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Historia de la creación del Obispado de la Ciudad de Río Cuarto
Eduardo tyrrell

La Diócesis de Río Cuarto fue erigida por Su Santidad el Papa Pío XI 20 de abril de 1934, firmada en Roma, junto a San Pedro en el duodécimo año de su Pontificado -Bula “Nobilis Argentinae Nationis”.

Logo del año de la Gran Misión- 
75 años de la Diócesis de Río Villa de la 
Concepción del Río Cuarto

Sede del Obispado de la Ciudad de Río Cuarto 
- Buenos Aires 261

*- Dos acontecimientos de real envergadura signaron a la Argentina en 1934: la erección o creación de nuevas diócesis y arquidiócesis y la realización en octubre en Buenos Aires del XXXII Congreso Eucarístico Internacional.

Como antecedente del primero se puede señalar que el Senado de la Nación, el 10 de agosto de 1933, había aprobado el proyecto de creación de nuevas diócesis en el país. Entre ellas la de la ciudad de Río Cuarto, y con límites bien precisos.

La Bula de su Santidad Pío XI creando nuevas Diócesis y Arquidiócesis en la República Argentina lleva fecha del 20 de Abril de 1934 y firmada en Roma, junto a San Pedro, en el duodécimo año de su Pontificado.

La Diócesis de la Ciudad de Río Cuarto separada de la de Ciudad Córdoba Capital, comprendía las Parroquias de la Inmaculada Concepción y de Nuestra Señora de la Merced (ambas en la ciudad de Río Cuarto),y las de Alcira Gigena, Coronel Moldes, Sampacho, Berrotarán, Vicuña Mackenna, La Carlota, Reducción, Laboulaye, General Levalle, Serrano, Villa Huidobro (Cañada Verde), Jovita, Corral de Bustos, Isla Verde y Laborde.

La sede episcopal se ubicaba en la ciudad de Río Cuarto y la Catedral en la iglesia de la Inmaculada Concepción. Expresaba la Bula:

“ Elevamos al grado y dignidad de iglesias catedrales a cada una de las iglesias de estas diez nuevas Diócesis, en las que constituimos la Cátedra del Obispo y concedemos a las mismas y a cada uno de los Prelados `pro tempore’ los derechos y privilegios, honores e insignias y favores de que gozan por derecho común las demás iglesias catedrales y sus Obispos: y a éstos también les imponemos las cargas y obligaciones con que están ligados los demás Prelados en todo el orbe”.

En otro párrafo la Bula explicitaba que la Provincia Eclesiástica de Córdoba se formaba con la iglesia de Córdoba, por lo cual la elevaba al grado y dignidad de iglesia metropolitana, y con la Diócesis de la Rioja y de Río Cuarto que, en calidad de sufragáneas, sometidas a la de Córdoba.

Casi un mes después la noticia se publicaba en Río Cuarto. EL diario “El Pueblo” de Río Cuarto el sábado 19 de Mayo en primera página titulaba: “Hoy dará el Papa una Bula reorganizando la Jerarquía eclesiástica en la Argentina”. Y citando como origen de la noticia la Ciudad del Vaticano, expresaba:

“Se anuncia que mañana el Papa dará una Bula reorganizando la Jerarquía eclesiástica en la Argentina, donde se crearán nuevos Arzobispados y Obispados.

“Se tiene entendido que el Sumo Pontífice desea que los nuevos prelados se hayan posesionados ya de sus cargos antes de iniciar sus sesiones el Congreso Eucarístico (Internacional)”, ( Hecho que no aconteció).

Mientras la formalidad de las relaciones exteriores y la burocracia iban por sus carriles, el hecho en Río Cuarto tenía ribetes domésticos. Así el diario “ El Pueblo” del miércoles 6 de Julio titulaba en su Página 3: “El futuro Obispo de Río Cuarto. La Parroquia será elevada al rango de Catedral”.

Hacía referencia a un artículo anterior en el que había dado a sus lectores algunas informaciones de interés (según rezaba) para los católicos. Estas habían sido que la Parroquia de la Concepción sería elevada al rango de Catedral, que momentáneamente no se crearía el capítulo de los Canónigos y que consideraba como probable candidato “ a ocupar la silla episcopal riocuartense, al entonces Obispo Auxiliar de Córdoba, Monseñor Leopoldo Buteler”.

También recogía una versión según la cual la Sra. Adela María de Olmos, donaría su mansión de la Plaza central Julio Argentino Roca para que fuera destinada al Palacio espicopal.

Escudo Eclesiástico

Primer Obispo - Monseñor Dr. Leopoldo Buteler

La bula de Pío XI confirmaba las dos primeras informaciones: la iglesia parroquial se convertiría en iglesia catedral y, por el momento, no contaría con canónigos. Creía además, el diario que en esos días se confirmaría la designación de Monseñor Leopoldo Buteler como Obispo de Río Cuarto. En cuanto a la mansión de la Sra. de Olmos para palacio episcopal, nada había de concreto, pero el diario la seguía considerando muy probable. 

