Éxodos de Jorge Orozco 
La trayectoria de los rostros 
Cristina Pizarro

Queridos amigos:

Hay indicios de una vida entregada al amor y a la Palabra ante la inminencia de la Muerte, como puede leerse en algunos de sus versos transcriptos en las citas.

Podemos recordar la escritura de uno de su libros de poesía en este comentario que escribí en el 2003.

Adiós, Jorge. Gracias por tu trabajo en la tierra.

Cristina

 

Una  infinitud de cabezas y rostros sobre la tierra entre pastos hirsutos se constituye en una fuerte imagen que provoca el estupor de nuestras miradas.

 

Cuando vi la  foto de tapa del libro (de Jaroslav Abbe Libansky), vino a mi memoria la imagen del Viejo Cementerio Judío de Praga, donde debajo de viejos árboles inclinado fatigosamente y formando un verdadero caos yacen unas 12000 estelas sepulcrales, todas de soslayo. Con el paso de los siglos, las lápidas fueron apiñándose unas con otras, porque a causa del reducido espacio, se tenía que enterrar a los muertos en  varios niveles.

 

La elección del título  adviene como una peregrinación, la salida fuera del camino y hacia nuestro propio sendero que se anuncia desde el comienzo de la palabra poética. La primera relación que el lector podría establecer es la alusión al Éxodo del Antiguo Testamento; es el segundo libro de Moisés, que corresponde al Pentateuco o los cinco primeros libros de la Biblia que forman una colección que los judíos denominan la "Ley", la Torá.

 

Como sabemos, el Éxodo desarrolla dos temas principales: la liberación de Egipto y la Alianza en el Sinaí, ambos están enlazados con un tema secundario: la marcha por el desierto.

 

Es el poeta, acaso, el que ha recibido la revelación de la palabra y seduce a los lectores con imágenes misteriosas y va trazando pactos de amor en una vida desierta? Esta pluralidad de voces, recogidas de las voces de otros poetas que han deambulado también por la tierra baldía le darán la oportunidad de alcanzar la redención?

 

El poeta con su canto sobrevivirá a las plagas: la enfermedad, las muertes, las tinieblas, las catástrofes. Las ofrendas podrían ser un acercamiento a la liberación del ser.

 

A través de este comentario, intentaré trazar una cartografía de ciertas circunstancias históricas que ayudan a identificar hitos y símbolos claves de nuestro territorio psíquico, social, antropológico, filosófico, en nuestros modos de entender el mundo, de construir nuestro lenguaje, de jerarquizar nuestros valores, de iluminar el mundo social y nuestras maneras de representar la realidad.

 

Para el poeta el mundo podría semejarse al caos en tanto que el poema podría erigirse en una forma de orden a través de la organización de su estructura, la sonoridad, los ritmos internos que subyacen en el latido del acto de la escritura. Tiempos míticos, vivencias metafísicas, una subjetividad construida con sueños y experiencias provocan un tono temperamental donde el verso profuso devela la multiplicidad del ser y la trama compleja de su entorno en el que acechan en tiempos paralelos, atravesados por una línea de simultaneidades que a veces, son escalofriantes.  

 

Más de ochenta poemas integran el poemario con epígrafes pertenecientes a autores de distintas épocas y orígenes. Entre ellos, Diana Bellesi, Arthur Rimbaud, Beatriz Schaefer Peña, Joaquín Salvador Lavado("Quino"),John Donne, Osmar Luis Bondoni, Daniel Horacio Grad, Cristina Pizarro, Federico García Lorca, Oscar Wilde, Miguel Angel, Ana Emilia Lahitte, Aldo Pellegrini, Woody Allen, David Henry Thoreau, Ayelén Correa, Luis Raúl Calvo, León Gieco, Gianni Siccardi, Liliana Ponce, Pablo Hernán Domínguez, Alejandra Pizarnik, Rainer María Rilke, Alejandrina Devescovi, Luis Tedesco, Paul Eluard, Jorge Calvetti, Jorge Ariel Madrazo, María Negroni, Pablo Javier Montanaro, Imre Kertész, María Elena Rocchio, Marizel Estonllo, Susana Cattaneo, Raúl Gustavo Aguirre, Ricardo Rubio, César Vallejo, Jorge Montironi, Mirta Mercedes Popesciel, Homero, Carlos Penelas, Michou Pourtalé, Héctor Miguel Ángeli, Aldana Gaggero, Olga Orozco.

