Cultos en Buenos Aires: los tiempos políticos y religiosos 
-entrevista a Alicia Vázquez-
Por Carlos Szwarcer

Nos encontramos con Alicia Vázquez, Directora General de Cultos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En su despacho del 2º piso de Avenida de Mayo 560 conversamos sobre las comunidades religiosas, identidad y diversidad cultural, la inmigración, la discriminación, y una amplia gama de temas concernientes al pasado y al presente de la Ciudad de Buenos Aires.

Alicia Vázquez, Directora General de Cultos del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Carlos Szwarcer

P: Buenas tardes Alicia, gracias por recibirnos. Es un gusto poder conversar con usted.

 

R: Igualmente.

 

P: Hay un Registro de Cultos que depende de la Secretaria de Cultos de la Nación…

 

R: Si, está sustentado en criterios con los que algunas comunidades no están de acuerdo y creo que la Secretaría de Cultos está en la búsqueda de organizar un registro que pueda satisfacer las preocupaciones del resto de los cultos. Yo en Nación prefiero no opinar…

 

P: ¿A nivel de la Dirección de Cultos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cómo y quién lleva un registro de cultos, por lo menos desde un punto de vista estadístico?

 

R: Nosotros no tenemos registro, pero tenemos una muy buena base de datos. Como estado sí tenemos que conocer las comunidades que hay en nuestra ciudad, para eso tenemos una base de datos, un directorio, como cualquier otra área de gobierno cuya responsabilidad es el vínculo entre el gobierno y el sector de competencia. El nuestro es el religioso. Nosotros tenemos la relación entre el gobierno de la ciudad y los diferentes cultos, diferentes comunidades religiosas o espirituales. Para qué buscamos conocerlos, porque consideramos que en la ciudad de Buenos Aires, como se ha dicho, la identidad es la diversidad. Decimos desde Cultos que queremos hacer visible la diversidad religiosa porque pensamos que de esa manera contribuimos a superar situaciones de discriminación que surgen en muchas ocasiones de lo desconocido. Queremos mostrar la convivencia fraterna en esa diversidad porque en Buenos Aires, a pesar de haber habido dos atentados muy importantes en la comunidad judía no tenemos registro en nuestra ciudad de enfrentamientos serios por cuestiones religiosas, y, por otra parte, queremos mostrar el compromiso social de la mayoría de las comunidades religiosas. Nosotros pensamos que si bien el estado es laico tanto el sector religioso, los cultos, o la comunidades religiosas, tanto como el estado, como el gobierno, tienen un objetivo común y es el bien común. En ese lugar es donde nos situamos juntos.

 

P: ¿Cuál es el eje fundamental de las actividades de la Dirección?

 

R: La línea es mostrar la presencia religiosa, mostrar la diversidad, la convivencia fraterna en la diversidad y el compromiso social.

 

P: ¿Y cómo lo implementan?

 

R: Lo hacemos de diferentes maneras: por un lado canalizamos todos los pedidos de diferentes cultos de uso de los recursos del estado, como cualquier otro. Eso significa el derecho que tiene cualquier comunidad de expresar su fe religiosa. Esto parecería algo menor pero en una ciudad donde la tradición era de contemplar a una sola comunidad desde lo formal, esto es muy importante porque al haber un área de competencia quiere decir que las comunidades cristianas, judía, musulmanas, hinduistas, etc., tienen la posibilidad de solicitar un permiso para mostrar su tradición religiosa. Hacemos actividades que tienen que ver con lo cultural. A fin de año sacamos un calendario que llega a todas las comunidades, sabemos que se utiliza para mostrar a algunos chicos de escuelas cristianas o católicas las otras expresiones religiosas que hay en la ciudad. Con ese mismo registro hacemos una muestra a fin de año.

 

P: ¿Buscan promover el diálogo entre las comunidades o participan a través de un pedido específico?

 

R: Hay actividades que surgen desde este trabajar conjunto. Nosotros no nos ocupamos de promover el diálogo. Como estado no podemos promover el diálogo que es de voluntad de cualquier comunidad religiosa, lo que sí yo hago es a fin de año, por ejemplo, reunimos alrededor de 150 mujeres de diferentes comunidades religiosas y como consideramos que las mujeres de cualquier culto son una parte importante del sostenimiento de esa expresión religiosa, las convocamos, las homenajeamos, y ponemos en su conocimiento nuestra gestión, los proyectos del año, lo que funcionó bien, lo que nos quedó pendiente, y en ese espacio viene la persona que quiera. Nosotros invitamos a todos. Como invitamos también cuando hacemos una muestra o cuando articulamos campañas con otras áreas de gobierno. Ahí invitamos a todos, a ese espacio viene el que quiere.

