5 Poetas Paraguariensis (corte transversal en la poesía paraguaya) |
En el mapa de la poesía latinoamericana, la poesía paraguaya ocupa un lugar incierto, un sitio imaginario cercano al vacío. Las fronteras parecerían morir en Elvio Romero, Moncho Azuaga y Mario Casartelli, en Josefina Plá, Hérib Campos Cervera, Susy Delgado, Ramón Silva y hasta por ahí nomás. Violentamente delimitado, este Paraguay poético terminaría en un provincianismo esclerosado y clásicón; con algún ímpetu neorromántico, a veces combativo, a veces intimista; más cercano a la chabacanería que a la raridad; de contados hallazgos en su moderna producción en lengua guaraní, cuya regla sería la repetición de la repetición de la repetición, y así hasta llegar a los inigualables cantos primeros del aváñe´é, el lenguaje-alma del hombre guaraní. Pero ese Paraguay es tan imaginario como el Paraguay vislumbrado por cierta poeta argentina: Para mí Paraguay es un país misterioso, lleno de naranjas y dictadores y bellos habitantes que hablan guaraní (Clara Vasco dixit). Una imagen "poética" refractaria, con la que algunos "agentes" del campo cultural paraguayo buscan legitimar una producción desfasada en tiempo y lugar, dejando de soslayo una poética actual, más acorde a la imagen de un otro país. Un Paraguay no tan misterioso, con más narcotráfico que naranjas, más mafiosos que dictadores, y con habitantes no necesariamente bellos, que hacen del trauma de la diglosia terreno fértil para el yopará (mezcla de guaraní con castellano), una lengua dinámica, sin duda mucho más veloz que cualquier purismo. De allí que con estos 5 Poetas Paraguariensis se proponga realizar un corte transversal en la poesía paraguaya. Así se pretende abrir las fronteras poéticas de un país no tan distante cuanto desconocido. Sin duda, estas cinco voces sintonizarán con las de sus pares sudacas. |
Cristino
Bogado.
Asunción, 1967. Poeta, narrador y ensayista. Fundador y colaborador de diversas publicaciones, hoy al frente de Jakembó Editores y del blog Kurupi (www.kurupi.blogspot.com). Publicó La Copa de Satana (2002) y Dandy Ante el Vértigo (2004). De Dandy ante el Vértigo (Jakembó Ed.. Asunción, 2004.) |
El esperado e incruento final de nuestra señora de la Asunción Disparen sobre Asunción a discreción a bocajarro a placer a destajo ad honorem sobre su triste y provinciana alma de arcilla globos de agua naranjas huevos tomates podridos sueños etc. Disparen, ya se desmoronan sus muelles, donde atracaba la estulticia se desgajan los palafitos donde se guarecía el gato afelpado de su inocencia se retuercen las articulaciones estertóreas de su congénita arteriosclerosis espiritual rechiflan las coloreadas flatulencias que almacenaba su gorda interioridad Pero también sean honorables y circunspectos eleven el solemne canto del adiós a su agonía grotesco-jansenista fotografíen el momento sagrado cuando la paloma políglota revolotee sobre su mártir carroña guarden respetuoso silencio cargado de disparatadas imágenes masoquistas ante su frágil cenotafio aguas abajo traqueteando en una tempestad apoteósica y nula No olviden su atareada peregrinación a través de los reinos de luz cegadora del intermnable sueño de enanos deformes oligofrénicos inválidos inútiles en general que llenó sus horas |
Quantum de Antin (Inédito)
