¡Torres de Dios! ¡Poetas!. Homenaje a Rubén Darío.
Textos, fotos y videos |
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Retrato de Unamuno. Casillas
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”Crear en Salamanca” estuvo el pasado sábado 22 de febrero en el homenaje a Rubén Darío, organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Salamanca, y por la Sociedad de Estudios Humanísticos y Literarios de Salamanca (Selih), con la colaboración del Festival Internacional de Poesía de Granada (Nicaragua. El coordinado del mismo ha sido el poeta Alfredo Pérez Alencart, profesor de la Usal. |
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Román Álvarez, ex decano de Filología - José Ángel Domínguez, vicerrector de la Usal - Enrique Cabero, presidente de ASUS - Vicente González, decano de Filología - Carmen Ruiz Barrionuevo, catedrática de la Usal Alfredo Pérez Alencart, poeta, presidente de SELIH
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Unamuno, en voz de Sánchez Terrones, rinde homenaje a Darío y lee: |
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Transcribimos un fragmento del conmovedor artículo escrito en 1916: “…¡Pobre Rubén! ¿Te llegarán tarde estas líneas de tu amigo que no quiere ser injusto ni malo? Nunca llegan tarde las palabras buenas Dicen que la hora de la muerte es la de las alabanzas. Pero si estas son sinceras y son justas, hasta vale la pena de morirse, porque ante Dios y los hombres resuenen las alabanzas sinceras y justas. ¿Por qué en vida tuya, amigo, me callé tanto? ¡Qué sé yo…! ¡qué sé yo…! Es decir, no quiero saberlo. No quiero penetrar en ciertos tristes rincones de nuestro espíritu…” |
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Enrique Cabero, presidente de ASUS
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Carmen Ruiz Barrionuevo, catedrática de la Usal
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Ester Bueno ( Ávila) ¡TORRES DE DIOS! ¡POETAS!
¡Torres de Dios! ¡Poetas!
La mágica esperanza anuncia un día
Esperad todavía.
La insurrección de abajo
Torres, poned al pabellón sonrisa.
Nely Iglesias. (Alemán)
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Türme Gottes! Dichter!
Die magische Hoffnung
kündet einen Tag,
Wartet noch.
Der Aufstand von unten
Türme, gebt dem Gebäude
ein Lächeln. Traducción al alemán: Nely Iglesias y Beate Igler
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María Koutentaki (Griego)
ΠΥΡΓΟΙ ΤΟΥ ΘΕΟΥ! ΠΟΙΗΤΕΣ!
Πύργοι του Θεού! Ποιητές! Ουράνια αλεξικέραυνα που αντιστέκεστε στις τρομερές τις καταιγίδες σαν κορυφογραμμές του ορίζοντα ωσάν τραχιές βουνοκορφές κυματοθραύστες της αιωνιότητας!
Η μαγική ελπίδα προμηνύει μια μέρα που πάνω στο βράχο της αρμονίας θα ξεψυχήσει η άπιστη σειρήνα. Περιμένετε! Ας περιμένουμε λίγο ακόμα!
Περιμένετε λίγο ακόμα! Η θηριωδíα αναπαύεται στο μίσος προς την καθηγιασμένη ποίηση και ύβρις εκτοξεύεται από τη μια φυλή στην άλλη.
Η εξέργεση από κάτω εξαπλώνεται στους Άριστους. Ο κανίβαλος καταβροχθίζει το καπνιστό του κρέας με ούλα κόκκινα και δόντια σουβλερά.
Πύργοι, βάλτε χαμόγελο στο λάβαρό σας. Αντιτάξτε, σε τούτο το κακό κι αυτόν το φθόνο, το υπερήφανο άγγιγμα του ζέφυρου και μια γαλήνη θάλασσας και ουρανού.
Traducción al griego moderno: María Koutentaki
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Vicente González ( Italiano) |
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Torri di Dio! Poeti! Parafulmini celesti che resistete alle dure tempeste come creste spoglie, come picchi selvaggi, frangiflutti dell’eternità!