 

P: ¿Le parece que está suficientemente difundida la actividad de esta Dirección, una actividad tan importante que atañe al diálogo entre las diferentes comunidades?

 

R: Siempre hay un circuito, siempre hay personas que están ocupadas por el diálogo y las diferentes actividades y esas personas si están atentas. Creo que no es demasiado conocido en otros ámbitos. Sería bueno que se conocieran algunas de las actividades que hacemos. Creo que sí falta difusión. Pero hay distintos emprendimientos relacionados al diálogo, hay bastantes.

 

P: ¿Cuales son los más significativos?

 

R: El diálogo judeo-cristiano, el diálogo judeo-musulmán, el diálogo ecuménico entre las diferentes confesiones. Hay varios emprendimientos que tienen que ver con esto. Desde gobierno no sé si me parece tan importante hacer demasiado público el trabajo que se hace porque me parece que por un lado es la responsabilidad que hay como estado de preocuparse. No sé si realmente corresponde hacer prensa de lo que uno debe hacer. En todo caso sí creo que puede ser importante que las personas conozcan que los religiosos se pueden sentar con una preocupación común, puedan sumarse a una actividad cultural o solidaria. De hecho con la crisis del año 2000 fueron los sectores religiosos los que salieron, como dicen los chicos, a "bancar" la situación. Se multiplicaron los comedores, los merenderos. Hubo una respuesta solidaria de todos los sectores religiosos cuando fue ese momento de crisis.

P: ¿Cómo canalizan desde Culto este aspecto relacionado con lo social?

 

R: Nosotros tenemos un Ministerio de Derechos Humanos y Desarrollo Social donde diferentes confesiones tienen un espacio de encuentro, y de canalización, de articulación del trabajo de gobierno con grupos religiosos que tienen comedores, hogares…

 

Alicia Vázquez y Carlos Szwarcer durante la entrevista

P: A nivel internacional se recibe ayuda económica para sectores carenciados…

 

R: Los grupos religiosos internacionales han hecho llegar su solidaridad a la Argentina en diferentes momentos. Hablábamos de la emergencia económica del 2000, pero tuvimos, por ejemplo, durante la dictadura militar de 1976 un apoyo fundamental de las agencias intereclesiales, de las agencias vinculadas a las agencias reformadas, nucleadas en el Concejo Mundial de Iglesias que fueron un soporte muy fundamental en la constitución de organismos de Derechos Humanos y del sostenimiento de esos mismos organismos. El Movimiento Ecuménico por los Derechos Humanos que está integrado por las iglesias protestantes y algunas diócesis católicas surgió antes de marzo del 76. Después, la Asamblea Permanente por los Derechos humanos, las Abuelas de Plaza de Mayo, antropólogos forenses, son organismos de derechos humanos que recibieron apoyo económico para impulsar su organismo. Así como decimos solidaridad internacional frente a la crisis, pero también después del 76 hubo un apoyo importante económico y político a los organismos de Derechos humanos de la Argentina por parte de sectores religiosos.

 

P: ¿Cómo es la relación de la Dirección de Cultos con el resto de las provincias. Hay algún encuentro nacional para ver problemáticas comunes?

 

R: No hay demasiadas áreas de gobierno que tengan un espacio dedicado a lo religioso. A veces suele estar dentro de lo que es política interior. No hay un área específica. Nosotros somos Dirección de Cultos, con "s", en otros tiempos hubo espacios que se organizaron de otra manera. Sabemos que el Estado argentino sostiene el culto católico apostólico romano, pero nosotros como Ciudad de Buenos Aires tuvimos la posibilidad de poder generar un espacio que contemple la importancia que tiene la dimensión religiosa para las personas, para la ciudad y que sea un espacio que busque encontrar caminos de equidad.

 

P: Hay un día que se estableció por la libertad religiosa…

 

R: Hay una fecha que se propuso, el 25 de noviembre, que ese día se recuerde el día de la Libertad Religiosa, así como hay un día de la Diversidad Religiosa, que es el del levantamiento del Ghetto de Varsovia, esto es algo declarativo, no es una ley que plantee la igualdad religiosa en la ciudad.

 

P: Eso esta claro.

