Instituto del Libro y la Lectura del Perú, y Capulí, Vallejo y su Tierra

Vallejo viajó a la eternidad
Danilo Sánchez Lihón 
www.danilosanchezlihon.blogspot.com  

CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA
(Telúrica del mes de julio
en Santiago de Chuco, días 24 al 26)

y

GOBIERNO REGIONAL DEL CALLAO

 

 MIÉRCOLES 17 DE JUNIO

 

 DÍA VALLEJO EN PUERTO CALLAO


Programa:

 

MIÉRCOLES 17 DE JUNIO
AÑO 2009, EN EL CALLAO

 

10.30 a 11.15 a.m.
Muelle Dársena

(Plaza Grau del Callao)

 

– Emplazamiento de escoltas
y secciones de alumnos
de Educación Secundaria y Superior
de diferentes I. E. del Callao.

 

– Disertación:
“El adiós y el regreso en César Vallejo.
Callao fue y es el punto de encuentro”,
a cargo de Danilo Sánchez Lihón.
Presidente de Capulí, Vallejo y su Tierra.

 

– Recital poético a cargo de poetas
profesores y artistas del Callao:
Ricardo Ayllón, Elisa Mattos de Lynch, Pablo Briceño,
César Iturregui, Carlos Orellano, Antonio Sarmiento,
Nello Marco-Sánchez, Mario Aragón, Santiago Risso,
Felipe Rivas Mendo, Jesús Huayta, Vladimir Jáuregui,
Pedro Valdivia, Guillermo Laura, Luz Bejarano.

 

De 11.30 a 12.30 a.m.
Actuación en la I. E. Dos de Mayo

 

– Palabras de bienvenida
a cargo de la profesora Rosa Lévano Sarmiento,
Directora de la I.E. Dos de Mayo.
              
– Palabras de César Vallejo Ynfantes,
sobrino del poeta.

 

– “César Vallejo,
y su vigencia en la educación”,
conferencia a cargo
del Dr. Manuel Vejarano Sánchez,
de Capulí, Vallejo y su Tierra.

 

– “César Vallejo estudiante”
semblanza a cargo de un profesor
de la I. E. Dos de Mayo.

 

– Números artísticos
a cargo de la I.E. Dos de Mayo.

 

1 p.m.
Almuerzo de confraternidad

en restaurante del puerto de Callao.
                                 
Organización:

 

CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA Y GOBIERNO REGIONAL DEL CALLAO

 

Participación:

 

Municipalidad Provincial del Callao
Dirección Regional de Educación del Callao
Institución Educativa Dos de Mayo
Asociación de Chalaneros del Callao.

 

 

RECUENTO HISTÓRICO “DÍA VALLEJO EN PUERTO CALLAO”

 

Capulí, Vallejo y su Tierra, con la colaboración continua del poeta Santiago Risso, ha instituido el 17 de junio como efeméride central en el calendario cívico de la Provincia Constitucional del Callao, el “Día Vallejo en Puerto Callao” en memoria de la partida de César Vallejo a Europa.


Lo hace porque considera que a partir de ello se desprenden temas importantes de reflexión como la pertenencia y el desarraigo, la identidad y la globalización, lo íntimo y lo universalidad.


Lo hacemos también considerando que es importante enfocar, motivados por la partida de César Vallejo, en un tema muy sensible en la actualidad frente al fenómeno de la inmigración, cual es el adiós y el retorno.


Este tema es especialmente punzante en muchos conciudadanos que han salido del país en las últimas décadas, regreso que no necesariamente tiene que ser físico.


Esta conmemoración la llevamos a cabo desde hace ya una década, realizando este día actividades que tienen variadas características, espacios y actores.


Participa por ejemplo el gremio de chalaneros quienes pasean a la comitiva  para arrojar una ofrenda floral al mar. Participa la milicia, el clero como los organismos oficiales y privados.


El año 2007 se celebró una misa solemne en la Catedral del Callao y un desfile por las calles céntricas de la ciudad. Se han llevado a cabo presentaciones de teatro a cargo de alumnos de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos en el auditorio del Colegio 2 de Mayo.


En otra oportunidad se hicieron concentraciones en diferentes plazas y peregrinación a diversos puntos del Callao tradicional.