Que las cosas vayan y no vuelvan Que el tiempo horade el espacio Que el cielo y la tierra nos encierren en su ataúd de inmovilidad Que las palabras reboten sobre los poros Que los colores hiervan en los ojos Que la memoria enloquezca y sólo recuerde las agonías de los seres Que la gravedad ceda y nos adhiera a los techos del abismo sideral Que la noche chille como un laberintodonte Que el día duela desde el rosado védico al rojo curie Que el aire nos estrangule Que el oxígeno nos envenene Que los niños nos imaginen arañas o cucarachas Que la tierra acelere su rotación y seamos (sólo) mareo Que los muebles expresen su odio contra los glúteos con murmullos oscilantes Que las ondas de radio y TV lancen oscuras y fritadas amenazas de destrucción Que el viento nos arranque las intuiciones felices Que el frío congele a la pesadilla a un exilio orgánico e insensible |
De Tatu ro´o metafísico (Inédito) Casi es un adverbio metafísico Casi metafísico o Casi ganador Casi hermoso Casi campeón Casi feliz Casi terminado Casi 18 años para la primera peli porno Casi millonario el día de navidad Casi por un número cenicienta en este cuento cruel Casi púber dice el erotómano para su camisa delante de la visión alada Casi casi el cazador con la presa definitivamente perdida Casi la muerte el orgasmo la pistola la bala en la ruleta rusa Casi viento la frescura del agua y de la felicidad Casi habita en una tierra de nadie que colinda con lo posible aún no frustrado por un lado y con lo posible Casi imposible por el otro Casi es una goma elástica que coquetea con la plenitud y acaba rechazando al fracaso Casi es el límite del paraíso la frontera del placer la gloria la grandeza la forma lo perfecto lo acabado la sustancia última la revolución el edén recuperado la libertad todo Casi me besa Casi le habla Casi me engañó Casi me moja Casi le quema Casi no suena escucha here comes the sun Casi compra el globo aerostático Casi rió en un ataque de locura Casi cayó en el vicio la inocencia en el mercado negro la especulación la generación Casi mau Casi mutante Casi pato Casi fu Casi gracioso Casi inglés Casi un bufón Casi poético |
interludio rockero los surfistas del ano demolieron/levantaron/penetraron los muros berlineses del ruido y la locura |
Por qué la sed y no más la naranja Por qué todos los días agua y sólo en feriados el alcohol Por qué judío milenario 6 días de sudor y trabajo y sólo el séptimo de descanso Por qué tantos caminos y una sola roma Por qué en la época en la que la velocidad atómica ha alcanzado el punto 0 aquiles sigue perdiendo ante la tortuga Por qué no la cursilería de cerrar los ojos a la alucinación de la tarde y hundirnos con los discípulos de saís en el sueño del corazón Por qué sólo la mirada de ella rima con tu incomprendida e intempestiva sonrisa |
interludio publicitario compre todos los instantes |
De viajar for away (Inédito) Viejos cazando su infancia en las praderas del shopping Viejos cazando su infancia en las praderas del shopping |
Montserrat Álvarez Zaragoza, España, 1969. Estudió filología inglesa en la Universidad de Zaragoza, y filosofía en la P.U.C. de Lima y la UCA de Asunción. Publicó, entre otros, Zona Dark (1991), Cuatro poemas y un manuscrito (1993), la nouvelle Espero mi turno (1996), El Poema del Vampiro (1999), Underground (2000) y Alta suciedad (2005). Está radicada en Asunción hace catorce años. De Zona Dark (Lima, 1991) |
Ars poética La poesía debe ser como el amor, asunto raro de bichos raros de largos dedos sensitivos La poesía debe ser como el amor, refinada y violenta y que haga daño y muerda sin llegar a romperse ni a romper Pero a veces la poesía debe llegar más lejos que el amor y más lejos que todo Y romper cosas
Vegetación miraflorina (Los ricos también lloran) Feas en su belleza uniforme pasean con ropas relucientes a la última moda Bajo el sol, el chillón color de sus cabellos es aún más amarillo —ciegan, qué duda cabe— Los suyos les darán lógicos matrimonios, planificadas vidas, besos planificados Caerán los años sobre su bronceada desnudez sin poesía Envejecerán en medio de sus baños sauna y de sus aeróbicos Y un día enfrentarán en silencio el espejo y clavarán sus ojos en los ojos de vidrio Y ya será muy tarde para abrirlos
