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Instituto del Libro y la Lectura, INLEC del Perú

y Capulí, Vallejo y su Tierra

Año nuevo, un mundo nuevo 
Un mundo nuevo 
Danilo Sánchez Lihón
www.danilosanchezlihon.blogspot.com 

1

Quienes
se agachan y arreglan la bomba 
de agua 
del baño público, evitando que 
el líquido 
continúe derramándose. Quien 
va 
cansado pero cede su asiento, 
y eso
le infunde coraje y le da ánimo.
Quien antes 
de pronunciar la palabra hiriente 
muerde
su lengua haciéndola sangrar;
está 
comprobado: ellos no salvarán
el mundo, 
aunque un brillo de esperanza
empiece 
a nacer a partir de la luz de
sus ojos.

2

Quienes
confían en que todo saldrá
bien,
infunden aliento y dan ánimo
pese 
a que secretamente sientan 
miedo 
y hasta vean que es mucho 
peor
y más temible el panorama. 
Quienes 
ya habiendo proyectando y 
haciendo
cálculos, aún no han partido 
cuando
los otros ya han regresado. 
Quienes
Reconocen, en la expresión 
de quien
a diario los denigra y hace 
daño, 
un rasgo noble, ¡y aquello es 
lo que más 
les interesa! ¡Es lamentable 
decirlo: 
así no cambiarán el mundo, 
aunque 
también es posible dudarlo!

3

Aquéllos
que no sólo pesan y dan lo 
exacto
sino que, ¡a sabiendas! se 
equivocan
a favor del cliente, que a su vez
disimula
y compensa con una compra 
diferente.
Estos incluso quizá ni existan,
pero es posible
imaginarlos ¡y sería hermoso 
si es que tú
en ti mismo los encuentras!
Aquellos
que pierden una sinecura
con tal 
de decir la verdad; los que 
se quedan 
sin entrar haciendo que otro
ingrese.
Quienes escogen para ellos 
la fruta 
que está mal a fin de que otro 
hermano 
encuentre y pruebe la uva 
dulce.

4

Aquéllos
que en el juicio, al asociado
le dicen
la verdad: ¡que aún confían!,
pese
a que el abogado y la familia
aconsejan
rígidos aseverar lo contrario.
¡Éstos
quizá no cambien el mundo
ni lo salven
ni lo transformen un ápice!
Pero es
a partir de ellos que las calles 
lucirán 
tenues y frescas, tal como si
se juntaran 
amorosamente la tierra con
el cielo.
Es gracias a ellos que el día
luce
hermoso, tierno, y el jardín
florece

5

Quienes
pese a haber perdido algo
muy amado, 
ni huyen ni maldicen, pero 
tampoco
se quedan a dejarse morir ni
a lamentarse
o llorar, los brazos cruzados.
Quienes 
rescatan una pepita de oro 
de un océano 
de lodo. Aquéllos que no se 
avienen 
a despotricar de la persona 
ausente, 
caída en desgracia o recién 
subrogada.
En definitiva, no cambiarán 
el mundo,
aunque gracias a ellos alguien 
se sentirá
inexplicablemente contento y 
tendrá 
ganas de abrazar a todos y
reconocerlos 
como hermanos y hermanas.

6

¡Estos
no cambiarán el mundo que 
estamos 
todos obligados a cambiar!
Quienes
dañan su prestigio por estar 
al lado 
del ser vapuleado. Quienes 
poniéndose
a favor de lo justo se juegan
íntegros, 
¡y no ganan! Los que alaban
lo bello,
bueno y tierno. Y lo celebran,
pese
a ser de alguien que blande
siempre
contra ellos un puñal afilado.
¡Estos 
pobres para nada salvarán
el mundo!
pero reemplazan una corona
de espinas
por otra de nardos y jazmines.

7

Quienes
hacen público que estaban 
en error.
Quienes limpian una banca
a fin
que un desconocido se siente
en ella
más tarde o más temprano.
Quienes
cogen de la mano a un niño
perdido
y olvidan una cita de amor
o de negocios,
pero encuentran a la madre
desesperada.
Quienes defienden al agredido
pese a que
en ello caigan muertos, dejando
hijos pequeños.
Quienes iban por la calle y un
asaltante
arremetió contra una persona
y sin pensarlo
interpuso su brazo y su pecho
perdiendo la vida.
¡Ésos no cambiarán el mundo,
pero dan 
el primer paso y lo hacen
posible!

8

Quienes 
no huyen, ni piensan que 
el mundo
se transforma con grandes
batallas,
sino en los actos cotidianos,
en cada
minuto y en cada ínfimo detalle.
Quienes
no suben el vidrio de su auto,
sino
lo bajan y reconocen a su hijo 
en el niño 
que le limpia el parabrisas. Y
es su madre
la mendiga que tiene súplicas
y solo lágrimas.
Es lamentable decirlo: todos
ellos
¡no lo modificarán siquiera un
punto!
Pero quizás hagan sonreír
en sueños
a un chiquillo que no conoce
padre
ni madre. ¡Y eso es en verdad
bastante! 

9

Quienes 
renuncian a un mundo hecho,
por el riesgo 
de un mundo por hacer y construir.
Quienes
enderezan lo torcido y lo acomodan 
derecho.
Quienes dan la mano al desposeído.
Quienes
pagan bien por mal. Los ingenuos,
los caídos.
Los que resultan siempre culpables.
Aquéllos
que ponen la palma de sus manos 
entre
dos espadas. Todos ellos, es cierto
no lo salvarán
y eso definitivamente es una gran
pena
En lo que toca a mí déjenme que
al menos
lo sueñe, no importa estando yo
muy lejos,
permítanme que lo anhele desde
las altas
montañas, desde las plazas llenas
o desiertas.

10

Que en los momentos atroces
o sublimes
erija esa bandera: Mundo Nuevo,
Un pañuelo
que flamee de cumbre a cumbre,
con tu nombre
adentro, donde estén los rostros
felices
de los niños que murieron tristes,
las palabras
secretas de amor de quienes no
fueron
amados, sino expulsados de todo
donde 
estén fundidas todas las fórmulas
de amor
que solo el amor dicta e inspira.
Pero es 
lamentable decirlo: nada de esto
moverán
al mundo un milímetro, tal como
está. No 
lo cambiarán, es cierto. Pero así 
es tan hondo 
y pequeño, que inventamos para 
nosotros 
y para todos, un Mundo Nuevo.

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