Producto de este activismo ha sido la colocación en el Muelle Dársena de una placa recordatoria que hiciera e inaugurara el Dr. Alex Kouri, Alcalde del Municipio Provincial del Callao.


Es permanente en estos actos culturales la participación activa y entusiasta de la tradicional institución educativa del puerto: el glorioso Colegio Dos de Mayo, donde se realiza el acto central con diferentes expresiones artísticas a cargo de personalidades invitadas como de la comunidad de alumnos y profesores de ese renombrado plantel.


El 17 de junio queda instituido así como el Día Vallejo en Puerto Callao.

 

 

Vallejo viajó a la eternidad
Danilo Sánchez Lihón
www.danilosanchezlihon.blogspot.com 

 

1. Regresando siempre

 

Hoy 17 de junio es Día de Vallejo en Puerto Callao, porque un día como hoy del año 1923 él estuvo aquí, en este sitio, de pie en espera de abordar el barco Oroya que lo conduciría a Marsella, puerto francés sobre el mar Mediterráneo para viajar a Europa y a la eternidad donde mora y habita.


Nunca más que ese día él estuvo consciente de que su iniciativa de viajar a Europa no era tal, sino su viaje sin retorno era viajar al infinito.


Estamos aquí porque en este punto que el Callao tiene el privilegio de tenerlo tanto en su suelo físico como en su geografía anímica y espiritual, se juntan en este lugar el pasado, el presente y el futuro.


Aquí se convoca y se sintetiza la historia del Perú y por ser el Perú un epicentro y un eje geopolítico se conjugan coordenadas del planeta y tratándose de que aquí Vallejo dividió su vida se cohesionan también coordenadas del mundo imperecedero.


Aquí Vallejo se estremeció y dijo su último adiós a la tierra que amaba y nunca olvidó. A la cual estuvo regresando siempre en las alas de la añoranza.
 

2. El adiós y el regreso

 

Aquí muchos han sentido que dejaban una vida e iniciaban otra, aunque lejos y distantes del lugar donde nacieron y con el cual se identifican.


Por eso este es un gozne, un umbral, el vano de una puerta que en el caso de César Vallejo siempre nos planteará el dilema del que  se va y del que se queda, de quienes se demoran en llegar y de quienes esperan, de la tierra firme y del océano que aquí empieza.


Desde aquí muchos peruanos salieron al destierro por querer corregir los males que aún nos hacen daño. Y aquí al volver reencontraban al país que amaban.


Desde aquí al partir ya se empieza a recordar a la patria bienamada, pero también se empieza a soñar en mundos nuevos. Y al regresar se le vuelve a adorar con nuestra presencia sobre su suelo.


Y es que en una despedida todo se separa como a la vez se junta. Y se convoca al presente insospechado, al futuro insólito y al pasado estupefacto. Esa es la proeza del adiós y el regreso que es el tema que César Vallejo nos propone enfocar esta mañana.

 

3. Nos hemos ido y también hemos vuelto

 

El adiós y el regreso porque ninguno que partió dejó de regresar, siquiera como fantasma merodeante. O sino envuelto en las gasas y tules de la añoranza.


En una despedida todo se junta desde el futuro. Y en el regreso todo se convoca desde el pasado.


Desde esta rada, en este sitio, en este límite de la patria en donde termina la tierra y empieza el agua, donde acaba la piedra y comienza el océano, se dice un adiós pero aletea al mismo tiempo el anhelado retorno.


Muchos retornarán físicamente. Y los pies cuando volvieron y tocaron tierra cerraron las huellas abiertas que dejaran los pies cuando se fueron.


Por eso, este es un hecho significativo no solo en la historia del Callao, que queremos ponerlo de relieve siempre, sino en la historia del alma nuestra, de nuestros padres y de nosotros mismos. Y lo será en la de nuestros hijos, puesto que sentimos que por aquí nosotros nos hemos ido y también hemos vuelto.

 

4. Asumiendo la causa de la humanidad

 

A José Gálvez y a Miguel Grau con quienes el Callao se identifica tanto, se suma ahora César Vallejo. ¿En que medida se comparan, asemejan y se hacen uno? En mucho.


Ellos amaron al Perú entrañablemente. Los tres dieron su vida por la causa que defendían. El primero luchando en la torre de la Merced para consolidar nuestra libertad frente a España el 2 de mayo de 1866.


