Juan Filloy: El Escritor de los Tres Siglos 1894 - 2000
Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Río Cuarto
Orgullo de la Provincia de Córdoba
Eduardo Tyrrell

Emblema y paradigma Juan Filloy. Sus obras se proyectan por el mundo con el acento de una ciudad que lo cobijó durante la mayor parte de su vida, dejando a lo largo de su fecunda existencia de 106 años el legado de una vasta producción literaria que abarca los más diversos géneros.

Nació en Córdoba, aunque residió durante 64 años en Río Cuarto. Fue importante fuente de inspiración para escritores como Julio Cortázar, quien se refiere a su obra en “Rayuela” y en “La Vuelta al día en ochenta Mundos” 

Arte Cultura y Espectáculos. 
Fundación Por la Cultura
Municipalidad de la Ciudad de Río Cuarto

Homenaje a Juan Filloy
16 de julio de 2005

 

Breve Reseña Biográfica 

Tercer hijo del segundo matrimonio de Dominiquette Grange, francesa de Tolouse, con Benito Filloy, español de Pontevedra, el escritor argentino Juan Filloy nació en el pueblo de General Paz, al noroeste de la Ciudad de Córdoba, el primero de agosto de 1894.

A este lugar lindero con el Río Suquía llegaron sus padres en 1888 para instalar un negocio de almacén de ramos generales y despacho de bebidas llamado "La Abundancia", que por años prolongó la actividad hasta hacerlo un establecimiento característico de la zona.

Realizó los estudios primarios en la escuela Normal Alejandro Carbó y los secundarios en el colegio Nacional de Monserrat de la Ciudad de Córdoba.

En 1912 la familia, sus padres y los hermanos Benito ( c. 1891- 1976). Rosa y Manuel, instaló el cine, teatro y bar Imperial con una inversión que, aunque distinta, no aumentó la prosperidad del grupo.

En 1913 se desempeño como bibliotecario Ad-honorem de la biblioteca Popular Vélez Sarsfield ( fundada el 11 de mayo de 1909), ubicada en el mismo barrio General Paz de su infancia y adolescencia; al año siguiente ocupó el cargo de secretario de la entidad. 

En ese mismo año, el 12 de octubre, asistió como socio fundador del Club Atlético Talleres y fue el fundador y primer presidente del Club de Ajedrez Vélez Sarsfield de su ciudad natal.

En marzo de 1919 recibió el título de abogado en la facultad de Derecho y Ciencias Sociales( Universidad Nacional de Córdoba) y ejerció con altibajos durante casi dos años la profesión.

Recibió una designación oficial y eligió Río Cuarto como su destino.

En la Ciudad de Río Cuarto se instaló el 8 de octubre de 1921 y vivió permanentemente hasta febrero de 1985 por casi sesenta y cuatro años donde escribió la casi totalidad de su obra que abarca los distintos géneros literarios y que es el motivo de su reconocimiento nacional.

Primeros Contactos

Ejerciendo en la Justicia provincial como Asesor Letrado de menores, fue presentado por Juan Rodori el 13 de octubre de 1921 ingresa como socio activo del Club Sportivo y Biblioteca Atenas de la Ciudad de Río Cuarto, donde desempeño una intensa labor para el impulso institucional y deportivo, llegando a la presidencia el 28 de enero de 1927, siendo declarado socio Honorario el 16 de enero de 1929.

Estas fueron sus primeras actividades concretas en la ciudad del Sur Cordobés mientras se hospedaba en un cuarto del Moderno Hotel ( años después Hotel Plaza) en la segunda cuadra de la calle Rivadavia.

La biblioteca del Club fue el primer gran desvelo del joven cordobés, al punto que en poco tiempo pasó a ser el centro cultural en su tipo más importante de la aldea.

La subcomisión de Bibliotecas elegida el 22 de febrero de 1922 tuvo como Director a Juan Filloy, tesorero a Rafael Zardain y vocales a Alberto M. Díaz, Diego L. Ortiz Molina y José Posadas. ( Acta 217 fs 79).