Esto último no se plasmó aunque en los primeros tiempos funcionó allí el Obispado.

La mansión ocupaba la esquina de Buenos Aires y Sobremonte, donde por muchos años fue sede de la casa de la Congregación de los Santos Ángeles Custodios y que hoy ocupa la Galería comercial “ El Ángel”.

El 26 de Enero de 1943 el Diario El Pueblo informaba que estaba en condiciones de adelantar que en los primeros días de Febrero comenzaría las obras de la construcción del edificio del Obispado porque ya estaban en la ciudad los técnicos que tendrían a su cargo la dirección de la obra. Se trataba de una obra de primera magnitud porque contaba con una partida de aproximadamente 200.00 pesos nacionales. (Archivo Histórico municipal de Río Cuarto).

Dos días después rectificaba el monto de la partida que sobrepasaba los 300.000 pesos nacionales.

La obra demandaría un año hasta su terminación y contaría de planta baja y dos pisos.( diario El Pueblo. 28 de Enero de 1943). El Sr. Nicolás Fernández, terminada su función de administrador de la obra, permaneció en Río Cuarto y hasta su muerte trabajó honesta y eficazmente en la administración del Obispado, secundando al Sr. Pedro Aramburu.

El 18 de Mayo de 1943 tuvo lugar la ceremonia con la que se dio comienzo a la obra del edificio del Obispado de Río Cuarto. La ceremonia, sencilla en su forma exterior, pero de un significativo contenido, consistió en la colocación de las primeras cucharadas de portland a cargo de Monseñor Leopoldo Buteler; del Intendente Municipal, Ben Alfa Petrazzini; del Párroco de la Iglesia Catedral, Pbro. Pedro Geuna; del Gerente del Banco de Córdoba, Gregorio Loza; de varios sacerdotes y de otras personas concurrentes al acto. ( Diario El Pueblo. 19 de Mayo de 1943. Pág. 4 Archivo Histórico municipal de Río Cuarto).
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*- Fuentes: Libro - Monseñor Leopoldo Buteler, vida y obra del primer Obispo de la Diócesis de la Villa de la Concepción de Río Cuarto.(Ediciones ICALA) Presbítero Ignacio Miguel Costa, Profesor Licenciado en Historia.

*-El 12 de Julio de 1995 Su Santidad el Papa Juan Pablo II le asignó el nuevo nombre de Villa de la Concepción del Río Cuarto.

Comprende en la Provincia de Córdoba, los departamentos de General Roca, Juárez Celman, Presidente Roque Sáenz Peña, Río Cuarto y la parte de los departamentos Marcos Juárez y Unión que se extiende al sur de la línea ferroviaria que une las localidades de Corral de Bustos y Pascanas. Con una superficie de 58.519 kilómetros cuadrados y un 90% de la población son católicos.

La diócesis cuenta con gran cantidad de parroquias y un centenar de sacerdotes de ambos cleros, también diáconos permanentes, seminaristas y religiosas. *- (Aica)

Obispos desde la Fundación de la Diócesis de la Ciudad de Río Cuarto


Monseñor Leopoldo Buteler (1935 – 1961)

*Nació en la Villa Serrana cordobesa de los Molinos, Departamento de Calamuchita, a escasos 60 Kilómetros de Córdoba, Argentina, el 22 de abril de 1882. Hijo de Diego Buteler y Matilde Martínez. Su abuelo paterno fue Diego Buteler y Sarsfield y su abuela materna Lucía Martínez de Bentancur y Berton.

Fue bautizado y tomó su primera comunión, en la capilla de la Villa, dedicada a la Virgen del pilar, devoción introducida por los Martínez.

Cursó Humanidades, Filosofía y Teología en el Seminario de Córdoba, ordenándose sacerdote el 17 de junio de 1905, recibió el Presbiterado de Monseñor Zenón Bustos y Ferreira (25º Obispo de Córdoba 1905 – 1925).

Celebró su primera misa el 21 de Junio, festividad de San Luis Gonzaga, en la Capilla del Seminario de Loreto.

El nuevo sacerdote culminaba de ese modo las aspiraciones de una firme vocación nacida en los años de su niñez y en el hogar cristiano de sus padres, allá en el rincón familiar de Los Molinos de los Martínez, donde a la sangre irlandesa de los antepasados católicos se unía la reciedumbre hispana del ascendiente Martín de Bentancur, haciendo de la casa de los Buteler un ejemplo vivo de la familia católica argentina que, como muchas otras de entonces y, a despecho del clima que se vivía en Buenos Aires y en capitales provinciales como Córdoba, tuvo como honra dar a sus hijos al seminario para que ejercieran el apostolado del sacerdocio. De tal manera que cuando sus hermanos José Felipe, el apóstol de Alta Gracia, misionero infatigable de la cruz en las Sierras Grandes, y Alfonso María, el Obispo y Arzobispo de Mendoza, (2º Obispo de Mendoza 1940 – 1961), 1er Arzobispo de Mendoza 1961 – 1973) se preparaban para su ministerio sacerdotal,
ya el Presbítero Leopoldo se encontraba en pleno ejercicio de asunción e su ministerio en la difícil parroquia de Marcos Juárez. Fue nombrado párroco de la Ciudad de Marcos Juárez, que desde su ordenación se había desempeñado su labor sacerdotal en el Seminario de Loreto en la ciudad de Córdoba.

