Carta ciudadana desde el Paraguay (169)

¿Y si Castro tiene razón?  
Desentrañando enredos diplomáticos: Chester Swann

Luque, 5 de junio de 2009

Tras largos 47 años de la decretada expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (1962) —pintoresca y genuflexa a los intereses del amo boreal—, resuelve unilateralmente en San Pedro Sula (sin el parecer de los EE.UU. quiero decir) autorizar el “reingreso” de la rebelde isla caribeña al seno de la OEA.  Naturalmente, años atrás Fidel, aún en uso de su poder declaró que no le interesaba el reingreso de Cuba a la misma; porque no era, ésta, sino un coro turibulario de los intereses de los EE.UU. y para nada servía a sus países asociados, sino apenas para someterlos.

Ahora, me pregunto si Castro tenía razón al afirmar su desdén hacia la domesticada OEA.  Ésta, poco hizo para mitigar las descaradas intervenciones en los países miembros por parte del “dueño” del Cono Sur.  Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Dominicana, Haití, México, Chile, Brasil, Colombia, Panamá, Paraguay, Argentina, Uruguay, Grenada, Guyana, Perú —aunque no necesariamente en este orden— fueron víctimas de invasiones, intervenciones diplomáticas, golpes de estado, agresiones, operaciones secretas, guerras sucias y otras formas de presión, sin que la OEA mediara para nada. 

La desprestigiada organización se limitó a aplaudir dichos actos y a condenar a los gobiernos agredidos, haciendo sumiso coro de ruidoso y abyecto silencio al State Department.  Además ¿Qué “credenciales democráticas” podría exigir Estados Unidos (y otros gobiernos cipayos), principal protector de dictaduras fascistas, civiles y militares, en América del Sur y derrocador de gobiernos democráticamente electos?  Mucho menos aún esa asociación espuria, que sólo sirviera como subsidiaria de gerentes de transnacionales, que ahogaron la economía austral hasta el presente.

La historia reciente nos mostró su inoperancia durante el intento argentino de recuperar su derecho sobre Malvinas y su renuencia en impedir que EE.UU. ayudara a Gran Bretaña con información de inteligencia.  Esto contribuyó al hundimiento del crucero Belgrano y a la localización por satélite de las fuerzas argentinas.

No me extraña, por tanto, que Cuba no quiera ya formar parte de quienes se sienten lacayos del Hermano Mayor.  Además hay que recordar que Fidel fue alumno aventajado de los jesuitas y sabe con qué bueyes está arando los surcos de la historia de Cuba.  Y hasta me atrevería a pensar que también los de América, ya que fue el único líder que resistió indemne cientos de acechanzas e intentos de atentados de la poderosa CIA.  Nunca país alguno ha aguantado tanta intolerancia, bloqueo, insolencias, agresiones y hasta invasiones apadrinadas por los Estados Unidos. 

Además, si algún país es el campeón de las violaciones de derechos humanos —al menos en materia de torturas, ejecuciones judiciales y extrajudiciales, maltratos a sus ciudadanos, racismo, intolerancia, espionajes ilegales, guerras sucias y demás—, no es precisamente Cuba, ni siquiera China Continental, Venezuela, Libia o Irán.

Adivines ustedes cuál es.  No.  No adivinen nada.  Mejor lean la historia reciente y razonen.  Lo tenemos bien cerca y su presencia se nota en todas partes.

Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento.

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