El 15 de agosto de 1922 se presentó, por gestión del Club Atenas para realizar una exhibición el boxeador de todos los pesos Luis Angel Firpo ante su sparring Joe Boykin y el local Sergio Minutti, en la cancha de Foot Ball, Juan Filloy fue el árbitro del lance.

Desde 1922 hasta 1988 fue socio activo de la Biblioteca Popular Mariano Moreno. Durante la presidencia del Dr Conrado O. Ferrer ocupó el cargo de secretario, elegido por la asamblea general el 12 de mayo de 1922.

El 5 de julio de 1933, durante la Intendencia de Carlos Aquino Vismara, fue creado el Museo Municipal de Bellas Artes a instancia de Juan Filloy quien estuvo acompañado por el artista plástico Marciano Roque Longarini como conservador de las obras.

Formó el patrimonio artístico del reservorio con una donación personal y obras recibidas del Museo Nacional. El 9 de julio de aquel año estos precursores presentaban el primer Salón de Invierno en el espacio hoy conocido comoo Salón Blanco dentro del Palacio Municipal recientemente inaugurado ( mayo de 1933).

El Fundador luego director honorario en cuya función ad-honórem se mantuvo hasta abril de 1953 cuando renunció para ser sucedido por el artista Franklin Arregui Cano.

Casamiento

En 1935 contrajo matrimonio con Paulina Warshawsky, una singular y bella dama inglesa nacida en Londres el 25 de mayo de 1900, a quien conoció por vía epitolar después que un político le sugirió enviara un ejemplar de periplo a una docente “ muy inteligente” residente en Paraná, desde que sus padres Fanny Antenson y A. Warshaswky la trajeron a la Argentina siendo una niña de apenas siete años.

En realidad fue maestra de la “ Escuela Saturnino Rodríguez Peña” de Villa San José, departamento Colón, Entre Ríos.

Se conocieron personalmente en Buenos Aires el 25 de setiembre de 1933, de la manera como Juan Filloy lo contó en innumerables ocasiones: “ La conocí un viernes, fuimos novios el sábado, nos comprometimos el domingo y el lunes a las 12 nos casamos”. Testigos de la relación fueron las confiterías “ La Perla” de Once, “ Las Violetas” de Caballito y las cantinas de la Boca. 

El enlace se cumplió en Colón (Entre Ríos). Convivieron casi medio siglo hasta el fallecimiento de su esposa acaecido el 31 de julio de 1983 en Río Cuarto. Del matrimonio nacieron Fernán 

(1936- 1998) y Monique ( 1939) quienes le dieron cinco nietos, Fernán Filloy, Diego Filloy, Juan Capdevila, Inés Capdevila, Tomás Capdevila.

Accionar Social

Integró a partir de 1936 el grupo editor de la revista Fábula cuadernos de literatura y arte surgida en La Plata , acompañado de Emilio Pettoruti, María Adela Domínguez, Emilia A. Pereyra, Miguel Angel Gomez, Tobías Bonesatti, Ricardo E. Posse, Adolfo Bioy Casares y otros, siendo director Marcos Fingerit.

Aunque aún jura jamás haber tomado los palos, fue el más entusiasta socio fundador del Río Cuarto Golf Club el 30 de junio de 1932, junto a los vecinos: Gumercindo Alonso, José Mauricio Alonso, Roberto Anstruther, George Howie, Bernardo P. Lacase, Néstor Mercado Elizalde, José María Moyano, Juan A.Murray, Alejandro Pesci, Luis A. Pezzutti, Jorge G. Posse, Roberto C. Ripamonti, Cayetano Vitale y Guy Dempster Wrigth.

Extraída de la Revista Vidas que Hicieron Historia, Suplemento de Ciencias Sociales para Docentes de EGB y Polimodal. Fascículo Nro 24, Agosto de 2000. 

