Inti Huasi

“Quienes pisamos sus dilatados feudos y remontamos la visión en el tiempo
No percibimos más que un feiso de sombras móviles en una penumbra hecha
De humo y de bruma.
Urumpta : noche sin aurora”.

Juan Filloy.- Urumpta


Aquí sobre estos domos esculpidos por el viento y el agua de las diversas eras, anduvo el hombre primitivo al atisbo y buscando las llamas y alpacas de sedosa lana, el suri de carnes apretadas y soberbio plumaje.

Aquí, en estos aleros y cavernas se acurrucó al amparo de las lluvias y los vientos, quedandose sumido entre el miedo y la duda se sintió inspirado a reproducir lo que con hambre buscaba: el sustento.

La bruma del tiempo, el humo que empaña nuestra mirada de gente práctica, racional y consumista nos priva de ver el fondo de la cueva.

Ahora, aquí en el Inti Huasi, quedan los restos del paso del hombre al que sólo arribamos por la vía de la imaginación anclada en estos domos pétreos y estas cavernas, nidos de misterios.

Estas pinturas rupestres, son más antiguas que las del cerro Colorado, no tienen caballos que le den predicamento, pero todavía no hemos llegado, con nuestra soberbia de supercivilizados a preservar este rincón de la memoria, este templo del pasado con la devoción que se merece.

El Hombre más antiguo de la Región

Restos encontrados en Alpa Corral

En el año 1996 fue encontrado en La Cocha, campo situado en las inmediaciones de Alpa Corral, un enterramiento de alrededor de 5000 años. Los restos corresponden a dos hombres de treinta años y una mujer algo menor. También existen unos huesos de niño de muy temprana edad muy desintegrados, lo cual dificulta su estudio.

Se presume que eran componentes de una banda u horda que habría acampado en el verano, buscando animales de caza, que por aquellos tiempos fueron abundantes. Tal vez fueran nómadas recolectores venidos de la región de los grandes ríos tras las vicuñas, las llamas y los suris de esta región.- ¿ Como fueron a dar, precisamente aquel verano, en nuestro bello rincón serrano? El hombre alpacorralense alguna vez nos contará su historia según los descubrimientos que realicen los antropólogos.

Ulises D´Andrea y Beatriz Nores, fueron los estudiosos de nuestro medio que en un pintoresco rincón de su propio campo 

( La Cocha en Alpa Corral) descubrieron a estos primeros veraneantes que vaya a saber por qué causa vinieron a morir en ese paraje muy cercano a lo que es el casco de la antigua estancia.

Con suma paciencia, durante mas de veinte años y mucho estudiar las posibilidades del enterramiento, el trabajo de búsqueda de los antiguos visitantes dio resultado: un hallazgo científico que arrojará nuevas luces sobre el misterioso final de esta etnia, hoy extinguida.

El historiador Miguel Ángel Gutiérrez asevera que al contemplar el rostro curtido de nuestros serranos, allá en lo más oculto del paisaje, uno se encuentra con ejemplares que nos recuerdan al antiguo Comechingón : su cuerpo magro y longilíneo, su mirada serena y escrutadora, su proclividad al canto y sobre todo su aguante y sobriedad, trodo en ellos alienta en esta raza llena de interrogantes”.

Nuestros Científicos aún tienen mucho que descubrir de esta cautivante aventura, encontrar a los hombres antiguos nuestros primeros turistas.

El Fin de una Raza

Llegados los conquistadores en distintas oleadas, pero siempre impulsados por la codicia y alentados por las leyendas de la ciudad de los Césares y de la fabulosa Trapalanda sin éxito alguno, se resignaron a poblar y cultivar estas tierras como únicas forma de enriquecerse. Para este fin sometieron a los Indios. Dice Miguel Ángel Gutiérrez en “ Achiras Históricas”

“ Sus pueblos eran abiertos y aunque tenían referencia de los pucarás no intentaron otra fortificación que cercados de cardones y otras arboledas espinosas. Tanta confianza y mansedumbre abrieron fatalmente las puertas a la conquista y con ella llegaron la encomienda y los encomenderos, la pérdida del hogar y la libertad, la diáspora del pueblo, la esclavitud y el trato inhumano.”

Se sumó el extrañamiento de llevarlos lejos de su ayllu, el alcohol, las viruelas, la tuberculosis y la sífilis traída por los invasores, minaron la salud de estos indígenas que no tuvieron defensas contra estas plagas. La mestización fomentada por el abuso sexual hacia las indias izo la disolución de la raza primitiva.

En el siglo XVIII invadieron los Mapuches- Ranqueles huyendo de chile, como eran fuertes y belicosos tomaron a los Comechingones como parientes pobres haciéndolos sus siervos siendo ésta otra causa de su extinción.

Durante centurias nadie se ocupó de ellos ni de su historia, poco es lo que queda para rearmar el paso de este pueblo singular y laborioso que dejó el recuerdo de sus cantos, algunas palabras para designar lugares y la certeza de que fueron nuestros primeros artistas plásticos, según lo atestiguan las pictografías, los petroglifos, algunas cerámicas, y “ las pequeñas y bellísimas mensajeras de la muerte”, sus puntas de flechas, verdaderas joyas talladas en cuarzo.

La Leyenda del Soco Soco

Soco Soco se llamó aquel pueblito Comechingón situado en las márgenes del Cochanchavara, en un lugar muy próximo a la actual Río Cuarto.

Lo constituían casas semienterradas con techumbre de paja o cuevas naturales cavadas por el río, allí habitaban las familias indias albergándose alrededor de un jefe que debía ser buen cazador y elocuente orador. El Jefe conocía la vasta región en la que se organizaban las cacerías que no sólo los proveían de carne para el sustento, sino cueros y lanas. A veces los extensos territorios de cacerías eran disputados por otras tribus, a veces surgían escaramuzas y guerras, a veces las relaciones eran de intercambio de productos y manufacturas, a veces se robaban unos a otros, hasta las mujeres. Los que vivían junto al río desarrollaban actividades relacionadas con siembra del maíz, de los porotos y de los zapallos a los que no les faltaba el tábano del ají. Las mujeres recogían frutos silvestres, chauchas de algarrobo, semillas, huevos de aves y la miel silvestre, deliciosa golosina brindada por las abejas nativas.

Cuando regresaban de la recolección, se juntaban, repartían lo obtenido y amigablemente contaban sucedidos, cantaban y bailaban hasta la madrugada. 