Circe Parias con nuestra sangre han comprado los hombres sus altas torres donde se guarecen de vicios ancestrales Somos las malas sombras de sus noches Como extranjeros son en sus propias ciudades: la vida que hay en ellos es la nuestra porque para nosotros es que brillan las luces y anuncia sus caminos el cemento Para vivir jamás pedí permiso para morir tampoco y nunca me arrepiento de mis actos Parias la fealdad de sus vidas compradas de su legalidad y de su hastío doblará sus espaldas arrugará sus frentes Cuando no sirvan más los dejarán los suyos al borde de una zanja como engranajes rotos Los desprecio y desprecio su desprecio Mi orgullo es alto como mis caderas Lo alimenta el respeto de mis bestias, mis animales bajo mis caricias Ellos son mis hermanos / Los hombres no me importan Morirán como mueren los esclavos Yo seré interminable |
De Cuatro poemas y un manuscrito (Revista El Augur, Asunción, 1993) |
Tomates, tomates… Tomates, tomates, hijos de la sangre, |
De Underground (Arandurã Ed. Asunción, 2000) |
Tengo una serpiente Tengo una serpiente entre las piernas |
A una vieja «¡las regularidades matemáticas me fascinan!» |
De Alta Suciedad (Eloísa Cartonera, Buenos Aires, 2005) |
Alta suciedad En estas negras calles se trasnocha |
Fredi Casco Asunción, 1967. Artista plástico, ensayista, poeta. Expuso sus obras en diversas salas de Latinoamérica y Europa. Co-fundador y director de Ediciones de la Ura, actualmente edita la revista Wild. Publicó Ojos de Leteo (2000) y Antesala/ El mirlo literario (2001)
De "Antesala"/ "El mirlo literario" (Ed. Cuadernos de la Ura, 2001) |
Antesala Me encuentro en este interregno: |
La casa neurótica Éxtasis de pequeño artefacto |
De Ego Caos (Inédito) |
La lira de Lord Feo To Old Saint Nick
Te juro por lo que más me imposible, gringa diabla |
Agua cero A los inigualables 'Negro Zoombón & The Zoombies in Love'
Encontrarla en un crepúsculo de mediodía |
De Baby Zoom (Inédito) |
Marzo & Sansón Paraguayo
¿Como es posible |
Leteo
La humedad en los muros, un retrato antepasado, |
Joaquín Morales Asunción, 1959. Edita la página www.postumorden.com. Publicó Postales de Bizancio (1984), Poliedro o panóptico del mundo y despliegue de sus trampas, demonios y maravillas (1985), Historia(s) de Babel (1992), Sermo, Hurras a Bizancio y Musica Ficta (2005).
De musica ficta -semitonia subintellecta- (Ed. Jakembó. Asunción, 2005) |
yegua de la noche o preludio sobre la inmaterialidad de las cajas de música
árbol superviviente en mueble sonoro, |
variación así en la tierra como en el cielo De ore leonis libera me et de profundo lacu inferni
y el alma |
variación retórica mínima Der Tod ist kein Ereignis des Lebens.
que te agarre la muerte en medio del café con leche, |
De Hurras a Bizancio (Ed. Jakembó. Asunción, 2005) |
hurras a bizancio y graffiti en su honor, o thesaurus de orribili favelle y edén del gozador de la gaya ciencia y difícil arte de la Lírika, donde con grande copia de tropos y galanuras se declaran las glorias y meravillas de esta eterna ciudad de naranjos y de Flores, madre de ciudades y cuna de péa ha amóa, pitos y flautas, con las debidas licencias de los poderosos cuyas Reales Manos beso suyo afectísimo año del señor |
De TRATADO DE [di]GLOS[S]AS SOBRE CLAUSULAS e ANALECTA DE diSCURSOS EXEMPLARES (Inédito) |
Fragmento de
Anstimmung: sermo de sénsibus et imayínibus ¿me sale bien, poetas, mi discurso?
