La palabra y la escena pictórica en la poesía de Rubén Vela.

Ética de una estética vanguardista

Cristina Pizarro

Distinguido público,

Tengo el honor de compartir con ustedes algunas palabras con el propósito de expresar mis apreciaciones en este acto de homenaje al poeta argentino Rubén Vela, organizado por la Fundación Argentina para la Poesía.

Me enorgullece haber sido convocada en este día, ya que dicha entidad, fundada por nuestro querido poeta, representa el testimonio de las obras más relevantes de la poesía argentina de los últimos setenta años y que han sido recogidas, estudiadas, editadas y prologadas por la misma Fundación. Muchos estudiosos de las letras de mi generación, hemos accedido a las obras a través de estas prestigiosas publicaciones.

Premio Esteban Echeverría

Hace poco más de un mes, el 2 de septiembre, Rubén Vela fue galardonado con el Premio Esteban Echeverría que otorga anualmente Gente de Letras. Como expresara, en dicha oportunidad, el poeta Fernando Sánchez Zinny, se podrían establecer hitos comunes en los orígenes de la literatura nacional, presentes en la obra de Esteban Echeverría y el poeta Vela. Así es como aparece, en toda su magnitud, el paisaje americano, la tierra como la casa del hombre, el sentido de la libertad en "las maneras de luchar" con "la palabra en armas", (utilizo los títulos de sus poemarios para ser más precisa) y el sentido de identidad que se construye en interacción con las diferencias de los otros. Es con la diferencia y a través de su confrontación que los seres humanos vamos siguiendo un proceso de identificación y no, únicamente, con las similitudes que sólo son homogeneizadoras.

En virtud de los valores universales de una obra cuyo eje es "la pasión americana", es importante detenerse a reflexionar que si bien sabemos que la Patria presupone ciudadanos, no súbditos o siervos, la correcta idea de Nación tiene aliento universal, es la idea de peculiaridad en la que se materializa, como en muchos otros la humanidad. Por lo tanto la noción de nacionalidad está ligada a la cultura, no a la biología.

Cuando nos preguntamos por nuestros propios orígenes, la identidad se resquebraja en una pluralidad de elementos heterogéneos. El descubrimiento de una identidad plural no vulnera sino que enriquece el sentido de pertenencia a una nación.

Actualmente estamos ante la presencia de que las patrias mueren y renacen. Hoy los Estados Nacionales están destinados, a pesar de las muchas dificultades y resistencias, a integrarse en una patria más grande. Esto no anularía sino que potenciaría el patriotismo auténtico, opuesto a todo secesionismo rencoroso, ya que nace para unir las partes existentes, no para disgregarlas.

El rencor se origina por el miedo de verse anuladas por las grandes transformaciones del mundo, y ese miedo no debe ser ignorado ni ridiculizado, sino comprendido para desactivarlo. La Patria sería este vínculo entre la particularidad de nacimiento y el horizonte del mundo. La Patria no se identifica con una nación. Han existido y existen Estados Plurinacionales que garantizan la diversidad en la que los individuos y las distintas comunidades se reconocen y encuentran un hogar habitable, una realidad en la que se sienten en casa y en el mundo.

De lo antedicho, surge que en la poesía veliana se despliega con intensidad esta concepción de la identidad del ser con su lugar de nacimiento en estrecha relación con las culturas primordiales y la búsqueda de los orígenes en los testimonios arqueológicos y antropológicos, primero de las huellas sudamericanas y mesoamericanas. En otras etapas, la búsqueda se situó en los demás continentes, indagando en las culturas africanas, asiáticas-orientales, australianas y cotejando los hallazgos mediante los estudios en centros universitarios europeos y museos de España y Alemania.

Propósitos de esta ponencia

Hablar sobre RubénVela podría ser una invitación a hacer referencia a su trayectoria y connotaciones actuales y hacer un análisis de su obra en el campo de la crítica.

La intención de hoy es plantear el tema "La palabra y la escena pictórica en la poesía de Rubén Vela. La ética de una estética vanguardista", estableciendo una caracterización de las constantes de las corrientes estéticas vanguardistas y a la vez, destacar que algunos rasgos se manifiestan en la escritura de Vela, quien considera que pertenece a la generación del 50, cuando se unió al grupo Poesía Buenos Aires que dirigía Raúl Gustavo Aguirre.