Bibliografía

· Miguel Ángel Palermo – Los Habitantes más antiguos del País – Ed. Cultural Argentinas.- 1993.
· Miguel Ángel Gutierrez – Achiras Históricas – UNRC.-1996.
· Alberto Assadourian- Tiquilis.- Graciani.-Gráfica.-1999. Cba
· Antonio Serrano- Los Comechigones- Paidós.- 1976.
· Carlos Mayol Laferrere – Lorenzo Súarez de Figueroa y el descubrimiento de Río Cuarto.
· Aníbal Montes- Conquista y colonización de Córdoba del Norte- Edición Privada 1954.-
· Eduardo Gómez Molina – Marta Martínez – Cerro Colorado Lerner – 1993.
· Ulises D’Andrea- Beatriz Nores – Los Aborígenes de la Región de Río Cuarto. Edición Privada.
· Víctor Barrionuevo Imposti –Historia de Río Cuarto. Tomo I Cultura de la Municipalidad de Río Cuarto- 1986.
· Ana M. Rocchietti- El Cerro Inti Huasi (video).
· Alberto Rex González- La estratigrafía de la gruta de Inti Huasi. Rev. de Instituto de Antropología UNC – 1960.-
· Teresa Kraus- César Bianco- César Núñez- Los ambientes naturales de la provincia de Córdoba – U.N.R.C –1999.
· Huamani.com – año 1. Nº 2. Abril / 2002.

Índice

· Primeras Palabras sobre los Comechingones.
· Fusión de Culturas.
· Para Estudiar Estas Gentes.
· ¿Como Llamarlos? .
· Última Versión de un Nombre.
· La Cultura más Antigua: Ayampitín.
· Los Comechingones.
· Mapas de Ubicación.
· Entre la Ecología y el Paisaje.
· División Política.
· Agricultura.
· Ganadería.
· Arte Rupestre.
· Pinturas de Córdoba.
· Danza y Música.
· Artes Plásticas.
· Organización Política y Social.
· Creencias y Rituales.
· Entre los Hombres y los Dioses: Los Hechiceros.
· Inventando el Fuego.
· Una Lengua Complicada.
· La Muerte ese Misterio.
· Indios Fumadores.
· Beber y Cantar.
· Instrumentos Musicales.
· Cerámica.
· Las Armas.
· Punta de Flecha.
· Tareas Femeninas.
· Tareas Masculinas.
· Rituales de Iniciación.
· Gastronomía Primitiva.
· Herboristería.
· El Imperio Inca llegó hasta Nosotros.
· Cuando los Huesos Hablan.
· El más Bello Animal.
· El Cóndor Rey de la Alturas.
· Las Serpientes.
· Mitológico Flamenco.
· Los Camélidos Americanos.
· La llama que Perdió el Apetito.
· Llegan los Intrusos.
· Don Francisco de César, El Alucinado
· Españoles Indianizados.
· El Mítico Origen de Río Tercero – Leyenda.
· El Ejemplo de Ongamira – Leyenda.
· El Inti Huasi.
· El Hombre mas Antiguo de la Región.
· El Fin de una Raza.
· Genocidio.
· La Encomienda como Exterminio.
· La Leyenda del Soco Soco.
· Tómate Tu Tiempo. 

Rastros de Comechingones I -- (2004)

Autora: Susana Dillon.

Libro para investigar: Susana Dillon

Rastros de Comechingones II Arte y Magia ( 2007)

Desarrollo de algunos tema

Ideario

“ Nada más interesante para nosotros, los americanos, que el conocimiento perfecto de lo que fueron e hicieron las razas primitivas, cuanto más no fuera que porque somos hijos del suelo que ellas habitaran antes que nosotros.”

“ Apartar al Indio de la Historia es desdeñar nuestra tradición y renegar de nuestro nombre de Americanos.”

“ El Indio de la montaña es valor, entereza, bravura. En el llano se vuelve silencioso y abatido. En la guerra y en su estrategia ha mostrado siempre su Carácter.

Rara vez el viejo Cacique reunía en la llanura sus huestes y presentaba batalla. La Montaña es generalmente su baluarte, sus rocas sirven de parapeto, las piedras de proyectil. Si es vencido se escurre por un desfiladero, llega a la altura, se sienta a descansar de la fatiga, y desde allí contempla impasible al vencedor, quien padece la asfixia si intenta seguir sus pasos.”

Adán Quiroga . Calchaquí, 1963.


Portada

Al reeditarse Rastros de Comechingones, advertimos que el interés del público, y muy especialmente de estudiantes y maestros, había sido notorio de modo que seguimos nuestro trabajo de investigación con más entusiasmo.

Esta vez no sólo volvimos a las antiguas fuentes españolas las crónicas de la Conquista, los archivos regionales, los arqueólogos que trabajaron Científicamente, nos volvieron a dar más luces.

El trabajo de campo nos abrió las puertas del trato con los lugareños, los historiadores de la región, los congresos regionales de historia, los museos cercanos, la junta de historia en múltiples consultas. La gente serrana y lugareña que intervino contó lo que han recogido de “ los antiguos”, o de sus antepasados,como llaman en toda América India a las primitivas Culturas que los identifican.

Al recorrer pueblos, caseríos, ciudades, valles y alejados parajes encontramos gente con los rasgos de los pretéritos Comechingones y hay quienes, felizmente se sienten orgullosos de ses origen que se empeñan en desterrar. Allí hemos estado para seguir otra vez sus rastros con el objetivo de volver a esta tarea apasionadamente, colocándolos al alcance de la curiosidad de los niños y el interés de los grandes.

Y esas andanzas, cazando historias, como dice Eduardo Galeano, uno obtiene al fin un enorme júbilo al descubrir que esta etnia perseguida, esclavizada y extinguida, no sólo dejó gente que a pesar de la mestización de más de cinco siglos tienen sus rasgos, su mirada huidiza, su parquedad, su resistencia, su desconfianza ante el extraño, la marca de su sufrida existencia, allá en medio de las sierras donde encontró amparo y abrigo.

Hacerlos visibles y comunicarnos con ellos es el objetivo de este dozzier de Rastro de Comechingones que ahora estamos poniendo en sus manos, reforzando temas que nos adentran en el misterio de su arte y su magia.


Río Cuarto Portal de la Trapalanda 

Revolviendo las notas dejadas por Don Livio Cósole, respetando periodista de otros tiempos, he encontrado una página en que nuestro sabio y ameno antecesor nos cuenta de esa Trapalanda que él estudió conforme iban sumándose historias con un pie de leyenda que se remontan al año 1528.

Don Livio argumentaba que esta Villa fue el portal de la Trapalanda, fabuloso país de riquezas extraordinarias, por donde se iba ( sabe Dios por cuales rutas) a la ciudad de los Césares a la que los Conquistadores trataron vanamente de encontrar para hacerse ricos de una buena vez. De ese modo podía volver a España. No sólo pisando fuerte, sino exhibiendo riqueza y aquello que más los ufanaba: honra, fama y nombradía.