No obstante la negativa, sabemos que de niño ofició de caddie en “...la primera cancha de golf que tuvo en Córdoba: la llamada de los Ingleses del Ferrocarril Central Córdoba, ubicada en mi barrio General Paz costeando el Río Primero, desde el asilo de los Alineados hasta las adyacencias del puente del Matadero de aquella época.

Desde luego, registrar esa obra sería inacabable, y su influencia ni siquiera se interrumpió cuando decidió volver a su Córdoba natal, a gozar de su senectud junto a su familia.

Escritor, Historiador: Omar A. Isaguirre. 
(Diario Puntal, Lunes 17 de julio de 2000



Juan Filloy - El escritor y su Lugar

Sin temor al error se puede afirmar que la muerte de Juan Filloy es una noticia que significa algo diferente para los riocuartenses que para el resto de los Argentinos que la registran, hoy, en asa dimensión en la que su literatura y su senectud lo convirtieron en noticia.

No se trata de una aseveración arriesgada ni de un antojadizo chauvinismo de patria chica. Es que para Río Cuarto su nombre es algo más que el nombre de un gran escritor, es constitutivo de una idea de ciudadanía y es consustancial a lo mejor de su historia.

Si bien un escritor despliega el horizonte hasta el mismísimo lugar en el que lo recojan sus lectores, para Río Cuarto y para los riocuartenses, Juan Filloy era eso ( tanto), y era mucho más que eso: era el mojón que simbolizaba una idea de voluntad creativa, imprescindible para repechar la cuesta de la vida.

Tanto quienes conocen finamente su imponente literatura y quienes tuvieron la dicha de mezclarse en la sucesión de sus días, como aquellos que apenas intuyen el fulgor de su figura a fuerza de oír su nombre mentado al borde del bronce, saben lo que significa Juan Filloy para la historia de esta ciudad que él eligió porque le permitía vivir consigo mismo.

Por eso resulta una dificultad verse en la obligación periodística de abundar en detalles sobre esa vida portentosa ahora que está muerto, ahora que se produjo lo que sus 105 años presagiaban inminentemente aún cuando alguien se animara a soñar que su desafío al tiempo sería eterno.

Acostumbrada a pugnar contra el olvido, desde el silencio imponente de su propia contextura, la obra de Juan Filloy se abre, seguramente, a un universo de vasta exploración que hasta hoy no ha conseguido, al menos en la dimensión que se merece.

Pero aún antes de que eso suceda, como inevitablemente sucederá, resulta imprescindible saludar al Juan Filloy más recóndito, al ciudadano, al hombre que le ofreció su genio cotidiano a una ciudad, esta Río Cuarto que fue su lugar elegido.

Ricardo Sánchez (Periodista)
Diario Puntal: Lunes 17 de julio de 2000. 


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“Caterva”. Desde Río Cuarto hacia la literatura

Los escritores tienen un extraño privilegio, viven para siempre en las páginas de sus libros, aunque un día cualquiera sus voces entrañables, nos dejan a los mortales, aquí en la tierra, un poco más solos y mucho más viejos. El sábado fue uno de esos días. El eterno jugador de las palabras, el dueño de todos los azares y precisiones comenzó a vivir sólo en las infinitas palabras de sus libros y en el corazón de quienes lo conocimos. A Don Juan le gustaban los juegos que las palabras construyen en la vida de los hombres. Quizás, el texto que sigue sea uno de esos juegos. Seguramente Don Juan lo hubiese llamado “ prologo inexistente” o prólogo que no fue”, ya que es la versión completa de lo que finalmente se convirtió en la contratapa de la última edición de “Caterva” (2000). Y hoy es un homenaje a sus palabras y a su obra.

“Nada tan pertinaz, aguerrido y agotante como el afán elucidatorio. Quien lo ejerce es capaz de desatar todos los nudos de un tapiz, haciendo desaparecer el tapiz, por cierto. De ahí un corolario inrrefragable: toda interpretación exhaustiva de la creación científica o literaria es un delito de lesa cultura”.