 

¿Cuál es el escenario? ¿ es la tierra, es el mar, son las ciudades turbulentas como Buenos Aires, Nueva York, Tokyo?

 

Cuál es el tiempo transcurrido en estos éxodos? Es el tiempo de experiencias, es el tiempo del deseo, es el tiempo de la espera o acaso el devenir que se traduce en la palabra?

 

Éxodo. La palabra hebrea, que en la versión inglesa de la Biblia es traducida regularmente por "azul", significa algo así como púrpura rojiza, parecida al color carmesí, mientras que la primera tiende al más violeta.

 

Corporeidad del poemario

 

Unos versos de Walt Whitman preludian este poemario en donde se ahonda con carnadura la raigambre existencial. Tal vez, debajo de cada pisada trazada por el deambular del yo lírico, se halle la auténtica sangre. Así como también, la bella flor de loto, emerge del lodo, en la concepción hinduista.

 

"Escribo" podría ser un poema de apertura que remite a la escritura misma, su materialidad, su sentido metalingüístico en significantes que multiplican la revelación de la palabra, lo inasible, el misterio de la vida, que nos devuelve una ausencia en las resonancias de las voces.

 

"Exodos" que da título al poemario marca la característica del verso largo, elegido por Orozco en el uso de un lenguaje descriptivo, profusamente adjetivado, que  a veces, intenta explicar los detalles de cada latido y cada respiración, como si siguiera el ritmo de la diástole y la sístole, desde el principio hasta el fin.

 

La preocupación por identificar la diversidad de rostros encubiertos por la máscara, encubiertos por una desazón nihilista que devora en mutación constante el enigma de la esfinge, la que indagó en las preguntas esenciales del ser, en  nuestra efímera condición humana, en sus distintas etapas evolutivas(niñez, adultez, vejez).

 

Lo desértico sería soledad porque no hay unión, no hay seres que se amen. El silencio y la sombra son sustancias que reiteran un leit motiv poemático. Acaso "mis entrañas "son "mis extrañas"?

 

La luz y la oscuridad son complementos de una misma estructura, que recrean aspectos de nuestra propia identidad, en el Eros y el Tánatos, la vida y la muerte, el  sueño y la realidad. Facetas indisolubles e inseparables que bien podrían asociarse con un  uso de la adjetivación, que se basa en la composición de la negatividad, por medio de prefijos que dan esa connotación semántica, como por ejemplo, imposeído en el poema "Luz".

 

Los epígrafes que se incluyen  a lo largo del texto, constituyen una travesía que destaca el acercamiento al acto de lectura en un gesto placentero que busca nutrirse y recrear en su propia experiencia todo aquello que ha penetrado en su ser. El texto se remite al origen del Texto único como bases de sustentación de ese retorno a la desconcertante incertidumbre, a la inquietante figura del principio y del fin, en una nueva resurrección cotidiana. Cada pérdida es una muerte que origina un nacimiento real y mítico. El fuego como símbolo de la destrucción y de la transformación es, en "Imagen..." un indicio de lo que seguiremos leyendo en  Exodos.

 

El paisaje de la tarde muestra una escena amorosa pintada con gamas cromáticas de bellas cenestesias, dispersando adjetivos ligados al campo semántico de la evanescencia y disolución de la materia(agonizante, antiguos, milenarios, lejanos). La instancia que se vive y también desaparece en la dimensión del espacio y del tiempo en "La tarde se acobalta..."