El tema histórico no dejó pluma quieta y las grandes rotativas trabajaron febriles para aventar la historia. Los Diarios,La Nación, La Prensa, la Voz del Interior, la Capital de Rosario y otros períodicos de fuste se dieron cita para publicar el asunto que como leyenda nos puso en primera plana, pero por siglos permaneció en el misterio.

El Escritor, Don Juan Filloy tampoco mezquinó tinta en cuanto a menear el tema y fue en “ Urumpta” donde dejó que su vigorosa imaginación persiguiera el origen de esta Trapalanda que lo atrapó en su hechizo para legarnos páginas memorables en defensa de nuestros aborígenes: “ Leyendas. Leyendas... Descalabradas, rendidas por el fracaso , volvieron todas las expediciones que fueron en pos de presuntos El Dorado de la Trapalanda,pasaron por el Soco Soco de ida y vuelta...”.

Según Aníbal Montes, arqueólogo e historiador, allá por los años 1529 a 1573 sostienen que existieron circustancias que hicieron circular los habitantes del Valle del Conlara y los de región de Chocancharaba ( que ya sabemos quería decir “ Cacique Chocán”), en que nuestros primeros habitantes mandaron en forma muy diplomática a los fastidiosos españoles “ más al sur, siempre más al sur”, para sacárselos de encima. Tanto Chocán como Yungulo, el Cacique del Valle del Conlara fueron los primeros en advertir las intenciones de los indeseados visitantes. Así que optaron por dar respuestas muy astutas y ante la insistencia en preguntar dónde estaba el oro, respondieron- ¿ Oro?- Sí, pero más al sur. Se largaron hasta la Patagónia y pasaron a Chile con el mismo cuento. Por estos datos las ciudades se buscaron durante siglos en pos de la riqueza rápida y fácil.

Tanto fueron los buscadores de la mítica Trapalanda o la ciudad de los Césares o el país de Lin Lin (Otro Cacique) con resultados negativos, que bien no dieron ni con una mísera pepita de oro, se conocieron caminos, se confeccionaron mapas se levantaron pueblos.

Según Don Livio Cónsole, esta verdadera pasión por descubrir la maravillosa ciudad duró hasta el siglo XVIII, sin embargo, la entrada o portal seguía siendo la Villa de Río Cuarto, una población miseria, sacudida por los malones, lugar de paso, fortín visitando por la gente de toda laya, descanso y recreo de carreteros, posta y fogón, camándula de pillos y rufianes. Levantada tantas veces como fue destruida, centro neurálgico y geográfico que se iba formando en la encrucijada de caminos abiertos a todos los vientos, a la que alguna vez don Carlos Mastrágelo llamó tras muchos estudios “ La Capital del Cuento Argentino”

¿ Sería predestinación o será que desde el vamos nos gustó contar las cosas más grandes de lo que son o nos complacemos con fanfarronadas que se quedan para siempre?

Se critica a los habitantes de la Villa de ser veleidosos, agrandados, amigos de lucirse en la vidriera darse corte, contar grandezas, jactarse de tener amigos influyente, creerse que se está en la cresta de la ola... El hecho de gloriarse de ser del Imperio, ya denota que les gusta la bambolla *. 

A menudo en charlas amigables, alguien me cuenta que desciende de algún Cacique Ranquel y si es dama, que su abuela fue princesa Pampa. Nadie todavía me ha contado que sus antepasados fueron indios rasos, sin jinetas, no señor, acá todos son Caciques y nadie se achica, faltaba más. Y si hay miseria que no se note. ( Consigna inventada por nuestra gente).

Para eso nos estudió el escritor Don Carlos Mastrángelo que supo, como nadie, encontrarlos mejores cuentos. Venimos de muy lejos con esa maña; desde Yungulo y Chocancharaba dos tipos indios que nos dieron ejemplo para que tengamos lejos al enemigo cuando los tuvieron como 300 años dando vueltas tras un cuento.

Somos gente descendientes de seres con imaginación portentosa.

Venimos a inventar ciudades fantásticas de tecos de oro y calles de adoquines de plata, donde la juventud y salud. Ahora, nadie dijo que se viviera en permanente jolgorio. A esto lo inventaron los nuevos Trapaladores*.

· Bambolla : Más apariencia que realidad.
· Trapaladores: Según el poeta Nativo de Río Cuarto, Osvaldo Guevara son los habitantes de la Trapalanda y parece que a esta palabra la encontramos en Don Quijote de la Mancha, dicha por Miguel De Cervantes. (Otro que sabía cuentos a granel).

Los Pueblos Más Antiguos

Según arqueólogos de reconocida trayectoria como Antonio Serrano, Rex González y José Pérez, los Comechingones habitaron la región de las Sierras Centrales, hoy llamadas Comechingones, hace más de 6000 años. Se extendieron por la llanura cuando se hicieron sedentarios y aprendieron a vivir de los algarrobos y de lo que producía su primitiva agricultura. De allí que se los diviso en serranos y algarroberos.

Según el paisaje, fueron sus hábitos de vida y su alimento. El algarrobo debió ser conciderado como un regalo de la naturaleza o de sus Dioses. Sus Chauchas jugosas o secas fueron parte importante de la gastronomía nativa.

Además de brindarles sombra, sus semillas maceradas y molidas, puestas en agua y dejadas fermentar producían chicha, la bebida inseparable de sus fiestas y reuniones.

Los Comechingones , han dejado noticias de que en tiempos de bonanza, en que no venían intrusos a complicarles la vida, eran pacíficos, laboriosos y fiesteros. Festejaban los encuentros con individuos de su etnia que encontraban en las cacerías. Cantaban y bailaban hasta la llegada del día. Debe ser por esta vieja costumbre, que aún perdura en sus descendientes actuales, la de la gente que no se quiere dormir temprano.

El Mensaje de los Dibujos

Según dijimos en “ Rastros de Comechingones”, los hombres eran barbados, altos en relación a sus vecinos, de facciones regulares, de piel más clara que otros indígenas, cabelleras no tan oscuras y gran resistencia en su vida nómade.

Por su forma craneana, se dice que proviene de la zona de los grandes ríos, desde donde partían en busca de los animales que constituían su dieta. Las sierras debieron darles abrigo y agua en abundancia, elemento que luego aprovecharían para regar sus cultivos. Cuando se agotaban los productos vegetales y desaparecía la caza levantaban sus paravientos y comenzaban a buscar mejores provisiones.

Su indumentaria en un comienzo fueron taparrabos de cueros y mantas de pieles, pero al encontrar fibras vegetales que pudieron tejer, se las ingeniaron para hacer faldas, además de bolsos y canastos para llevar sus pertenencias de un lugar a otro.

