El trabajo del tutor en la educación superior ante los desafíos de los nuevos tiempos.

Autores: MsC. Beatriz Díaz Fernández,  MsC  Vitalio López Rodríguez,

MsC. Ana Méndez Mariño, MsC. Magdalis Téllez García

Palabras claves: Tutor, experticia, experticia tutoral

 

RESUMEN

 

Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal en la Facultad Dr. Salvador Allende en el período entre enero y noviembre de  2012 con el objetivo de  Valorar la experticia del colectivo de tutores para enfrentar los retos y desafíos que la época demanda en la formación de especialistas en  medicina. Nuestro universo estuvo constituido 272 profesores de los cuales  266 docentes que se desempeñan en los siete departamentos  que agrupan las 24 especialidades médicas donde existen residentes en formación y seis  funcionarios del vicedecanato de postgrado e investigaciones. Se  tomó una muestra probabilística con criterio de selección aleatorio sistematizado y constituida por  60 profesores de dichos departamentos docentes. Se midieron variables sociodemográficas como edad, sexo, ocupación y el constructo experticia tutorial concebida como la combinación integrada de conocimientos, habilidades y actitudes que se ponen en acción para un desempeño adecuado.

 

Los resultados obtenidos arrojan que los docentes que se desempeñan como tutores poseen el potencial y la experiencia para asumir los retos de la formación de especialistas  en las circunstancias actuales pero carecen de un plan de actualización pedagógico-metodológica y una guía o planificación de desarrollo estructurada. Pudimos constatar que entre los indicadores de la experticia tutorial quedó determinada la debilidad en la preparación pedagógica y metodológica investigativa demostrando que el que el tutor es una figura docente distinta a la del profesor, ambas son figuras académicas pero el tutor desarrolla habilidades y cualidades que se logran con el tiempo y el curso de estudios de actualización y desarrollo.

 

INTRODUCCIÓN

 

Problema científico: ¿En qué medida el colectivo de tutores de la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende posee la experticia que les permita asumir los retos y desafíos que la época demanda en la formación de futuros especialistas?

 

OBJETIVOS

 

Objetivo general:

 

-Valorar la experticia del colectivo de tutores de la Facultad de Ciencias Médicas  Dr. Salvador Allende para enfrentar los retos y desafíos que la época demanda en la formación de especialistas en  medicina.

 

Objetivos específicos:

 

  1. Caracterizar a los docentes que se desempeñan como tutores en la Facultad de Ciencias Médicas  Dr. Salvador Allende

  2. Identificar los indicadores de experticia tutorial con que cumplen los tutores de la Facultad de Ciencias Médicas  Dr. Salvador Allende para el desempeño de su función tutorial.

 

DISEÑO METODOLOGÍCO

 

Se realizó una investigación a través de un  estudio descriptivo de corte transversal en la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende en el período transcurrido entre enero y noviembre del 2012.

 

Población.

 

Compuesta por 272 profesores de los cuales  266 docentes de la facultad que se desempeñan en los siete departamentos  que agrupan las 24 especialidades médicas donde existen residentes en formación y seis  funcionarios del vicedecanato de postgrado e investigaciones.      

 

Muestra

 

Probabilística con criterio de selección aleatorio sistematizado y constituida por  60 profesores de los departamentos docentes de Clínica, Cirugía, MGI, Medios diagnósticos, Estomatología, Pediatría y Psicología. Tomando como variable conocida de la población la categoría docente de los profesores se determinó el tamaño de la muestra utilizando para ello la fórmula n= S2   y posteriormente se                                  

                                                                                             V2 

realizó un muestreo aleatorio sistemático. Partiendo del tamaño de la población expresado anteriormente y del tamaño de la muestra a estudiar, por medio de la fórmula N/n se obtuvo el valor del intervalo que fue utilizado, igual a  4. Esta técnica permitió  escoger sistemáticamente del listado organizado de profesores uno de cada cuatro hasta llegar a la cantidad de 60, esto garantizó que la muestra estuviese distribuida entre todos los departamentos implicados y no se concentrara en alguno de ellos en detrimento de la representación de otros.

 

Criterios de exclusión.

 

-Los profesores que no dieron su consentimiento para participar en la investigación.

 

Unidad observacional: Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende en el período comprendido enero noviembre 2012

 

Variables.

 

Sociodemográficas. Edad, sexo, ocupación.

 

Experiencia tutorial: Años de graduado como especialista y años como tutor..

 

Constructo: Experticia tutorial, concebida como la combinación integrada de conocimientos, habilidades y actitudes que se ponen en acción para un desempeño adecuado en el contexto de la residencia, movilizando todos los recursos. Dicho de otra forma, es la combinación integrada de un saber, un saber hacer y un saber ser con los demás  medida mediante sus dimensiones:

    

Preparación: Categoría docente, grado como especialista, maestría y    

                           preparación  pedagógica recibida.

      Componente didáctico: Por el señalamiento de las principales acciones    

                           del tutor dentro de este componente según el modelo del

                           tutor de especialidades médicas.

      Componente investigativo: Determinado por la cantidad de trabajos 

                           tutorados, la participación en investigaciones y su producción   

                           científica.

Métodos utilizados:

 

Empíricos a través de una triangulación metodológica:

                  Encuesta “Caracterización del Tutor del especialista en Ciencias  

                  Médicas”.

                  Entrevistas semiestructuradas.

                  Grupo nominal.