 

El viaje, el espejo son categorías muy fuertes en "La misión" de este hombre inasible que se debate en el que es o pudo haber sido y que el temor de los agüeros parecen reposar en un acantilado. Se va dibujando un paisaje marítimo con las implicancias simbólicas del océano, la vida ajetreada  en los barcos que, como fortalezas, son sólo ilusorias, porque pueden hundirse en la profundidad.

 

La isla entre la bruma se asemeja al velo de la Maya, que  nos deja ver sólo aquello que es posible en nuestra imaginación, anclada en emociones, recuerdos y olvidos. La bestia que hay en cada uno de nosotros se convierte en aves carroñeras. Quedará la potencia del caballo y sus crines compartirán la presencia de la rosa y el silencio del jilguero amedrentado.

 

La reiteración de los posesivos en primera persona que subrayan las partes del cuerpo y también espacios ficcionales, van construyendo la trama de ese ser que se desorbita ante los despojos, el silencio. Una muerte soñada("Inoculto de mí) desde el otro que se esconde en  nuestro abismo  se entrecruza en ritmos discordantes, en donde se mezclan  las rimas asonantes, consonantes del verso largo, que no puede detenerse porque necesita fluir  en el devenir.

 

Un monólogo interior en "Escucho mi voz" que se acompaña de una especie de barroquismo en el lenguaje, con una sintaxis compleja, a veces enredada.

 

La muerte desciende las últimas escaleras que buscan mi nombre desgastado

palabra enmudecida por el hastío en la oquedad de mis huesos aún despiertos

pasión obstinada escrita por el tiempo que no vence la memoria

con su horizonte perdido cuando la luna crece tras el monte de cerezos....

 

En la concepción poética de Orozco, se establece una analogía entre la labor del campo y la aurora de la poesía(escucho estremecido la cálida voz del campesino...como sus manos pródigas iluminando auroras de poesía)Versos que remedan a unos del Rig Veda "Cuántas auroras hay que todavía no han nacido".  

La serpiente habita en ese intersticio del caos y lo absoluto; y la mítica palabra que se esconde tras sus anillos, anuncia la alucinación de la caída. El poder de Zeus sucumbirá a la tentación y no podrá vencer el horror. ("La víbora")

 

Una poesía sustantiva que se refugia en el destiempo donde los verbos conjugados no tendrían razón de existir. No hay tiempo gramatical en esta poesía sustancial. Se  erige en un corpus de construcciones nominales integrado por asociaciones semánticas para destacar la palabra insólita en medio de las oquedades de noches desmembradas. ("No reconozco")

 

Un ritmo de romancero gitano anticipa, al modo del fatal destino, la profecía del bardo:"...iluminando algún poema que cante nuestro Amor/única resurrección ansiada al no verte cuando muera."( "Te espero")

 

Emilio Salgari es uno de los elegidos por Jorge Orozco y de él se testimonian múltiples vocablos asociados a las aventuras contadas por los habitantes de los mares. La figura del   naufragio sumerge al poeta en una atmósfera letal, aunque también el marinero  se transforma en eterno  y fulgurante amante embriagador.

 

El dolor podrá irse, acaso con el viento? Interesante recurso de formación de palabras con prefijos negativos que acentúan ese temor de no ser y la desesperanza del no-mensaje.

 

El tiempo está ligado a la Belleza; qué es lo infinito en este contexto de la finitud? El no-tiempo susurra por escondites.

 

En la obsesividad  por la llegada de la muerte; la angustia nihilista, la nada en qué puerta quedará clausurada?

El ritmo en el latido repercute en la sangre que se entrecruza con escombros. Hacia dónde se dirige la búsqueda del poeta que se debate entre la vida y la muerte en cada instante?

 

El poeta quiere ver el trasluz, quiere ver a través de un negativo, indaga qué le devuelve la imagen del espejo entre olvidos y recuerdos.