Se han encontrado restos de individuos con el cráneo deformado desde niños como una cualidad de belleza.

Los dibujos que se encuentran en todas las sierras son retratos de aquello que les interesaba como alimento. Las bandadas de suri (avestruz), las llamas y alpacas, los guanacos, venedos, peludos, lagartos y demás animalitos dibujados no era más que una invocación a sus deidades para que la cacería fuese abundante. Por eso la presencia del hechicero o shamán, personaje misterioso, necesario para aconsejar y predecir el futuro, además de ejercer las funciones de curandero.

Al contemplar el arte rupestre de la región serrana de Córdoba y San Luis, si agudizamos bien la mirada, hay una abundante muestra de lo que dibujaron y pintaron en las paredes de los lugares que habitaron nuestros primeros pobladores.

Este arte primitivo que se desarrolló hace más de mil años, esta representado por figuras de animales que buscaban durante su vida nómade pero también hay otros signos claros como el diseño del sol y algunas constelaciones que si duda tendrían importancia para fijar la influencia y relación con los rituales agrarios, épocas de siembra y de cosecha que los brujos o shamanes interpretaron y que nosotros solo intuímos.

Las pinturas tan abundantes en las cuevas y reparos en las desgastadas piedras serrana, nos indican que allí hubo un lugar de reunión o un cercano “ sacate” ( pueblito comechingón).

El sacate, no tenía esa decoración, porque sus paredes no permitían trabajar para lo durarero. Los lugares de reunión eran explanadas cerca de los dibujos donde realizaron los rituales. El cerro Inti Huasi, en las proximidades de achiras, es una muestra de haber sido lugar sagrado convocante. 

Se han encontrado vestigios de las casas pozo en la cercanía de una fuente de agua, tal el caso de “ El Pantanillo”, donde Aún en tiempos de seca prolongada hay una segura vertiente, que también sirvió a los Ingleses cuando instalaron el ferrocarril, siglos más tarde.Según datos obtenidos de gente del lugar y corroborados por el escritos e historiador Miguel Ángel Gutiérrez, los huaqueros * y campesinos saben dónde encontrar restos de los Comechingones por la seña dejada por una lomadita en medio de un campo llano, de tierra cultivable. Allí

De seguro , hay el derrumbe de una casa pozo, que a poco de escarbar se dan con restos líticos ( objetos de piedra), trozos de rústica cerámica, cáscara de huevos de suri ( avestruz criollo), huesos humanos y de animales comestibles, raspadores, cuchillos, morteros y todo lo que formaba el ajuar familiar.

· Huaqueros: buscadores de enterramientos (tesoros arqueológicos). 

Sus actos guerreros eran prolijamente preparados de antemano aprovechando que el enemigo se encontraba disperso o distraído. Se supone que esta belicosidad provenía de las luchas entre ellos mismos cuando invadían para aprovecharse de sembradíos, aguadas o robarse lo que no tenían.

Se organizaban en escuadrones o grupos compactos al grito de 
¡ Comechingón ! , ¡ Comechingón !, ¡ mata ! ¡ mata !, que era su alarido de guerra.

Los “ Sacate” junto a los ríos eran también lugares donde los hombres elaboraban sus armas: garrotes, boleadoras, hachas, en pocas palabras, allí tenían su comunitaria armería y elegían las piedras más duras para con su puntas trazar los petrolífos. La zona de Suco, cerca de la laguna del mismo nombre y próxima a Río Cuarto, tiene una cueva en la que los petroglífos son un conjunto de mensajes que aún no nos explicamos. Lamentablemente, gente muy ignorante los ha modificado pintándolos encima.

En Alpa Corral, bello lugar próximo a Río Cuarto, a pocos pasos del puente de acceso, a orillas del río, en pleno pueblo encontré un verdadero arsenal de puntas de flechas trabajadas con primor, de cuarcita, una verdadera obra de arte que luego de una creciente, quedó al descubierto. Esa debía ser la armería de los primitivos alpacorralenses, lugar de reunión para enseñarse unos a otros a tallar sus armas y a pulir sus morteros, raspadores, pulidores y conanas*.

* Conanas: Tabla de piedra plana para moler con una piedra cilíndrica.


Cacique Censado entre 1545 y 1650

Yungulo: Cacique principal y parcialidad Comechingona que hicieron soñar a los españoles con la ciudad de los Césares, fábula inventada por este jefe de gran imaginación. Posiblemente el más conocido a través de la leyenda.

Bibliografía

Datos obtenidos en “Caciques y Capitanejos en la Historia Argentina” – Guillermo A Terrera – Editorial Plus Ultra – 1986.

Achiras – El Cerro Inti Huasi

La Localidad llamada “La Linda del Sur”, tiene el encanto de ser una de las más antiguas poblaciones de la zona. Su historial guarda recuerdos líticos de los Comechingones y en su Museo de la Comandancia, alberga recuerdos de la campaña del desierto. Son numerosas las piezas líticas como morterosconanas, raspadores, punta de flechas, puntas de lanzas que pobladores cuidadosos han atesorado para su exhibición. En las inmediaciones existen, junto a ríos y arroyos, morteros fijos donde las Comechingonas se reunían para hacer la molienda de sus cosechas para la modesta gastronomía. También, en otros morteros se molían las piedras para usarlas como colorantes de sus obras pictóricas.

Muy cerca de la Localidad puede visitarse el cerro Inti Huasi para estar en contacto con uno de sus atractivos frisos de los animales que habitaron la región en tiempos pretéritos. Un bello cuadro de animales a la estampida realizado en un alero, justifica el viaje. Las formas que la erosión hidráulica y eálica en la piedra arenisca que han trabajado en rarísima formas son otro atractivo del cerro y allí también han dibujado signos y la imagen del sol, posiblemente su máxima deidad. Quien ha estudiado estos signos, aventura la opinión de que puede tratarse de alguna constelación, que tendría que ver con los ritos agrarios.

Según nuestro historiador Miguel Ángel Guitarreo, que conoce a los serranos de la región de Achiras porque fue durante 37 años maestro rural, colgado de las Sierras, dice que los actuales pobladores nativos conservan las mismas características físicas y costumbres de los comechingones, descriptos por los colonizadores españoles, agregando que son personas retraídas, de pocas palabras, con una notable resistencia física al clima duro de las altas sierras, a las que se han adaptado durantes centurias.

Petroglifos de Cerro Suco 

Situado a pocos kilómetros de Chaján, cerca de Río Cuarto, en una pequeña gruta extraños signos que aún no se sabe que significado tienen.

Gente sin cultura los ha pintado restándole valor arqueológico.

Este cerro, por su ubicación, fu sin duda usado como atalaya o torre de observación del amplio valle.