Su llegada a Marcos Juárez con veintiséis años de edad no eran muchos y la experiencia pastoral de tres años podría parecer poca para hacerse cargo de una parroquia rural, su llegada a esta ciudad puede situarse el 2 o 3 de septiembre de 1908.

Para ayudar a terminar con la influencia de la masonería y, por supuesto, cuidar la atención espiritual de la población en mayoría católica de Marcos Juárez, el Leopoldo Buteler tuvo preocuparse de muchas otras cosas que reclamaban la atención del párroco. Entre las principales estaba la educación de la niñez.

A fin de poder remediar en lo posible tan gran necesidad estableció dos colegios, uno para varones y otro para niñas, encomendando su dirección a los Hermanos Maristas el primero y las Hermanas del Huerto el segundo. Mucho le debe la sociedad de Marcos Juárez a estos dos establecimientos que encaminaron a hacer vivir a los niños, a los jóvenes y a sus familias los ideales cristianos.

El 11 de Diciembre, Monseñor Fermín Emilio Lafitte, (26 Obispo y 1er Arzobispo de Córdoba 1927 – 1956 – 7º Arzobispo de Buenos Aires 1959 – 1959) nombró al Pbro. Leopoldo Buteler como Rector del Seminario de Loreto. Entre las causales de su nombramiento se hacía constar que siempre se había distinguido por su espíritu de piedad, de disciplina y de rectitud sacerdotal demostradas en sus 26 años de ministerio. El 25 de Diciembre de 1931 renunció a su cargo de párroco.

Estuvo al frente del Seminario escasamente tres meses porque el 3 de Marzo de 1932 fue nombrado para sucederle en el cargo el Canónigo Juan Antonio Rodríguez por haber sido Buteler preconizado Obispo de Tino y Auxiliar de Córdoba el 8 de Enero de ese año.

Monseñor Leopoldo Buteler fue consagrado Obispo Titular de Tino y Auxiliar de Córdoba por Monseñor Fermín E. Lafitte el 5 de Junio de 1932, oficiando de prelados asistentes Monseñor Dr. Miguel De Andrea Obispo Titular de Temnos (1919- 1960) y Monseñor Ramón Harrinson Abello, de Brasil, los padrinos fueron los Drs. Juan F Cafferatta, Gustavo Martínez Zuviría ( Hugo Wast) y Diego y Olegario Buteler ( sus hermanos) con sus respectivas esposas.

Desempeño también el cargo de Visitador de parroquias.

Tres Bulas que firmadas el 13 de septiembre de 1934 fueron expedidas en Roma el 26 de Octubre y se dieron a publicidad en el país a principios de 1935 a causa de la burocracia del Exequatur ( pase del Gobierno Nacional).

Por la primera el 13 de septiembre el Santo Padre Pío XI, preconizó a Monseñor Leopoldo Buteler primer Obispo de la ciudad de Río Cuarto y lo desligaba del Vínculo de la iglesia de Tino, Título que había llevado hasta entonces y lo trasladaba a la nueva Iglesia Catedral de Río Cuarto como Obispo y Pastor.

La segunda estaba dirigida al Clero y fieles de Río Cuarto y les comunicaba el nombramiento del primer Obispo de la Diócesis, mandaba que lo recibieran devotamente y, con el debido honor, prestaran obediencia a sus consejos y mandatos y le demostraran reverencia para que todos se sintieran felices: el Obispo de haber hallado hijos obedientes, los fieles en él padre bondadoso.

La tercera comunicaba al Arzobispado de Córdoba que había absuelto a Monseñor Leopoldo Buteler del vículo de la Iglesia Episcopal de Tino y que lo había trasladado a la de Río Cuarto y, por tanto, como Obispo sufragáneo lo recibiera como hermano.

El 21 de Marzo de 1935 en la tarde de ese día llegó a la ciudad su primer Obispo, días antes la comisión de Recepción presidida por el entonces Intendente de Río Cuarto Carlos a. Vismara, y eran asesores de las comisiones: el Vicario Foráneo y Canónigo Honorario, Francisco Ferreyra, párroco de la Inmaculada Concepción, la nueva Catedral; el padre Guardián del Convento San Francisco Solano, José M. Anguera y el Rector de las Escuelas Pías, Padre José Sanz, se dirigió al pueblo de Río Cuarto invitando a los actos de homenaje y, en forma especial, a “ todas las sociedades, cofradías y congregaciones piadosas a formar con sus elementos” en la columna que a acompañar al Obispo hasta la Iglesia Catedral anticipando que cualquier omisión en las invitaciones debería interpretarse como involuntario olvido.

