Carta ciudadana desde el Paraguay (178)

Montanaro…¿Irá a prisión? 
Rezuma su escepticismo impenitente: Chester Swann

Luque, 23 de junio de 2009

La reciente decisión del juez Andrés Casatti, de enviar al otrora temible esbirro de Stroessner a la prisión mayor llena de satisfacción a muchos paraguayos; mas conociendo la lenidad de la justicia paraguaya es dable dudar de que dicha sentencia se cumpla.  No es nada improbable que los defensores apelen e insistan en la prisión domiciliaria cuando no en su libertad “por razones de edad y salud”.  Tampoco los carcamales de la corte dan muchas esperanzas de justicia; ya que muchos torturadores de otrora, no sólo están libres, sino que siguen cobrando sus haberes de retiro como si nada.

Estamos a la expectativa y en guardia sobre el desenlace del caso Montanaro.  La justicia en el Paraguay siempre se morstró indulgente con los grandes criminales que basaban su poder en el terrorismo de estado.  No así con los rateros y campesinos, a quienes se ha criminalizado por bagatelas de menor cuantía.  Por ejemplo el ex comisario Irrazábal, aún sigue viviendo y disfrutando luego de sus atroces intervenciones en Santa Elena en los años setenta.  Y como él, muchos otros que la frágil memoria del pueblo ha arrojado al estercolero del olvido.

Otro juez ha sentenciado que el ecce homo siga en el hospital policial, lo que crea una suerte de sospechoso conflicto de sentencias.  Por otro lado, el terrorismo de estado aún prosigue, aunque contra campesinos.  Ahora mismo están torturando a campesinos “sospechosos” de la muerte de un polícía en una estancia de San Pedro. 

Es de suponer que este gobierno actúa con paños fríos y harta indulgencia hacia los torturadores de ayer y de hoy.  La policía sigue utilizando la brutalidad contra manifestantes y parias del campo, como si el cambio sólo fuera un disfraz gatopardista.  Que algo cambie para que todo siga igual.

Y Montanaro es apenas un esclerótico símbolo de la brutalidad llevada al paroxismo institucional.  La policía de Stroessner es poco diferente a la de hogaño en cuanto a métodos represivos sangrientos e ineficacia ante el crimen.   Es menester que una nueva constitución traiga verdaderos cambios en el modo de actuar de la justicia y que la brutalidad —civil o incivilizada— sea puesta fuera de la ley.  Que la inteligencia sustituya a los apremios ilegales y que la pobreza no sea causal de criminalización.

Pero sobre todo, que la justicia sea justa.

Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento.

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