Juan Filloy (“L AMBIGU”).

¿ Por qué se instaló en Río Cuarto?
Me trasladé por solo dos meses, a tentar. Mamá me había dicho : Andate, salí de las faldas, andá a probar fortuna por ahí”. Hay un refrán francés que dice : “Rien que le provisore qui dure”... 
“ Nada más que lo provisorio dura”. Ya ve estuve casi setenta años en Río Cuarto.
¿ Como decidió quedarse?
Me gustaba el ambiente. Inmediatamente arranqué en el diario “El Pueblo”, donde trabajé sesenta años gratis. Tenía una sección de glosa del día, de crítica teatral, arte etecétera.
Después de a poco, sentí que era un lugar a mi medida, que podía vivir conmigo mismo.

“Caterva” aparece por primera vez en 1937 en una edición privada. Es la sexta obra que Filloy publica en la década del treinta y su tercera novela. Novela fundamental y definitiva en el universo literario del autor, fue precedida por “¡Estafen!” (1932) y “ Op Olooop” (1934) y constituye la expresión más acabada de su producción hasta ese momento.

“ Caterva” es la novela de la solidaridad y el sacrificio. Porque la solidaridad es el sacrificio del “yo” ante el imperio de un “nosotros” capaz de aquello que un hombre aislado no puede realizar. La solidaridad construye comunidad. Reúne el mismo techo y bajo el mismo sueño y empuja hacia un horizonte común parece decirnos la novela. Por esa razón, las acciones de la caterva están orientadas hacia la eliminación de las arbitrariedades del poder y la reparación de los abusos que ese poder comete, a partir de un estadio superior de conciencia y praxis política que la que envuelve y configura al protagonista de “¡Estafen!”. La caterva se define a sí misma, desde aquella convicción, “como un heroísmo en marcha” en “un viaje de turismo al ideal de los demás”. Ese es el heroísmo de la solidaridad que lucha contra las determinaciones de una sociedad organizada sobre la hegemonía espuria del derecho del poderoso y la debilidad natural de los hombres aislados. Así la caterva dirigirá sus acciones contra esa “organización” de la desigualdad” que impera en la sociedad y que, con mayor violencia, ya fuera denunciada por el autor en "“Estafen!”.

Por otra parte, la novela es de un modo sutil y generoso la novela de la apariencia. Sus héroes se muestran ante la sociedad como mendigos deseosos de ayuda para sí mismos, cuando en realidad son ellos los ejecutores de la ayuda que otros necesitan. Este rasgo no deja de sorprender y maravillar, puesto que ubica al texto de manera feroz en el lugar en que fue escrito: Río Cuarto. Y como sucede con otras grandes obras, es prácticamente imposible separar la novela de Filloy de su lugar de origen. No se puede imaginar “caterva” escrita en otro lugar del mundo que no sea Río Cuarto.

Solidaridad y Apariencia

En esta novela de la solidaridad y de la apariencia, Filloy encuentra una voz narrativa nueva y distinta que la mostrada en las novelas anteriores.

Esta nueva voz se caracteriza por una fuerte carga poética que le otorga a la novela un tono general de profundidad. A ese tono se suman la diversidad lingüística que se hace presente en la novela, el rigor estructural del relato que se abre en historias paralelas sin perder coherencia ni fluidez y el uso preciso de diversas estrategias discursivas. Estos elementos confluyen sobre el texto para configurar así un discurso narrativo único. Su resultado es uno de esos escasos textos dentro de la literatura escrita en Argentina que se leen solos, o que se leen a sí mismos desde la libertad que su autor les ha otorgado. El autor permite que el texto hable desde sí mismo con la finalidad de construir un complejo discurso cuyo objetivo es lograr en el lector un efecto contrario a su naturaleza: la simplicidad. Y esa es la sensación que toma por asalto al lector en su aventura de recorrer el camino que transita la caterva y que lo convierte en un cómplice del texto en el juego literario que éste propone.

