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21 de febrero:
Día Mundial de las Lenguas Maternas
Homenaje a la lengua quechua o runa sini
Danilo Sánchez Lihón
inlecperu@hotmail.com

 

1. Capturar el Cuzco

Túpac Amaru no hizo caso a Micaela Bastidas, su esposa y capitana del ejército de la retaguardia en el movimiento insurreccional que él encabezara, acerca de la necesidad inmediata de capturar el Cuzco, antigua sede del imperio incaico, y cuando más pertinente era hacerlo, estando desguarnecida la ciudad después de haber sido derrotado el ejército colonial del sur en la batalla de Sangarará.

Se entretuvo por las villas subiendo a los campanarios, haciendo posible la llegada de 15 mil soldados bien entrenados que el gobierno virreinal destacó de su guarnición de Lima para develar el levantamiento, con el resultado final de ser aniquilados los batallones indígenas en el intento de ingresar a la ciudad.

Fueron capturados los líderes y sus familias, condenados a muerte y ejecutados, arrasadas las comunidades sublevadas, castigadas severamente las que habían apoyado a la rebelión, decretando asimismo la prohibición del uso de la lengua quechua, o runa sini, bajo pena de muerte, aspecto este último que es el único en el cual la resistencia andina salió airosa.


2. El alma matinal

La historia de la humanidad hubiera cambiado radicalmente si se capturaba el Cuzco y después Lima. Probablemente no habría imperialismo norteamericano, ni hegemonía de los países europeos ni de los clubes de los ricos gobernando el mundo a favor de sus intereses, ni hubiera imperado omnímodo el libre mercado, el dinero, la plusvalía ni la globalización, como lo vienen haciendo ahora.

América Latina, tal y como lo esperaban los mismos europeos habría instituido un Nuevo Mundo, concretando la utopía de una sociedad orientada por el bien, que las mentes más lúcidas soñaban ver realizada en este suelo, pero que aquí no fue fantasía sino palpable y hermosa realidad.

Donde imperaban valores acrisolados como la solidaridad, el bien común, la veneración de la naturaleza, el alma matinal; valores hacia los cuales la organización incaica consagraba su cuidado y protección, amparando al débil y exaltando el júbilo del fuerte por ayudar y servir.


3. Hablemos quechua

Túpac Amaru no alcanzó a posesionarse del Cuzco, pero los andinos hemos invadido y capturado no solo el Cuzco sino Lima y todas las ciudades capitales de nuestro país. Nos hemos adueñado de las calles, negocios, clubes sociales, empresas, universidades, hogares. Sin embargo, hay varios pasos por cumplir hacia delante, para concretar la aspiración tupamarista.

El primero es hablar el quechua; empresa mágica que está en un pliegue de nuestro espíritu el despertarla, y en la punta de nuestra lengua el ejecutarla, que quienes saben hablarla nos enseñen y quienes no la saben la aprendamos. Cumplida esta acción empezaremos a cambiar, primero nosotros mismos y, a partir de nosotros, el mundo.

Porque hemos sitiado, invadido y puesto bajo nuestro dominio a Lima. Ahora toca que hablemos el quechua, que será como capturar el Cuzco y la antigua sede del imperio incaico. Si bien fue triste que Túpac Amaru no incursionara a tiempo, sería mucho peor que nosotros habiéndolo hecho no nos demos cuenta y sea esta una tardanza como también una traición.


4. Afianzando identidad

A la llegada de los europeos a nuestra América en 1492, dos culturas sobresalientes dominaban el continente para ellos recién descubierto, cuales eran el Imperio Incaico y el Imperio Azteca.

Lo que hizo grande a la civilización incaica fue su concepción del mundo y la vida, sus valores, su organización; su visión de un Estado constructor y protector invocando el júbilo del más fuerte para proteger al más débil, todo ello en correspondencia y feliz adaptación con las características físicas del suelo que habitaron, de su medio ambiente y su contexto social.

¿Dónde encontrar ahora los rasgos de aquella inspiración? ¿Dónde queda plasmada esa visión del mundo y de la vida? ¿Cómo sentir el latido, la emoción y el aliento de esa cultura de asombro, de esplendor y de fábula? Indudablemente, en su lengua, en el idioma en que se hablaba.

Porque toda lengua contiene en su nomenclatura la forma y la esencia del sentir y del pensar de toda aquella comunidad que la usa, y hacia la cual insufla vida, allí queda palpitante y decantado el modo de reconocer los problemas y la manera de cómo afrontarlos.