Miguel Grau, quien durante seis meses mantuvo a la escuadra chilena acobardada en su codicia hasta caer en Angamos el 8 de octubre del año 1879 y que nos da el ejemplo de su heroísmo sin par y sin perder esencia humana.


Y César Vallejo defendiéndonos de todo porque frente al mundo de la globalización tenemos su emblema  y con él sabemos quienes somos puesto que ha hecho visible y palpable  nuestra identidad. ¡Y ella es hermosa!


Con él alcanzamos universalidad sin renunciar a lo propio. Luchando en París por la causa del hombre, pero sin enajenarse, asumiendo la causa de la humanidad pero siendo auténtico.

 

5. El mismo vaso de sangre

 

Y uno de los primeros mensajes que quisiera recoger del viaje de Vallejo a Europa es que hay un signo familiar en su partida, que no es muy común ni frecuente entre intelectuales que descartan o alejan totalmente a la familia de sus vidas.


Era domingo. El Oroya partió a las cinco de la tarde y estuvo en este lugar para despedirlo su hermano Néstor Pablo quien vino especialmente  desde Trujillo solo con este propósito. De Trujillo se venía por mar y el viaje duraba de cuatro a cinco días.


Pero tenía que estar él, el hermano con quien César Vallejo estudió en la Universidad, compartieron la pensión y fue con quien más intimidad tuvo, a quien prodigó entrañable e inmenso respeto y cariño.


El hijo mayor de ese hermano, don César Vallejo Infantes está aquí presente con nosotros, luego de 86 años en que su padre estuviera en este mismo lugar dándole el último adiós al poeta.


¿No es extraordinario, significativo y produce estremecimiento que el mismo vaso de sangre enhiesta y cariñosa que lo abrazara fuerte y trémulamente aquel día esté aquí después de 86 años de vida?

 

6. Un pasaje evangélico

 

Pero hay otro signo en este viaje, cual es el de la amistad, al estar aquí presente para darle el adiós aquella tarde un amigo suyo: el buen, Crisólogo Quesada, a quien apodaban “El gordo”.


Aquel era una especie de protector, tutor y ángel guardián, quien lo había tomado bajo su tutela a ese niño indefenso y desvalido, quien lo rescató del forzado matrimonio al cual ya lo habían sometido los familiares de Otilia Villanueva quien había salido embarazada de la relación con el poeta.


Allí estaba Crisólogo, a quien no se le escapaba la evidencia de que nunca más volvería a ver a ese hombre puro, candoroso y dolido de los males del mundo. En cierta manera, y para él, un profeta.


El signo de la amistad es el escudo y emblema de este acto que se grafica de modo intenso e indeleble en el hecho de que el viaje lo hacía Vallejo con un amigo, el entrañable Julio Gálvez, quien había cambiado su pasaje de primera clase por dos de tercera para hacer, sin proponérselo de esta experiencia, un pasaje evangélico.

 

7. De pie, firmes y militantes

 

Pero hay otro signo en la conmemoración de esta mañana. ¿Quiénes están hoy aquí? Son sus paisanos, sus coterráneos, sus poblanos, como somos nosotros quienes nos reunimos bajo el lema de “Capulí, Vallejo y su Tierra”.


Porque Vallejo todo cuanto sentía y pensaba lo hacía siempre como paisano, mucho más en aquel momento en que se alejaba del Perú.


Justo en ese instante en que daba el salto o el paso dejando la tierra y abordaba el barco, le asaltó el puñal hiriente y quemante del amor a su pueblo y a su gente.


Y estoy seguro que su casa, las calles de Santiago, los cerros, sus sembríos, las pircas y curahuas con las flores de malva, de margaritas y pachas rosas, estuvieron presentes cuando él aquella tarde se despedía de su patria.


Por eso, al estar aquí después de 86 años en que él partiera, nosotros le decimos a voz en cuello: ¡César Vallejo, tu pueblo te recuerda!, ¡César Vallejo vives entre nosotros! ¡César Vallejo estamos juntos, tú al lado nuestro!


César Vallejo tus paisanos de Santiago de Chuco recordando el día que te fuiste, estamos aquí, de pie, firmes y militantes.