Los petroglifos son signos grabados en las paredes con otras piedras mas duras.

Alpa Corral y sus Tesoros Arqueológicos

Pictografías en Alpa Corral, antiguo campo 

“Las Aguadas” Hoy Establecimiento el Paso.

Alpa Corral a pocos kilómetros de la Ciudad de Río Cuarto, no solo tiene un paisaje encantador y una Villa residencial, también en La Cocha, antigua estancia, donde se han encontrado restos óseos de más de 1500 años, en los aleros y cuevas, se han hallado pictografías en rincones serranos. Allí los primitivos artistas han dejado lo que muchos valoraban para su subsistencia, las figuras de llamas próximas a tener cría. Si duda una rogativa para el aumento del ganado que aquellos habían domesticado.

Indice

· Río Cuarto portal de la Trapalanda.
· Los pueblos más antiguos – Comechingones.
· Los Juegos Infantiles.
· Vida Difícil pero Interesante.
· La Magia de los Hechiceros.
· Sahumerios, baños y mejunjes.
· Algo Más Sobre los Hechiceros.
· Incas Civilizadores.
· Los Jefes, Caciques o Charaba.
· Caciques Censados entre 1945 y 1650
· Oski.
· Leyendas Serranas.
· Leyenda de la Conquista de Córdoba.
· Achiras - El Cerro Inti Huasi.
· Relatos de Tiempos Coloniales.
· El Cerro Colorado y sus Pictografías.
· Cuidar Lo Nuestro.
· Lo que Costó la Fundación de Córdoba.
· Exclavitud y Aniquilamiento.
· Trabajos Esclavos.
· La Lengua que se Perdió.
· El Tráfico de Objetos Arqueológicos.
· Baqueanos.
· El Origen de los Sobrenombres.
· Para Tener en Cuenta.
· Petroglifos de Cerro Suco.
· Alpa Corral y sus Tesoros Arqueológicos.

Rastros de Comechingones II Arte y Magia ( 2007)

Autora : Susana Dillon

LV 16 Radio Río Cuarto

Las Pictografías y los petroglifos son mensajes grabados en las piedras donde nuestros pueblos originarios se comunicaron con los de sus tiempos, pensando en hacerlo también con nosotros sus descendientes.

Eso Prueba que la comunicación fue una de las primeras necesidades de los pueblos primitivos.

Así lo ha entendido nuestra emisora LV 16 Radio Río Cuarto cuando se interesó en la publicación y difusión de este libro aportando la técnica sostificada de la radiotelefonía.

Así Nació

Rastros de Comechingones II Arte y Magia

El mensaje ahora llega a tus manos.

Indios Pampas

Valor renuevan los pueblos cuando recuerdan en pasado sus luchas, sus años de angustia, sus derrotas pero también sus glorias,

Guardar la memoria de sus orígenes significa tener identidad, mirar confiados al futuro.

Todo lo que nos acerque a un lejano pasado no sólo será un acto memórico será una importante manifestación de Cultura.

Córdoba invierte en Cultura, porque confía en el Futuro

La Cultura es el camino que hace noble a los pueblos.

Gobierno de la Provincia de Córdoba


Los Pampas Dueños de las Llanuras

¿De donde viene el nombre Pampa? Significa en quechua llanura sin árboles. Así llamaban los indígenas del norte a estas tierras. Luego comenzaron a llamar Pampa a la zona y asuso habitantes. Los Guaraníes, por su parte llamaban a los Pampas querandíes (en su lengua, los de grasa) por la gran cantidad de grasa de pescado que, en el siglo XVI, éstos incluían en su dieta.

Se sabe poco de los antiguos cazadores querandíes o Pampas, habitantes de la llanura Pampeana. A partir del siglo XVIII fueron muy influidos por los Indios Mapuches, de quienes tomaron costumbres e idioma. Desde entonces, se dedicaron a la agricultura y la ganadería.

Vivían en dilatadas llanuras que se extienden entre los ríos Tercero al quinto, desde el Este de nuestra sierras ocupando el sur de San Luis, sur de Córdoba, sur de Santa Fe y Oeste de Buenos Aires; buscando animales para cazar. Cada tribu tenía su territorio, pero cuando faltaba la caza, lo dejaban para hacer sus recorridos. Luego regresaban al su lugar de origen. Desde el siglo XVII fueron más sedentarios. 

Se diferenciaban de los mansos Comechingones por su belicosiad, su cuerpo macizo y musculoso, tez oscura, largas cabelleras y expresión fiera. Eran nómades, con hábitos pastoriles, no se dedicaron a la agricultura, sólo recolectaban semillas, raíces y frutos naturales,

Los antiguos pampas antes que los españoles trajeran los caballos los pampas recorrían estas infinitas llanuras a fuerza de talón aliento acechaban a sus presas corriéndolas hasta agotarlas, comían carne de ciervos guanacos, ñandúes, nutrias, avetruz, venados que cazaban y sus armas consistían en chuzas con puntas de hueso piedra o espinas de peces, la lanza era temible, la honda el arco y la flecha la boleadoras en sus manos era un arma mortal, todo animal era conciderado buen bocado, hasta los reptiles, en tiempo de escasez hasta se comían las langostas eran grandes cazadores Completaban su dieta con vainas de algarrobo, pescado y maíz, que obtenían del comercio con otros pueblos, luego de la llegada de los españoles aprendieron a andar a caballo y a comer yeguas y vacas, conocieron la agricultura por influencia de los Indios Mapuches.

Contruyeron y vivían en grandes toldos de cuero, que armaban y desarmaban para salir a buscar lugares de caza más abundantes, los hacían con cueros de animales que cazaban guanacos y venados cosidos con tendones de los mismos animales, eran viviendas muy amplias, con varias habitaciones, cada persona tenía su cuarto,en los que dormían sobre cómodos colchones de lana de obeja, o división donde era su comedor. siempre levantaban sus tolderías a orillas de ríos lagunas para abastecerse de agua. Los toldos eran abrigados, disponiéndolos en hileras separados por una calle, a la puerta la cubrían con mantas o pieles.

Eran muy hábiles trabajando la plata, que obtenían de las monedas de los criollos. Fabricaban joyas, rastras, espuelas y frenos para los caballos.

Cuando nacía un niño, no le ponían un nombre hasta los cuatro años. Entonces se hacía una ceremonia sacrificando un caballo y el niño recibía el nombre.

Para casarse, el novio ofrecía regalos a la familia de la novia. Pero si a los padres no les caía bien el candidato, no aprobaban la boda. Cada hombre podía tener tantas mujeres como regalos pudiese comprar. Un cacique podía tener 30 esposas.