Por eso, César Vallejo se quejó en París, ante un amigo entrañable, como era para él Gonzalo More, de que sentía no tener una lengua propia, y de que hubiera escrito mejor en quechua si lo hubiera aprendido de niño.


5. Todos los hombres de la tierra

Una confesión parecida la recoge Ernesto More, con quien él tuvo una relación muy estrecha. A César Vallejo Le gustaba escuchar el quechua, pero no lo hablaba.

De allí que él hizo que el idioma castellano expresara aquello que nunca estuvo preparado para decir. Le retorció el cuello en Trilce de tal modo que asombra cómo él recurre a lo imposible, a lo incoherente y absoluto para expresar lo que en la lógica de aquella lengua no se puede decir.

Pero tuvo la intuición de saber que el quechua contiene nuestra manera de ser, de sentir, de expresarnos. Y que hasta nuestra manera de mirar está en esa lengua. De allí que su esposa, Georgette Philippart, confesó que no entendía a Vallejo hasta ver cómo miran y otean el horizonte las llamas y auquénidos de las punas andinas.

Allí recién, cuenta ella, que se dio cuenta cómo era él y empezó a comprenderlo. Por eso, qué importante volver a esa fuente primigenia y rescatar todo lo valioso que allí pueda encontrarse, para iluminar y fortalecer nuestra actitud ante los desafíos de la realidad y de la vida.

Y ante la empresa de forjar aquí nuevamente el orden de fraternidad, de dignidad y felicidad para todos los hombres de la tierra.


6. Diste ser y valor a los hombres

He aquí el fragmento de una oración o rezo incaico, dicho y recogido en idioma quechua por un cronista anónimo de la Conquista:

“Aticsi wiracochan caylla wiracocha tocapo ac unpo wiracochan camachurac caricachon huarmicachon nispallurac rurac camascaique churascayqui casilla quispilla canca musac maipimcaiqui ahuapichu ucupichu ucupichu puyupichu llantupichu hoyarihuay hayni guay nihuay ymay pachacamac haycay pachacamac canca chihuay marcarihuay y batallihauay cadcuzcay tarichasquihuai may piscapos wiracochaya”.

“¡Oh hacedor! que estás en los fines del mundo sin igual, que diste ser y valor a los hombres y dijiste sea este hombre y a las mujeres sea esta mujer; diciendo esto los hiciste y los formaste y diste ser. A estos que hiciste, guárdalos que vivan sanos y salvos, sin peligro viviendo en paz. ¿A dónde estáis? ¿En lo alto del cielo o abajo en los truenos o en los ñublados de las tempestades? Óyeme, respóndeme y concede conmigo y danos perpetua vida para siempre, tenednos de tu mano; y esta ofrenda recíbela a doquiera que estuvieres, oh Hacedor.”

7. La hablan, pero la esconden

Actualmente en quechua se comunican 12 millones de personas extendidas a lo largo de varios países andinos.

Ocupa el décimo quinto puesto entre las lenguas más habladas del planeta; y el cuarto lugar de los sistemas lingüísticos que cotidianamente se utilizan en América.

Es la lengua nativa que ocupa la primera jerarquía por el número de personas que la usan en el continente.

En Lima el 50 % de su población conoce o habla quechua, aunque no lo manifieste ni declare ni lo haga ostensible, sino que más bien lo eluda y oculte por prejuicio.

Son mudos del quechua por auto opresión y censura.

Hoy se conoce que los incas inicialmente utilizaron el “puquina”, después el “aymara” y finalmente adoptaron el quechua por su expresividad y amplitud de extensión en el antiguo espacio terráqueo.

Es la lengua de los chinchaysuyos, que tuvo como ámbito de surgimiento y desarrollo al actual departamento de Ancash y no Andahuaylas como antes se creía.


8. El sentido colectivo de la historia

En tiempo de los Incas se la llamó Runa Sini o “Lengua humana”, o lengua madre.

Es idioma aglutinante, onomatopéyico, basado en el uso de sufijos. Los nombres se marcan por caso y persona.

Su estructura es nominativa acusativa, de fonemas binarios que permite que se adapte con gran ductilidad al lenguaje informático.

Su fonología es simple. El sistema vocálico dominante es principalmente de tres vocales: e - i - u. No contiene verbos irregulares.

No tiene género gramatical. El marcador plural es kuna. El orden de la frase es: sujeto, verbo, objeto.

Es el idioma en el cual se plasman los valores primigenios de la cultura andina, como la fraternidad, el sentido colectivo de la historia y el carácter auroral, que es su actitud frente a la vida.