R: En la Argentina las personas tienen el derecho desde la constitución a expresar su fe religiosa en libertad. Libertad hay.

 

P: La religión católica sostenida por el Estado recibe el aporte, el sostenimiento económico del Estado. ¿Esto cómo es visto por el resto de las comunidades religiosas, usted recibe reclamos de los demás cultos?

 

R: Eso lo han planteado diferentes cultos a nivel nacional. Nosotros en la ciudad no estamos involucrados en esa problemática. Si nos plantean sobre los recursos que tenemos en Ciudad, los recursos los tenemos para cualquier comunidad religiosa, somos una dirección pequeña. El debate acerca de libertad e igualdad religiosa creo que todavía no encontró sus mejores tiempos.

 

P: ¿Por qué cree que aún este aspecto no está resuelto, existe un vacío…?

 

R: No sé si es un vacío. Indudablemente tenemos una cultura, un estado con una tradición católica apostólica romana oficial. Los tiempos de las iglesias, los tiempos religiosos son distintos a los que las personas como humanos podemos pensarlos. Los cambios no suelen ser inmediatos y no siempre la ley se adecua al tiempo de cambio. Es decir, nosotros tenemos que pensar que las primeras iglesias protestantes se construyeron sin campanas, porque había un requisito que se los impedía, no podían llamar a su culto. Los judíos cuándo tuvieron su primer templo, los musulmanes cuándo su primer mezquita. Pasó mucho tiempo desde que en Argentina se instalaron y crecieron como institución los cultos. Desde ese lugar es muy difícil decir "a partir de mañana igualdad religiosa".

 

P: Es un debate que puede llevar un tiempo, pero es necesario…

 

R: Va a llevar su tiempo y seguramente se va a adecuar a las realidades del momento, a los cambios que se vayan dando, que en términos religiosos son cambios un poco más lentos que los que las personas a veces esperamos.

 

P: ¿Cómo ve -en una ciudad caracterizada por la diversidad- el impresionante crecimiento de los cultos que muestran las estadísticas y el reforzamiento de las identidades frente al fenómeno de la globalización?

 

R: Contra los pronósticos de disolución del mundo religioso sucedió lo opuesto. A pesar incluso del cuestionamiento a algunos sectores religiosos, a pesar de las crisis, el ámbito religioso siguió siendo uno de los ámbitos de mayor credibilidad frente al desprestigio o decaimiento de otros sectores como pudo ser el ámbito político. Ahora, yo creo que no hay demasiados nuevos cultos. A mí me parece que, en todo caso, existe una posibilidad mayor de poder expresar la fe religiosa o la expresión espiritual de muchas personas.

 

P: ¿Se estarían anotando cultos que existían pero no eran visibles?

 

R: Hubo personas de diferentes credos que las ceremonias la realizaban en las casa. Pasó el tiempo para que judíos, musulmanes, etc., construyeran los primeros templos, mezquitas, etc.

 

P: ¿Advierte desde lo religioso ciertas diferencias entre Buenos Aires y el resto del país?

 

R: Tienen una manera diferente de expresarse. Las provincias tienen la mayoría una tradición católica bastante Mariana. Muchas provincias tienen su diferente advocación a la Virgen. De todas maneras el ámbito cristiano crece porque hay bastantes iglesias evangélicas. Depende de los lugares. Buenos Aires es una ciudad urbana, con un puerto, donde la expresión religiosa pareciera ser menos mística. En las grandes ciudades no aparece demasiado lo religioso como primer emergente. En cambio en las provincias muchas de las actividades más importantes giraban en torno a la advocación de una virgen, fiestas patrias y patronales. La ciudad tiene otras expresiones diferentes.

 

P: ¿Cuántos lugares de culto tiene, aproximadamente, la ciudad de Buenos Aires?

 

R: Tenemos alrededor de 700 lugares físicos de cultos.

 

P: A comienzos de este tercer milenio se observan cultos que tienden al conservadurismo…

 

R: Eso habría que preguntárselo a cada comunidad. Yo creo que en el ámbito judío tenemos en Buenos Aires una importante cantidad de ortodoxos y también de conservadores. En cuanto al movimiento evangélico hay un número interesante un poco diferente a las primeras iglesias de la reforma que hubo en la ciudad, que eran un poco más liberales. Posiblemente el origen de las iglesias evangélicas carismáticas renovadas tienen, quizás, una mirada puesta en la recuperación de determinados valores religiosos asociados a una normativa personal. Podría pensarse que las iglesias protestantes son un poco más amplias o liberales que las iglesias evangélicas, quizás un poco más apegadas a ciertas conductas conservadoras, puede ser.