 

Métodos de estadística descriptiva para agrupar, analizar y describir conjuntos de datos, con la utilización de Bases de datos (SAGECU) y la Hoja de cálculo electrónico Excel de Microsoft 2007.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN  

 

Resultados de la Observación.

 

Para el desarrollo del trabajo se consultó el Balance anual de la Facultad en el 2012 y la base de datos de profesores SAGECU de los cuales  extraje la información de que la composición del claustro según la edad corresponde a la de todo centro de enseñanza superior, existiendo un predominio de edades por encima de 45 años, donde el profesional esta mas consolidado.

 

La Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende posee un claustro compuesto por 490 docentes que atienden la formación de estudiantes de cuatro carreras, tecnología, enfermería, estomatología y medicina, agrupados en 18 departamentos  docentes, de los cuales 7 atienden la formación posgraduada de especialistas en 24 especialidades médicas, atendidos por 266 profesores entre los que se encuentran los tutores encargados de guiar y formar profesionalmente a nuestros 218 residentes durante el tiempo de duración de la especialidad.

 

De los 218 residentes en formación en la facultad, 74 lo hacen fuera de los muros del Hospital Dr. Salvador Allende, 16 en el Neumológico, 6 en el Pediátrico del Cerro y 52 distribuidos en los 4 policlínicos que conforman el frente de atención primaria de salud en el territorio.

Como ejercicio inicial a nuestros cursos de metodología de la investigación,  con el fin de un conocimiento más cercano de la realidad de nuestros estudiantes y para comprobar indirectamente el estado de los mismos en sus respectivas áreas de formación aplicamos una encuesta (Anexo 5) en la que se les pregunta si conocen a sus tutores principales y de trabajo de terminación de la especialidad, obteniéndose los siguientes resultados:

 

GRAFICO NO 1

 

 

Porciento de residentes por tipo de atención de salud que conocen a los tutores principales y de trabajo de terminación de especialidad.

 

Se hace  evidente la diferencia entre los residentes de las especialidades de atención primaria y los de atención secundaria en cuanto a información de sus respectivos tutores a un mes de incorporados a sus servicios, estando condicionado este dato en este curso escolar en particular, por la situación epidemiológica imperante en el territorio que mantuvo involucrados en el pesquisaje a todo el personal de la APS. También el Hospital Dr. Salvador Allende, el Pediátrico del Cerro y una sala del Hospital Neumológico  habían sido designados como centros de contingencia contra epidemias y desastres y es donde fueron ingresados los casos reportados como sospechosos de dengue de toda la ciudad, por lo que algunos de nuestros residentes de atención secundaria de salud fueron enviados inmediatamente después de matriculados a rotar fuera de nuestras instalaciones.

 

Es necesaria la referencia a esta situación pues fue nuestra realidad en los inicios de este curso 2012-2013 y de innegable incidencia en los datos mostrados anteriormente, no obstante y a pesar de todo esto, los resultados muestran que los nuevos residentes se incorporan a los servicios y pasa un tiempo mayor o menor en dependencia del área a la que pertenecen antes de que les sea asignado su tutor académico y que posteriormente se le asigna el tutor de trabajo de terminación de especialidad.

 

Esta ya es una situación problemática para el buen desarrollo de la actividad de formación del nuevo especialista quien, se encuentra incorporado a un nuevo ambiente laboral, se integra a un grupo de especialistas y estudiantes con los que empieza a realizar funciones, pero en los primeros momentos carece de la figura que le brinde apoyo y guía. Posteriormente  se verá como en las entrevistas y en el debate con el grupo focal aparece también esta situación como preocupación de los docentes.

 

Resultados de la encuesta.

 

Para conocer la composición del claustro de profesores de los departamentos docentes que participan en la formación de especialistas en medicina,  se realizó una distribución de la muestra estudiada según el sexo y el grupo etario de cada individuo, según se muestra en la gráfica No2

 

GRÁFICO No 2.

 

Distribución de la muestra por edad y sexo

 

Como se aprecia,  la muestra estudiada presenta más cantidad de mujeres (34) que de hombres (26) y una mayor concentración en las edades comprendidas entre los 35 y 54 años, con una pobre representación de las edades extremas, es decir menores de 35 y mayores de 65.  Lo más significativo para este estudio es que la mayor cantidad de docentes que pueden desempeñarse como tutores están comprendidos entre las edades que denotan madurez y experiencia, lo que será ratificado al analizar los años como especialista y la categoría docente de cada uno.Analizada fríamente,  esta distribución por edades brinda la imagen de un claustro experimentado y estable, lo que es sin lugar a dudas una de las condicionantes para el buen desarrollo de la formación de los nuevos especialistas y se considera como una fortaleza de nuestra institución, por otra parte el desarrollo de la ciencia y la tecnología ha dado pasos agigantados en los últimos decenios y la pedagogía, la metodología de la investigación, entre otras disciplinas del desarrollo del conocimiento no se han quedado rezagadas, por lo que cabe preguntarse si  estos especialistas han podido, en medio de sus funciones asistenciales y docentes, mantener una actualización en estas esferas o si se les ha ofrecido la misma por parte del personal especializado.

 

Lo anteriormente expuesto se pone de manifiesto en la pregunta que determina si el encuestado es especialista de primer o de segundo grado, como se muestra en el gráfico No 3.

 

GRÁFICO NO 3

 

Porciento de especialistas encuestados que han alcanzado el segundo grado

 

Este gráfico muestra que sólo 17 de los 60 profesores encuestados ha alcanzado el segundo grado de la especialidad, lo que corresponde al 28% de la muestra, dato que resulta importante pues evidencia que menos de una tercera parte de los especialistas que imparten docencia a los residentes y que son sus tutores  ha podido completar los requisitos para obtener el segundo grado aun cuando la mayoría de los encuestados tienen más de 20 años como graduados y como tutores, datos que mostramos en la gráfica No 4.