Por influencia Mapuche tenían un Dios supremo Chao ( padre) constituido por cuatro personas : un hombre viejo, una mujer vieja, un hombre joven y una mujer joven. Chao vigilaba la conducta de su gente. Si se apartaban del bien,les quitaba protección y quedaban indefensos frente a los gualichos, demonios maléficos. Creían en la vida después de la muerte y colocaban en sus tumbas comida y elementos que el muerto podría necesitar en su nueva existencia. A veces sacrificaban un caballo para que lo llevara a su nueva morada. Alas machis, médicas y sacerdotistas, curaban, dirigían los ritos y alejaban a los gualichos.

Los Pampas tomaron contacto con los españoles en 1536 ( primera fundación de Buenos Aires). La relación era cordial, pero luego Mendoza y sus hombres se mostraron demaciados exigentes. Mucho les costó a españoles y criollos avanzar sobre este pueblo, que atacaba en malón, obligando a los blancos a retroceder.

¿De dónde viene el nombre “pampa”?

Pampa significa, en quechua llanura sin árboles. Así llamaban los indígenas del norte a estas tierras. Luego comenzaron a llamar pampa a la zona y a sus habitantes. Los guaraníes, por su parte, llamaban a los pampas querandíes ( en su lengua, los de grasa) por la gran cantidad de grasa de pescado que, que en el siglo XVI, éstos incluían en su dieta.

¿Cómo era la Sociedad?

Vivían en pequeños geupos familiares como antepasados comunes. Cada uno elegía a su cacique según sus cualidades. Había caciques principales, que gobernaban grandes comunidades y hasta formaron confederaciones para enfrentar los ataques de los blancos. Les seguían en importancia los capitanejos que asistían a los caciques en las guerras y en el mando. Los caciques debían consultar sus decisiones más difíciles con una asamblea de todos los hombres, llamada traun.

Desde 1878, la campaña militar de Julio Argentino Roca ocupó las tierras de los pampas tres su heroica resistencia.

Finalmente fueron arrinconados. Hubo gran cantidad de muertos y muchos cayeron prisioneros y se vieron obligados a trabajar como peones en las estancias y en los ingenios azucareros del norte Argentino.

Actualmente , sus descendientes se encuentran mezclados con los mapuches que sobreviven en las provincias de Buenos Aires, La pampa, Neuquén y Río Negro. 


Enciclopedia : Saber Hoy – Fascículo Nº 9 y 10 Diario Clarín. (Autores: María José Solís y Redacción Revista Genios.)
Fotos Archivo General de la Nación. Dibujos: Olivetti – Sosa – Bobillo.



Libro para Investigar: 

Autora: Susana Dillon

Desarrollo de algunos temas


Se Vienen Los Pampas

Dedicado a la China María, “ regalada” a mi abuela inmigrante por un mayor de la Campaña del Desierto.

A los huérfanos regalados y apropiados luego del despojo.

A mi nieta Victoria nacida en cautiverio, que no conoció a sus padres desaparecidos el 09-12-1977.

“Si el pasado no tiene nada que decirle al presente, la historia puede quedarse dormida, sin molestar, en el ropero donde el sistema guarda sus viejos disfraces.

El sistema nos vacía la memoria o nos llena la memoria de basura”.

Eduardo Galeano: El Libro de los Abrazos.

“ La memoria es el único lugar donde no podemos ser perseguidos, el único paraíso del que no nos pueden desterrar, a no ser que se hayan cometido actos aberrantes que te pongan en funcionamiento la conciencia y ésta te mande al infierno”

Zulma Courtial. Mi Maestra.

“ Lo que entendemos como historia es una ofensa contra cualquier concepción decente de la humanidad. Es por lo general la historia del poder Político y no es otra cosa que la historia del crimen internacional y los asecinatos colectivos, la historia de las conquistas, crímenes y violencia cometidos por caudillos y déspotas a quienes los historiadores han transformado en héroes.”

Mario Vargas Llosa

“ Es curioso que la historia sea tan aburrida siendo que en gran medida es inventada”.
Juan Gelman.

Origen de los antiguos Pampas

Los españoles que llegaron a nuestro territorio con el objetivo de fundar fortificaciones y ciudades a las orillas de los grandes ríos, a poco de recorrer lo que se llamaría más tarde el río de la plata, tanto el marino Sebastián Gaboto como don Pedro de Mendoza, se encontraron con aborígenes que habitaban las riberas y las llanuras limitadas por aquellas corrientes. Se supone que esa extensa llanura, rica en pastos, con excelente caza, pesca, fue un verdadero corredor por donde las hordas transitaban constantemente en busca de comida.

Según las crónicas, los españoles se encontraron con los querandíes que los proveyeron de lo que cazaban, pescaban y frutos recolectaban. Al comienzo, los más de 1500 visitantes sastisfacieron su apetito, pero a los pocos días las exigencias fueron mayores y comenzaron los malos tratos y las amenazas. Tal comportamiento, trajo como es natural la indignación de los locales que no tenían cómo llenar a tan incómodos huéspedes. De los abusos respondieron con guerra y así tuvieron que procurarse la comida por sus propios medios, trabándose en guerra sin cuartel, la destrucción de Buenos Aires y del fuerte Sancti Espíritu se debieron a esta guerra.

Hay una crónica del 10 de julio de 1528 que narra la visita de unos pampas llamados querandíes a la fortaleza se Sebastián Gaboto en las bocas del río Carcaraña*.

“Vino una gente de campo que dicen querandíes. Esta gente es muy ligera, manteniéndose con carne que matan y en matándola, cualquiera que sea, le beben la sangre, porque su principal mantenimiento es éste, a causa de ser la tierra muy falta de agua”

Ulrico Shmidell, cronista de la expedición de Mendoza, también narra sobre el conocimiento de estos aborígenes que terminaron incendiando la desdichada Buenos Aires.

Pero no fue la única etnia que transitó por tan dilatado escenario, hubo otra venida del sur patagónico, tal como los tehuelches, recibiendo la influencia de los que venían de los grandes ríos. De modo que en este transcurso del tiempo y por diversas necesidades se fueron mestizando con sus ocacionales competidores o haciendo trueque de productos o recibiendo el aporte de los vencidos en combates por ocupación de territorios o aguadas.

Los antropólogos argumentan que es erróneo llamar pampas a esta etnia por el hecho de habitarla, ya que como eran nómades, al no tener paradero fijo ni el mismo idioma, no los definía correctamente. Se les llama Pampas primitivos, pero eran una mezcla de distintas corrientes migratorias.

En 1772, el Padre Sánchez Labrador escribía: “ Son los pampas una junta de parcialidades de los indios que reconocen en las tierras australes.