 

P: ¿El auge de las iglesias evangélicas es la expresión de un crecimiento religioso?

 

R: No puedo evaluar a una comunidad con un criterio católico. Entonces, para las iglesias protestantes o las iglesias evangélicas, la aparición de nuevas iglesias implica un crecimiento, para una mirada católica sería una separación, sería una pérdida. En Buenos Aires hay tres o cuatro iglesias evangélicas muy numerosas y creo que ofrecen a las personas algo que les cuesta encontrar en otro espacio, en otro ámbito. En el caso de personas de bajos recursos una iglesia evangélica le puede ofrecer un lugar de respeto, confía que el haberse incorporado a esa iglesia y aceptado el mensaje que tiene esa iglesia para él le depara mejores momentos, no solamente en lo espiritual sino también en lo económico, y esa persona, realmente en algunos casos, cambia su modo de actuar y su modo de verse; se arregla, aparece en su barrio mucho más prolijo. Como son iglesias un poco conservadoras algunas no miran bien que vayan mujeres con pantalones, los varones se ponen su traje y las personas del barrio dicen: "caramba, se hizo evangelista". Y la convicción de que esa persona tiene mejores momentos hace que desde su fe lo logren, prosperan.

 

P ¿Según esto, la persona se ve mejor, crece el proselitismo y provoca el crecimiento de determinada comunidad?

 

R: Para cualquier persona de fe su opción es la mejor, desde ese lugar uno respeta la preocupación por llevar ese bienestar espiritual personal a otras personas. Esto es así, me parece, en cualquier culto. El momento de poner el límite es el respeto hacia el otro y el pensar que el encuentro con otra persona que tiene su fe puesta en otro lugar, esa expresión, en vez de restarle lo enriquece y que, en todo caso, viendo al otro que expresa su fe con tanta convicción lo que uno hace es reforzar su propia fe. Eso implica respeto y pluralismo religioso. Es algo difícil de obtener…

 

P: Pero se estaría en ese camino…

 

R: Yo creo que sí, al menos en el lugar de los dirigentes que se encuentran y se unen para enfrentar o denunciar situaciones de injusticia o internacionales. Nosotros tuvimos uno de los primeros actos en el mundo cuando el atentado a las torres gemelas, fue en el obelisco y estaban absolutamente todos los cultos de la Argentina diciendo no estamos de acuerdo con esto que sucedió.

 

P: ¿Como percibe que impactaron aquí -en la comunidad judía y musulmana- los hechos sucedidos el pasado año en el Líbano?

 

R: En Buenos Aires tenemos un nivel de diálogo importante entre instituciones de ambas comunidades. Y también tenemos sectores críticos de lo que el Estado de cada país lleva adelante desde lo político. Habría que preguntar a algunas comunidades de musulmanes cual es su postura acerca del Estado de Israel o a algunas personas religiosas de la comunidad judía que opina por la política llevada acabo por algunos países musulmanes.

 

P: Es un tema complejo que afecta los ánimos a través de acontecimientos que suceden a miles de kilómetros.

 

R: Pero en Buenos no ha habido una situación de enfrentamientos. De crítica sí. El diálogo entre los religiosos no se ha visto afectado, comparten espacios comunes. En Buenos Aires hubo momentos en que hubo personas que se vieron afectadas. Aquellas personas morenas de ojos grandes podían ser vistas como sospechosas.

 

P: Buenos Aires discrimina…

 

R: Sí, Buenos Aires discrimina a las personas de países limítrofes. En ese sentido tenemos muchas denuncias que las personas que vienen de Bolivia, de Perú sufren discriminación. En ese sentido ha habido un llamado por parte de la Iglesia Católica, señalando esas situaciones

 

P: El resto del país no sería ajeno a este comportamiento social.

 

R: Si revisáramos la literatura y recordáramos la importancia de la inmigración en nuestro país, diría que también. Yo soy segunda generación de argentinos y a mi abuela andaluza le hacían muchas bromas por su forma de hablar. Si se mira hacia atrás uno ve que hay signos de sorpresa ante personas que venían de un lugar desconocido que hablaba de un modo distinto, que su aspecto físico también era particular y ni hablemos de lo religioso, porque las personas en esos momentos no manifestaban su expresión religiosa si era diferente al del resto.

P: ¿Hoy nos encontramos mejor que un siglo atrás para recibir a las nuevas oleadas inmigratorias?