 

GRÁFICO No 4

 

Años de experiencia como especialista y tutor 

 

En correspondencia con los datos arrojados por las primeras preguntas de la encuesta encontramos que de todos los docentes encuestados sólo 3 tienen menos de 10 años como especialista, 23 están entre 11 y 20 años y el grueso constituido por 34 tiene más de 20 años de experiencia como especialista, es decir que se graduaron de la especialidad antes de la década de los años 90 del siglo pasado, lo que se aviene a lo planteado en el análisis de la gráfica No 2 en cuanto a la edad de los docentes.

 

En el gráfico No 3 aparece un dato de suma importancia en el desarrollo de la investigación y es la existencia en la muestra de 7 docentes de estos departamentos que no son tutores. Estos profesores evidentemente se desempeñan en otras funciones vinculadas con el pregrado o de índole colectivo, pero no poseen la responsabilidad del desempeño tutorial de un residente. Este es un aspecto importante, pues en algunas especialidades como en MGI la relación de los profesores con los residentes es muy grande, 95 docentes y sólo 52 residentes, mientras que en otras como es el caso de angiología sólo 8 profesores, que en este caso son todos tutores atienden a 34 residentes. De esta situación se desprende la interrogante de cuál o cuáles son los indicadores que se toman en cuenta para la designación de un Tutor entre los docentes de un servicio, lo que se determina en las posteriores preguntas de la encuesta y las entrevistas realizadas.

 

En relación con los años como especialista se observa en la gráfica el tiempo de desempeño como tutores de los encuestados y se distingue  inmediatamente que 26 de ellos tienen más de 20 años de experiencia en la actividad, 17 menos de 10 años y sólo 10 poseen entre 11 y 20 años como tutores lo que se corresponde con la disminución en la demanda de especialistas que hubo durante algunos cursos.

 

También se pone de manifiesto en esta gráfica la diferencia entre la terminación de la especialidad y el nombramiento como tutor en aquellos que tienen más de 11 años como especialistas, no así en el caso de los últimos en hacer la especialidad que  han sido convocados a desarrollar la actividad con mucho menos tiempo, respondiendo a la necesidad como se verá  más adelante en el análisis de los resultados de esta investigación.

 

El profesor de enseñanza superior tiene que ir transitando en el curso de los años y en dependencia con el desarrollo alcanzado por él, por una escala de categorías docentes cuyo primer peldaño es el de instructor, seguido por la categoría de asistente, la de profesor auxiliar y que tiene como grado principal el de profesor titular. Estas categorías se adquieren por acumulación de requisitos y mediante ejercicios docentes que demuestran el grado de desarrollo del profesor, en la gráfica No 5 se puede observar la distribución de los profesores encuestados entre estas categorías docentes.

 

GRÁFICO No 5

 

Distribución por categoría docente

 

La distribución de los encuestados brinda una información importante con respecto a la preparación docente de los profesores que se desempeñan como tutores en la facultad, algo semejante a lo que ocurre con la segunda especialidad, a pesar de que el 95% de los encuestados tienen más de 10 años como especialistas y el 60% en la función de tutores, sólo el 23% ha alcanzado la categoría docente de profesor auxiliar, la que requiere un ejercicio docente de mayor rigor, tener resultados científicos y que los mismos hayan sido publicados en revistas de referencia y el análisis  del programa de estudio que implica un dominio del mismo, previa demostración del conocimiento de un  idioma extranjero y de problemas sociales de la ciencia y la tecnología61. Contrario a lo que cabría esperar en la cantidad de profesores auxiliares desempeñando el rol de tutores de la residencia en medicina la cifra de los mismos es pequeña en comparación con los que ostentan las categorías inferiores.

 

La categoría de profesor titular no estuvo representada en nuestra muestra y realmente su número en el claustro, no es relevante pues sólo hay 14.

 

La labor de los tutores y de todos los docentes que realizan la asistencia es ardua y que llevar ambas funciones, la docente y la asistencial se necesita mucho empeño, cuando existen además condiciones no muy favorables para el desarrollo de la primera como se verá posteriormente en el resultado de las entrevistas, condiciones que no se pueden obviar pero sobre las que hay que trabajar y tratar de modificar si se quiere mejorar la calidad de la formación de los futuros especialistas en medicina.

 

Estos son resultados que hablan por sí solos, 34 docentes con más de 20 años como especialistas, 26 de ellos con más de 20 años como tutores, dedicados a la docencia y sólo 14 auxiliares, que son los que deben por su categoría dirigir los proyectos de investigación de sus servicios y haber desarrollado una preparación pedagógica que les permita desplegar las acciones necesarias para la realización de las funciones docente metodológica, investigativas y orientadora que constituyen el eje central del trabajo del tutor de especialidades médicas.

 

Cantidad de máster y maestrías.

 

Otra de las preguntas de la encuesta que permite identificar el grado de experticia de los tutores de la facultad es la referente a los que tienen realizadas maestrías donde se muestra que 22 de los encuestados afirman haber concluido una maestría para un 36%. Estas maestrías son nueve entre las que destacan la de Urgencias médicas con 7, Procederes diagnósticos y Emergencias médicas en la APS con 3, después en orden de cantidad de graduados aparecen las maestrías en Longevidad satisfactoria, Medicina bioenergética y enfermedades infecciosas con 2 cada una y por último las de Atención a urgencias estomatológicas, Atención integral al niño y Atención integral a la mujer con un graduado cada una.