Por esta causa entre dichos pampas se hablan todas las lenguas de las naciones mediterráneas y no otra particular y propia”

Si embargo , a través de los escritos encontrados a fines de 1700 y especialmente luego del 1800 se los llamaba Guénaken o Tehuelches que más tarde los designaría con el sobrenombre de patagones, por las enormes huellas que dejaban con su calzado de pieles en la nieve , de allí viene el patronímico Patagónia , lugar donde habitaron estas gentes , que eran corpulentos, altos vigorosos y mansos.

Martínez Sarasola en su libro Nuestros paisanos los indios, nos aclara este panorama por demás confuso dadas las distintas maneras de clasificar a esta etnia y sus sucesivos cruces. Acordemos que los primitivos habitantes de la pampa recibieron a los venidos desde Brasil actual mezclados con los querandíes que probablemente ya venían mestizados con guaraníes.

La necesidad de climas más benignos hizo que los tehuelches del norte y sur de la Patagonia entraran en este amplio corredor, pero todavía mucho más tarde van apareciendo, en diversas oleadas los araucanos venidos de territorio Chileno, corridos a su vez por los españoles que llegaban en son de conquista. No bien tuvieron idea de lo que representaban aquellas llanuras cubiertas de excelentes pastos y buenas aguas pensaron que habían llegado a su paraíso donde no solamente tuvieran buena caza y árboles que los alimentaran y protegieran, sino hasta pudieron apacentar sus rebaños de llamas y alpacas, levantar sus toldos y comenzar a sembrar como lo hacían los pueblos andinos influenciados por los Incas.

En esta región, desde hacía más de 10000 a los se venía produciendo un gran cambio de clima a consecuencia de la última glaciación, por eso no extraña que hayan encontrado, para variar su dieta, a los grandes mamíferos de épocas pretéritas como los megaterios y gliptodontes.


Resumiendo

Los Pampas antiguos o primitivos son una mezcla de querandíes, tehuelches septentrionales y meridionales ( del norte y del sur patagónico), pehuenches y mucho más tarde los araucanos venidos de Chile, pero también se mezclaron con otras etnias menores que aportaron parte de su limitada cultura.

Quede claro: el nombre Pampa no significa étnico sino geográfico.

En cuanto al idioma que hablaban con tantos cruzamientos es probable que haya modificado paulatinamente, Lehmamnitche, afirma que los primitivos pampas hablarían el idioma “Let” (gente) que terminó de ser suplantado por el mapuche al arribo de los araucanos, siendo más complejo, amplio y funcional.

Organizados en tribus y con importantes jefaturas se fueron ubicando en las actuales provincias de Buenos Aires, La Pampa, sur de Santa Fe, de Córdoba, de San Luis y de Mendoza constituyendo primero el enorme espacio que creó, en la imaginación de los conquistadores, el camino hacia la ciudad de los Césares o la entrada a la trapalanda, quimera creada por los buscadores de fortuna fácil que ante el fracaso de tanta fábula pasó a llamarse “ el desierto”, o la tierra maldita, o la tierra incógnita o tierra del diablo.


Bibliografía.

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Barbará, F. Manual de lengua pampa. 1944.
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Cuentos, mitos y leyendas patagónicas. Ed Continente.2000.
Curruhuinca Roux. Sayhueque, el último Cacique. Ed Plus Ultra.1986.
Ebelot, A. Recuerdos y relatos de la guerra de fronteras. Plus Ultra 1968.
El Indio del desierto. Ed Goncourt.1977.
Erize, E Diccionario mapuche español. Ed Yepun. 1987.
Estévez, J.J. Pincén, vida y leyenda. Ed Teoría. 1993.
González, M. Nuestra Tierra India. Letra Buena. 1992.
Kurtef, A. Los araucanos en el misterio de los Andes. Plus Ultra.1991.
Mandrini, R. Y S. Ortelli. Volver al país de los araucanos. Sudamericana. Joven. 1993.
Mansilla Lucio Victorino. Una excursión a los Indios Ranqueles. Austral. 1990.
Martínez Sarasola, C Nuestros Paisanos, los indios. Emecé. Buenos Aires 2005.
Palermo, M. Los Indios de la Pampa. Ed. El Quirquincho. 1992.
Rex González y A. Prez. Argentina Indígena. Paidós. 1982.
Sarramone, A. Catriel y los Indios Pampas de Buenos Aires. Biblos Azul. 1993.
Schoo Lastra, D. Lanza rota. 1951.
Serrano, A. Los Aborígenes argentinos. Paideia. 2000.
Sosa, N. Mujeres indígenas de la Pampa y Patagonia. Emecé. 2001.
Terrera, G. A. Caciques y Capitanejos de la historia Argentina. Plus Ultra. 1986.
Zeballos, E. La conquista de 15 mil leguas. 1958.
Zeballos, E. La conquista de 15.000 leguas. Hispamérica. 1996.
Zeballos, E. La dinastía de los zorros. Austral. 1952.
Zeballos, E. Viaje al país de los araucanos. ED. Hachette. 1960. 


Índice

· Para los docentes y estudiantes.
· ¿Adonde irán estas flechas?.
· Origen de los antiguos pampas.
· ¿Cómo eran?.
· Esa gran atracción de la Pampa.
· La gran expansión en nuestro territorio.
· Buscando el paraíso I.
· Buscando el paraíso II
· Guaraníes Y querandíes.
· Familia y Sociedad.
· Las Armas.
· Religión.
· El Dios cristiano y cómo lo pensaba Catriel.
· Adornos.
· Economía.
· Juegos Infantiles.
· Las cunas pampas
· Para ser hombres.
· Días de fiesta.
· La vida de las mujeres en los toldos.
· De paravientos a toldería.
· La lengua o mapudungu.
· La naturaleza de los pampas.
· La literatura mapuche.
· Los perseguidos se refugiaban en las tolderías.
· Opiniones de contemporáneos.
· La rastrillada.
· Historia semejante en las praderas norteamericanas y argentinas.
· La pulpería.
· La vida en las tolderías.
· Las modas indias.
· Cómo se formaba el linaje.
· Linajes.
· El trueque.
· Las cautivas.
· El parlamento.
· Me lo contó mi abuela. Indios e inmigrantes.
· Industrias y negocios.
· El algarrobo, árbol sagrado.
· Los malones, su origen.
· La inutilidad del genocidio.
· Los caballos de los indios.
· Cautivos e indios.
· Los tordillos de villegas.
· Acciones Punitivas.
· Cómo trato San Martín a los indios.
· ¿ Por qué los pampas pudieron luchar casi 300 años contra los blancos?
· Nuestros pueblos originarios y los derechos humanos.
· Pincén, un lonco de leyenda.
· Honras fúnebres y elección de un lonco.
· Pincén y la yegua blanca.
· ¿ A donde fueron a parar los pampas?.
· Los Soldados que combatieron a los indios.
· Un pedazo e´ lata.
· La solución final.
· Para reflexionar.
· Las Salinas Grandes, lugar de gran importancia.
· Los amores pampas.
· Cosmogonía de los pampas según las creencias mapuches.
· Intervención de los pampas en el Ejército Nacional.
· Del imaginario colectivo mapuche.
· Conjuros a Maipe.
· Zampám- Zucúm, la Tetona.
· Cümequemén, indiecita tejedora.
· El cautivo campeón.
· Empresario televisivo busca desalojar a familias mapuches.
· Benetton y los mapuches por Roma.
· El rey y los mapuches por Rosario.
· Palabras de uso corriente de origen pampa- mapuche.
· El reparto del desierto.
· Una parte del botín.
· Apéndice.
· Los sanavirones.
· Usos y costumbres.
· Creencias.

