María Luciene una experiencia para compartir
Patricio Silva Navarrete

 
 
 

La historia de María Luciene Da Silva nos entrega una experiencia de vida llena de sacrificios y esfuerzo y de su misión como una de las tantas mujeres que han hecho de la política una forma de vida,  asumiendo costos y éxitos a la vez; a pesar de  la discriminación racial y de género que se han vista a lo largo de la historia de la mayoría de los países latinoamericanos.


A través de la entrevista que se le realiza ha esta esforzada y luchadora mujer indígena de etnia Kambiwà, del municipio de Ibimirin, Pernambuco de  Brasil, se aprecia su inquebrantable vocación de trabajo y sacrificio por  el desarrollo socioeconómico de   su pueblo.

Ella conoció desde su nacimiento lo que era la pobreza, la falta de educación  de sus padres, la falta de recursos económicos para alimentar a sus 11 hijos, pero a pesar de todas esas carencias ella disfruto del cariño de su familia siendo considerada  como una niña diferente, inquieta, curiosa vivaracha como decían sus vecinos, quien a temprana edad se hizo cargo de una escuela rural de su localidad, ( año 1982 )., y además también fue madre de una familia numerosa (7 hijos) los cuales fueron criados por sus abuelas y tías. Dándonos  ha entender el apego a la familia, el amor fraternal y de los grandes valores que se han transmitido ancestralmente estas culturas aborígenes  preservando siempre  el respeto, el  cuidado y la  protección del grupo familiar.

Muchas mujeres de nuestro país y de otros países latinoamericanos han tenido que entrar al campo laboral a temprana edad, sin  ninguna preparación solo impulsadas por ese espíritu de sobre vivencia y por el  amor de servir al prójimo para superar juntos las adversidades de la vida. María Luciene nos da un ejemplo de vida ya que con todas estas dificultades, a lo que se suma la discriminación por ser indígena y el machismo exacerbado de su misma comunidad no dejo de trabajar, de aprender y de abrir espacios para mejorar la calidad de vida de su familia y comunidad, además fue adquiriendo conocimientos y experiencia  que la iban enriqueciendo como persona para romper los  obstáculos que se le presentaban en su lucha por conseguir el bienestar de los suyos.


Es bien sabido que en casi  todas las sociedades y actividades  la mujer es objeto de desigualdades, lo que se manifiesta en la familia, en la comunidad y en el lugar de trabajo. Aunque sus causas varían de un país a otro, la discriminación contra la mujer es una realidad difundida y   perpetuada por la supervivencia de estereotipos,   prácticas y creencias culturales y religiosas tradicionales que la perjudican. En varios países especialmente en los latino americanos como Brasil, Perú, Bolivia incluso Chile etc.,  se les priva de sus derechos legales,  diferencias que no tiene otro nombre que discriminación, flagelo que  obstaculiza el crecimiento económico,  la prosperidad y propicia la violencia en diferentes ámbitos sociales .(familia, trabajo, comunidad).

A pesar de todas estas discriminaciones María Luciene incursiono en la política local con el único propósito de lograr un mejor bienestar para su pueblo, organizándolos y orientándolos, sin tener ningún otro interés que de servir a sus semejantes, pero siempre siente la disconformidad de sus contemporáneos quienes critican su desempeño. Ella se encuentra por segunda vez en su mandato, habiendo sido electa en 1996 como vereadora de Ibimirin  (Miembro de la cámara Municipal)

No obstante pese a todos sus problemas que surgieron en su vida pública, ella tuvo el apoyo de algunos familiares que tenían puestos claves en la comunidad  que la alentaron a seguir trabajando. Esta forma de lucha incentivo a otras personas de su comunidad para trabajar por el desarrollo socioeconómico de su localidad, esto nos da entender que no basta solo la vocación de servicio para lograr el éxito sino es muy importante el apoyo y la motivación de personas cercanas que a cada momento están junto a ella alegrándose por sus éxitos y apoyándola en sus fracasos.