 

Este abanico de maestrías en las cuales se han graduado los tutores de la facultad son todas vinculadas a la atención médica, como se observa ninguno de ellos cursó la maestría de amplio acceso de Educación Médica Superior ideada y estructurada justamente para preparar y ofrecer herramientas pedagógicas al personal docente de la salud que tiene como formación primaria las carreras de ciencias médicas. Este puede ser un signo de que no la necesitan como pensarían muchos al ver las características de estos docentes, sin embargo está claro que se trata de mantener la prioridad de aquellas que sirven para la atención médica por encima de la que ayuda en el desempeño de la labor docente.

 

No se debe situar esta maestría como centro de un problema, ni dejar pensar en que para hacer bien la función de tutor habría que pasarla, al plantearse esta situación solo se  ayuda a develar la problemática que hace que el personal de la salud aunque realice funciones docentes mantenga en primer lugar de prioridades aquellas inherentes a la atención asistencial.

 

Las respuestas a la siguiente pregunta de la encuesta que se presentan en la gráfica No 6 son más que elocuentes, pues indican claramente que no existe un proceso de selección o de formación de aquellos docentes que van a desempeñarse como tutores, a diferencia del proceso de otorgamiento  y promoción de categorías docentes que está debidamente reglamentado en la resolución 128 del 2006 del Ministerio de Educación Superior.

 

En respuesta a la pregunta de si habían recibido una preparación previa al nombramiento como tutores el 91% de los encuestados que se desempeñan como tal respondieron que no habían recibido ninguna y sólo el 9% constituido por cinco profesores tutores aseguró haber tenido algún tipo de preparación previa, a la que denominaron cursos de preparatoria y tres de ellos lo situaron en Institutos Superiores de Ciencias Médicas en provincias orientales

 

Este es un fuerte indicador de que la selección del tutor hasta el momento ha respondido a la necesidad imperiosa dictada por la existencia del residente nombrado en el servicio y salvo en el caso de los 5, que afirman que se les preparó con antelación,  comenzaron a realizar la tarea aprendiendo sobre la marcha sus funciones.

 

Esta realidad muestra que no existe un modelo predeterminado del tutor de ciencias médicas, que en cada servicio y de acuerdo a las necesidades del mismo se definen los docentes que van a desempeñar la función teniendo como requisito indispensable el que estén categorizados, no en todos los departamentos, como se verá en el resultado de la entrevista y el grupo focal, se tienen en cuenta los mismos requisitos para la selección del tutor y por ende la actuación de los mismos no puede tener un desempeño similar.

 

A esta pregunta sobre preparación previa a la designación como tutores, el 85% de los mismos, indicaron que posteriormente  habían realizado cursos vinculados con la docencia o desarrollado actividades que los prepararon para la misma como muestra la siguiente tabla.

 

TABLA No 1

 

Actividades de preparación como tutores, posteriores a su selección,  señaladas por los encuestados

 

 

Actividad desarrollada

Cantidad de tutores

Curso político

45

Cursos propios de la especialidad

42

Curso de preparación para la defensa

29

Cursos impartidos en la facultad

26

Taller de Metodología de la investigación

17

Cursos de pedagogía

8

Diplomado de educación médica

8

Curso de redacción científica

5

 

 

La tabla muestra los cursos o actividades que más recuerdan o que marcaron una huella más profunda entre los encuestados, destacándose el curso político impartido con carácter obligatorio para todos los docentes de Ciencias Médicas en los dos últimos años lectivos, también se destacan los desarrollados en las respectivas especialidades con una participación masiva y después aparecen en participación el curso de preparación para la defensa recién concluido y cursos impartidos en la facultad, sin que se haya especificado cuál.

 

Aparecen con una cifra mucho menor de participación el taller de metodología de la investigación, que habitualmente ofrece el Vicedecanato de Posgrado e Investigación, los cursos de Pedagogía que  han ofertado todos los años  los asesores metodológicos de la facultad, el diplomado de educación médica y el curso de redacción científica que se imparten anualmente. Estas son, sin restarle importancia a las anteriores,  las actividades en las que deben estar presentes todos los docentes que se desempeñan como tutores y que son responsables del desarrollo integral de los futuros especialistas en medicina. Es en los cursos de pedagogía, metodología de la investigación, didáctica de la enseñanza de la medicina, redacción científica, etc.,  donde los tutores pueden encontrar las herramientas y la actualización necesaria para el correcto desempeño de su función formadora y el desarrollo de su experticia tutorial, atemperado con las condiciones imperantes y el actual desarrollo de la ciencia y la técnica, definidas en un eje funcional dividido en tres ramas:

 

  1. Función docente metodológica: actividades encaminadas a  la planificación, ejecución, control y evaluación del proceso de enseñanza-aprendizaje. Por su naturaleza incide directamente en el desarrollo exitoso de la tarea instructiva y de manera concomitante favorece el cumplimiento de la tarea educativa.

  2. Función investigativa: actividades encaminadas al análisis crítico, la problematización y la reconstrucción de la teoría y la práctica  médica en los diferentes contextos de acción del galeno.

  3.   Función orientadora: actividades encaminadas a la guía y ayuda para el autoconocimiento y el crecimiento personal mediante el

       diagnóstico y la intervención pedagógica en interés de la formación integral del residente como futuro especialista en medicina. Por su

       contenido la función orientadora incide directamente en el cumplimiento de la tarea educativa, aunque también se manifiesta durante

       el ejercicio de la instrucción.