Durante ese momento prevalecía lo siguiente:

  • Búsqueda constante de todos los recursos posibles para expresarse

  • Necesidad de cambio y transformación de la vida

  • Exaltación de la condición humana

  • Definición de la realidad social

  • Valoración de experiencias míticas

  • Liberalidad hacia las nuevas tendencias

En ciertos aspectos, coincidimos en el análisis del fenómeno literario contemporáneo visto en función de los movimientos, escuelas y tendencias donde se diversifican las expresiones más avanzadas o movidas por un afán de originalidad.

Aunque es imprescindible señalar que todo artista siempre escapa y trata de irrumpir con lo propio y auténtico para instalar su estilo genuino.

Hay elementos subversivos de las vanguardias que todavía suscitan asombro.

Lo que en un momento resultó subversivo puede pasar a incorporarse al curso normal.

En cada artista se mantienen los elementos verdaderos y predominan aportaciones permanentes.

La concepción poética de Rubén Vela

La irrupción de Vela se desencadena por su afán de alcanzar la síntesis mediante la exactitud, a la manera de un matemático, de interpelar a la naturaleza, apresarla, hacerla propia en una mímesis del propio cuerpo en estado de contemplación y, que de esa manera, captura y refleja cada elemento de lo natural y de lo divino en el alma y en la piel, que se vuelve carnadura. La palabra estalla, se incendia y transforma la realidad augurada en los mitos ancestrales.

La palabra es el origen que está en los dioses, el verbo y el amor entre el hombre y la mujer. El pájaro, la serpiente, la piedra, el maíz, la tierra, los ríos son el escenario inmortal que se debate frente a las ciudades opulentas. El poema está en la piedra. Sin el hombre el poema no es. Un hombre solo no hace el poema.

Se arranca de una raíz sustancial literaria y se extiende a todas sus prolongaciones, combinando historia y crítica, teoría y anécdota.

No nos alcanza una perspectiva unilateral, centrado en una crítica intrínseca, ni manejarse en un plano abstracto, intemporal, inespacial, desprendido de toda conexión con su época.

Su poética conserva repercusiones del surrealismo, la guerra civil española, la segunda guerra, tendencias como el existencialismo y se enriquece con vivencias y experiencias personales: los estudios antropológicos que el investigador realizara a lo largo de su trayectoria en distintos espacios y centros dedicados a la exploración arqueológica, al estudio de la historia de las religiones, al acercamiento al mundo de las artes plásticas y su constante recorrido por las distintas culturas de las Américas, el mundo europeo occidental, los pueblos africanos, asiáticos, australianos y el aprendizaje de la vida meditativa en la contemplación de la naturaleza, del hombre y del sí mismo a través de la práctica del budismo zen con maestros de Corea.

A partir de la segunda mitad del siglo XX hay un cambio de actitud por parte del público. Rubén Vela es consciente de los cambios sociales y sabe que el lector y el receptor de la obra de arte empiezan a transitar por otros caminos y a intervenir con un rol diferente con su participación, interactuando con los textos.

El ensanchamiento de la capacidad receptiva que no cabe confundir con la capacidad comprensiva, también se debe a las mayores posibilidades de difusión de las obras. Las editoriales, las librerías, los suplementos literarios de Buenos Aires son un centro de irradiación cultural de los que el joven poeta participa.

Mientras se van sucediendo novedosas transformaciones en diversas dimensiones, los intereses colectivos se ven expresados en el desenvolvimiento político social de los países y los intereses individuales, traducidos en la técnica y en la estética que buscan, infatigablemente, cauces distintos.

Estas evoluciones aportan al mundo ciertas preferencias espirituales que experimentan una gran fuerza de novedad. La apetencia de lo nuevo. El afán renovador y el ensanchamiento de las minorías se convierten en los aspectos más relevantes que van permitir una extensión creciente de los nuevos efectos perturbadores en el plano de la cultura y de las artes.

No obstante hay una quiebra de la falacia que supone asociar vanguardia intelectual con un sector social determinado viendo sus expresiones como entretenimientos o evasiones de la ociosidad del "aristocratismo" cual si perdurasen los preciosismos muy siglo XVIII.

