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Carta ciudadana desde el Paraguay (273)

 

¿Quién morderá el anzuelo?
Alerta a los bagres sobre la aparición de pescadores de oportunidades: Chester Swann

Luque, Paraguay, 15 de diciembre de 2009

El diario Última Hora, en la página 30 del martes 15 (hoy, claro pues), anuncia una ganga aparente para el país. Nada menos que una propuesta de inversión de 2.500 millones de anémicos dólares en una industria fundidora de aluminio. Los oferentes son la Rio Tinto de Gran Bretaña y Alcan de Canada (así, sin acento), que ofrecen el oro y el moro, además de empleo a miles de personas y hasta firmaron una carta de intención con la ANDE.

Hasta ahí todo bien. Energía barata, mano de obra barata, pero ¿De dónde saldrán la alúmina, bauxita y otros minerales necesarios? ¿Habrá que importarlos de Brasil, Guyana o Canada? ¿Y saben estos genios de la electricidad que una empresa de ese tipo ya fue propuesta a Stroessner por el ex embajador Arthur Davis, quien también era ejecutivo de ALCOA (Aluminum Company of America), justamente con el berretín de la energía y mano de obra muy baratos? Pero ese negocio no salió por muchas razone$ ecuménicas que sabemos. Todos querían dar mordidas a las inversiones. 

Para empezar, una fundidora de aluminio es altamente contaminante —y esto lo sabe hasta Perogrullo, mi filósofo favorito— y la Rio Tinto tiene una negra historia desde su establecimiento en España, allá por el siglo XIX, justamente en Huelva, de donde procede su patronímico gentilicio. No considero interesante tomar una responsabilidad así, en nombre del pueblo paraguayo, sin hacer una investigación y cálculo de factibilidades.   

El impacto ambiental de una de estas “mineras” podría hasta ser fatal para los trabajadores expuestos a los vapores de los crisoles, sin contar las plantas de vertido de residuos en nuestros ríos y otros riesgos de nuestro ya castigado ecosistema. Mire usted.

Habría que ir a España y ver lo que ha acarreado la explotación de la zona de Río Tinto, las fundiciones de Potosí, en Bolivia y otras siderúrgicas “livianas”, para saber de qué va la cosa. Y esto no es sólo cosa de ingenieros o tecnócratas. Ya estamos suficientemente envenenados por alimentios y aguas contaminadas de plaguicidas, herbicidas, abonos químicos y demás plagas importadas en forma de plásticos. En mi condición de ciudadano, exijo una exhaustiva investigación ambiental acerca de los riesgos ecológicos, y otros más que irán surgiendo a lo largo de las operaciones, que, según los firmantes, comenzarán en 2010.

Además, Paraguay —como dije antes— no cuenta con materia prima para fundición de aluminio. Y se sabe que el uso de cacerolas y menaje de aluminio ya es obsoleto por ser demostradamente cancerígeno. Hasta nosotros —pobres de solemnidad— hemos pasado al acero inoxidable o al hierro, e incluso a las cazuelas cerámicas, para nuestro diario condumio familiar. 

Claro que el aluminio dural, magnesio y otras aleaciones similares pueden clasificarse como estratégicos; para cables de alta tensión, aviones autos, cascos de embarcaciones livianas, artefactos domésticos, bicicletas y laptops que pueden utilizarlo. Pero no los humanos para la cocina. Estimo prudente tomar con pinzas estas dudosas ofertas, que, como dijo Perogrullo: cuando la limosna es grande, los santos desconfían.

A lo que este escriba agrega: duda, desconfía y probablemente acertarás.

Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento.

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