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Carta ciudadana desde el Paraguay (213)

Lino Oviedo y sus “tribulaciones”
Demanda por indemnización, calumnias y daños morales, al cohete: Chester Swann

Luque, Paraguay, 2 de setiembre de 2009

El jinetillo de las tormentas y adelantado profeta del Apocalipsis, que de él se trata, ahora exige al estado —es decir a todos nosotros— más de ciento veinte mil millones de aborígenes por haber fracasado en sus intentos de golpe, convertido en prófugo por ocho asesinatos de marzo de 1998, sin contar el de Argaña, más otro intento en el 2000, valiéndose de sus acólitos de Cerrito y sus tanquetas —que hasta se dieron el gusto de practicar tiro al congreso con sus cañoncitos— y tres años de exilio voluntario entre Ushuaia y el Brasil. ¡Mire usted!

De seguro el masoncillo maquiavélico de Felino Amarilla está detrás del desafuero, con perdón de los gatos, y busca algún juez complaciente y corrupto (No creo en ellos, pero que los hay, haylos) que admita sus pretensiones y se allane a sus demandas descaballadas (sic). No es que Lino Oviedo necesite dinero, que bastante hubo acumulado en su larga y sinuosa carrera militar. De ésas en que empiezan como subteniente… y se jubilan como terratenientes. No. Estoy seguro que no lo hace por dinero, sino para rompernos los kinotos a quienes nos atrevimos, desde el 96 para acá, a poner lomos y pechos para detener al enano fascista y sus mesnadas.

Quiere cobrarnos “por haber truncado su carrera militar y política” —que una cosa no quita la otra— y seguramente por haber impedido que siguiera azuzando a sus sicarios por celular para practicar puntería con nosotros en la plaza. Quiere resarcirse por haber salido en tercer puesto en las últimas presidenciales y por haber sido rechazado por una multitud que olfateó sus intenciones ese abril de 1996.

Muchos militares retirados estarán apoyando sus necedades, quizá pensando que detrás de sus demandas lloverán otras de sus ex adláteres, como Woronieczki, Florenciáñez, el francotirador Walter Gamarra y otros de ese jaez. Más tarde todos querrán ser indemnizados por “daños mnorales” y “carreras truncadas”. No me caben dudas de ello. También Johnny Velázquez Ugarte y Teruco Pappalardo querrán su mordida al estado, que ya huelo venir sus demandas. ¡Miren qué próceres han servido a la patria!

Es una lástima que este país, con todos nosotros adentro, tengamos que soportar a estos deschavetados fascistas que, no contentos con arrasar con el sentido común y pisotear al estado de derecho, ahora pretenden convertirse en impolutos querubines, con equívocas sentencias absolutorias y “lavando” un honor que nunca tuvieron.

También su Leona Herida de seguro está detrás de sus desmedidas pretensiones esquizofrenéticas. Seguro como que dos y dos son cuatro. Ahora me pregunto si no es hora de volverlo a encerrar. No en Viñas Cue, ni en Itauguá, ni en Peña Hermosa, ni siquiera en Emboscada i Tacumbú, que no lo merece. En realidad, deberían recluirlo en la ex calle Luna, actual Venezuela, en el Neuropsiquiátrico.

Chester Swann Ex periodista, cantautor, escritor y diseñador gráfico, entre otras maneras de perder tiempo sin perecer en el intento.

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