Es una tendencia manifestada particularmente por aquellos que pretendían monopolizar con fines políticos, el espíritu de subversión ante la sociedad, homologándola paradójicamente con el reaccionarismo estético. Podría se interesante también reflexionar acerca de la interrelación entre revolucionarismo social y avanzadismo estético. Las vanguardias no son cómplices, sino víctimas de los políticos. Es un error confundir vanguardia con bohemia.

Asimismo conviene destacar que el arte experimental es un arte que antepone a todo la busca de nuevos medios expresivos.

Es posible afirmar que la ciencia no puede retroceder. Al arte le son posibles las tornavueltas. Determinadas regresiones equivalen a los más audaces avances.

Este retorno a las culturas primordiales, este interés puesto en rastrear las huellas milenarias de la humanidad, en sus primeros testimonios, monumentos, en las urnas funerarias, las estelas, los túmulos, los ropajes, las primeras lenguas, los alimentos vegetales, el miedo cósmico a las tormentas, la protección en las cuevas primitivas, el culto al maíz, a la lluvia, la inmortalidad de la piedra y lo impermanente de la vida del ser constituyen un corpus que funda la cosmovisión del poeta que se instala en el mundo desempeñando su "puesto de hombre" en la realidad social que trabaja arduamente en pro de la libertad, de la paz, y la justicia con su "palabra", el amor, ese "eros" vital que se debate más allá de la muerte y de la vida ilusoria.

Así como expresara en otra oportunidad que la lectura de la poesía de Rubén Vela suponía el desafío de enfrentarnos con nuestra propia identidad y esencialidad, tengo la impresión de que mis palabras en este homenaje podrían perfilarse, intentando conformar un conjunto de conceptos, ideas, reflexiones, tal vez ciertas sutilezas, ilusiones e impresiones que surgen a posteriori de un discurso poético que no busca lo nuevo sino que persigue rescatar ese acontecimiento cuyo rol protagónico está a cargo de la Palabra en un eterno retorno al origen.

Podemos observar en la obra poética de Rubén Vela que en los pliegues de cada palabra, cada verso, cada estrofa, cada poema, se cobija el centro del pensamiento que en sus despliegues va zigzagueando en una operación hacia el afuera con la incertidumbre con la que un navío podría atravesar el mar.

En los textos referidos al Arte Poética, la poesía es el lenguaje primordial y el fundamento de nuestra existencia humana es el diálogo con el propio acontecer del lenguaje.

El lenguaje supone en la poesía la instauración del ser, siguiendo a Heidegger," la poesía es esencialmente lenguaje,..el poeta debe construir lenguaje dentro del lenguaje"

La poesía en Vela no es únicamente la apariencia de lo irreal y del ensueño. Lo que el poeta dice y toma por el ser es la realidad. Podemos observarlo en:

Los ojos de las cosas

El cielo mira la nube

La nube mira al árbol

El árbol

Mira por la raíz.

La raíz mira por la sed.

 

El hombre mira por sus ojos

Y no ve. (268)

La palabra poética tiene un diseño ambivalente, el sentido de lo existente parece oscilar como un péndulo que sigue un ritmo imitado de una atmósfera de nuestra misteriosa interioridad.

El lenguaje no podría manifestarse con omnipotencia para revelar la experiencia en la espléndida complejidad de nuestras vidas. En el poema VIII de La palabra en armas, podemos leer:

¿Para qué sirve la palabra?
Para revelarle al hombre
su perdida 
dimensión humana.

O más sencillamente
para hacer mejor al hombre.
¿Mejor para qué?
Para incendiarse
en esta pasión común
y tan distinta
este ejercicio
cotidiano
que se alimenta de amor
a cada instante.
(302)

El surrealismo revela la percepción interna pero rompe la frontera entre el sujeto que percibe y el objeto percibido. Por ejemplo, en el siguiente poema:

América
(Luna nueva)
¿Quién cuida los ojos del sol? ¿De dónde brotan sus
lágrimas? El pájaro está ahora descansando en el hombro
de su Madre.

Viene alumbrando.
Viene alumbrando y nueva la dueña de los Cinco
Vientos
La Gran Madre Callada.