La magica speranza annuncia un giorno in cui sullo scoglio dell’armonia spirerà la perfida sirena. Sperate, speriamo ancora!
Sperate ancora. Il bestiale elemento si sollazza nell’odio alla sacra poesia e si scaglia offesa da razza a razza.
L’insurrezione dal basso fa cadere gli Eccellenti. Il cannibale brama la sua fetta con rosse gengive e affilati denti.
Torri, sbandierate un sorriso. Mettete, davanti a questo male e a questa diffidenza, una superbo accenno di brezza e una tranquillità di mare e cielo… |
Stuart Park ( Inglés)
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Poets! Towers of God! Lightning-rods that rise toward the sky and stand against the tempest’s wrath like bold pinnacles, like wild peaks, storm-breaks of eternity!
The magic of your hope foretells a day when on the rock of harmony the treacherous Siren will expire. Hope, now! Let us be hopeful still!
Be hopeful still. The bestial element basks in its loathing of sacred poetry, and hurls affront from race to race.
The mutiny of the base aims at the Excellent. The cannibal craves its flesh, with red gum and sharp teeth.
Face this evil, this distrust, with the proud hint of a breeze, and a quietness of sky and sea … Traducción al inglés. Stuart Park
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Huaping Han (Chino) ¡上帝之塔! ¡诗人!
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¡上帝之塔! ¡诗人! ¡天蓝色的避雷针 抵抗着狂烈的暴风雨, 像自由的浪峰, 像粗犷的棱角, 永恒的岩礁!
魔幻的希望预示着一天 在和谐的岩石上 迷失的美人鱼将要死去。 ¡等待,我们还在等待!
你们还要等待。 在厌恶中残忍的东西 变成圣礼中的诗歌 耻辱从一个种族蔓延到另一个。
底层的叛乱 伸向了贵族。 食人魔贪婪的看着它的干肉 用它血红的齿龈和尖利的牙齿。
塔,让亭阁充满欢笑。 在邪恶和恐惧面前 布满柔风的高傲姿态 还有天空和海一样的安静。。。
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Elena Liliana Popescu. (Rumano) Traducereîn limba română TURNURI ALE LUI DUMNEZEU! POEŢI!
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José María Muñoz Quirós RUBÉN DARÍO RECUERDA A FRANCISCA SÁNCHEZ |
Mírame, amada; está la tierra en tus ojos y duele. La luz se enciende donde tú me abrazas. El surco de tu cuerpo me acaricia: honda prisión que encarcela mis labios en ti, líquida noche. Rózame, amada: húmedo sueño de secreta roca, alta cima de torres diluidas en el paisaje de la niebla. Siénteme ,amada, en esa rosa que se marchita, en ese cisne donde la blanca luna se despierta en el coral de tu mirada. Escóndeme en el hueco de tus labios, en el paisaje dócil donde una tarde muere. He subido a la altura de la tierra, Allá en Navalsáuz, en las orillas de Gredos, a los pies de la piedra dibujada en el azul de un cielo transparente. Todo me habla de ti. La luz de atardecida se derrama sobre la muerte, y el silencio esconde una sombra de sueño en unos ojos que se encienden de un infinito amor cuando me miras.
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Juan Carlos López Pinto |
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(A Rubén Darío)
Como los hombres sabios de Alejandría
Llegaste a la vida
Con las palabras que moldean el rostro del tiempo.
Tocaste fecundo el paraíso,
Después de haber amado tanto,
Para encendernos la lumbre de los versos,
Que son brasa y son fuego,
Que son llama y son beso.
Como vientre de vida,
hoy volvemos a ti
Buscando lo infinito,
La geometría de la rima con alma.
Te digo que la luz
Y la semilla te pertenecen,
Que en tus surcos
Eterna se derrama nuestra gratitud.
Que nunca seas olvido,
Ni recuerdo despoblado.