 

Las voces humanas muestran aspectos del marco social mientras que los  corcoveos  de potros indómitos son base pura de nuestros instintos pasionales, que  podría ser la bestia que yace en nosotros mismos que nos semejamos a los centauros y otros animales fabulosos, mitad humana, mitad bestia.¿ Cuál es el lado que el poeta desea recuperar?

 

El dragón de nuestros miedos escondidos también es espanto en la ausencia del diálogo.

 

El poeta reclama el tú que hace que podamos enunciar somos un diálogo, al decir de Heidegger.

 

No abandonar la batalla parece ser un grito del poeta que se exilia en su propia palabra y se siente envilecido por el lodo que lo asfixia.

 

La reiteración del posesivo("mis ojos fatigados", "mi yermo") se vuelve una obstinación y sólo lo salvarán por la alquimia del deseo.

 

En iluminando las ocultas verdades de mi adentro trascendente podríamos hallar el propósito y la misión del poeta y del hombre que juega constantemente con enunciaciones negativas para ahondar su actitud nihilista. Busca el ser pero sólo puede encontrarse en "no soy más ..."

 

Como en los antiguos textos sapienciales, el ojo insiste en ver adentro, rastrear lo certero y hasta mirar el reverso del espejo. El poeta sabe que el mundo es ilusorio, que la verdad está en nuestra propia iluminación.

 

"Después de mucho mirar el mundo he visto poco...

ha llegado la era insoslayable de paz y bienestar

divino instante iluminado con su verdadera luz...."

 

Como un ser que ha meditado en la acción del vivir, el poeta abre los ojos y despierta

 

"Como un sabio maestro arquero haciendo centro en sí mismo

intento acercar mi flecha en lo más íntimo de todos los que fui...

 

Muertes y renacimientos, el apenas soy, los vocablos marítimos, las maravillosas imágenes entre lo intangible y lo corpóreo, que se plasman en una sensualidad con ternura entre silencios y sombras. Los rostros se enfrentan al campo de batalla y se enmascaran para no sucumbir ante los delitos de los traidores. Se advierte una ley universal de amor humano que será el veredicto en el juicio final.

 

Los sonidos tortuosos de la letanía temen al silencio y a todo lo no sido.

 

La muerte se pluraliza para dar cuenta de todos los seres que habitan al poeta:

 

"Oscuro sendero donde me sorprendo inconcluso

intentando ser a tientas quien tal vez será mañana

desde la sedienta raíz en las certezas vacilantes

imágenes borrosas de todos los que fui hasta mis muertes..."

 

Si una de las funciones de lo literario que merece destacarse es la trascendencia en conexión con nuestra condición de mortales, a Orozco no le interesa el éxito ni la fama, ya que ésta sería para Dios, (para la concepción medieval cristiana del mundo occidental)dice en "Desde lejos":

 

"¿Quiénes son esos extraños lectores

y escritores de mis poemas aún no escritos...

son los insomnes manoseadores noctámbulos

en la oquedad del graniza que golpeará mis huesos..."

 

La imagen de mis comarcas parece aludir a representaciones imaginarias de ese mundo de la Maya perfumada por infinitas flores, con aromas de hierbas frescas. Si el ojo no alcanza a verlo todo, aquí el poeta se exalta en profusas imágenes olfativas para manifestar ante el placer sensual que le brinda la naturaleza y que se convierte en fruto y goce pleno.

 

Eros y Tánatos , la búsqueda de la resurrección en múltiples reencarnaciones después de esfumarse en éxodos del tiempo y la distancia, provocan el regreso de lo interminable .

 

Hay un tiempo cíclico, un eterno retorno, intentos constantes de subir y subir , seguir el camino , aunque estemos condenados a la caída.

 

Cuál es el deseo del poeta?

 

"No quiero amanecer y morir una mañana

siendo aquello que anoche no alcancé a decirte enamorado

al transformarme en los rastros del polvo mudo de mi nombre

sin poder decir lo que no es palabra ..."                                                   

Cristina Pizarro
Buenos Aires, 6 de octubre de 2003

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