El mismo día 21 de Marzo el diario local El Pueblo dedicaba casi una página a la inminente llegada de Monseñor Leopoldo Buteler. “El mundo católico local, que hoy constituye la inmensa mayoría del vecindario, está de parabienes”, decía porque “festeja un acontecimiento que ha de quedar grabado indeleblemente en los anales de la historia de Río Cuarto”.

El 21 de Marzo comenzó para Monseñor Leopoldo Buteler en la estación del Ferrocarril Central Argentino de Córdoba a las 9:40 hs. de la mañana cuando partió en tren especial para la ciudad de Río Cuarto. Media hora antes se había congregado lo más representativo de la ciudad de Córdoba como el Señor Arzobispo, Monseñor Fermín E. Lafitte; el Obispo electo de La Rioja Froilán Ferreyra Reinfé, 1er Obispo de La Rioja (1935 – 1964); el Gobernador, Pedro J. Frías; el Ministro de Gobierno y el Jefe de la Policía. Todos ellos pasajeros del tren que se dirigía a Río Cuarto junto con un gran número de sacerdotes del clero secular y regular, los seminaristas estudiantes en Córdoba que, según pertenencia a las parroquias de origen, eran ya de la nueva Diócesis y una representación calificada de la Acción Católica.

Al llegar el tren a Berrotarán, primera Parroquia en el límite norte de la nueva Diócesis, la Comisión designada para recibir al Obispo abordó el tren. Estaba integrada por el Guardián del Convento San Francisco Solano de Río Cuarto, padre José María Anguera; el Jefe Político, Gustavo E. Carranza;el Vice Presidente del Concejo Deliberante, Carmelo Magri; los Senadores Provinciales Juan Agustín Videla y Raúl F. Pueyrredón y el Diputado Provincial Clodomiro E. Carranza.


El Diario El Pueblo comenzaba así la crónica de ese día:

“Como era de imaginarlo, la recepción tributada al primer Obispo Diocesano alcanzó contornos tan extraordinarios que solo pueden tener parangón con los más grandes acontecimientos de todo orden que registra la historia de Río Cuarto”.

El tren arribó a Río Cuarto a las 15:40 hs. desde mucho antes la plazoleta de la estación estaba atestada de público. Una compañía del Regimiento 14 de infantería con asiento en Río Cuarto, con banda, estaba preparada para rendir honores a las autoridades que llegaban.

La esperaban el Obispo de San Luis, Monseñor Pedro Dionisio Tibiletti (Obispo Auxiliar de Corrientes 1929 – 1934 – 1er. Obispo de San Luis 1934 – 1945), el Obispo Titular de Temnos, Monseñor Miguel de Andrea; el cura Párroco de la Inmaculada Concepción del Río Cuarto, Pbro. Francisco Ferreyra, con sacerdotes del Clero secular y regular.

Al descender del tren Monseñor Leopoldo Buteler, el Intendente de Río Cuarto, Carlos Vismara, le dio la bienvenida expresando, entre otros conceptos y con un lenguaje muy solemne:

En el sagrado libro de los antiguos videntes leemos que al recibir a la puerta de la ciudad los ancianos del pueblo a un distinguido personaje le preguntaron: “ ¿ Es de paz tu venida?.-

De paz le contestó: a ofrecer sacrificios he venido; santificaos y venid conmigo para que pueda sacrificar”. Esta misma pregunta, Exclamo. Señor, os dirijo en nombre de este pueblo de Río Cuarto.

Se respondía el Intendente a sí mismo que el nuevo Obispo venía en paz, simbolizada en la paloma de su escudo; venía en nombre del Dios de la paz en esos momentos aciagos en que la civilización moderna estaba tan en crisis. Terminaba sus palabras:

“Hosanna al ungido del Señor. Hosanna al primer Obispo de Río Cuarto”.

Breves palabras de Monseñor Leopoldo Buteler contestaron al Señor Intendente manifestando que llegaba dispuesto a cumplir celosamente su sagrado ministerio con la seguridad de que contaría en todo momento con la cooperación del poder civil y con la adhesión y veneración del pueblo de Río Cuarto.

Comenzó entonces la caravana que se dirigió a la nueva Iglesia Catedral tomando las autoridades ubicación en los coches conforme al protocolo previamente establecido.

El primer automóvil oficial fue ocupado por el Obispo Buteler, Por el Arzobispo Lafitte y el Gobernador Frías. En el segundo iban Monseñor De Andrea, Monseñor Ferreyra y el Intendente Vismara.

El Recorrido fue por el Boulevard Roca (todavía no pavimentado, lo cual comenzó una semana después de la recepción) hasta San Lorenzo, Luego Por Vélez Sársfield, Constitución y la Iglesia Catedral.

La comitiva se detuvo frente al domicilio de la Familia Luque Llamosas (en Vélez Sarsfield y Lamadrid, en donde en la actualidad se encuentra la sede de la Policía Federal). Allí Monseñor Leopoldo Buteler se revistió de pontifical dirigiendose con sus acompañantes a la Iglesia Catedral en forma procesional.