El 27 de mayo del año 1975 se dio al quechua la categoría de idioma oficial en el Perú, por Ley del Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada que encabezara el General Juan Velasco Alvarado, cuyo proyecto social quedó inconcluso y fue fácilmente revertido y muchas reivindicaciones se perdieron.


9. Sigue viva y es heroico

Conservar el quecha vivo, hablarlo con frescura y vigor, es el resultado de uno de los hechos más valerosos y titánicos que registre la historia humana.

Su perseverancia es himno de la resistencia cultural pacífica pero no menos heroica de todo un pueblo, después de cinco siglos de exterminio sofisticado, de crueldad y negación atroz y contumaz.

Nada de lo que podía ser defensa de la vida, auxilio, garantía de supervivencia, se podía decir en lengua quechua.

Ni leyes, ni salud, ni educación, ni empleo. ¡Nada! Todo estaba negado si se hablaba quechua. ¡Y eso hace cinco siglos! Entonces: ¿No es extraordinario que siga existiendo?

El hecho de su vigencia por eso es uno de los acontecimientos más grandiosos de resistencia épica y sobrehumana de todo un conjunto humano.

Ha sido siempre, y lo sigue siendo ahora, una lengua negada socialmente.

Sin embargo, está viva, indemne y expectante. Mantenerla viva de parte de la población indígena ha significado sacrificio, ostracismo e inmolación.

Que se la siga hablando, que siga en vigencia, que forme parte de nuestra cultura es estupendo y admirable. Y esta gesta la encarna toda una nación, a la cual ahora hay que extenderle nuestra adhesión militante.


10. Jayllis o Triunfos

Porque, como en ninguna otra lengua, en él se ideó un género de poesía denominado jayllis o “triunfos”, como este:


Ankikuna
Qóyllur kaspachari
¡Ari!
Tutalla kkaanchanki
¡Ari!
Inti rauraupiqa
¡Ari!
Llanqhata maskkayki
¡Ari!

Ñusttakuna
Qóyllur kani chayqa
¡Mana!
kichay sunqoykita
¡Mana!
Inti raurajtinri
¡Mana!
qisqqay ñawiykita
¡Mana!

Ankikuna
Killa ppunchaullapi
¡Ari!
Wajyapayawanki
¡Ari!
Qayllaykamujtyri
¡Ari!
rittiman tukunki
¡Ari!

Ñusttakuna
Wajyapayajtyri
¡Mana!
chhaskimuy sinchita
¡Mana!
ritti tukujtyri
¡Mana!
jicchay ninaykita
¡Mana!

Aukikuna
Ninay lluphijtinri
¡Ari!
chhulla ttakakunki
¡Ari!
mosqoychu, wayrachu,
¡Ari!
uteyachu kanki
¡Ari!

Ñusttakuna
Chulla kani chayri
¡Mana!
Apá sijraykita
¡Mana!
uteqapis kásaj
¡Mana!
qhatillay chakiyta
¡Mana!

Los Príncipes
Porque eres estrella
¡Sí!
fulguras de noche
¡Sí!
pues bajo el fuego del sol
¡Sí!
en vano te busco
¡Sí!

Las Princesas
Sí yo soy estrella
¡No!
abre el corazón
¡No!
y bajo el fuego del sol
¡No!
entorna los ojos
¡No!

Los Príncipes
Sólo a la luz de la luna
¡Sí!
llamarme simulas
¡Sí!
y cuando me acerco
¡Sí!
te truecas en nieve
¡Sí!

Las Princesas
Y si llamarte simulo
¡No!
presuroso acude
¡No!
si me trueco en nieve
¡No!
échame tu fuego
¡No!

Los Príncipes
Cuando mi fuego te quema
¡Sí!
te derramas en rocío
¡Sí!
¿eres ilusión o viento?
¡Sí!
¿o tal vez un desatino?
¡Sí!

Las Princesas
Si me crees rocío
¡No!
tus labios acércame,
¡No!
aunque sea un desatino
¡No!
no pierdas mi rastro
¡No!


11. Siglos de rebelión

Al principio los conquistadores españoles la acogieron y apreciaron, porque era un vehículo de penetración y la necesitaban para el adoctrinamiento y la aculturación.

En 1577 se instituyó la Cátedra de Lengua Quechua en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

En 1584 el primer libro que se edita en la América del Sur y en el Perú fue un Catecismo trilingüe, de lengua quechua, aymara y castellana.

Sin embargo, a partir del alzamiento de Túpac Amaru y su posterior develación a sangre y fuego, donde se cercenaron vivos a sus amigos, esposa, hijos, en la Plaza de Armas del Cuzco, y él mismo fue jalado por cuatro caballos, mutilado y sus miembros esparcidos en los cerros.

