La oración
Omar Santos

En el más alto momento 
de la humedad
yo te bendigo carne mía.
En el más antiguo escondite
de los ardientes,
nocturna, impúdica, proverbial,
átame suave criatura.
Golpéame con tus aguas,
tú eres la cordera y el testimonio,
la blandura que obliga al cáliz,
que ata a las perdiciones.
Beatifícame con tus encantos,
dame el péndulo y el reposo,
el poema y los remedios.
En lo más hondo de tu desnudez,
en el horario de tus escapes,
enséñame la razón del sacrificio,
sumérgeme en la oración.

Omar Santos
De "El cuerpo de las rendiciones"
Poemas inéditos

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