Estos procedimientos literarios significan una identidad de compromiso ético y estético con el mundo contingente en que se instauran las creaciones de vanguardia. El poeta enfatiza la irrupción de imágenes -irreales o desrealizadas- peculiar a la expresión surrealista( Bella Josef).Podemos vislumbrar estas resonancias en:

Escena del prisionero
A Raúl Gustavo Aguirre

-Me complazco en presentaros al prisionero 
de la vida.

-Tanta vida caliente, tanta recién nacida duda.
El viento desaparece por el gran agujero de la noche.


-Te habías sentado al borde de los árboles,y
entonabas esa canción tan triste que luego nos haría
llorar...

-"Oh verdad, atisbo de lo innecesario, 
para ti los espacios y las palabras
y la noche que aún no pudimos descifrar...
Oh verdad, tú no eres la muerte.
La muerte tiene otro nombre
y una sed de loba y hambrientos veranos
que clavan en mí sus inocentes garras.
Pero hay algo en ti misma
como una garganta sin sonido
Y ¡qué digo!,
como una soledad perfecta
adonde quiero llegar..."
(275)

La imagen poética adquiere una insólita relevancia. Tal como podemos leer en:

América 
"Esto es América", me decían,
mostrándome las altas cordilleras,
el suicidio del sol
sobre los trópicos,
los grandes ríos furiosos.
Sólo vi pies descalzos,
criaturas americanas
Sobre el hambre y el frío
como frutos desnudos.
"Esto es América". Sobre las tierras
indias del centro y del sur
vi desolación. Y, al borde,
las grandes ciudades opulentas, sólo
al borde... (240)

La hipnotización de las palabras en sí mismas magnificadas a tal punto, hechas soberanas y autónomas en tal grado que rechazan cualquier contexto.

Las imágenes plásticas se impregnan en el ojo del poeta. Este poema pictórico nos muestra una escena inconmensurable. Así nos dice el poeta en:

América2 
El hombre y la mujer
desnudos como el río
de las generaciones
y el pájaro embriagado
que lanza su grito jubiloso
hacia la aurora (236)

La naturaleza en pleno está representada al modo de las obras pictóricas, esculturas y monumentos arquitectónicos. Observamos la influencia de la arquitectura, música, poesía, otras artes. La palabra es imagen visual. Podemos apreciar muchos textos pictóricos en sus poemarios. Así como lo demuestran estos versos:

Chichén Itzá
Has vencido a la lluvia
y al viento
De esa lluvia.

 

Has vencido a la muerte
y al viento de esa muerte.
Y las hojas de los árboles nuevos
te cubren de amor.(245)

Las huellas marcadas por las vanguardias no desaparecen, al menos en sus proyecciones históricas, aliadas, en muchos casos, a un sentimiento nostálgico. De la misma manera, la situación de los poetas respecto al conjunto de valores que integran a la vanguardia prevalece a través sus composiciones que ennoblecen el ideario de libertad del ser en su esencia y existencia.

Herbert Read ha estudiado la prioridad de la imagen sobre la idea en el desarrollo de la conciencia humana. También hay que diferenciar la fluidez entre las artes del espacio y las del tiempo. Este rasgo distintivo hace que se dé mayor capacidad experimental en lo plástico que en lo verbal. Rubén Vela sabe intuitivamente explotar esta situación dado su voraz acercamiento a las artes plásticas y a la contemplación meditativa y a la práctica del budismo zen. En esta brevísima descripción, se capta la hondura del tiempo y la poesía:

Visión del templo de Pulguksa 
A Yolanda Rosas

El tiempo se ha detenido en el estanque.
Sobre el cielo azul un pájaro dorado.
Y el resplandeciente loto que murmura:
"La poesía es el arte de la inocencia"
(Kyongyin, Korea, 1993)
(310)

Del contacto del poeta con la naturaleza en intimidad y entrega,se vislumbra una transformación del objeto estético mediante la interpretación de la realidad a través de la estilización y un cierto distorsionamiento. Una escena raigal se presenta en:

En la selva del Beni 

Comienzan las lluvias, amigos, y aquí estoy con mis
dioses ventrudos que reciben, manos en alto,
al Poema.

La mulata llena de sed abre sus ojos al mundo
y respira la libertad.

