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A mí me pasa lo mismo que a Usted
Ana Solá

Todavía recuerdo cuando Amalia Granata se la pasaba yendo de gira por los programas de televisión revolcándose en los pisos porque su ex- el Ogro Fabbiani, no veía con tanta frecuencia a Umma, la hijita de ambos, quejándose porque tampoco le pasa la cuota alimentaria, no al menos como ella dice que correspondería.

 

Difícil es aceptarlo al principio Amalia. Pero, ¡bingo! empezaste a entrar en el juego que, tarde o temprano, terminará por endurecerte la piel y el alma. Sólo así podrás incorporarte a las filas de las que ya pasamos por eso y llevamos dignamente el cartel de "separadas-divorciadas". A eso le llaman "duelo", Amalia. Para nosotras es "duelo a muerte" ¡Y a prepararse! Porque lo que viene es mucho peor...

 

Por eso te contamos que es en vano el "acting" mediático recorriendo los canales. Todas -las que alguna vez nos separamos con hijos- sabemos bien de qué estás hablando. Porque nosotras también recorrimos, pero los pasillos de los Tribunales.

 

Todas quedamos como locas, hinchapelotas o quéhijadepu porque pedimos "demasiada" cuota alimentaria para los hijos, para que siguieran teniendo el mismo nivel de vida, para que no sufrieran tanto... Y no es que pidamos de más para 'de yapa' vivir bien nosotras. (Ellos no quieren poner más plata porque piensan que la gastamos en nosotras). Por eso dicen que los queremos 'exprimir'. Y, en ese convencimiento mezquino, dejan secos a los hijos. Verdadero error el de los muchachos; ante un divorcio, en la mayoría de los casos, fuimos las mujeres las que nos empobrecimos.

 

Todas pasamos por la Justicia reclamando ese 20% que, mayormente, por parte de ellos es pura mentira. Siempre supimos de sus salidas, no de sus entradas. Todas sentimos rabia y bronca cuando el tipo, en lugar de pasar la cuota, se iba de vacaciones con la nueva. Total no importa, somos madres y nos corresponde cuidar a los hijos mientras él pasea.

 

Todas reclamamos por: "¡Dedícale más tiempo a los chicos!". Pero él siempre está muuuuy ocupado y no le alcanza el horario. Si tiene que repartirlo con la otra familia... 0 con la mina.

 

Todas decimos la pura verdad y contamos todo lo que nos está pasando con el "desentendido". Y recurrimos a abogadas/os en busca de auxilo y, de tanto que insistimos, hasta al mismo defensor lo terminamos hartando. Pero es porque parece que en lo que nos corresponde por derecho nadie nos escuchara. Menos aún la Justicia.

 

Todas recibimos ese manotazo de ahogado, cuando arrepentido por haber dejado el hogar para irse con la otra, en algún pedo triste buscan acercarse para "eso" o te hacen el llamado. Y te hablan de arrepentimiento y de que "sos la única que de verdad he amado". Algunos quizás te lo recuerdan: "Sos la madre de mis hijos", Pero no que hay escucharlos, esto es lo mismo que al Diablo. Porque si aflojás y caés de nuevo, seguramente cuando esté otra vez "lúcido" te va a repetir el güampazo. Las segundas partes nunca fueron buenas...

 

A todas nos criticaron cuando empezamos a salir nosotras. Más aún cuando nos aferramos a un tipo-tabla de salvación al que nuestro ex denominó "ese boludo". E indefectiblemente entonces fuimos: "putas dando malos ejemplos a los hijos". En cambio, ellos siempre tuvieron derecho a rehacer sus vidas.

 

Todas quisimos estar más lindas y seductoras. Y así empezamos a producirnos como nunca. Pero no para que vuelva aquél que fue nuestro "príncipe". Sino para que el infame reviente como un sapo.

 

Porque, es cierto, nos ponemos más hermosas cuando nos separamos. No se sabe bien si es que perdemos peso por el "sólo pucho y mate" de ios primeros tiempos. 0 si es por el peso que nos sacamos de encima aguantando a semejante desgraciado.

 

Todas gritamos, puteamos, lloramos, nos quejamos y pasamos por transtornadas ante amigos, ex-amigos, familiares, ex-familiares, jueces, asesores de menores y hasta parecimos desequilibradas y desquiciadas ante el propio abogado-psicólogo...

Inútil, Granata, inútil. Esto es ancestral y es cármico. "Los hombres son todos iguales", decía mi abuela. Y esto sí es una pandemia.

 

Nunca vamos a poder vencer al que hace oídos sordos ante los justos reclamos. Después de tanto luchar y de irritarnos, finalmente terminamos abnegadas haciéndonos cargo de todo.

 

Todas, Granata, todas padecimos, padecemos y padeceremos. Por los siglos de los siglos. Amén.

Ana Solá
Ilustración Clara Celoria
Conjuros mágicos de la bruja madre
Suplemento especial de Puntal para ellas en su día
Edición y recopilación de textos: Daniel Devia
Diario Puntal - Río Cuarto, Córdoba
17 de octubre de 2010

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