Sólo tomillo en nuestras manos,
Sueño donde se posan las palomas.
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Luis Arturo Guichard
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TURQUESAS DE DARÍO
1 A veces las piedras están vacías. Fuego volcánico enfriado de golpe, lava pagando un momento de duda, yo no sé. En el mejor de los casos, un fénix preparando la casa de la que volverá a nacer. Piedras huecas, flotantes. Me gustaría llenarlas de tinta, de colores ligeros, y dibujar con ellas cavernas brillantes, selvas turquesa. Piedras que cambian de textura y emigran a otros horizontes, lejos del suyo.
2 Comienza la letra negra y con surcos. Es carbón que se incrusta en la mano, camino hendido para que cunda la vida. Sigue roja y amarilla y sepia, se adelgaza, se vuelve más ligera, y acaba turquesa ramoniana, sutil, sin tocar apenas la hoja, como los pies de quien corre porque el aguijón lo alcanza. Acaba turquesa ramoniana cuando ya no hay nada: sólo un parpadeo y el color se ha ido.
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Luis Frayle
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SIRENA El aire de la noche refrescaba la atmósfera cálida. Rubén Darío. Venus. Azul.
Te deslizas por un mar blanco y mis ojos traspasan las tibias aguas que acarician tu grácil cuerpo de cristal. Te persigo desde la dorada arena de un mundo creado para amarnos. Entre las espumas que despuntan con el alba. Hemos bajado desde las verdes cavernas por campos de pirámides rojas cubiertas de cálida bruma que entona sublimes romanzas antiguas y se hunde en los arrecifes azul cielo. Las hojas oscuras arrastradas desde los cañaverales iluminan el mar en la misma garganta de un río negro. Tu olorosa cabellera de azabache ha crecido con los belluteros de la playa y cubre tus tersas espaldas de espumas brillantes de jade. Tus piernas se alargan infinitas como la flecha que vuela a clavarse en el mismo origen natural de tu hermosura. Ah, sí. Eres tú, Amor. Voy siguiendo tu estela. Eres la mujer de mis ensoñaciones, alma de mis miradas. Estás en tu ciudad, en tu casa, bañándote en la dulzura de todos los rincones que se asombran al mirarte. En la belleza que estalla bajo el edredón que acaricia la suavidad de tu piel. Déjame añorarte, alcanzarte de una brazada, no me huyas, no te me pierdas en los mares de coral. No te escondas en los tamarindos marinos y los peces dorados. Quiero adivinarte desde lejos y llegar a sentirte con la yema de mis deseos. Como cuando te tuve dormida entre mis brazos y me dejaste un perfume celestial interminable. Eterno.
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José Antonio Valle Alonso (Zamora)
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A ESTA ORILLA DEL MAR (A la memoria de Rubén Darío, en su Homenaje salmantino)
Yo supe del dolor desde mi infancia, mi juventud…¿fue juventud la mía? Sus rosas aún me dejan la fragancia… una fragancia de melancolía… Rubén Darío
Templo la lira en un floral de versos, un alba de alegría se asoma a la ventana y ha encendido los ojos la estrella matutina, y hay anémonas blancas en la linde del sueño.
El reloj de la carne golpea la mañana y una cita sin hora ya está palideciendo.
He llenado mis ojos de un ramo de violetas tempranas de febrero, esa flor que me llega del jardín de los astros cuando medito a solas en mis largos paseos al aura de la noche desvelado y noctámbulo.
Me estoy bebiendo el néctar de todas las fragancias, todas las primaveras, y en el alma una pena ya siento que se agranda en el mar de la infancia azul de mis deseos, donde duerme el relámpago del llanto a la luz del sueño, al calor nocturno de la almohada, al diapasón de los recuerdos, suspiros, pájaros en el pentagrama de la nostalgia, en la yema del corazón, en la partitura del tiempo.