 

Los propios docentes reconocen en las respuestas a la pregunta No 10 de la encuesta la necesidad de una preparación del profesor para desarrollar las acciones tutelares durante el régimen de residencia como muestra el gráfico No 7

 

GRÁFICO No 7

 

Reconocimiento de la necesidad de preparación docente por parte de los tutores.

 

Esta respuesta muestra que los tutores no están ajenos a sus necesidades de superación, ellos identifican  como imperiosa la preparación docente, salvo un pequeño grupo de 4 tutores, quienes sólo dan importancia al componente del qué tienen que enseñar es decir, únicamente  es importante el contenido específico de la especialidad en cuestión, obviando por completo el resto de los componentes del proceso de enseñanza aprendizaje que se refieren al cómo llevar a los residentes a apropiarse de dichos contenidos.

 

Este aspecto es de vital importancia en los resultados de esta investigación, pues aunque el 92.5% de los tutores encuestados están identificados con esa necesidad, sólo la mitad (Tabla No 1) reconocen haber participado en cursos de índole pedagógica, esto evidencia problemas en la identificación de las necesidades de aprendizaje de los departamentos docentes y dificultades en la elaboración de los planes individuales anuales de los tutores, siendo necesaria la discriminación entre un docente que atiende pregrado y aquel que por sus cualidades ha sido designado como tutor para el régimen de residencia.

 

En la siguiente pregunta de la encuesta se pide las cualidades que debe posee un tutor, aspecto que fue evaluado a partir del modelo   del tutor de especialidades médicas validado por la DraC. Lourdes Bárbara Alpízar Caballero en su tesis en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Médicas, titulada “Estrategia de evaluación del desempeño pedagógico para los tutores de especialidades médicas” y defendida en la Facultad de Ciencias Médicas “General Calixto García Iñiguez” en el 2008.

 

TABLA No 2

 

CUALIDADES QUE DEBE POSEER EL TUTOR.

 

 

Cualidades

Cantidad

Poseer dominio del contenido de la especialidad

38

Ser exigente

30

Ser responsable

26

Ser disciplinado

23

Ser ejemplo

19

La honestidad

15

Poseer preparación científico pedagógica

14

Ser competente

12

Tener interés investigativo

12

Ser dedicado

9

Ser preocupado

6

Ser humano

6

Ser comunicativo

4

La constancia

4

Poseer preparación política

4

Ser paciente

3

 

 

Se evidencia en las respuestas de los tutores a esta pregunta que la mayoría da el mayor peso entre  las cualidades que deben poseer, al dominio del contenido de la especialidad, después aparece un grupo de cualidades que reflejan valores que debe poseer cualquier profesional, sólo una tercera parte le dio un lugar significativo a la preparación científico pedagógica, la competencia y el interés investigativo que son indicadores medulares en la experticia del tutor. Después aparecen en las respuestas otro grupo de valores generales y por último 4 de los encuestados  planteó la necesidad de una preparación política.

 

Es significativo que no señalaran  como cualidades del tutor:

 

- Guía y orientador.

 

- Organizador y planificador.

 

- Conocedor de las tendencias pedagógicas contemporáneas.

 

- Facilitador del aprendizaje.

 

- Conductor de  investigaciones.

 

- Productor científico.

 

- Observador.

 

Estas son junto al dominio del contenido de la especialidad, la preparación científico pedagógica, el interés investigativo, el ser comunicativo y la preparación política, las cualidades medulares  en la experticia de un tutor que le permiten el desempeño de sus funciones docente metodológica, investigativa y orientadora.

 

Referente al componente de orientación investigativa la encuesta arrojó que el 15% de los tutores no tenían participación como tutores de Trabajo de Terminación de Residencia, aunque han participado como tutores en trabajos científico-estudiantiles de pregrado, mientras que el 85% se han desempeñado en varias ocasiones como tutores de TTR, esto muestra que no existe una diferenciación establecida entre Tutor principal y Tutor de trabajo de terminación de la residencia, el 15% que aun no ha tutoreado un TTR se encuentra entre los 17 tutores que tienen menos de 10 años en la función según se puede observar en la gráfica No 4 y los 16 instructores que muestra la gráfica No 5, es decir, aquellos tutores que han alcanzado recientemente la categoría docente y han comenzado rápidamente a desempeñarse como tales por necesidades del servicio al cual pertenecen.

 

Esta realidad ofrece la base para decir que cuando se habla de tutor de especialidades médicas hay que verlo en sus dos aristas, pero en una misma persona y con la misma formación, siendo incorrecta la visión que los separa en dos clasificaciones, pues como quedó establecido en el resultado de esta investigación la mayoría de ellos simultanean ambas funciones, por lo tanto la preparación docente, metodológica e investigativa, que debe recibir un tutor tiene que ser la misma sin disquisiciones sobre si su desempeño es en la rama investigativa o de formación en la especialidad.

 

Como última información de la encuesta quedó reflejada la cantidad de tutores que se encuentran vinculados a una investigación actualmente y de aquellos que tienen producción científica  reciente,  lo que se muestra en el gráfico No 8.

 

GRÁFICO No 8

 

 

Producción científica y participación en investigaciones de los tutores encuestados.

