Tramontana
Eduardo Rezzano

Remontamos la mañana
hasta el mediodía
y encontramos un paraje
de lo más extraño

El sol huía por la retaguardia
proyectando largas sombras
que se perdían en el horizonte

Los viejos amigos -tocados
por la tramontana- cabalgaban
en direcciones equívocas
y levantaban

una polvareda de cristales
que ulceraba nuestros ojos

un rumor de sierras y
serruchos que ahogaba
las voces traídas de
la memoria por el viento

Eduardo Rezzano
Gato barcino (2002-2003)

Publicado en 2006

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