La misma colmada totalmente, tenía un sitial destinado al Señor Arzobispo al lado izquierdo del altar mayor en él aguardó la llegada del Obispo que se instaló en el trono episcopal.

Al entrar bajo palio, llevado por sacerdotes, el coro entonó “Ecce sacerdos magnus”, mientras se produjo lo insospechado: una atronadora y prolongada salva de aplausos.

Era el entusiasmo desbordante del pueblo católico que rompía las disposiciones del ritual.

Instalado en el trono, después de orar brevemente ante el santísimo Sacramento, subió al púlpito el Secretario del Cabildo Metropolitano de Córdoba, Canónigo A. Amuchástegui, para dar lectura a las Bulas pontificias, primero en latín y luego en castellano, por las cuales Pío XI instituía Obispo de Río Cuarto a Monseñor Leopoldo Elías Buteler (“Venerabili Fratri Leopoldo Buteler”) y en la que se recomendaba al clero y al pueblo que le prestaran obediencia y reverencia (“Dilectis Filiis Clero et Populo Civitatis rt Dioecesis Rivi Quarti”), expedidas ambas en Castel Gandorfo ( resistencia de descanso del Papa) el 13 de Setiembre de 1934.

Desde su sitial Monselor Lafitte se refirió al significado jerárquico del espicopado y a su accionar en la dirección de la grey católica. Al exhortar a Monseñor Buteler al cumplimiento de la alta misión confiada, acabó con las palabras “que todo sea por el bien de la patria, en honor de la Iglesia y para gloria de Dios.

Desde su trono Monseñor Buteler dirigió su primer mensaje a la Diócesis, previo un saludo a las autoridades presentes. Después el Pbro. Pedro Geuna leyó los primeros decretos del Diocesano y de la toma de posesión.

A continuación Monseñor Buteler subió las gradas del altar,lo incensó, y entonó la oración de la misa de la Inmaculada Concepción, titular de la Iglesia Catedral. En seguida se cantó el Te Deum y el Obispo impartió la primera bendición solemne a sus fieles.

Terminadas las ceremonias religiosas se labró el acta de la toma de posesión del Obispado.

A las 20 hs. del mismo día tuvo lugar la recepción ofrecida por la Municipalidad. Mientras, en la calle, la Banda del Regimiento 14 de infantería con asiento en Río Cuarto, efectuaba piezas de su repertorio y, en el interior, la orquesta dirigida por el Maestro Delfino Quírici interpretaba una marcha triunfal.

Durante el agasajo el Intendente expresó en un discurso el júbilo de Río Cuarto al recibir al primer Obispo. El Gobernador exaltó la personalidad de Monseñor Buteler y le auguró un fecundo apostolado.

Como corolario, Monseñor Leopoldo Buteler, en su discurso, glosó el tema “Dios y Patria” como el summum de las aspiraciones cívico-cristianas terminando al manifestar el regocijo que lo embargaba ante el cristiano recibimiento de su pueblo.

Mensaje de Monseñor Leopoldo Buteler al asumir la Diócesis

En la Iglesia Catedral, en la tarde del 21 de Marzo de 1935 comenzó Monseñor Buteler su mensaje citando al Exodo (3,13):

Un día habló Dios a Moisés diciéndole: “ Ve y dile a mi pueblo: el que Es me envía a vosotros”. Y Moisés fue, habló a su pueblo arrancándole de Egipto y llevándole hasta las fronteras de la tierra prometida.

“Por la mejor atención del culto a la Divinidad, por la mayor instrucción a los fieles que es de esperar, por el florecimiento de la piedad, por la práctica de la caridad cristiana, por la observancia de la ley divina, por la frecuencia de los sacramentos, instrumentos y canales de la gracia divina ( Objetivo perenne de la Iglesia)”.

“El cuadro de la realidad moral que ven nuestros ojos es de suma gravedad. ¡Mirémoslo! El egoismo de la pasión sexsual cierra las fuentes de la vida; el alcohol envenena las masas y abre cruelmente la vía a la tuberculosis, a la demencia, a la criminalidad; la obscenidad gangrena a la juventud y aún a la niñez con la complicidad de los padres y del poder público; la difusión de las doctrinas materialistas quebranta al temperamento moral de las naciones...”

“¿ No se dibujará, sin embargo, en el horizonte motivo alguno de esperanza? ¿ No tendrá vuestro primer Obispo, mis queridos fieles, más que previsiones de dolor y de angustia?. No ha soñado aún seguramente la hora de la resurrección cristiana; pero si advierte en los que no son o han dejado de ser católicos, síntomas de desconcierto”.

Terminaba su primer mensaje diocesano:

“Pequeña, casi despreciable fracción, esta Diócesis y su pastor en medio de los seres infinitos del mundo y de los grandes acontecimientos que forman la historia de la humanidad, queremos no obstante, Dios omnipotente, entrar en los engranajes de los seres que hacen y cantan vuestra gloria. Valga nuestro vehemente anhelo por lo que no alcanza nuestra potencia.

