Estación Hidalgo

Milagro abrasador
Mariluz Suárez Herrera

 para Simonetta

La bellísima Rea Silvia, hija del destronado Numitor de Alba Longa fue obligada a la castidad. Pero ocurrió que un día concibió. Nacieron de ella dos varones que fueron arrojados a un río. Dicho río estaba muy crecido y la cesta fue a dar a las inmediaciones donde quedó varada, cuando las aguas se retiraron.

Según algunos historiadores, milagrosamente pasaba por ahí una loba mientras pájaros de todas las especies volaban por el cielo. La loba los amamantó, salvándoles la vida.

La cesta de estos niños fue a topar contra un arca de madera, allí se encontraban otro par de gemelos que a su vez eran amamantados por una yegua. Los cuatro niños crecieron felices y pasado el tiempo quedaron bajo la custodia de dos sabios ancianos. Uno era un profeta y legislador hebreo nacido en Egipto y el otro era de origen babilónico y había fundado la dinastía acadia. Ambos tutores recordaban haber navegado durante su niñez en una cesta, por algún río.

Estos seis personajes se establecieron en un pueblo de labradores, adoraron el fuego sagrado y fue así que se fundó un reino muy singular.

Mariluz Suárez Herrera 
De "Una mañana cualquiera" 
Ediciones Luna de Papel, Monterrey, N. L. México 2006

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