 

De los 53 tutores pertenecientes a la muestra, 9 son jefes de proyectos de investigación y 29 plantean que están vinculados a alguna, habiendo 15 para un 28%, que  no investiga en la actualidad, lo que indica que existen tutores vinculados a  TTR que en el momento de la encuesta no pertenecían a ningún proyecto de investigación, otro tanto sucede con la producción científica cuyos datos demuestran que hay 8 tutores que no han publicado recientemente aunque en este aspecto se encuentran aquellos de menor categoría docente y poco tiempo de experiencia.

 

Es la actividad docente educativa del tutor un aspecto de difícil medición por las disímiles aristas en las que se desenvuelve, para lograrlo se consultó la tesis doctoral titulada,  Estrategia de evaluación del desempeño pedagógico para los tutores de especialidades médicas, de la DraC. Lourdes Bárbara Alpízar Caballero de la Facultad de Ciencias Médicas “General Calixto García Iñiguez” basada se tomó  como patrón el constructo de experticia tutorial.

 

No siendo objetivo de esta investigación la evaluación de los tutores, sino una  valoración de la experticia de los que asumen la función de tutores de residentes de especialidades médicas en la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende, se determinaron los principales  problemas a partir de las respuestas dadas por ellos en la encuesta.  Aspecto importante en el desarrollo profesional de los especialistas en nuestro país es la obtención del segundo grado de la especialidad que indica, por los requisitos que hay que cumplir, la constancia en la superación, actualización e investigación por parte del profesional, es por eso  que se toma como indicador importante en la calificación del tutor de especialidades médicas y basada en este indicador se determinó que sólo el 28% de los tutores han alcanzado este nivel.

 

Tan importante o más que el segundo grado es la categoría docente alcanzada por los profesores tutores, siendo la expresión material del desarrollo sostenido de la actividad profesoral que de forma sistemática debe llegar a la categoría principal de Profesor Auxiliar a partir de los seis años de experiencia en el trabajo docente. En el caso de los tutores encuestados sólo el 26% ha alcanzado esta categoría, cifra muy similar a la de aquellos que alcanzaron el segundo grado de la especialidad.

 

Muy vinculado al desarrollo de los anteriores indicadores está el de la actualización pedagógica, que mostró que un 32%  de los tutores habían participado en cursos de superación u otras actividades vinculadas con la función docente que desempeñan. El resto manifestó el vínculo con la superación en la especialidad y algunos reconocieron no haber participado en cursos de superación. Atendiendo a este aspecto en la superación profesional del tutor se encontró  correspondencia con la identificación de las cualidades que debe poseer el mismo pues el 32% de los encuestados señaló tres o más cualidades que debe poseer un tutor, el 26% nombró dos correctamente y el resto habló de valores generales de la persona.

 

Por último pero no por eso menos importantes dentro del esquema de los indicadores de la experticia del tutor se llevó a un análisis  su participación en las actividades investigativas y de producción científica, habiendo encontrado que el 72% está vinculado a un proyecto de investigación, el 41% tiene una publicación anual, el 44% tiene 3 en los últimos 5 años y el 15% no publican.

 

A partir de este análisis y atendiendo a las dimensiones declaradas del constructo experticia tutorial aflora que el 28% de los tutores encuestados entran en la categoría de Muy Bien, el 44% en la categoría de Bien y el otro 28% en la de Regular.

 

Análisis de la entrevista:

 

Para obtener más elementos acerca de la actuación del tutor y de las acciones tutelares en la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende, desde la óptica del directivo, se realizó una entrevista semiestructurada con una guía de observación a 8 de los máximos directivos de la docencia de posgrado, entre jefes de departamento y personal del Vicedecanato de Investigación y Postgrado, que acumulan un promedio de 6 años en la actividad de dirección docente. Todos coinciden en que la figura del tutor es importante, vital en la formación del especialista de primer grado, pero que existen deficiencias en el desempeño del mismo, pues en algunas ocasiones son nominales, no asumen su rol, quedando como algo formal, sobre todo cuando se desempeñan como tutores de TTE. Algunos no investigan en la temática que tutelan, en ocasiones el seguimiento no es sistemático por parte de ellos sobre el desarrollo del residente. Uno de los directivos entrevistados, jefe de departamento docente, no tuvo suficientes elementos que ofrecer porque en el posgrado académico no se le presta atención a la figura del tutor. Están de acuerdo en que muchas bajas que ocurren en la residencia pudieran evitarse con un buen trabajo tutelar de guía y orientación, pues no son en su mayoría por causas académicas.

 

Como directivos opinan que para mejorar el desempeño del tutor, hay que mejorar su preparación pedagógica, que deben ser seleccionados atendiendo a su capacidad y desarrollo científico pedagógico y no por la necesidad y un poco al azar,  como sucede actualmente, que el trabajo debe ser integral, incluido el desarrollo del Trabajo de Terminación de Especialidad, que muchas veces no está dentro de las líneas de investigación de la facultad. Sugieren que para mejorar su desempeño, esta figura debe ser escogida por criterios de selección, que hay que normar, regular y evaluar su trabajo para que cumpla sus objetivos.

 

Los entrevistados opinan que como no hay jerarquización de la actividad del tutor, no se evalúa con el peso que debe llevar, que debe existir un sistema de evaluación de los tutores a partir de una selección adecuada y a la vez esto requiere de acuerdo a los resultados un reconocimiento, ofreciendo, por ejemplo, la posibilidad de incorporarlo al sistema de créditos académicos o de remuneración monetaria.