Además, “ caterva” avanza sobre las anteriores novelas del autor desde la elección de su materia narrativa: la sociedad Argentina de la década del 30. Ya no es historia de un idealista contra un sector de la sociedad como en “¡Estafen!”. Ni la radiografía de una alterada racionalidad contemporánea como “ Op Oloop”. La materia narrativa de la novela es la sociedad Argentina puesta en funcionamiento y sometida a una incisiva visión crítica desde los muchos ojos de su personaje central y múltiple: la caterva.

Lenguaje

En cuanto al lenguaje, vemos que muestra audacia léxica que ronda los extremos más cultos y los más vulgares, en un movimiento que ya ha sido establecido por el autor como su particular discurso natural. Este discurso está capacitado, entre otras cosas, para alterar a algunos lectores desprevenidos y también a otros demasiado prevenidos. Esta forma de usar el lenguaje conforma un registro literario absolutamente único y por ello es uno de los elementos textuales más urticantes para el establishment literario no solo de la década del 30, sino también el de las décadas posteriores. Porque no es sólo la crudeza del léxico lo que hace fruncir los ceños de los intelectuales atrabilados por su propia mojigatería, si no también la extraordinaria riqueza léxica desplegada por el autor, que obliga, a veces, a esos mismos intelectuales, al uso de un buen diccionario.

Para el lector habitual de Filloy, esto forma parte del juego literario que el autor elabora y propone, pero para los “lectores especializados” que dicen ser por ejemplo, los demás escritores, esto es más ofensivo que lo anterior.

Esta ofensa llega hasta tal punto que algunos escritores de su generación han llegado a decir que Filloy sólo se preocupa por la etimología de las palabras, como si la materia con que se construye la literatura no fuese precisamente el lenguaje.

Y como si esa no fuera la argamasa con no sólo se construye la historia, sino con la que se busca implacablemente una nueva forma de contar.

Ese es el desafío que Filloy acepta como escritor y es la búsqueda permanente de sus libros. Su preocupación y su objetivo es encontrar formas nuevas de expresión para hacer estallar los limites de las clasificaciones literarias canónicas, pero sobre todo para hacer estallar y expandir el propio discurso literario.

Así, la tensión entre lo procaz y lo refinado, que se observa en las dos novelas anteriores ya nombradas, cobra en “caterva” su realización más precisa. Esto es así porque aunque el extremo refinado del lenguaje tiene realizaciones no sólo en el narrador principal, sino también en algunos personajes, se tiene la impresión de que el registro del narrador encaja como pieza central de un rompecabezas en medio de las voces infinitas de los personajes. Estos son portadores del registro procaz y a la vez son ellos quienes hacen uso de una multitud de variedades y registros diversos. De ese modo la tensión se convierte en complementariedad y colabora con la construcción del friso social que la novela se propone mostrar.

Y en el que el rompecabezas lingüístico de Argentina es solidario con la constitución étnica del propio hombre argentino, quien encuentra en la caterva una suerte de metáfora viva construida desde la diversidad racial y cultural.

Texto Fundamental 

Estas son algunas de la razones por las que se puede sostener que “caterva” se introduce como una cuña entre varios textos que son considerados fundamentales por algunos críticos de la literatura que se escribe en Argentina.

Además, avanza temáticamente sobre el existencialismo conservador de Arlt en “ Los Siete Locos”, a través de una propuesta social basada en la solidaridad. Y anticipa al Marechal del “ Adán Buenosayres” buceando en la proliferación de registros linguísticos que construyen una coloquialidad verosímil y cotidiana e indagando a su modo, la posibilidad de caracterizar al argentino desde la aceptación de su naturaleza aluvional.