He olvidado la ciudad. Me demoro aprendiendo
los largos nombres extranjeros.

Y el extraño sonido de algunas palabras que 
se escurren como peces.

Y las flores exudando un mismo olor a hembra.
Mulata, sólo ahora comprendo el nombre 
de la poesía. Ella es mi dureza, mi nueva
alegría. ¡Quién habla de morir!....(246)

El arte poético se vuelve explosivo, invasivo, no evasivo. En ese simulacro de incendio y estallido se patentiza la subversión de un sistema de expresión cristalizado y en definitiva inmodificable: el de la palabra escrita. Una escena del ritual emparentado con los mitos cosmogónicos y asociados al tiempo cíclico que augura de siempre habrá un nuevo comienzo nos dice en este poema:
América
Un ropaje de incendios
festejando
el comienzo del maíz.
Su amor secreto(238)

Hay un nuevo lenguaje a través de lo lúdico en los planos fónico y semántico

La función poética del lenguaje se constituye en el centro del poema. Tal como podemos leer en:

Todo o nada
Al pintor Leónidas Gambartes 

No hablar de América
no hablar de nada
no mencionar la muerte que te guarda
como un ángel siniestro
no decir cosas 
o decirlo todo de golpe
descubrirte penetrarte desnudarte
te cae el sol encima
te arde en tu fosa como una lepra
te cae la sed el hambre
se han olvidado las ofrendas
el pago a la tierra el tabaco la coca
te cae el dolor
de tanto espacio herido inútilmente
Por los pájaros gigantes de rapiña
que llegan desde el norte
desde el centro del hielo
de la región de la muerte
para escarbar con sus garras
tu corazón de américa gambartes
que late todavía.

Y aún sigues viendo el mundo a través de tus manos
gran niño ciego deslumbrado por el arco de todos 
los colores
sigues viendo criaturas que nacen como pólipos o 
adherencias
sobre la tierraindiaherida
aferradas encimadas atrapadas
como racimos de seres extraños que miramos con
desconfianza
de un planeta desconocido antiguoamérica
de una tierra de cobre donde todos pertenecemos
y en donde todonada es de ellos
la piedra habitada por el rayo
la piedra de color de calor
de arrabio de rabia de furia
viendo todo por tus manos gritando sobre muros
de piedra
gritando lo que viene desde el ombligo del mundo
manopiedra culebra manopiedra serpiente
manopiedra del llanto
mano piedra cansancio
manopiedrahambre del hombre americano
manopiedragambartes.
Y me nace esta alegría entre tanta ausencia
haberte conocido
haberte hablado
haber visto con tus ojos
lo que tú quisiste que vieran mis ojos
tu sabiduría tu humildad
madrepadre gambartes
que construías con tus manos tan pequeñas
los radiantes monstruos del pasado hacia el provenir
que inventabas la música de las raíces profundas
en la historia partida de esa tierra
con tu corazón de poderoso mago de la aurora
tus manos que inventaban el verdadero nombre de
américa
américagambartes
que soñaban américa
que lloraban américa
que gozaban américa.

Porque hay que decirlo
volver a repetirlo
quién no ha entendido nada aún de todo esto
que destroce su cuerpo sobre el gastado asfalto
de esta ciudad deforme y malqueriente
que se suicide sin asombros
desde el último piso de sus años vacíos y sin esperanzas
que se corte su sexo para no perpetuar sobre el mundo
su sombra miserable.

Y si aún después de todo esto sobrevive
que mire por última vez un cuadro de gambartes
una hechicería de gambartes
la luz cegada por el resplandor del relámpago gambartes
y resucitando al fin sobre la aurora de un distino
nuevodía
cobijarse para siempre en su vientregloria-padre-madre-gambartes.

¡La gran perra por qué te has muerto de temprano
aunque sigas tan vivo para siempre
américagambartes!(262)

Agradezco la atención de todos ustedes y celebro esta fiesta de la Poesía con la gran admiración que siento por el poeta Rubén Vela.

Cristina Pizarro
Fundación Argentina para la poesía
Homenaje al poeta Rubén Vela con motivo del Premio Esteban Echeverría.
Buenos Aires, 15 de octubre de 2002.

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