Y siempre en las alturas, más allá de las nubes, en el balcón del cielo, donde anida la paz inalcanzable de las garras del miedo. Y sueño, sueño, sueño… con el mar rosa y malva, el color de los besos.
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Araceli Sagüillo (Palencia)
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Y ME SIENTO MORTAL Y APENAS VIVO
Con la frente apoyada entre mis manos
pienso y quiero expresar lo que medito.
Rubén Darío
...Y me siento mortal y apenas vivo
si entre llantos la canción se me complica.
Los ojos encadenados al desaire cruzan la oscuridad.
El silencio tiembla, y siguen los destellos creciendo
hasta el lugar donde todo se aleja.
Sin casi respirar olvidaste parte de tu vida,
y entre los caminos sagrados cruzaste la niebla,
los árboles, el ronco túnel persiguiendo las voces
que nunca vuelven.
El jardín del poeta, con la fisura abierta del poema.
Los cansados ruiseñores respirando siempre libertad.
La lluvia, rozando el último rosal del mundo.
Los lirios abrazados a las largas madrugadas.
El desorden, al cruzar el puente desigual de las
conciencias.
La luna, velando la hecatombe de la noche.
Lejos queda el inmenso descampado de la ciudad,
la quimera del dolor que se mantiene vivo.
La hora punta pisando los pétalos caídos...
Y un nuevo día.
Volverán nuevas costumbres, nuevos latidos juntos,
y entre las burbujas de los días
buscaremos el lugar, donde el dolor se calma.
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José Pulido (Jaén)
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LA MÚSICA DE RUBÉN
Sintió la música dentro de sí antes que fuera escuchada y en él siguió cuando ya nadie la oía. Puso en la rosa el gozo de la carne y coronó el dolor con sus espinas, el deseo que el amor nos descubre pero no muere con él. En la luna deposita la llave de los sueños que, seducida, un hada le entregó. Bebe el elixir de la locura de los labios de pálidas princesas, mide los rubores del mármol, el ángulo equinoccial del arco iris y el laberinto de la telaraña. Fue el amante y el seno fecundado en los lechos nupciales del idioma, Varón de dolores, altivo Apolo, dulce Fauno, conquistador vencido, hermano del pobrecito de Asís, arcángel infernal, mil veces fuego y otras mil su caricia arrepentida. Cuando los cisnes abandonaron el estanque quedó solo, enamorado de la estrella que se mira en la ceguera de sus aguas. Y una música en él siguió sonando.
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Montserrat Villar (Galicia) |
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A RUBÉN DARÍO, INVENTOR DE PALABRAS Y BELLEZA
La armonía el cielo inunda, Y la brisa va a llevar La canción triste y profunda del mar. (Tarde de trópico, Cantos de vida y esperanza)
Inventar ser mar y convertirlo en océano que blande caracolas en tierra, alentando a las sirenas a bailar olas.
Inventar ser arpa que mece hojas en la gran selva hasta alcanzar cielos esperando a ser bañados por eróticas sombras.
Inventar ser capa y convertirse en alma lírica que cobija al milenario niño depositario de historias.
Inventar ser tortuga dorada y descubrir en sus pisadas al caracol en la playa donde vibran sol y tierra, sal y savia… vida y muerte, blanco y azul… esperanza en la belleza, siempre en la palabra.
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José Amador Martín (Salamanca). “pintar el color de un sonido, el perfume de un astro, algo como aprisionar el alma de las cosas” Rubén Darío |
¿Qué tendrán las piedras de esta ciudad que hablan, cuando los pasos te llevan prendido en la memoria, al aire entrecruzado entre arcos y torres, bóvedas y claustros?
¿Qué tendrá la ciudad cuando la besa el sol y es un dorado tapiz que baña el Tormes? Acaso es la ciudad de la memoria, amasada en la nervadura recia de Castilla.
En el paseo, el aire se serena y la palabra es piedra tejida con primor de plateresco… Visiones e historias, coronadas de enigmas y leyendas que perviven en silenciosos ecos.