torrente que |
Jorge Canese (o Kanese)
Asunción, 1947. Microbiólogo y poeta. Publicó, entre otros, Más poesía (1977), Esperando el viento (1981), Paloma blanca, Paloma negra (1982), Kantos del akantilado (1987), Stroessner roto (1989), Alegrías del purgatorio (1989), Papeles de Lucy-fer (1992), Indios-go-home (1994), En el país de las mujeres (1995) y La conspiración de los ginecólogos (2006). De Papeles de Lucy-fer (Eds. De la banda. Asunción, 1992) |
Post-scriptum. ¡MÚSICA MAESTRO! La negra empezó a moverse. Ya otra vez. A sacudirse suavemente. A temblar. Empezó a correrle la baba por los cuatro costados. Empezó a gemir. A revolcarse, a morder, a morderme como loka. Y sí. Estábamos en eso, a punto de reventar con todos los honores, cuando de repente llegó la primavera. Interrupción. Y PREGUNTAS. ¿Qué me queda (por hacer)? ¿Qué me resta por descubrir/re-inventar, mi Lucy-fer querida? ¿Qué me espera? ¿Qué otra copa de m(h)iel me espera? ¿Negra? RESPUESTA. ¿Y? Daremos marcha atrás a la pesada maquinaria del ynfierno. ¿Bueno? Desbandarán las plagueonas con sus quejas. Revalorizaremos la envidia. Cotizará como nunca el odio. Con la gula y el opio construiremos catedrales, nichos que servirán de albergue transitorio a los mendigos; esos rotosos pordioseros, ladronzuelos y rateritos chuecos que aterrizaron por equívoco (vía purgatorio) en esta tierra; porque no tenían qué comer, qué hacer sino joder, qué mirar, qué maldecir y escupir. Y cachurearon, kulearon y raquetearon. Y clepto-robaron hasta el dolor y hasta el cansancio. De la hipotenusa y la lujuria, prepararemos locro turbio-espeso-espumante para oligofrénicos, tarados y lokitos sueltos de todas las comarcas. Con el miedo, el dolor y el espanto, derretiremos caramelos y yogurt, para que las hormigas nos demanden ante el tribunal supremo de los MONOS RESPETUOSOS. Y con las palabras y los colores –a-lo-Luque- reconstruiremos otra vez al niño que en ti habita(bah); para que no se diga que somos pesimistas. Super difícil. Pero prometo intentarlo. La próxima vez. Porque si no dicen (por nosotros/nosotras) que dijimos que al final no queda nada. |
De Indios-go-home (Eds. De-Entrecasa. Asunción, 1994.) |
Moraleja: Criar europeos con leche de camello de la mejor raza (ambos). Faenar a-lo-bestia. Mezclar con grasa de jabalí en celo y esperma liofilizado de ballena de buena procedencia (para darle cuerpo). Hervir la mezcla durante cinco siglos para que el nivel de ignorancia (in-crescendo) sea máximo. Venderle el engendro por toneladas a los yankis, a precio de mercado (no hay por qué robar). De no prosperar el negocio, derramar el menjunje en el río Paraguay para joderle a los kurepas. O en último caso, regalarle el embarque completo a los indios para que se empeden como-dios-manda y nos dejen de joder con la historia de que América es de ellos. |
De La conspiración de los ginecólogos (Ed. Jakembo. Asunción, 2006.) |
Teodolina. Hacía (como) mucho tiempo que había pasado la época del Xamán Xapucero. Apenas un vago muy vago recuerdo quedaba del héroe y sus descabelladas travesuras. Kaxike miró a Konxita que volaba con sus mejores (p)artes. La muerte florecía y las coincidencias (köinsidencias, como románticamente les gustaba pensar) fluían como callos rascados por el po´ëta. El po´ëta también era un vago-viejo muy viejo rekuerdo. Hasta los mundos habían cambiado. Tanto que se hacía difícil creer en las leyendas de los ginecólogos. Como si la vida se hubiera desmaterializado, pareciéndose más a los sueños que a la muerte. La ansiedad y el deseo animal habrían o hubieran debido mermar. Todo el mundo en bolas (y a los gritos). Sin educación. Sin tanta pantomima. Época de la Conspiración de los Ginecólogos. KXK estiró la mano y agarró una teta. Los calores subieron. Kon-X-ta entreabrió las piernas y se empezó a ir. Qué fácil, pensó: lo mejor de la vida es(tá en) Saber Morir. Metáforas eran las de antes. Así como decir como-quien-no-quiera-la-kosa que el sexo salvará a la especie. |