 

Estos planteamientos están en correspondencia con las necesidades expuestas por diferentes departamentos de Docencia Regionales y Hospitales docentes de España26,51 y 52 ,en México, es indispensable la preparación teórico práctica del tutor en la educación médica superior en un proceso que podría lograr  la homogeneidad a partir de cualidades pedagógicas, las funciones y los requerimientos del mismo, para alcanzar la experticia  tutorial con la debida competitividad en función de satisfacer las necesidades cada vez más crecientes de la sociedad64.

 

Con estos resultados se obtuvo la caracterización de la figura y modo de actuación profesional del tutor.

Cualidades

  • El tutor debe ser y ser reconocido no sólo por su actitud científica sino por manifestar una sólida cultura general.

  • El tutor debe  poseer una amplia cultura pedagógica y dominar especialmente la lengua materna y un idioma extranjero.

  • Además de ser creativo, organizado y flexible, debe ser innovador, con capacidades de negociación y buena comunicación.

  • El tutor debe ser  ejecutor, alguien que encuentre solución a las situaciones problemáticas que se presenten durante el desarrollo de la actividad formadora en la educación en el trabajo.

  • Poseer una madurez y seguridad del carácter y sus acciones: ser ejemplo personal y de modestia como docente, poseer capacidades negociadoras, buen nivel de autoestima, equilibrio emocional, empatía y poseer un espíritu sensible y humanista que reclama su profesión médico- profesoral.

  • El tutor debe poseer claridad ideológica identificada con la clase social que representa, traducido en convicciones y en conducta que lo provea de un pensamiento auténtico y un reforzamiento de la identidad nacional con profundos sentimientos patrios solidarios e internacionalista.

  •  Debe aplicar sus conocimientos y habilidades, ,lo que incluye incorporar las mismas a la obtención y procesamiento de la información  utilizando las TICs, poniéndolas además, al servicio del educando al incorporarlos en el proceso de aprendizaje y de producción intelectual, sin soslayar las técnicas tradicionales ya conocidas de estudio individual.

  • Desempeñar un papel orientador en las diferentes actuaciones con dominio de los elementos básicos de la educación para la vida.

·         Debe desempeñarlos roles de organizador, planificador,  director, supervisor,  ejecutor y controlador del proceso docente formativo desarrollando las principales actividades, tareas, conocimientos, habilidades, actitudes, valores y conducta.

  • Debe poseer competencias (habilidades, conocimientos, actitudes, valores, atributos) que incluyen las competencias básicas de la profesión docente en la sociedad del siglo XXI, tales como:

a) Debe ser un experto para guiar el aprendizaje que en la tutoría desborda la docencia clásica y lo convierten por la gestión didáctica integradora y la innovación, en un ingeniero de la instrucción.

b) Poseer los valores  éticos y socializadores de la profesión, pues constituye un marco de referencia normativo para los residentes en formación, y como juez evaluador desempeña una función fundamental de control social.

Grupo Nominal

Convocados en el salón del decanato de la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende, se reunió el  Grupo Nominal, una vez identificados los indicadores  presentes en el universo de estudio, así como los resultados de la Encuesta “Caracterización del Tutor del especialista en ciencias médicas” aplicada a la muestra y a través de esta técnica donde se lanzó  la problemática al grupo, centrando la reflexión sobre el problema que en todo el trayecto investigativo estuvo presente.

 

Atendiendo al papel desarrollado por ellos dentro de la facultad,  ya sea como directivos docentes, especialistas, o profesores, era en extremo necesario  conocer sus opiniones sobre la problemática en cuestión, de ahí que se enunciara el problema  y se comenzara con las respuestas para despejar la incógnita gnoseológica:

 

Situación Problemática:

 

A pesar de declararse la figura del tutor en la resolución 108/2004 muchos docentes que desarrollan la actividad no identifican en sus respuestas los indicadores  que este debe reunir para el desarrollo de su experticia tutorial, sin embargo en la entrevista a los directivos estos sí supieron declararlas.

A su entender en qué radica esta situación?

Profesores y directivos

Dificultades

  • Los tutores no reciben preparación específica  para el desarrollo de la actividad tutorial, generalmente en sus inicios hicieron trabajo tutelar de acuerdo a la experiencia de lo que con ellos habían hecho sus tutores, mejorándolo de forma autodidacta y últimamente a través de algunos cursos de pedagogía o metodología de la investigación que los preparaba mejor para el desempeño de esta actividad.

  • Los que menos experiencia docente poseen, son  los seleccionados para tutorar trabajos de TTE.

  • Algunos tutores se desentienden de los trabajos de terminación de la especialidad de sus tutelados durante largos períodos de tiempo, reasumiendo su función en las etapas finales.

  • Generalmente los tutores no ostentan el título de Máster, Doctor en Ciencias o Especialista de Segundo Grado.

  • La producción científica de los tutores es escasa, teniendo en cuenta su vida profesional.

  • Sobre las actividades que dan salida a la función de investigación, algunos no encuentran el tiempo o no se hallan motivados.

·         No obstante su experiencia en el trabajo docente, les cuesta pasar a las categorías docentes superiores.

  • La cantidad de residentes que sean presentados en el servicio es la que determina muchas veces la selección de los tutores entre los profesores.

  • La carga de trabajo docente y asistencial, teniendo en cuenta la condición del Hospital Dr. Salvador Allende como centro de atención provincial de casos febriles en los eventos epidemiológicos que nos han afectado en los últimos años, dificultan las acciones investigativas.

  • Las condiciones para publicar no son las mejores y la cantidad de sitios para hacerlo disminuye.

  • No se les planifica correctamente la superación y la realización de los requisitos para el tránsito por las categorías   docentes.