Y la noche en esta ciudad es alma, poesía de singular dulzura dentro del pensamiento. Belleza en la que arde un manantial de sueños.
Tiemblan los ojos al mirar los versos; los palacios son abismos insoldables de soledad y amanece lloviendo, y aún en la lluvia, la ciudad es taller de platero, crisol de estrellas.
La música es la sinfonía de las sombras y habita entre las calles.
Y las palabras y jardines hablan de otro tiempo, son ruedos de pasión, luz entregada a la melancolía.
Las fuentes, veleros que cruzan la tarde, dejan una larga estela de singular principio: porque ya nadie habita en la cumbre del cántico, deshecho entre las luces de olvidados crepúsculos.
Qué tendrá la ciudad, que al contemplarla tus versos se me vuelven canciones que habitan el espacio, músicas vivas de palacios y atrios que se van por la tarde, cuando llegan las sombras
Qué tendrá la ciudad, perdida en la memoria, entre madreselvas azules, en bosques de silencios, entre la música que emana de sus doradas piedras, brillantes en el sol del ocaso, como un sueño infinito. |
Verónica Amat (Salamanca)
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Llega de aquel remanso la armonía para quedarse en mi apasionada puerta de un sentir huella dejada por frágiles senderos de poesía. En éxtasis el viento lleva alas de orquídeas, mil caricias de colores en recuerdo del poeta y sus nostalgias reclamos del pasado, hoy presentes. Brillando en la palabra su princesa de su hora crucial, su sonatina que es música, de luna en el recuerdo. Poeta donde perdura el misterio se adhiere su parnaso, su reclamo, construido en la luz del universo. |
Humberto Avilés (Nicaragua)
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DARIANA
Infantil asombro descubrirse poeta, imaginar que León de Nicaragua es a Darío lo que París de Francia para peregrinos del arte.
Bach en concierto para oboe de amor fondo musical de asombramientos… lengua transformada, magia del verso modernista fecunda inagotable al castellano.
Azul profana prosas canta la vida de los raros errantes de otoño en primavera.
Es sonatina de hadas para princesas de cuento, fábula para dioses presos de inmortalidad.
Grandeza de sueños para pequeñez de patria que nuestro amor construye. |
Antonio Colinas (León)
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Verano de 1917. Él tenía tan sólo 19 años. Las Navas del Marqués, allá donde la sierra de Ávila se desnuda aún más en pinos aromados, en los roquedos-lágrimas, para entreabrir mejor la sed de amar el campo, una vida más cerca de cielos frescos, puros: la sed de infinitud. Un joven, que es “rollizo y andarín”, llamado Dámaso, pone un libro en las manos de otro joven. Es una antología de Rubén Darío (el buen oro de la palabra americana, aquella que diera a la nuestra modernidad, hondura, gravedad). “Adiós a Bécquer”, dice el otro joven, pues de golpe ha nacido, gracias a ese regalo, a otra poesía más ardiente. “Fue algo incendiador, muy virginal y puro, pues aquella lectura supuso para mí revolución de espíritu”. La alta sierra estaba revelando la pasión de otra vida más alta, vocación, poesía incesantes. Medio siglo después (1964) aquel poeta que recibió los versos de Rubén Darío (y que ahora es un hombre maduro) renueva el rito: como un don va y transmite a otro joven de 18 años aquellos mismos versos, le recita en voz alta el poema de Rubén “Lo fatal” en la penumbra de un jardín, al pie de una robusta velintonia, debajo de la cual un perro, “Sirio”, se adormece. Allá, a lo lejos, hondo, el ocaso siempre es el de la misma sierra de fuego. Aquí, muy cerca, se revela otra vez la sed de vocación, el don de la palabra inspirada que a otro joven inspira. Volvió a germinar la semilla. Los versos aún llamean. La palabra aún sana y salva. |
Carlos Aganzo (Madrid) “Hoy he visto, bajo el
más puro azul del cielo,