Por ese mismo camino, anticipa también otro texto fundamental para la literatura que se escribe en Argentina: “ Rayuela” de Julio Cortázar, quien en un gesto de reconocimiento hacia Filloy, y que le sirve para marcar la influencia de “caterva” sobre su propia novela, pone en boca de sus personajes el siguiente diálogo:

Puede ser dijo Oliveira. Pero no tienen a ningún Juan Filloy que les escriba Caterva. ¿ Qué será de Filloy , che? Naturalmente la Maga no podía saberlo, empezando porque ignoraba su existencia. Hubo que explicarle por qué Filloy, por qué Caterva.(...).

Filloy, carajo decía Oliveira mirando las torres de la conserjería y pensando en Cartuche. Que lejos está mi país, che, es increíble que pueda haber tanta agua salada en este mundo de locos.”(“Rayuela” Cap. 108).

Mas allá de los reconocimientos recibidos y de los más numerosos silencios sobre la influencia de “ Caterva” o de otros textos de Filloy sobre otros escritos y escritores, la novela se inscribe desde su visión panorámica, como una visión crítica de la sociedad argentina en un momento de crisis social e institucional. Y recupera de manera explícita una época oscurecida por la posibilidad cierta de las aventuras totalitarias y la intolerancia, a las que opone el milagro efímero y artificial de la unión de los débiles para ayudar a sus iguales, desde la exaltación de las virtudes que constituyen la sangre que corre por las venas de un personaje único múltiple e irrepetible: la Caterva, que se pierde “ en el cielo como sombra de dos aves en la memoria”. 

Frases

“Mi literatura propende a lo que debe ser la literatura. Una literatura que carezca de eufemismo para decir las cosas”.

“El escritor es un notario de la actualidad. Nada debe escapar a su percepción. Todo debe ser medido y juzgado”.

“Los escritores entregamos manuscritos ingenuamente y a todos nos pasan al patio olímpicamente”.

“Siempre escribo tres o cuatro libros de manera simultánea”.

“Prefiero la escritura manual es más estilística, más refinada. Con la máquina el estilo se vuelve más seco y pobre”.

“Aunque sea una sola línea, pero no dejo un solo día sin escribir”.

“El desarrollo de la novela depende de la imaginación del autor y de su cultura. No existe una buena novela con un escritor de escasa mentalidad”.

“Una novela totalmente chispeante o totalmente lúgubre e ilegible. De modo que lo que hace falta es imaginación, concatenación y dosaje”.

“La sangre está en la punta del pelo y en el filo de la uña. El arte sin emoción no sirve para nada. Es una música seca, no vibra”.

“Escribir es doloroso. Muy Doloroso. Es un acto humano que le cuesta a usted sacrificio”.

“La novela muchas veces se tranca y no se sabe para quélado rumbear. El sueño suele indicar cómo seguir”.

“¿Inspiración o trabajo? Trabajo. La inspiración no existe, se trata de sentarse todos los días”.

“Yo tengo unas hojas sueltas en las que hago anotaciones con temas simples. Tengo los bolsillos llenos de palabras”.

“Lamentablemente ahora hay una literatura que obedece a la industria cultural de los best sellers”.

“La literatura universal está en crisis. No hay autores que hagan un cultivo virtuoso de la lengua”.

“Saber desar una novela, saber colocar una cosa detrás de otra : dos consejos básicos para todo narrador”.

Al lector hay que ofrecerle de vez en cuando un caramelo después de un trago amargo”.

Una vez que he publicado un libro no me importa. A mí lo que me interesa es publicar”.

No me siento solo. Con el trabajo que yo mismo me creo vivo completamente entreverado en un mundo aparte”.

Hugo Daniel Aguilar.
Diario Puntal: Lunes 17 de Julio de 2000.



Juan Filloy a 106 años de su Nacimiento

Osados, presuntuosos, confiados, demasiados terrenales tal vez o premonitorios convencidos de una inmortalidad victoriosa, imaginábamos este día celebrando un nuevo cumpleaños DE Juan Filloy. No es así. El “Escritor de Tres Siglos” partió puntualmente el pasado 15 de julio. El error de cálculo es absolutamente nuestro.

