Carta ciudadana desde el Paraguay (158)

Siguen las conspiraciones... …contra el sentido común.
Escribe entre gallos y medianoches medio chanchas: Chester Swann

Luque, 2 de mayo de 2009

El Paraguay es el país de las conspiraciones consuetudinarias.  Desde la época colonial de Hernandarias saldada con varios ahorcados, hasta los días del presente.  Ahora, una inofensiva “bomba” de pura púlvora de pirotecnia bastó para sembrar el pánico en ese mal llamado “Palacio de Justicia”, edificio más monumental que funcional; auto atribuyéndose la autoría los fans de Carmen Villalba; el tan mentado EPP.   Recientemente, llegaron las conspiraciones contra Lugo en rápida sucesión.  Primero por su paternidad no asumida, luego asumida a regañadientes y, finalmente por el secuestro de Cecilia Cubas.

También se acusa al Vicepresidente de serruchar las patas del sillón de López; al omnipresente López Perito de serruchar a la prensa, y suman y siguen.  Ahora, llegan casi en forma simultánea, “Chanchito” Montanaro y la peste porcina boreal; mientras doña Meche ve una conspiración para quitarle el puesto de Primera Dama en beneficio de Viviana Carrillo, ahora Primera Madre, gracias a un olvido no preservativo.    Culebrones a la carta para excitar más aún el cacumen de los conspiranoicos y conspiradores reales… contra el sentido común, vea usted, que el poder siempre estará  salvo.  Si no gracias a la “inteligencia” palaciega, al menos sí a la estupidez rampante que impera en la política.

Ahora los abogados del diablo piden clemencia para el ex ministro de lo Interior, el Montanaro ése, a causa de su senilidad, cuando tantas barrabasadas debe al país y no le alcanzarán 470 años, tres meses y diecisiete días de cárcel rigurosa para saldarlo.  La arremetida policial, asimétrica y brutal contra los manifestantes del primero de mayo, no mejora el cuadro de estupiditis porcina (y les juro que el centro de la epizootia no está en Luque como se pensó), que infesta al país desde hace más de sesenta años.

Nada será igual a lo mismo de siempre —dicen los optimistas—, pero puede empeorar, agrego, que las desgracias nunca vienen solas.  Seguro que el chanchito ése va a traer la gripe chancha a nuestro país, que por algo habrá venido trasquilado del exterior y con tapabocas.  Me imagino la de virus que soltará en cuanto se lo quite para decir cosas.

Él, que fue antaño conspicuo conspirador e inventor de conspiraciones del führer fenecido, ahora deberá enfrentar a la no muy creíble justicia paraguaya, quizá creyéndose a salvo por su edad, por una supuesta demencia senil o simplemente por su membresía a la sociedad de la cuadratura del círculo, qué sé yo.  Es probable que este sujeto tenga ya los días mensurados y que la Parca lo está esperando a la vuelta de una esquina del tiempo, pero si llega a su caducidad de garantía habrá que atravesarle el corazón con una estaca de palosanto… por las dudas.  No creo en los vampiros, pero que los hay… haylos.

Pero en medio de tanta banalidad insustancial, los verdaderos conspiradores se están relamiendo con fruición sus propios hocicos ante la inacción de esta alianza peleadora por los cargos (APC).

Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento.

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