A partir de entonces fue prohibida la lengua quechua de todos los territorios coloniales. Su uso fue legalmente proscrito de la enseñanza formal y estigmatizada política y socialmente.

Se dictaron ordenanzas de prohibición con amenazas de muerte para todo aquel que no hablara el castellano.

Defenderla ha significado siglos de rebelión y enfrentamiento al sistema oficial y al poder dominante.


12. Jardines de maíz, quinua y cañigua

De allí que sea honra y deber nuestro saludar y rendir pleitesía al idioma quechua, como una bandera de redención.

Porque es el idioma de una cultura de asombro como fueron los Incas.

Porque en ese idioma fuimos un pueblo que hizo el arte y la ciencia portentosa que aquí se hizo, aplicó y subsiste.

Con él se hicieron los grandes caminos, los tambos donde se guardaban alimentos, vestidos y herramientas para 80 años de previsión futura.

Con él se hicieron los andenes de los cuales emergían todas las flores y todos los frutos que se erigen sobre los abismos.

Con él se construyeron los canales de riego que eliminaron el hambre de la faz del mundo antiguo en nuestro continente.

Con ese idioma se domesticó la papa que ahora palia el hambre en el orbe.

En ese idioma las colinas y los cerros fueron jardines de maíz, quinua y cañigua.

Las gestas civilizadoras de los incas se celebraron en idioma quechua. Es la lengua con que se construyó Machu Picchu.


13. El mejor amor de la tierra

Porque en lengua quechua está la ternura de los harawis.

En quechua se enamoran los cerros, las lagunas y los ríos.

En él y con él es que el mundo de arriba (hanan-pacha), el mundo de en medio (kay-pacha) y el mundo de abajo (uco-pacha), se enlazan en visión fecunda y producen los bosques, las aves, los peces y las espigas.

La solidaridad en el trabajo, el regocijo del pueblo, el trueque entre los pobladores se hacía y se hace en esa lengua.

Porque en él cantan los músicos y poetas los contenidos más sublimes de nuestro pueblo y de nuestra tierra.

Porque el papel integrador funcionó bien con esa lengua.

Es el idioma de la puntualidad, de la limpidez, de la laboriosidad.

Es el idioma de un mundo organizado.

Es el idioma del reino de la belleza, de la reciprocidad, del ayni.

Es el idioma de la solidaridad, para recomponer nuestra alma.

Porque en ese idioma se expresó el mejor amor de la tierra.


14. Porque la habló Túpac Amaru

Entonces, reivindiquémoslo:

Porque es amanecer y es manantial.

Porque nuestra ternura, que es la joya más preciada, se dice como nunca en esa lengua.

Porque nuestra actitud plena en el candor y en la pureza es porque esa lengua la cinceló hasta hacerla nieve eterna y diamante.

Porque la fidelidad de la mujer hacia su marido, que hacía que se mate para no sentir nada del mundo que sea fuera de él, se fraguó primero en esa lengua.

Porque el amor devoto, ungido del hombre a la mujer solo en esa lengua alcanza a ser poesía auténtica.

Porque la capacidad para ser transparentes y prístinos es propia del idioma quechua.

Porque la habló Túpac Amaru y en esa lengua se amaron con amor consagrado más allá de la vida y de la muerte con Micaela Bastidas.

Y es la lengua de la rebelión en que soñaron un orden nuevo y justo para el Perú y el mundo, que no podemos jamás claudicar en darlo por perdido y mucho menos acabado.


15. Grito de libertad y de triunfo

¡Entonces, reivindiquémoslo!

Porque en él está el legado ancestral de la cultura andina.

Porque en él está nuestra herencia primigenia. Es nuestro bastón de mando y nuestro estandarte.

Porque es el idioma de la cultura de la resistencia.

Porque en ese tierno canto no hubo miserias, ni abandono, ni corrupción.

Porque en él se cantaba a la aurora, la marcha esplendorosa del sol. Con él se dijeron endechas a la luna, a los luceros y alboradas.

Porque en ese idioma está depositado lo más valioso que somos, lo hermanos que somos.

Porque es el idioma de cuando la vida es heroica y de cuanto se necesita combatir por las causas nobles que hay que defender.

Porque en él está subyacente el amor ágape.

Porque es río subterráneo de los que algún día emergerán con un grito de libertad, de triunfo y de fraternidad para instaurar un mundo nuevo sobre la faz de la tierra.

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