8. Sembrar y construir esperanza

 

Pero están presentes también aquí los maestros representados por colegas de numerosos centros educativos del Callao.


Y entonces él se siente entre familia, entre amigos, con paisanos, con colegas, complacido y “emocionado, qué más da, emocionado”, diría.


Porque él fue maestro de escuela siempre: en Huánuco, en Trujillo, en Lima. Es maestro en su poesía, en su legado a los niños del mundo, en su actitud de proteger siempre, de dejar un mensaje de aliento, en su actitud de sembrar y construir esperanza.


Por eso los maestros decimos a voz en cuello: ¡César Vallejo, presente!


Están aquí los intelectuales poetas, narradores, ensayistas e historiadores. Veo aquí a Nello Marco-Sánchez. A todos quienes aman una cultura viva, humana, que no se desentiende del problema ni del destino del hombre, como tú nos enseñaste.


Están los poetas de verbo inflamado y enardecido.
 

9. Para no irse ya nunca más

 

Y así como nos reunimos ahora para conmemorar su partida, nos reunimos también hoy día para conmemorar su regreso, porque él volvió para ocupar un lugar entrañable en nuestros corazones.


Salió para hacerse mar, junto a la rocalla, a la piedra o a la cordillera que es. No como una línea trazada en esta agua que es una ruta para llegar a París sino para ser la inmensidad que es él y que es el mar.


Salió para hacerse más universal. En vez de optar por hacerse de bienes materiales optó por hacerse más niño y más solidario.


Salió para hacerse infinito, porque así ahora lo es él. Es un infinito, en realidad todos lo somos, pero él es infinito incluso para los demás, para quienes se acercan a su vida y a su obra y no encuentran ya en él ni principio ni fin


Regresó muchas veces a su tierra y a su gente que él quería y lo evocaba constantemente para no irse ya nunca más de entre nosotros.

 

10. Poesía libre, suelta, natural

 

Ojalá que en este lugar podamos levantar una estatua que lo represente no yéndose sino regresando, con la mirada llena de mundo, de humanidad, esperanza y utopía.


Él se fue a hacerse el ser universal que ahora es. ¿Por qué? ¿No pudo hacerse aquí? Sí, pero además de esencias y contenidos hay que posicionarse. Y esa actitud la tuvo Vallejo al viajar a París.


En lo demás Vallejo todo lo pudo cumplir desde aquí. Porque él aquí escribió Trilce, adelantándose incluso al surrealismo europeo. Él no aprendió nada de Europa.


Se fue por amplitud, por horizonte y vastedad. Y a tomar posición, como debemos hacerlo nosotros siempre.


Porque, ¿de quién aprende en Europa para escribir los Poemas humanos? ¿Se ha citado a algún autor como un antecedente de ese libro? Nadie.


España, aparta de mí este cáliz ¿tendrá algún antecedente en Europa? Ninguno. Nada. Nadie. Es una poesía original, valiente, absoluta. Sin tiempo, y sin época; en un espacio que es España en trance de agonía pero con el significado profundo de que es una utopía humana universal.


La suya es poesía libre, suelta, natural, como las presencias sublimes que bogan por el firmamento.

 

11. Vallejo es el infinito

 

Desde esta orilla en que se va o se llega, desde esta ensenada en que se siente y se piensa entrañablemente, desde esta atalaya que es la rada del Muelle Dársena en el Puerto del Callao renovamos nuestro juramento y promesa a nosotros mismos de no fallar ni claudicar jamás en nuestros sueños.


Ahora que se sale tanto, que se evade tanto, que se va en busca de riquezas, qué importante el ejemplo imperecedero de César Vallejo. Salió no para olvidarse de su país sino para recordarlo siempre. Salió no para enriquecerse sino llevando al Perú en el alma.


Por eso, es la boya para sostenernos quien desde aquí viajó a la eternidad, a ser el poeta universal que es.


Y Callao es el símbolo de ese viaje. Y desde ahora lo reconocemos como el puente para poder conectarnos.


Callao es la frontera entre el mundo real y el mundo eterno. Y Vallejo es el infinito.
 

 

(Versión transcrita de la alocución
expresada el 17 de junio del año 2008
en la rada del Muelle Dársena en el Callao)

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