Vuestra Providencia, Señor, nos acompañe en el camino, nos alumbre en las dudas y nos aliente en las angustias”.

(Quienes durante años conocieron y escucharon o leyeron las innumerables Cartas Pastorales de Monseñor Leopoldo Buteler, podrán encontrar en este primer mensaje a su nueva grey sus principios inalterables, su amor a Cristo, a su Iglesia y asu Vicario, su lenguaje directo y sin tapujos que fueron características de aquellas pastorales.)

Esos primeros diez años fueron los años de más empuje misionero y pastoral de Monseñor Leopoldo Buteler, quizás por sus todavía vitales años ( al comenzar su labor de Obispo Diocesano estab por cumplir 53 años) o urgido por la necesidad pastoral de su Diócesis con 58.000 kilometros cuadrados, unos 260.000 habitantes, sólo 15 parroquias y escaso clero.

Entre sus principales objetivos figuraron la Obra de las Vocaciones Eclesiásticas (O.V.E.) y la fundación del Seminario Menor, las misiones populares en todo el ámbito de la Diocesis, la enseñanza catequística y la erección diocesana de la Acción Católica.

Al cumplirse el 21 de Marzo de 1936 el primer aniversario de la toma de posesión de la Diócesis por Monseñor Buteler, los objetivos anteriores estaban en plena realización y otros más inmediatos ya se habían concretado: se había organizado toda la curia episcopal y se habían prestado atención a los múltiples asuntos de diversa índole llegados de las parroquias de la Diócesis.

Fundó el Seminario Diocesano de la ciudad de Río Cuarto en 1943, y la inauguración y bendición solemne el 4 de Abril.

*Fuentes: -Libro: Monseñor Leopoldo Buteler, vida y obra del primer Obispo de la Diócesis de la Villa de la Concepción de Río Cuarto.(Ediciones ICALA) Presbítero Ignacio Miguel Costa, Profesor Licenciado en Historia.


Falleció el 22 de Julio de 1961, en la casa parroquial de la Localidad de Sampacho, sus restos descansan en la Iglesia del seminario Mayor Diocesano Jesús Buen Pastor de la ciudad de Río Cuarto. 

Monseñor Moisés Julio Blanchoud (1962 – 1984)

Escudo Eclesiástico

Monseñor Moisés Julio Blanchoud

Nació en Esperanza, Provincia de Santa Fe, el 4 de septiembre de 1923, Hijo de José Blanchoud y Catalina Matjieu.

Estudió en el Seminario Metropolitano “ Nuestra Señora de Guadalupe” de Santa Fe, donde realizó el Bachillerato y estudió Filosofía y Teología (1936 - 1947)

Fue ordenado Sacerdote el 14 de septiembre 1947 en Santa Fe destinándoselo como Prefecto de Disciplina, Profesor y administrador del Seminario de Santa Fe entre 1948 y 1953.

En 1954 es nombrado Cura Párroco de “Santa Teresita del Niño Jesús” en un barrio de la ciudad Santa Fe desempeñando el cargo hasta 1960.

El 13 de Febrero de 1960, Su Santidad el Papa Juan XXIII lo designa Obispo Titular de Belali y auxiliar de la Diócesis Río Cuarto. Fue consagrado 24 de abril de 1960 recibiendo la ordenación espicopal, Por el Cardenal Nicolás Fasolino, 2º Obispo y 1º. Arzobispo de Santa Fe (1932 – 1969) y los co-consagrantes, Monseñor Alfonso M. Buteler, 2º Obispo de la ciudad de Mendoza (1940–1961) y 1er Arzobispo de Mendoza (1961-1973), (Hermano de Monseñor Leopoldo Buteler), y Monseñor Manuel Marengo Obispo Auxiliar de Santa Fe (1950 – 1956), 3er.Obispo de Azul ( 1956 –1982).

El 6 de setiembre de 1962 el mismo Pontífice lo designó obispo diocesano de Río Cuarto, de la que tomó posesión el 7 de Marzo de 1963. Participó en el Concilio Vaticano II en Roma (1962 – 1965).

Durante su permanencia en la ciudad desarrolló importantes gestiones en pro de distintas Instituciones, entre las que se destacan su participación en las tareas previas a la fundación del Pequeño Cottolengo “Don Orione” de la Ciudad de Río Cuarto en 1960 – 1970, en la fundación de la Universidad del Centro, en la creación de Cáritas Argentina de Río Cuarto, de la que fue su fundador en 1979 y Presidente (1979- 1984) y en el resurgimiento de instituciones como el Movimiento Familiar Cristiano, el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, la Liga de Madres de Familia, etc.

Gobernó pastoralmente la diócesis hasta el 7 de Enero de 1984, en que S.S. el Papa Juan Pablo II, lo designó Arzobispo de la Provincia de Salta, y el 31 de Marzo tomó posesión de la Arquidiócesis.