Cumpliría hoy 106 años

Recompuestos, enhiestos, orgullosos, nos aprestamos a conmemorar hoy a Juan Filloy, no desde la longevidad virtuosa, no desde su anecdotario siempre propicio, sino a partir de recuperar sus obras materiales que simbolizan su tránsito por la vida como ejemplo noble y reafirmar sus creaciones intelectuales que su patentizan su perpetuidad como legado. Desde esta ciudad suya, desde esta Río Cuarto nuestra, debemos convencimiento mediante continuar con la prédica para colocar definitivamente a “ nuestro” Filloy en el lugar justo que le corresponde en la literatura nacional. Será lo que se determine con la certera aplicación de los cánones de nacionalidad, desapasión y equidad. Serán otros los responsables del juicio. Nuestro compromiso es entregar lo que hemos conocido, lo que supimos recoger, insistir en las valías del escritor que fue Filloy.

JUAN FILLOY EN AÑOS
-ITINERARIO-

Los principales momentos en la vida del escritor Juan Filloy se recuperan cronología que intenta resumir los alcances, a veces insondables, de una vida pródiga.

(1894) Nace Juan Filloy en Córdoba (1 de agosto), infancia en el popular barrio General Paz.

(1900) Cursa el primario en la Escuela Normal ( Córdoba)

(1908) Cursa el secundario en el Colegio Nacional de Monserrat (Córdoba).

(1913) Bibliotecario de la Biblioteca Popular Vélez Sarsfield (Córdoba), socio fundador del Club Atlético Talleres (Córdoba).

(¿?) Socio Fundador y presidente del Club de Ajedrez Vélez Sarsfield (Córdoba).

(1918) Participa en las jornadas de la Reforma Universitaria.

(1919) Recibe el título de abogado (Universidad Nacional de Córdoba).

(1921) Llega a Río Cuarto, Córdoba ( 4 de octubre), 
Asesor letrado de menores
Socio Activo del Club Sportivo y Biblioteca Atenas (Río Cuarto).
Publica en Diario “El Pueblo”.

(1922) Secretario de la Biblioteca Mariano Moreno (Río IV)
Arbitro de la pelea de los Box exhibición de Luis Angel Firpo.

(1925) Diario “El Pueblo” publica el opúsculo Teatro Griego tragedia-.

(1926) Muere su madre Dominiquette Grangé 
Fiscal de primera instancia.

(1927) Presidente del Club Sportivo y Biblioteca Atenas (Río Cuarto).
Crea la Biblioteca del primer Colegio de Abogados (Río Cuarto).

(1929) Socio Honorario del Club Sportivo y Biblioteca Atenas (Río Cuarto).

(1930) Viaja al Mediterráneo, Norte de Africa, Egipto y Asia Menor.
Fiscal de Cámara.

(1931) Da a conocer su diario de viajes periplo (Río Cuarto).

(1932) Aparece ¡Estafen!
Socio Fundador del Río Cuarto Golf Club.

(1933) Circulan sólo entre escritores Balumba, Aquende.
Funda el Museo Municipal de Bellas Artes donde es 
Director ad-honórem.
Conoce y se casa con Paulina Warshawsky en Entre 
Ríos.

(1934) Da a conocer Op Oloop desde Río Cuarto.
Publica en la Nación ( Buenos Aires).

(1936 ) Nace su hijo Fernán en Río Cuarto.

(1937) Publica la novela “Caterva”.

(1939) Entrega “Finesse”.
Preside en Córdoba el Segundo Congreso Nacional 
De la S.A.D.E.
Muere su padre Benito Filloy.

(1940) Socio Fundador del Rotary Club Río Cuarto.
Nace su Hija Monique en Río Cuarto.

(1941) Socio Fundador y primer presidente de la Alianza
Francesa.