 

Como se aprecia el grupo nominal afloró criterios sobre las cualidades que deben poseer los  tutores y las funciones que tienen que acometer  para el ejercicio de su actuar, así como las dificultades que se presentan desde el mismo momento de la selección de un profesor como tutor, sus ideas manifiestan resultados en extremo atrayentes y concluyentes para esta investigación.

 

A pesar de que existen planes y estrategias de superación en cada departamento docente la realidad de lo  cotidiano y lo imprevisto hacen que no en todos los casos cumplan con sus cometidos, en ocasiones,  los que tiene que velar por su cumplimiento están sumidos en fases de tareas y solución de dificultades de la asistencia y no en el fortalecimiento y solución de las dificultades de la docencia.

 

A la pregunta de si el personal docente-asistencial de la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende posee la experticia necesaria para enfrentar los retos y desafíos que la época demanda en la formación de futuros especialistas, el resultado de esta investigación ha arrojado la respuesta positiva a este cuestionamiento. Sí existe el personal con la experticia docente y una calidad asistencial excelente que pueda guiar la formación académica e investigativa de los futuros especialistas, aunque falta  como ha quedado en evidencia la puesta en práctica de un plan de actualización pedagógico-metodológica y una guía o planificación de desarrollo estructurada específicamente para el personal docente que desempaña la función de tutores.

Entre los resultados afloró el problema de que la figura del tutor es distinta a la del profesor, el ser docente categorizado es requisito para ser nombrado tutor de un residente, pero no debe ser tomado como único requisito, aunque no existe una diferenciación legal en la planificación y evaluación de las actividades que realizan las dos figuras académicas, aquellas realizadas por el tutor requieren, como quedó explícito en este ejercicio  de muchas habilidades y cualidades que se logran con el tiempo y la experiencia en el desarrollo de la docencia unidas a una superación consecuente con la labor que se desarrolla.

Detrás de estas respuestas se observa que en  el tratamiento de tan importante elemento  del proceso de formación de los futuros especialistas han primado  las soluciones apresuradas para responder a situaciones emergentes, a la hora de valorar estrategias y diseños de planes, han tenido más peso en ocasiones  las presiones asistenciales y la docencia del pregrado, lo que  imposibilita el logro de  un análisis sistémico del proceso tutorial, sin el cual es imposible lograr los resultados esperados.

Se ha identificado una ausencia total de método para particularizar la actividad tutorial dentro del sistema docente educativo, se subordina la formación posgraduada y no se toma en cuenta la importancia de la misma y el peso que tiene en los resultados académicos de la facultad.

Teniendo en cuenta lo planteado sobre la actividad tutelar de TTE, queda demostrado que esta no es óptima para lograr el diseño de proyectos e investigaciones científicas de calidad que puedan ayudar a la solución de los principales problemas de  salud del territorio.

Otro indicador que se presentó como deficiencia fue la producción intelectual y la proyección de trabajos vinculados a la investigación. Esto explica en cierta forma los resultados iniciales de la caracterización de los tutores donde no obstante al paso del tiempo, tienen una producción científica pobre, casi estática.

Se necesita  partir de  paradigmas complejos, donde se tome en cuenta la integralidad, la sistematicidad, la totalidad de los factores que condicionan la existencia de los problemas docentes por resolver, o por el contrario, estos planes o estrategias de desarrollo  docente, estarán  dominados por el tedio y la monotonía sin un análisis que proporcione respuestas dialécticas, y por tanto, incapaces de interpretar el todo no a partir de la suma mecánica de sus partes, sino a través de la relación causal entre cada uno de los factores que lo componen. Si no actuamos  seguirá primando lo que es la contradicción fundamental del problema, la dicotomía  entre lo formal y lo real, mientras no se divise estas controversias lo esencial seguirá siendo invisible ante nuestros ojos y persistirán las dificultades en la formación de los especialistas de mañana.

 

CONCLUSIONES.

 

1- Los docentes que se desempeñan como tutores en la Facultad de Ciencias Médicas Dr. Salvador Allende poseen el potencial y la experiencia como profesionales para asumir los retos de la formación de especialistas  en las circunstancias actuales pero carecen en la práctica de un plan de actualización pedagógico-metodológica y una guía o planificación de desarrollo estructurada.

 

2- Entre los indicadores de la experticia tutorial quedó determinada la debilidad en la preparación pedagógica y metodológica investigativa.

 

3- Los indicadores de la actividad tutorial que definen el grado de experticia de los docentes dedicados a esta función demuestran que el tutor es una figura docente distinta a la del profesor, ambas son figuras académicas pero el tutor desarrolla habilidades y cualidades que se logran con el tiempo y el curso de estudios de actualización y desarrollo.

 

4- En el trabajo de discernimiento de la identificación de las necesidades de aprendizaje en los departamentos docentes no se contemplan aquellas inherentes a la labor tutorial.

 

RECOMENDACIONES

 

Los departamentos docentes en los que existe la figura académica del tutor deben proyectar en el plan de desarrollo anual de cada uno de ellos actividades que aumenten la preparación docente metodológica de los mismos, como los talleres de metodología de la investigación, postgrados de pedagogía, diplomado y maestría en educación medica superior, entre otros de este mismo corte

 

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MsC. Beatriz Díaz Fernández,  MsC  Vitalio López Rodríguez,

MsC. Ana Méndez Mariño, MsC. Magdalis Téllez García

En Letras-Uruguay desde el 1 de mayo del 2013

 

Ver, además:

 

                      Magdalis Téllez García en Letras Uruguay

 

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