 

R: Yo diría que no desde el momento que discriminamos a un hermano, a una persona de Perú, de Bolivia. Somos del mismo continente, de América Latina, así no estamos mejor. La discriminación es una situación de injusticia que no podemos aceptar. En todo caso puedo decir estamos mejor si lo que vemos es la posibilidad de la denuncia. Hay organismos que trabajan en ese sentido, si desde ese lugar quizás estemos mejor. Pero la realidad es que cuando un niño en un barrio de Villa Lugano, Villa Soldati, o Flores va a su escuela y los demás niños le hacen bromas por su manera de hablar o por su color de la piel creo que no estamos mejor.

 

P: Dentro del auge de la manifestación religiosa se observa una importante actividad de proselitismo político. ¿Lo ve del mismo modo?

 

R: Siempre hubo personas de distintos sectores religiosos que suscribieron a distintas opciones políticas, esto no es nuevo. Lo religioso estuvo siempre muy vinculado.

 

P: Hay caudillos políticos que buscan votos dentro de determinadas comunidades.

 

R: Algunas personas suponen que una comunidad religiosa obedece lo que el pastor, el cura o el rabino le dice. No siempre es así. No digo que no. Seguramente para algunos dirigentes políticos en una feligresía deben pensar: qué bueno que estas personas pudieran darme su apoyo. No siempre sucede esto. Las personas guardan independencia de sus curas, pastores o rabinos. Pero cualquier manifestación que convoca a un número importante de personas es atractiva para cualquier elección.

 

P: ¿La mujer dentro del ámbito religioso, desde lo institucional y en lo cotidiano, es más integradora que el hombre?

 

R: En los ámbitos religiosos de la ciudad de Buenos Aires la mayoría de las personas que están a cargo de una comunidad son varones, hay algunas mujeres, pero no es lo más frecuente. Desde lo cotidiano la mujer llega después al diálogo, posiblemente de manera más efectiva.

 

P: ¿Cual es el motivo?

 

R: Las mujeres en todos los ámbitos religiosos trabajan de una manera similar, se ocupan de tareas bastante parecidas. El ropero, los medicamentos, los niños, y esto suele suceder en la mayoría de las comunidades. Se integra de otra manera, puede reconocer en la otra mujer una misma tarea, eso sí las une mucho. Como muchas mujeres están a cargo del área social se comunican con otras de otras comunidades para resolver un tema. Si es una persona que no tiene para comer o que está en la calle, o por un medicamento que no encuentra. Desde ese lugar hay otro tipo de acercamiento. Es una integración que no pasa tanto desde lo "políticamente correcto" sino desde lo "cotidiano", desde la necesidad. En los últimos tiempos cuando las personas vieron que se cerraban las puertas de la esperanza, quienes tienen fe, tienen la certeza, la convicción de que esa situación puede cambiar, que pueden trabajar para que esto cambie. Indudablemente esa fe los sostiene.

 

P: La juventud, en este contexto cómo reacciona, cómo participa en momentos de cambios.

 

R: Cuando a muchos jóvenes les cuesta poner la mirada en un futuro, otros jóvenes con fe religiosa confían en que puede cambiar y piensan en qué pueden hacer para que esto cambie. El espacio religioso brinda la posibilidad de tener esperanza. Muchos sectores religiosos tienen fe, esperanza, no en una realidad encarnada en un futuro espiritual después de la muerte, como se podía ver en otra época, sino que tienen puesta su fe en una sociedad más justa, y en eso están comprometidas.

 

P: ¿Dentro del diálogo interreligioso la participación del judaísmo es monolítica o participa a través de diferentes agrupaciones, ashkenazíes, sefaradíes?

 

R: Desde Cultos nosotros no percibimos una diferencia. Quizás hay algunas comunidades judías abiertas al diálogo, y esto no tiene tanto que ver que con su origen ashkenazí o sefaradí, y hay otra corriente judía que puede ser la ortodoxa, que su tiempo no está en el diálogo. Además, en la ciudad, las participaciones pueden ser institucionales, pero en los judíos pasa mucho más por las instituciones no religiosas. Se visualiza mucho más la AMIA, la DAIA. Como comunidades religiosas no son tan visualizadas. Muchas veces hay instituciones que para salvar el dilema de a quién invito, invitan a la AMIA, que es una institución social pero que no es religiosa. Por otra parte hay personalidades del mundo religioso judío muy notables, que suelen ser más convocadas por su trascendencia, como personalidad religiosa, más que por la corriente a la cual pertenece.