Renunció por edad el 4 de septiembre de 1998 y le fue aceptada la renuncia el 7 de agosto de 1999. Del1 de octubre de 2002 al 30 de marzo de 2003 fue administrador Apostólico del Arzobispado de Santa Fe. Es Arzobispo Emérito de Salta.

Monseñor Adolfo Roque Esteban Arana (1984 – 1992)

Escudo Eclesiástico

Monseñor Adolfo Roque Esteban Arana

Nació en Capital Federal el 3 de septiembre de 1916, Hijo del Gral. De División Adolfo Pablo Arana y de María Elena Pellizzari, y nieto del Gral. Expedicionario al Desierto Adolfo Atanasio Arana.

Cursó sus estudios secundarios en los colegios Nacional Mariano Moreno y Lacordaire.

Sus estudios sacerdotales ingresando el 28 de febrero de 1939 al Seminario Metropolitano de Villa Devoto de Buenos Aires, fue ordenado Sacerdote el 23 de setiembre de 1944, por el Cardenal Santiago Luis Copello (Obispo Auxiliar de La Plata 1979 –1927), Obispo Auxiliar de Buenos Aires 1927 – 1932, 6º Arzobispo de Buenos Aires 1932 – 1959), Canciller Apostólico de la S.R. Iglesia 1959 – 1967).

En Diciembre de 1946, pasó a la parroquia de San Nicolás de Bari, como Vicario Cooperador. Fue cura Párroco de San Rafael Arcángel en Villa Real y luego Vicario Episcopal de la zona de Flores.

Fue Asesor Eclesiástico del Centro Interno de la Acción Católica San Jorge, Director de la publicación Vida Scout, y Director de las hijas de San Francisco de Sales. También fue Asesor del Movimiento de cursillos de Cristiandad.

Tras una larga carrera sacerdotal con diversos destinos pastorales, el 23 de febrero de 1973, su S.S. Papa Juan Pablo VI, lo designa Obispo Diocesano de la ciudad Santa Rosa de la Provincia de la Pampa, Fue Consagrado recibiendo la ordenación espicopal el 1 de abril de 1973,por el Cardenal Dr. Antonio Caggiano, 1er Obispo de Rosario (1934 – 1959,) - 8º Arzobispo de Buenos Aires (1959 – 1975) -. Y sus co-consagrantes, Monseñor Dr. Juan Carlos Aramburu, Obispo Auxiliar de Tucumán (1946 – 1953), - 4º Obispo y 1er Arzobispo de Tucumán (1953 – 1967),-Arzobispo Coadjutor de Buenos Aires (1975 – 1990) ( el 24 de Mayo de 1976 creado Cardenal, Por S.S. el PapaPablo VI.)

Tomó posesión de la Diócesis de La Pampa, el 7 de abril de 1973, en donde se desempeño hasta 1984.

Su Santidad el Papa Juan Pablo II, el 6 de agosto de 1984, lo trasladó de la Diócesis de Santa Rosa de la Pampa, a la Diócesis de la Ciudad de Río Cuarto y tomó posesión el 26 de agosto de 1984.

Actividad institucional: Asesor del Movimiento Familiar Cristiano (1988 – 1991 – 1994 – 1997).

Presentó su renuncia el 3 de septiembre de 1991,la que le fue aceptada el 22 de abril de 1992, quedando como Obispo Emérito, radicado en Capital Federal.

Falleció el 8 de Enero de 2003, en Buenos Aires y sus restos descansan en el Panteón del Clero del Cementerio de la Recoleta de la Capital Federal. 

Monseñor Ramón Artemio Staffolani (1992 – 2006)

Escudo Eclesiástico

Monseñor Ramón Artemio Staffolani

Nació en la ciudad de Río Cuarto el 17 de agosto de 1930. Hijo de Rafael Staffolani y Dolores Castillo.

En Marzo de 1943 ingresó al Seminario Diocesano “La Sagrada Familia” en los albores de su Fundación, habiendo sido nombrado por Decreto Firmado por Moseñor Leopoldo Buteler, el 20 de febrero de 1943, Rector al padre Juan Amengual, ante la presentación hecha para tal cargo por el padre Gaspar Munar, Superior General de la Congregación de los Misioneros de los Sagrados Corazones de Jesús y María, de palma de Mallorca, España,de acuerdo por elcontrato firmadopor el Obispo y la mencionada Congregación el 19 de Febrero de 1943.

Artemio Staffolani fue ordenado sacerdote el 18 de septiembre de 1954.

Inició su acción sacerdotal desempeñando funciones pastorales como Vicario Cooperador en la Catedral y en las Parroquias San José de Tegua, en la localidad de Alcira Gigena desempeñandose en ese destino entre 1955 y 1956, en que pasó a desempeñar el mismo cargo en la Parroquia y actual Santuario Nuestra Señora de Fátima de Río Cuarto. En 1962 regresa a lalocalidad de Alcira Gigena pero como Párroco.