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Llueve en León. El árbol de la plaza, contra el aire de enero, se cimbrea y esparce un aroma de frío. Hasta mí viene ahora la muralla de Ávila mirando el campo inmenso de Castilla; la sed de aquella senda entre montañas a lomos de borrico, los chopos junto al teso. Rubén Darío Sánchez, Phocas el campesino, crisálida del alma entristecida, ¿llegaste a ver siquiera entre tus sueños los mesones y ventas harto pobres, la casa entre peñascos, la alameda, la fiesta campesina bajo el puro y rotundo azul del cielo? ¡Mi arcádica pasión de pastoría…! Rubén Darío Sánchez, los ojos de tu madre enamorada, los tejados con grandes ramas verdes donde duermen las niñas casaderas… ¡Turbadoras y célibes canéforas, Phocas el campesino! ¿No te acuerdas? Un lugar en el mundo, una hora segura en la dicha de Dios. Llueve en León. Otro león de piedra me aguarda en el sepulcro. El dolor, hijo mío, de luto tan temprano, va cediendo su sitio a las verdes praderas del silencio. Nos volvemos a ver. |
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Miguel Elías. Pintor y profesor de la USAL |
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Rubén Darío, de Miguel Elías (Técnica mixta sobre lienzo) |
Jesús
Fonseca (Huesca)
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¡Qué puedo hacer! Vivo en el recuerdo de Rubén, que me abrió de par en par las puertas de la poesía y dio a beber de un sorbo su dulce veneno.
Que me enseñó a celebrar la vida, por vez primera, allí donde brotan las flores y es el aire caricia presentida; en en el paraíso de los dioses Digo Rubén Darío y vuelvo a sentir, por debajo del tiempo, la palabra amor, el refugio seguro de lo fugaz, lo sutil, lo frágil, que no se acabará nunca |
Rafael Soler (Valencia)
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Te conocí Rubén desnudo quiero decir vestido con tu palabra alta desprovisto de mí cuando leía
le vio la tarde pálida, le vio la noche fría y siempre el tronco de árbol a cuestas del titán Rubén príncipe amigo preciso cirujano que hiciste de tu casa nuestra Casa escúchame Rubén cuando repito que iluminado vuelvo que con mi tronco sigo que soy en lo imposible tu Rubén aprendiz Caupolicán. |
Jacqueline Alencar, J. M. Sánchez Terrones
María Angelez Pérez López (Salamanca)
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Yo persigo una forma que no encuentro mi
estilo,
Adornan verdes palmas el blanco peristilo
Y no hallo sino la palabra que huye,
y bajo la ventana de mi Bella-Durmiente, (Leído por M. Ángeles Pérez López)
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Pilar Fernández Labrador
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Cuenta Barbey, en versos
que valen bien su prosa,
(…)
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Palabras de despedida Román Álvarez, ex decano de Filología.
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Alfredo Pérez Alencart, poeta, presidente de SELIH
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José Ángel Domínguez, vicerrector de la Usal
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Alfredo P. Alencart, Carmen R. Barrionuevo (Catedrática de la USAL), Vicente González (Decano de Filología)
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Vídeo del acto
Homenaje a Rubén Darío. |
Primera Entrega |
Segunda Entrega |
Tercera Entrega |
Cuarta Entrega |
Clausura del acto |
por
Alfredo Pérez Alencart
Poeta y profesor de la Universidad de Salamanca
alen@usal.es
Publicado, originalmente, en "Salamanca -
RadioTelevisión" -
http://www.salamancartv.com/ el 20 de enero de 2014
Los videos fueron publicados, originalmente, en “Crear en Salamanca” http://www.crearensalamanca.com/
http://www.crearensalamanca.com/video-del-acto-homenaje-a-ruben-dario/
Enviado por el coordinador del evento, e ingresado a Letras Uruguay el 9 de marzo de 2014.
Editado por el editor de Letras Uruguay
Email: echinope@gmail.com
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