 

P: Hay una sensación de un perfil bajo de la Dirección, de estar presente ante el pedido de las comunidades, y al mismo tiempo una preocupación de que no se la vea con intención de invadir ámbitos. ¿Esto es así?

 

R: Lo que pasa es que es la primera Dirección de Cultos, no la hubo antes. Lo que hicimos fue tratar de conocer a la mayor cantidad de comunidades religiosas ocultas que hay en la ciudad, e indudablemente por cuestiones culturales, y por situaciones de la realidad objetiva, hace que algunas comunidades sean más reservadas que otras y eso es entendible y hay que aceptarlo, comprenderlo. Quizás nos llevó más tiempo el acercamiento con determinas comunidades y seguramente, a veces, tuvo que ver la necesidad de la gestión de la Dirección para facilitar el vínculo, puede ser. De todas maneras es legítimo, porque nosotros estamos como Dirección de Cultos para ofrecer un servicio. Entonces, si vienen sólo cuando necesitan un servicio, entonces está perfecto. A nosotros nos interesa conocerlas y que las personas en la ciudad conozcan la diversidad que existe, pero hay que respetar los tiempos.

 

P: Indudablemente hay diferentes tiempos para cada persona y para comunidad…

 

R: Los tiempos religiosos son muy diferentes a los tiempos políticos. Los tiempos de los funcionarios son muy breves. Porque una gestión política dura muy poco tiempo en tiempos religiosos. Las comunidades religiosas, los cultos atraviesan muchas gestiones. Comienzan algunas un proyecto en una gestión y la terminan en otro, así que es muy relativo. Lo que sucede es que es difícil aceptar desde diferentes gestiones esta realidad.

 

P: ¿Qué leyes cree que faltan en materia de libertad de cultos en democracia para estar más a la altura de los tiempos?

 

R: A mí me parece que en cuanto a libertad estamos bien. Indudablemente se necesita una nueva Ley de Cultos, eso ojala se pueda concretar, eso lo está trabajando la Nación. Es un camino difícil.

 

P: Y desde su perspectiva, a grandes rasgos, que aspectos son los que están faltando para redondear una Ley que contemple las necesidades actuales.

 

R: Lo que hace falta son los acuerdos de reconocimiento de las instituciones como Instituciones Religiosas. La idea de iglesia está clara en el caso de la Iglesia Católica, no pasa lo mismo con los demás cultos, entonces hay toda una discusión sobre este tema. Es fundamental encontrar un lenguaje común y la construcción de reformas políticas que tiendan a la equidad. Yo no creo que se pueda cambiar a través de una Ley una realidad. Creo que hay situaciones que han cambiado y que deben ser reflejadas en la Ley.

 

P: En este sentido no es cuestión de "tiempos" sino que es un tema político…

 

R: Hay que buscar las maneras de acuerdo.

 

P: ¿La Dirección de Cultos de la Ciudad de Buenos Aires plantea esta necesidad?

 

R: No. La Ley de Cultos la están trabajando en Nación. Hay algunas provincias que han incorporado algunas reformas, sobre todo en lo que tiene que ver en asistencia espiritual en los ámbitos de salud y carcelarios, que son lugares también sensibles. La ciudad está muy pegada a la Nación en ese sentido, todavía. Somos autónomos hace muy poco tiempo. Así que no me parece, y esto es personal, plantearse una Ley de Cultos para la ciudad cuando los mismos sectores religiosos están discutiéndolo en el ámbito de la Secretaría de Culto de la Nación. Es a nivel nacional, allí donde creo que la Nación está poniendo su mejor gente para avanzar en ese sentido.

 

P: ¿Teniendo en cuenta esto, qué privilegiará su gestión en la ciudad de Buenos Aires, cuál será el foco?

 

R: Por lo menos en la ciudad de Buenos Aires lo que tenemos como desafío es poder trabajar con los diferentes cultos de tal manera que todos puedan hacer uso de sus derechos y garantizarle esto. Eso creo que es algo fundamental.

 

P: Le agradezco su disposición y amabilidad para esta conversación sobre temas tan vastos y profundos.

 

R: Gracias a usted.

© 2007. Carlos Szwarcer

Buenos Aires, abril de 2007.

Publicado en "Diversidad e Identidad. Estampas del Buenos Aires Cosmopolita". Artículos Periodísticos. www.cronoscultural-arg.galeon.com

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