La visión de María frente a los procesos políticos y el papel de la mujer en esta actividad tienen costos altísimos, ya que por el hecho de ser mujer de situación de pobreza  e indígena le ha costado  adaptarse a las nuevas situaciones, con un roce social diferente al que no estaba acostumbrada, demasiada mentira e hipocresía, donde ella lucha para mantener su identidad, pero por el bienestar de su pueblo ella los supera, tratando de vencer todas las barreras, adquiriendo nuevos conocimientos, y experiencias  de vida que le han servido para desenvolverse en este mundo complicado que es la política. Muchas personas desean su retiro de la vida pública porqué esa no es el papel que debe desempeñar una mujer en la sociedad, pero ella con la convicción y la fuerza interna, que solamente tienen los lideres innatos es capaz de sobreponerse a todas estas dificultades y pequeñeces que se le presentan en su carrera política. Dentro de su larga trayectoria como política aparte de todo lo enunciado anteriormente se suma a ello la dificultad de ser perseguida e injuriada por otros políticos quienes han querido sacarla de su puesto como veladora no dejándola opinar en las sesiones o no tomando en cuenta sus razonamientos por muy acertados que sean. Para poder mantenerse en el puesto tuvo que militar no solo en un  partido político sino buscar el que más le acomoda a su manera de pensar.

 

Además concuerdo con su opinión en relación al rol que cumple un político en la sociedad, debe ser una persona con muchos valores, debe ser transparente, honesto, no dañar o perjudicar a otros con el fin de conseguir lo que a él personalmente le favorece o le beneficia, siempre trabajar para la comunidad ayudando a todas las personas que necesiten no importando el color político, la clase social, su origen étnico, su religión o de cualquier otra índole. Esas características o valores que tenga una persona que se dedique a la política harán que la gente confíe en sus gobernantes y así podremos vivir en una sociedad más justa y humana.

 
A pesar de la activa y enorme contribución a la sociedad, las mujeres indígenas de América Latina  todavía sufren de múltiple discriminación, como mujeres y como indígenas. Padecen la extrema pobreza,  el analfabetismo, la falta de acceso a sus tierras ancestrales, y la violencia en la esfera privada y pública. Esta violencia es exacerbada cuando las comunidades indígenas se encuentran en el medio del conflicto y las mujeres se convierten en blanco de la violencia con motivos políticos, mientras deben continuar con su trabajo diario sin ser escuchadas por el hecho de ser simplemente mujer y además ser una mujer indígena.


La situación de la mujer  en nuestra sociedad es injusta, basándose en que es contradictorio que una sociedad, cuya estructura jurídica se fundamenta en la libertad y en la igualdad de sus miembros, limite los derechos de la mujer.


La mujer es un ser libre e inteligente, y como tal, responsable de sus actos, lo mismo que el hombre; pues, si esto es así, lo necesario es ponerla en condiciones de libertad para que se desenvuelva según sus facultades. Ahora bien, si relegamos exclusivamente a la mujer a las funciones domésticas, es someterla, como hasta aquí, a la dependencia del hombre, y, por lo tanto, quitarle su libertad. ¿Qué medio hay para poner a la mujer en condiciones de libertad? No hay otro más que el trabajo.

 

Bibliografía

 

Davinson, Guillermo y Edith Calderón

(2004)  Mujer indígena en América Latina y política Local. Temuco: Imprenta Páginas.

 

Referencias:

 

Este ensayo fue desarrollado en el marco de la asignatura Instituciones Sociales de la Carrera de Servicio Social de la Universidad de La Frontera,  y los insumos son parte del análisis del libro, Mujer indígena en América Latina y política Local de Guillermo Davinson y Edith Calderón, (2004) Chile

Patricio Silva Navarrete 

Alumno de Trabajo Social Universidad de la Frontera 2007 (Chile)

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