Museo Mundial del Tango
- su inauguración -
Por Carlos Szwarcer

El 22 de Diciembre pasado (1) se inauguró, en el Palacio Carlos Gardel, el Museo Mundial del Tango, ubicado en el 1º piso de Avenida Rivadavia 830 de la ciudad de Buenos Aires, dentro del ámbito de la Academia Nacional del Tango. Dependen de ésta y funcionan allí el Liceo Superior del Tango, el Conservatorio de Estilos “Argentino Galván”, la División Patrimonio y La Fundación Pro Academia Nacional del Tango.

Horas antes del acto de apertura del nuevo Museo pudimos dialogar con Gabriel Soria, quien junto al mítico Horacio Ferrer son los creadores del flamante espacio cultural. Soria, quien amablemente extendiera invitaciones especiales para dicho evento a este corresponsal y al encargado de Redacción de la Revista del Cecao, Jorge Lazzeri, manifestó su entusiasmo por el renovado interés que tiene el Tango en todo el país y por la concreción de tan ansiado proyecto.  

 

Carlos Szwarcer entrevistando a Horacio Ferrer.

El inicio del importante acontecimiento estaba anunciado para las 19,30 hs. Alrededor de las 14 hs. se observaba en el lugar un movimiento incesante. Las vitrinas permanecían con sus tapas de vidrio aún levantadas para que terminaran de ubicar cada reliquia en su justo sitio. La tensión y el apuro por llegar a tiempo con la programación y el despliegue de operarios y ayudantes fue nuestra primera imagen. Uno de ellos terminaba de recortar prolijamente una foto de Carlos Gardel para exhibirla en el lugar adecuado. Horacio Ferrer, con el nerviosismo natural de los momentos previos, estaba en todos los detalles, iba y venía ayudando a trasladar diversos objetos. Otro grupo probaba los equipos de sonido y  video.

A las 19 hs gran cantidad de medios de comunicación cubrían la ceremonia. Subimos las amplias y lujosas escaleras, en tanto comentábamos cómo nos invadía una extraña sensación: estábamos participando de un verdadero hecho histórico. Funcionarios, periodistas, músicos y público en general con curiosidad y emoción circulaban por los varios salones que permiten recorrer las distintas épocas del Tango desde sus orígenes.

La muestra, pensada en forma didáctica, está dividida en sectores por orden cronológico. Gigantografías espectaculares exponen las imágenes de célebres músicos y cantantes de todas los tiempos. Se lucen en los anaqueles una variedad de ediciones de libros y discos dedicados al Tango en nuestro país, como así también, rarezas de otras partes del mundo relacionadas con la temática. Varias vitrinas cobijan manuscritos amarillentos de célebres composiciones, pentagramas y programas de antaño, discos de pasta, y máquinas de escribir añosas con las que se tipearon alguna vez estrofas que marcarían épocas.

En una pequeña sala pudimos sentirnos cerca, en cierto modo, de grandes estrellas tangueras a través de alguno de sus atuendos: un vestido de Tita Merello o un frac que perteneció a Aníbal Troilo (Pichuco). Un recinto especial está dedicado a la exposición de fotografías de rostros de reconocidas figuras del ámbito tanguero, todas ellas tomadas por la notable fotógrafa alemana Annemarie Heinrich quien retratara a grandes personalidades de la cultura argentina.

El salón principal dispone de un breve escenario con espacio suficiente para una orquesta, allí se dijeron las palabras inaugurales. Horacio Ferrer, exultante contó, junto a Gabriel Soria, los pormenores del proyecto que se hacía realidad en esos instantes. Tras los agradecimientos a quienes apoyaron financieramente la idea, invitaron a compartir el micrófono a la cantante Susana Rinaldi que puntualizó la importancia de ese momento. En medio de sus palabras se produjo un inesperado apagón, quedando los invitados en total oscuridad. Sin embargo, las luces de varias cámaras que funcionaban gracias a sus baterías, alcanzaban a iluminar el escenario. “La tana” Rinaldi, haciendo gala de sus dotes actorales, alcanzó a decirle inmediatamente a Ferrer,  bien fuerte como para que todos lo escuchen: “¡Esto es buena suerte... bajaron los ángeles! ¿Te acordás Horacio que lo mismo pasó cuando hace muchos años inauguramos `La Botica del Ángel, y que éxito tuvimos...?” Ferrer sonrió preocupado, seguramente pensando en cuantos minutos tardaría en volver la iluminación. Pero, apenas finalizadas las palabras de la cantante, mágicamente, se hizo otra vez la luz provocando el aplauso cerrado de la numerosa asistencia.

El Museo Mundial del Tango, lugar poblado de musas al que no se debe dejar de visitar, colaborará con la difusión de parte del acervo nacional. Pensado inteligentemente para que disfruten los amantes de la música en general y del Tango en particular contará, indudablemente, con la presencia de un cuantioso y variado público. Los argentinos y el turismo que llega a nuestro país agradecidos por esta atractiva propuesta cultural.

Notas:                                                                                                           

1) 22 de Diciembre de 2003.

Carlos Szwarcer 
Publicado en Revista Cultural del Cecao. Año II Nº 16. Febrero de 2004. Córdoba. Argentina 

Texto ajustado para Letras-Uruguay

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