Fue Fundador en 1963 y Rector desde ese año hasta 1982 del Instituto “ Presbístero Pedro Caviglia en recuerdo y homenaje a quien fue desde 1918 hasta 1949 párroco de la localidad de Alcira Gigena.

Asimismo, durante esos años atendió pastoralmente la localidad serrana de Alpa Corral. En ese amplio espacio eclesial organizó la catequesis en todos sus niveles, el apostolado de la Oración, la Cruzada de Oración en Familia y grupos de cuesillistas.

En 1967 fundó “ Betania”, un hogar de día para la atención integral de niños carenciados.

El 7 de marzo de 1982 al reabrirse el Seminario Mayor Diocesano “Jesús del Buen Pastor” de la ciudad de Río Cuarto, El Entonces Obispo Monseñor Moisés Julio Blanchoud dispuso que el presbístero Artemio Staffolani se haga cargo del rectorado.

Asimismo, fue Rector del Instituto “ Sagrada Familia” de Río Cuarto entre 1982 y 1987.

El 19 de Julio de 1990, su Santidad el Papa Juan Pablo II lo eligió Obispo Coadjutor de esta Sede la Diócesis de Río Cuarto, y el 16 de septiembre de 1990 recibió la consagración episcopal de manos de Monseñor Adolfo R. Arana, y como co-consagrantes, Monseñor Moisés Julio Blanchoud y Monseñor José María Arancibia, (Obispo Auxiliar de Córdoba 1987 – 1993, Arzobispo Coadjutor de Mendoza 1993 – 1996, - 4º Arzobispo de Mendoza 1996.)

Asumió el gobierno pastoral de la Diócesis el 22 de Abril de 1992.

Fue miembro de la Comisión Espicopal de Medios de Comunicación Social desde 1993.

Asesor de la acción Católica Argentina y de la Juventud Obrera Católica en los años 1956- 1961, así como del Movimiento Familiar Cristiano en 1985- 1988.

Presidente de Cáritas Argentina de Río Cuarto para el período 1993 – 1996.

Su S.S. el Papa Benedicto XVI le acepto su renuncia por edad, el 21 de Febrero de 2006, tras catorce años como diocesano.

Falleció en la ciudad de Río Cuarto el 8 de Marzo de 2006, sus restos descansan en el oratorio de la Iglesia Catedral de Río Cuarto.

Monseñor Eduardo Eliseo Martín Downes (2006 - )

Escudo Eclesiástico

Monseñor Eduardo Eliseo Martín Downes

Nació en Venado Tuerto, Provincia de Santa Fe, el 26 de diciembre de 1953, hijo de Eliseo Martín y de Julia María Ana Downes Kenny

Curso sus estudios primarios y secundarios en la misma ciudad natal. Comenzo los estudios universitarios en la especialidad de química, pero tuvo que interrumpirlos al ingresar al Seminario Metropolitano Nuestra Señor, de Santa Fe, donde cursó los estudios de filosofía y teología.

Fue ordenado Sacerdote el 26 de diciembre de 1980 en la Catedral de Venado Tuerto, por el Obispo Monseñor Mario Picchi. (Obispo Auxiliar de Comodoro Rivadavia 1970 –1975), Obispo Auxiliar de La Plata 1975 – 1978, 2º Obispo de Venado Tuerto 1978 – 1989), Obispo Titular de Tinisa de Numidia 1989 – 1997).

Ejerció su ministerio sacerdotal en la parroquia San Cayetano de la ciudad de Venado Tuerto hasta que en 1990 el entonces obispo, Monseñor Paulino Reale, lo designó vicario general, cargo en el que fue confirmado por el actual obispo, Monseñor Gustavo Arturo Help.

Desde 1993 fue también párroco de la Catedral Venadense de la Inmaculada Concepción.

Durante los años 1987, 1988 y 1999 fue también secretario, formador y profesor en el seminario de la Plata. Asimismo fue profesor de teología en el Instituto Católico de Enseñanza Superior de Venado Tuerto.

El 21 de Febrero Su Santidad el Papa Benedicto XVI, lo nombra Obispo de la Villa de la Concepción del Río Cuarto.

Recibió la ordenación episcopal el 19 de Mayo de 2006 en Venado Tuerto, de manos del Obispo Paulino Reale (3er Obispo de Venado Tuerto 1989 – 2000), y como co-consagrantes, el Obispo Guatavo Help (4to Obispo de Venado Tuerto 2001) y el Arzobispo Guillermo José Garlatti (Obispo Auxiliar de La Plata 1994 – 1997, - 6to Obispo de San Rafael 1997 – 2003, - 4to Arzobispo de Bahía Blanca 2003.-)

Tomó posesión de la sede episcopal de Río Cuarto el 28 de Mayo de 2006.

Monseñor Eduardo Eliseo Martín es el quinto obispo de la Villa de la Concepción del Río Cuarto.
Eduardo Tyrrell : Trabajo de Recopilación de Datos y Fotos, noviembre 2009

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