Reflexiones
Gran Hotel Viena
poema de Fernando Jorge Soto Roland

Inmisericorde devenir,
Cruel imagen decadente.
Reflejo enhiesto de las
Sombras que seremos.
Ante ti no es posible
Sentirse duradero.
Me carcomes
Como el óxido carcome
Tus huesos de hierro,
Descascara tus muros
Y hunde bien los techos.
Me conmueves
Como el viento de la mar,
Bestial y ajeno.
Permaneces.
Te desgastas lento.
Y aún así, sigues erecto,
Resguardando tus historias,
Tus misterios y secretos.
Nada eres.
Sólo restos.
Y cuando el sol
Por las tardes va muriendo,
Tu silueta teje mis preguntas
Sin respuestas en tu seno.
Romanticismo del ayer.
Memorias que ya fueron,
De sentimientos y de hechos,
Que ni siquiera son recuerdos.
Tu, Gran Hotel Viena, viejo compañero
De mis noches de desvelo,
De escritos, investigación
Y desconsuelo.
Te agradezco el influjo de tus sueños.
Porque al verte viejo,
Cansado y sin arreglo,
Me veo a mí mismo
En el futuro, en el olvido;
Y no puedo más que
Disfrutar de este momento.
Exprimirlo.
Gozarlo por completo.
Porque sé, observando
Tus roídos muros de concreto,
Que eso somos:
Meros instantes en el tiempo.

poema de Fernando Jorge Soto Roland

julio de 2010

Email: sotopaikikin@hotmail.com

Ver, además:

 

                     Fernando Jorge Soto Roland en Letras Uruguay

 

Editor de Letras Uruguay: 

Email: echinope@gmail.com

Twitter: https://twitter.com/echinope

Facebook: https://www.facebook.com/carlos.echinopearce

instagram: https://www.instagram.com/cechinope/

Linkedin: https://www.linkedin.com/in/carlos-echinope-arce-1a628a35/ 

 

Métodos para apoyar la labor cultural de Letras-Uruguay

Ir a índice de poesía

Ir a índice de Fernando Jorge Soto Roland

Ir a página inicio

Ir a indexe de autores