Se Vienen los Pampas 
Autora : Susana Dillon.

Libro para Investigar: Padre Iganacio Miguel Costa
Fragmento de algunos temas

Reducción y El Señor de la Buena Muerte

La Primera Noticia sobre el lugar y sus Primitivos Habitantes.

Los orígenes de lo que se podría llamar zona geográfica abarcada por el Río Cuarto no son claros. Esto no debe extrañar porque pasó casi más de un siglo desde su descubrimiento hasta que existiera un punto de referencia, como un pequeño grupo habitacional estable. Este precario asentamiento se puede ubicar en las tierras del sur de córdoba.

La actual Provincia de Córdoba estaba habitada por los indios Sanavirones en el noroeste, los Comechingones en el oeste y los pampas en la llanura. El apelativo pampa tiene significado geográfico, no étnico.

Eran bien desarrollados y de mediana estatura, cazadores, nómades, de cultura muy rudimentaria y de temperamento bravío. Trasladaban sus pequeños toldos según la necesidades de la caza del avestruz o del venado, de los que se apoderaban con boleadoras ( su arma típica). Ignoraban la agricultura. Tostaban y molían las langostas para hacer harina que comían en tortas. Con la algarroba fermentaban y fabricaban aloja. Su arte era elemental. Conocían el tejido y fabricaban bastos ponchos de lana de guanaco y, rudimentariamente, cosían pieles con agujas de hueso, las que le servían de techo. Su jefe tenía autoridad solamente en tiempo de guerra y aún así con la aprobación del “ Parlamento” de guerreros.

Los Dueños de la Tierra

A lo largo de la historia, en infinidad de circustancias y épocas, los derechos sobre tierras y bienes se consiguieron en base a conquistas, Si entrar a juzgar la legitimidad de tales actos, la situación concreta siempre fue la misma: en cierta manera los naturales de una región podían considerarse “ dueños de la tierra” que habitaban sin poder comprobar si la habían adquirido por justos títulos de herencia o compra O si, a su vez, la conquiestaron a los primeros ocupantes. Tampoco puede afirmarse que esa ocupación fuera jurídicamente legal cuando vivían en forma nómade, estando años en un lugar y años en otro y con un número muy pequeño de individuos en relación a la enorme extención en que se movían.

También en muchos casos se puede inferir que la conquista dio derechos conformes a las leyes que imperaban en el mundo civilizado. El hecho concreto es que los indios defendieron su habita y los españoles su descubrimiento y conquista. Se enfrentaron dos culturas disímiles. Una traía la fuerza de la civilización europea y se podría considerar superior. Lo ideal hubiera sido una asimilación y una complementación mutua.

En cierta medida se dio, pero prevaleció la civilización española, por otra parte, ante la barbarie de los indios de la zona, era muy difícil la convivencia o la asimilación pacífica y surgió el enfrentamiento. Se hicieron ingentes esfuerzos para lograr lo primero, muchas veces sangrientos, pero también otros pacíficos. De estos últimos quedó como recuerdo la localidad de Reducción.

Por eso interesa saber quienes fueron los poseedores de las tierras en las que hoy se enclava Reducción y, por supuesto, los de la zona que tenía y tiene hoy como centro el antiguo Partido o Curato del Río Cuarto y, en nuestros días, la ciudad y la Diócesis del mismo nombre. Los límites del antiguo Partido o Curato coincidían casi con exactitud con los actuales de la Diócesis de Río Cuarto.

Conocer los orígenes históricos de lo que se podía denominar zona abarcada por el Río Cuarto no puede lograrse con claridad. 

Esto es de extrañar porque pasó casi más de medio siglo desde su descubrimiento hasta que existiera un punto de referencia, como un pequeño grupo habitacional estable. Ese asentamiento se puede situar en la antigua estancia de los Cabrera en el Río Cuarto, Primeros dueños de la tierra del sur y Encomenderos de los Indios allí existentes.

Índice

Introducción:

* La primera noticia sobre el lugar y sus primitivos habitantes.
* Los dueños de la tierra.
* Las relaciones entre Indios y Españoles.
* La Reducción Jesuitica de los Indios Pampas en 
* “El Espinillo” Los Curas doctrineros, La reducción a través de los inventarios. Concesiones de tierras para la reducción. El traslado de la reducción. Últimas noticias de la reducción.
* El Pueblo de Jesús María (Reducción)
Francisco Domingo Zarco, La fundación del pueblo de Jesús María.
* El Señor de la Buena Muerte o el Santo Cristo de Reducción.
El origen Señor de la Buena Muerte, El culto y la devoción al Señor de la Buena Muerte, Reducción como lugar privilegiado de culto, Devoción al Señor de la Buena Muerte.
* Monseñor Juan Bautista Fassi.
* Monseñor Lino Antonio Verri.
* Sacerdotes que Sucedieron a Monseñor Lino Antonio Verri en Reducción.

Reducción y El Señor de la Buena Muerte.

Padre Ignacio Miguel Costa.

Revista: Historia Ilustrada de Río Cuarto. J.A.F Publicaciones Junio 1999.

Susana Dillon: Rastros de Comechingones I (2004) Editorial de la Fundación de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Susana Dillon: Rastros de Comechingones ll (Arte y Magia) (2007) Editorial de la Fundación de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Susana Dillon: Se Vienen los Pampas (2006 © by Susana Dillon.

Enciclopedia : Saber Hoy – Fascículo Nº 9 y 10 Diario Clarín. (Autores: María José Solís y Redacción Revista Genios.) Dibujos: Olivetti – Sosa – Bobillo.

Escritor Historiador: Padre Ignacio Miguel Costa. ( Diócesis de Río Cuarto) Libro: (Reducción y El Señor de la Buena Muerte). (2005) © Ignacio Miguel Costa.

Eduardo Tyrrell : Trabajo de Recopilación de Datos y Fotos, agosto 2008.

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