Ministerio de la calentura. Koncha dijo y el cetro rompió. La última zanjita. El kaos se enlenteció. El hastío y la melancolía abarcaron casi todo. El trabajo como castigo se expandió y ocupó hasta los reductos más impensados. KXK xiöli fue el primero. Quiso ser patriarca, guerrillero, salvador, surrealista. Murió en el anonimato y la desolación. KXK xyke (pe) el segundo. Menos comprometido que comprometedor se abocó a los suyos tratando de evitarles lo inevitable. Criticoneando y sermoneando a full. Conoció a la (única) auténtica Xamana Xapucera andante y (calentón incurable) se enamoró de ella. Aterida de tanta iluminación sexótica murió dudando hasta de su capacidad curativa. KXK ky´á heredó el mando. No hizo gran cosa (fue lo mejor que hizo). Más conocido como KXK xiriki por su inveterada costumbre de darle duro y parejo al trago y a los trances. Hoy (el-K-suscribe) he heredado el sistema. Me llaman KXK ipshagüé, ambu´a, angaité. Alias Tembó. |
Omanó takó-ari. Morir como los camiones viejos. Aun así no pasaba de ser una metáfora. Intoxicaciones de la palabra. La estampilla galáctica. Llegamos a la parrillada el Futuro. Nos atendieron en el traspatio. Brilló una parrillada completa, medio fría. Y cerveza para yerar. Parecía la última cena. Parecía el monte de los olivos. Amohapópe. A esa hora ya nadie podía pedir coherencia. Rebrotaba el indio. Candado. Era lindo. El recuerdo del mito andrógino más plausible. Autocomplaciente. Pacífico. Fundador de la civilización. Mejor que los grupófilos. Que los ascetas. Aun que los aristócratas. Exquisitos gua´u co-no-ce-do-res. A penetración constante. Los dientes se movían devorando la carne fría, mientras clareaba francamente. |
Bombachita kunu´ü. Agacháte nena linda, agacháte che mamá, a ver si poro-al-descuido ta-ma´ëmi nde tatú. Takoari ñamanone, tamanomi che-kambá. Bombachita-a-motare amanoseté, ahechane hakure nde cuarto-ipyguiolado. Por siempre-ngo a consentí (vyroreí de las vyrezas), ahëtusé de las cortezas, ykere nde tatu´i. Maiteí cheve: peteí, la cabecita amoïro, el resto tembo-reí. Bombachita kunu´u, koanga añepyrü el baile con insistencia: anichéne la pendencia... che intrumento nderaihú. Las chifladuras tienen sus cosas, su mate amargo, su tereré lavado. ¿Erótica häu? Juro que me alzaré en enero. La concha del jabalí rompió el condón rutilante. Pobre tipo chera´a comentó Engelberta, la que siempre anduvo (obviamente) con la concha abierta. |
Última cena. ¡Corten carajo! Ketchup. Moral. Hipocondría. Chau amigos, amigotes, cantantes, merodeadores. Nosotros somos lo(s) que somos. Somos la trampa y el vaivén. El trampolín después de todo. El cadáver putrefacto que se murió cogiendo. Chau morochos mocosos. Mulatas del porvenir. Angelitos traviesos. Y más allá de los cuerpos: un saludito a los curas y a los santos, a las putas y los pretendidos poetas. Que os coma el cuco. Que os arrulle el huracán. La última etiqueta. Este es mi cuerpo. Y es tu vino. Otro saludito último-pahagué a los monos, a las feas y a los maricas de toda laya, porque ellos (con toda seguridad) no entrarán jamás en el reino de los muertos. Idiotas solemnes: son inmortales. A todos vosotros pues: chau-ché, hasta jamás de los jamases, porque aunque procuréis como tarados no llegaréis a entender ni así de nuestro (maldito) idioma. Peikatunte anga chetelefoneáke, terapa emo´i ne-mensaje kontestador automátikope, ikatu uperö (anga che tiempope) porodevolveta la llanada katueteí. Cherenóike. Ani peneresarái. Terata-pa eiké-katu nderevikuaitépe peë añaraköpeguaré-partida. Poro´u-laya. ¡Vairos! Que ni pintados para prometer amores y revueltas que nunca cumpliréis. Epytá upépe. ¡Atrás! |
Marcelo Silva
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