(1943) Vocal de la Cámara en lo Civil y Criminal.

(1945) Integra la Asociación Amigos del Arte (Río Cuarto).
Socio Fundador de la Asociación Riocuartense de
Cultura Argentino- Británica.

(1946) La Legislatura de Córdoba no da acuerdo al pliego 
para su continuidad en la Justicia.

(1951) Presidente del Distrito 137 Rotary Club Internacional 
hasta 1952 viaja por el continente americano y casi 
toda la Argentina.

(1953) Renuncia a la dirección ad-honórem del Museo
Municipal de Bellas Artes integra el movimiento 
Cultural riocuartense Trapalanda.

(1954) Socio Activo de la Sociedad Argentina de Escritores 
Seccional Córdoba.

(1955) Integra la Comisión Comité Río Cuarto del 
Intercambio Cultural Argentino-Sueco.

(1958) Retorna a la Justicia como Vocal de la Cámara en lo 
Civil y Comercial.

(1959) Co-fundador y primer presidente de la Seccional Río 
Río Cuarto de la Sociedad Argentina de Escritores.

(1964) Socio Honorario del Río Cuarto Golf Club.
Se jubila en la Justicia.
Viaja a Europa.
(1965) El Diario “El Pueblo” – luego “La Nación” – publican 
sus notas del libro Jjasond.

(1966) El Centro Comercial publica Balance Enfático de Río
Cuarto.
Integra la Comisión que afirma el Día de la Ciudad 
Río Cuarto).

(1967 )Editorial Paidós ( Buenos Aires) publica Op Oloop
Jurado para discernir el premio Nacional de Literatura.

(1968) Aparece ¡ Estafen ! por Paidós (Buenos Aires).
Gran acto Cultural de presentación de Op Oloop y 
¡ Estafen ! ( Río Cuarto).

(1969) Editorial Paidós publica – La Potra- estancias Los Capitanejos y no le paga los derechos comprometidos.
Presidente Honorario de la Asociación Cultural 
Sanmartiniana (Río Cuarto)

(1971)Se conocen los libros Yo y Yo e Ignitus (Río Cuarto).

Vice – presidente de la Sociedad Argentina de Escritores Central (Buenos Aires) en fórmula con Dardo Cúneo.

Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (Buenos Aires) y actos de reconocimiento en Buenos Aires.

En Imprenta Macció publica Los Ochoa (Rio Cuarto)

Miembro del comité de honor de la Asociación para la Difusión de la Civilización Francesa.

Aparece Usaland (Río Cuarto).

Edición de la novela Vil & Vil – la gata parida- ( Rio Cuarto).

Se ordena su detención por militares de la dictadura y es interrogado en la unidad militar de Holmberg.

Muere su hermano Benito Filloy (85).

Primera edición de Urumpta (Río Cuarto).

Pluma de Plata del P.E.N. Club Internacional (Centro Argentino).

Se presenta Tal Cual (Río Cuarto).

Miembro Correspondiente de la Academia Argentina de Letras ( Buenos Aires).

Lanzamiento del libro L´ ambigú (Río Cuarto)

Muere su esposa Paulina Warshawsky (1898) en (Río Cuarto)

Profesor Honorario de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Medalla de la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires.

Se radica en Córdoba y viaja a Río Cuarto mensualmente.

Nombrado “ Capo dell´Ordine al mérito della Repvblica Italiana”.

Se presenta Karcino (Río Cuarto) realizado por imprenta Blanco & Barchiesi.

Doctor Honoris Cusa de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Ordenado “ Chevalier de L’Ondre des Arts el des Lettres” por la República Francaise.

Simultáneamente aparecen Mujeres y Gentuza.

Premi Esteban Echeverria.

La Universidad Nacional de Río Cuarto edita Caterva.

Editorial Advocatus de Córdoba hace conocer La Purga.

Eduardo Tyrrell: Trabajo de Recopilación de Datos y Fotos . marzo 2008

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