De cuplés y cachetazos

Por Carlos Szwarcer

En la España de fines del siglo XIX y principios del XX la incorporación del erotismo en el teatro, a través de las mallas negras, el corsé, las faldas cada vez más arriba y los escotes cada vez más abajo,  hizo llamar a estas artistas del nuevo género: diablos con faldas  pues se suponía, en algunos casos con fundamento, que eran mujeres  de azarosas vidas.

En 1911, entusiastas y admiradores de la Chelito -sobrenombre de la cubana Consuelo Portela- luego de hacerlos gemir en el Trianón Palace de Madrid, la colocaron sobre sus hombros, paseándola triunfalmente hasta el Ideal Room. Este puede ser considerado el momento de despegue del llamado género ínfimo y del cuplé (del francés couplet), este último de aparente origen provenzal, copla de una canción, que en España, desde fines del siglo XIX, se lo utilizó en su vertiente picaresca.

La Fornarina, Consuelo Vello, fue la primera gran reina del cuplé. Tuvo un pasado turbio de prostitución del que nunca se llegó a desprender. Murió joven, en pleno triunfo, en 1915.

Sin embargo la zaragozana Raquel Meller, nombre artístico de Francisca Márquez López, fue la artista de su época de más renombre y nivel internacional. Su arte gustaba a todo tipo de público. Hizo conocer canciones como El Relicario o La Violetera por todo el mundo. Fue también centro de escándalos y de rumores varios.

La Argentinita, Encarnación López, nacida en Buenos Aires en 1898, hizo su carrera en España destacándose como bailarina excelente y de gran clase, sobresaliendo también como simpática cantante. En su espectáculo en el teatro Romea, en uno de sus cuplés: El matrimonio, realizaba una imitación de Raquel Meller. Esta asistió una noche a la función. Al finalizar la interpretación del cuplé se levantó del palco y fue al escenario, sin gritos, tranquilamente le dio un cachetazo a Encarnación delante de todo el público y le dijo: ¡Y ésto es para ti!, dejándole en claro que una artista de su talla no aceptaba imitaciones.

Carlos Szwarcer

Publicado en “Todo es Historia” Nº 436. Pág. 31. Noviembre de 2003. Buenos Aires. (Argentina)

Ir a índice de América

Ir a índice de Szwarcer, Carlos

Ir a página inicio

Ir a mapa del sitio